La hermana de Alois

Ciel y Sebastián volvían de una misión en la ciudad de Manchester por tren, cuando se dirigían a su camarote vieron a una niña casi de la edad de Ciel. Aunque vestía de negro se veía distinguida, su cuerpo en desarrollo se veía esbelto. Usaba un sombrero con un velo que le cubría su cara y la mitad su largo cabello rubio con ondas, aunque con el velo casi no se veía su cara se notaba que era una niña linda con cabellos dorados. Ella parecía estar buscando algo, de retente un gato blanco con un collar negro apareció entre la piernas de Ciel provocando que estornudara.

—De donde salio este gato?! Achu! Achu!

—Que belleza blanca tan majestuosa – dijo Sebastián maravillado

—Sácalo! Sabes que soy alérgico a los gatos! Achu! Achu!

—Pluto! Aquí estas! – exclamo una dulce voz femenina

La niña de negro se acerco a ellos y recogió al gato blanco.

—Malvada bestia ¿Por qué huiste de mí? – luego subió la cabella para verlos – lamento si Pluto los molesto

—El no nos molesto, mi lady – dijo Sebastián

—Me alegro escuchar eso

—Podría llevárselo? soy alérgico a los gatos, Achu! – dijo Ciel entre estornudos

—Oh si! Disculpen!

Dichas estas palabras volvió a su camerote el cual estaba al lado del de Ciel.

—Que muchacha tan elegante y distinguida, no cree lo mismo joven amo?

—….

—Joven amo?

….

—Me esta escuchado, joven amo?

—Deja de hacerme preguntas estupidas y ve a traerme el té!

—Si ,my lord

Despues de unas horas, Ciel se arreglo lo mejor que pudo y toco al camarote de la niña de negro, quien le abrió era un hombre joven de ojos verdes, cabello marrón y desordenado; deseguro su mayordomo.

—En que puedo ayudarlo, my lord?

—Quisiera ver a tu señorita

—Tiene una cita con ella?

—No pero…

—Entonces no puedo dejarlo pasar

—Déjalo pasar, Trece – dijo la niña de negro

El mayordomo lo dejo pasar y vio a la niña de negro leyendo junto a dos niños pequeños, un niño y una niña, ambos gemelos de cabellos color rojo anaranjado y ojos grises oscuros, los cuales estaban casi dormidos sobre su regazo; y al otro lado estaba una sirvienta rubia con ojos oscuros y un lunar bajo el ojo. También vio que la niña tenía otras mascotas aparte del gato blanco.

—Hola otra vez, extraño

—Hola

—A que debo su visita?

—No nos hemos presentado, soy el conde Ciel Phantomhive

—Si no nos hemos presentado, soy Anelise pero todos me dicen Memé y ello son mis hermanitos, Luka y Lara.

—Mucho gusto

—Quien es el, onee –chan? –pregunto el pequeño niño

—Un nuevo amigo – contesto ella

—Hola amigo – dijo la pequeña niña

—Hola – contesto Ciel

Ciel pudo ver con algo de dificultad los ojos de lady Anelise, eran azules, y vio con más detenimiento su cabello rubio, tan dorado que había ver al cabello de Elizabeth como paja y extrañamente era igual al de su némesis, Alois Trancy.

—Sil, podrías hacerte cargo de los gemelos un momento? – le pregunto Lady Anelise a su sirvienta

—Si, my lady –contesto la sirviente

—Gracias, Sil

Luego dirigió su atención a Ciel.

—Quiere pasear conmigo, amigo conde?

—C…claro – dijo algo sonrojado

Lady Anelise tomo el brazo a Ciel y dieron un paseo por los pasillos del tren, Ciel estaba algo nervioso de estar ante alguien tan dulce y elegante pero había que le intrigaba mucho, era ver su cara y saber si era tan bella como encantadora, además ella estaba tosiendo cosa que preocupo mucho a Ciel.

—Esta bien?

—Si estoy bien, gracias

—Que bien… despulpe… podría preguntarle algo?

—Que es?

—Porque usa ese velo?

—Pues perdí a gente muy querida para mi, el velo es señal de mi luto

—Lo siento… es que…

—Quiere que me quite el velo?

—No se lo tome a mal!... es… me gustaría…ver su cara – dijo algo ruborizado

Lady Anelise soltó una risita y se quito el velo, Ciel no podía creer lo bella que era, lady Anelise era una versión femenina de alguien que conoció pero no se acordaba, además estaba hipnotizado por el azul de sus ojos, su piel de rosas, perfecta nariz, sus rasgos que parecían esculpidos, sus finos labios rozagantes y sublime belleza.

—Es…usted muy hermosa – dijo sorprendido

—Gracias – dijo poniéndose el velo otra vez – continuamos?

—Cla…claro!

Mientras caminaban, Ciel y Anelise hablaban de mil y una cosas. Ciel le contó que era el perro guardián de la reina y que acababa de resolver un caso de robo de niños, y Lady Anelise le contó que era de un pueblo cerca de Manchester, que había perdido a su padrastro, su tía adoptiva y a sus hermanastras en un accidente, y que aunque no compartía lazos sanguíneos con ellas, los quería mucho.

—Y para que va a Londres?

—Voy a vivir con mi hermano

—Hermano?

—Si, es mi hermano de sangre, también el de los mellizos y mi gemelo

—Como es el?

—Es un muchacho tan dulce, noble y gentil; el posee un corazón de oro

—Suena a que es una persona agradable

—Lo es, me gustaría que lo conozca

—Porque no viven todos juntos?

Lady Anelise pareció ponerse muy triste, Ciel se sintió mal y como un idiota al hacer sentir mal a aquella gentil niña.

—Perdóneme!

—Eso es parte de mi vida privada – dijo con tono melancólico

—Lady Anelise no quería hacerte sentir mal por favor…

—Le pido que no vuelva a preguntarme eso por favor – le interrumpió con voz triste

—Anelise…

—Pero ya no hablemos de eso mejor hablemos de cosas más agradables – dijo con una dulce sonrisa

—Claro…

Mientras Ciel y Anelise hablaban, Sebastián vio a Pluto el gato caminar por los pacillos y fue tras el. De repente vio a un extraño pero apuesto hombre vestido muy elegantemente, Sebastián se sorprendió al verlo.

—Usted!

—Shhhh!

—Lo siento, mi lord

—Estoy aquí para mirar

—A mirar, mi lord?

—Ya lo veras

Dichas estas palabras se marcho y Sebastián lo despidió como si fuera un rey.

Mientras tanto en la estación de trenes de Londres, Elizabeth, su sirvienta Paula y los sirvientes de la mansión Phantomhive esperaban para recibir a Ciel.

—Estoy tan emocionada con la llegada de Ciel, Paula

—Si señorita además hoy luce muy hermosa

—Tu crees?

—Si, el joven Ciel se impresionara al verla tan linda

—Eso espero

—Tal vez también le trajo algo de Manchester!

En eso llego el conde Alois Trancy junto a sus sirviente, el joven conde estaba muy bien vestido al igual que sus sirvientes. Los sirvientes de la mansión Phantomhive reconocieron a aquel joven rubio como el conde Trancy.

—Miren ese es el conde Trancy – dijo Brad

—Creen que venga a ver al joven amo? – pregunto Maylene

—No lo creo, según se el joven amo y el conde Trancy no se llevan bien

—Y que hace aquí? – pregunto Finian

—No lo se

Lizzy escucho todo esto y se acerco a Alois para hablar.

—Buenas tardes, conde Trancy – le saludo Elizabeth – soy Elizabeth Middleford, la prometida de Ciel Phantomhive

—Es un justo conocerla, Lady Middleford – dijo besando la mano de Lizzy

—Podría decirme que hace aquí?

—Perdón?!

—No me lo tome a mal… solo quería saber si vino a ver a Ciel

Alois solo arqueo una ceja y luego sonrió divertido.

—Lady Middleford, en primer lugar no me interesa en lo más mínimo Ciel y en segundo lugar estoy aquí por mi hermana

—Su hermana?

—Si mi hermana gemela menor, Anelise Trancy

Mientras tanto en el tren, ya solo faltaban unas horas para llegar a Londres y Ciel no se separaba de Lady Anelise.

—Usted esta comprometida, Lady Anelise? – pregunto Ciel con mucha curiosidad

—No lo tengo, y usted?

—Si, si lo estoy

—Y le trago un regalo de Manchester?

—No…no me dio tiempo de comprar nada

Anelise se quito un hermoso guardapelo del cuello, era de plata con detalles de oro y joyas preciosas, y se lo dio a Ciel.

—Déle este

—Pero…

—No se preocupe, no tiene ningún valor sentimental

—Gracias

—De nada, lord Phantomhive

—Lady Anelise… me gustaría que me tuteará…solo llámame Ciel

—Esta bien Ciel y tu me puedes llamar Memé – dijo dándole el guardapelo

—Gracias, Memé

Sebastián miro la escena de esa nueva amistad, era la primera vez que veía a Ciel tan entusiasmado con alguien. De repente el demonio sintió una presencia hostil detrás del, volteo y vio al mayordomo de Lady Anelise, lo miraba con mucha hostilidad y aversión. Solo se quedo unos segundos y luego fue con Lady Anelise para decirle que debía volver antes que llegaran a Londres, Alenise se despidió de Ciel y fue con su mayordomo el cual volvió a ser a Sebastián con odio y asco, luego Sebastián se acerco a Ciel sonriendo sarcásticamente.

—No digas nada!

—Pero no iba decir nada, joven amo

—Aun así!

—Débenos volver al camarote antes de llegar

—Si claro – dijo algo molesto

Al llegar a Londres y apenas poner un pie en la estación, Ciel recibió el abrazo de boa constrictor por parte de Elizabeth y luego por todos.

—Oh, Ciel! Que bueno que estas de vuelta!

—…Lizzy…me asfixias …

Cuando Lizzy por fin soltó a Ciel este vio como Lady Anelise se quitaba su sombrero con velo y se acercaba a Alois y ambos se abrazaban, Ciel noto que ambos se parecían mucho.

—Tuviste un buen viaje, Memé? – le pregunto Alois

—Si lo tuve, gracias

—Me alegro hermanita

—Hermano, no te olvidas de alguien?

Lady Anelise se quito de de su vista para que pueda ver a los gemelos, al verlos Alois corrió a abrazarlos y besarlos.

—Luka, mira lo mucho que has crecido

—Tu crees, hermanito?

—Si, ya eres todo un hombre

Luego se dirigió a la niña.

—Lara, mi princesita

—Hermanito, te extraño mucho

—Y yo a ti, mi princesita

Ciel vio la escena y no lo podía creer, Anilise era la hermana de Alois ¿Cómo esa gentil y candida niña compartía lazos sanguíneos con ese monstruo? Era algo inaudito además había explotado el caos entre sus sirvientes. Finian había encontrado bellísima a Anelise, Brad se había enamorado de la sirvienta de Anelise y Maylene habia encontrado muy guapo al mayordomo hasta lo encontró más guapo que Sebastián.

—Ella es muy hermosa – le saco Elizabeth de sus pensamientos

—Quien?

—Lady Trancy además es muy parecida a su hermano

—Es porque son gemelos

—Ven Ciel! – dijo tomándole del brazo – vamos a presentarnos!

—No!... espera Lizzy!

Elizabeth arrastro a Ciel hasta donde estaban Alois y Anelise, al verlo Alois frunció el ceño con rabia al ver que su rival cerca a su familia.

—Hola Lady Trancy – le saludo Elizabeth

—Nos conocemos?

—No pero su hermano me ha hablado de usted, soy Elizabeth Middleford encantada de conocerla

—Igualmente, lady Middleford

—Por favor llámame Lizzy

—Esta bien Lizzy en ese caso tú me puedes llamar Memé

—Esta bien, Memé

Elizabeth y Anelise parecieron llevarse bien aunque la hostilidad entre Alois y Ciel parecía crecer, sin que Ciel se diera cuenta Elizabeth lo tomo del brazo para presentarlo.

—Y este es Ciel, mi prometido

—Ya nos conocimos en el tren

—Eso es cierto, Ciel?

—Si, es cierto – contesto liberándose un poco de Elizabeth

En ese momento Anelise comenzó a toser, al oírla toser Hanna se acerco muy preocupada para ver que le pasaba pero Sophi, la sirvienta se lo impidió.

—Memé! Estas bien? – le pregunto Alois preocupado

—Si lo estoy, no te preocupes por mi

—Segura, lady Anelise? – le pregunto Hanna muy preocupada

—Si lo estoy – dijo estornudando en su pañuelo

Ciel pudo ver el pañuelo de Anelise, tenía algo rojo en el, Ciel se asusto y preocupo por ella a la vez.

—Hermano, quiero presentarte al…

—Ya nos conocemos Anelise, verdad Ciel? – contesto de manera tosca

—Eso es verdad?

—Si lo es – contesto Ciel

—Vaya… entonces no es necesario presentarnos

—Parece que no jajajajajajaja – contesto Ciel

Anelise rió junto a Ciel pero Alois fulmino con la mirada a Ciel, la mirada de sus ojos estaba llena de rabia, odio, celos y envidia al punto que Ciel se sintió un poco intimidado.

—Anelise ya tenemos que irnos

—Tan pronto

—Si, tú y los gemelos deben estar muy cansados además tengo una sorpresa para ti y los gemelos

—Esta bien – dijo sonriendo dulcemente y luego miro a Ciel – fue un gusto conocerte Ciel, espero que nos volvamos a ver pronto

—Lo mismo espero Memé

—Adiós, Ciel – dijo Alois de manera tosca

Mientras los Trancy se fueron, Elizabeth le dio otro abrazo de boa constrictor y luego lo llevo a la mansión donde Soma y Agni le tenían una fiesta sorpresa.

…..

Continuara

….