Ranma ½ no me pertenece escribo esto por entretenerme y entretener sin ánimos de lucro, ¡gracias por leer!
Att: kalpana R.S
Capítulo 1
El tren se detuvo, al fin, me dije a mi mismo tomando mis maletas y las de mi nueva esposa.
De un momento a otro ya me encontraba abajo ofreciéndole mi mano a la hermosa amazona con el propósito de ayudarla a bajar pero ella me rechazo, más bien me ignoro y bajo por su propia cuenta.
-vamos- le dije comenzando a caminar.
Aun usaba el hermoso kimono de nuestra boda, ella no respondió solo se limitó a seguirme lanzando una mirada un tanto despectiva a la estación y su gente.
Salimos y tomamos el primer taxi que pasara y nos llevara a mi hogar, mejor dicho ¿nuestro hogar? En menos de treinta minutos ya estábamos parados frente a la enorme puerta de madera que era la entrada de mi casa, al abrir pudimos admirar el amplio patio y la casa de dos pisos hecha de madera.
Ella recorrió el lugar con gran odio en su mirada mientras un grupo de vecinos chismosos se asomaba o se detenían, seguramente jamás creyeron que me casaría… ni yo.
Finalmente la hermosa joven a mi lado entro haciendo tintinear sus joyas de manera delicada mientras sus ojos violetas aun recorrían el lugar, realmente me odiaba y no la culpaba.
Los vecinos aplaudieron asiéndome consiente de que seguían ahí, los había olvidado, me sentí torpe, era más que obvio que la seguía hipnotizado con la mirada y ella ni siquiera me soportaba. Tome las maletas lo más rápido que pude y cerré la puerta.
Y pensar que… hace tres días la vi por primera vez…
-¡shampoo tu traje de novia ya está listo!- grito una de sus amigas con gran alegría.
Ella volteo con una hermosa sonrisa adornando su rostro mientras su largo y sedoso cabello violeta volaba en el viento.
-¡nadie vera mi traje de novia antes que yo!- grito con falsa amenaza mientras corría entre los invitados de aquella fiesta en la que me encontraba y subía las escaleras pasando justo a mi lado.
Una brisa de su aroma me golpeo al momento y sin poder evitarlo llene mis pulmones lamentando el tener que exhalar. Era la mujer más hermosa que jamás había visto y aquel kimono de boda color carmín era perfecto para ella.
Me regañe mentalmente al tomarla tanto en cuenta ya que ella era la novia de esa boda y aunque no lo fuera jamás me miraría, mucho menos con aquella túnica blanca que más parecía vestido, mi cabello negro y mis lentes de botella que ocultaban mis ojos.
-¡shampoo querida! Ven que quiero presentarte a alguien- grito cologne, la ancianita a mi lado era la bisabuela de shampoo y había sido mi maestra desde niño.
-bisabuela hoy es el día de mi boda así que por favor no hay tiempo para eso-grito sin despegar su vista de la fina tela roja.
-niñita irrespetuosa, ¿lo viste mousse? Toda mi vida educando niños y a la única que no pude disciplinar del todo fue a mi propia bisnieta- se quejó entrecerrando los ojos y girándose para verme- la princesa a escogido a su propio príncipe en lugar de seguir con nuestras costumbres amazonas.
En eso un grupo de chicas paso corriendo y entre ellas iba shampoo, mi maestra ágilmente la tomo del brazo deteniéndola.
-ahora sí, adivina quién es el- dijo mi maestra con una enorme sonrisa a comparación de shampoo quien me veía con fastidio -es mousse mutsu, el favorito de todos mis estudiantes varones ¿recuerdas?-aclaro un poco molesta por su falta de interés.
Ella abrió los ojos como platos y se inclinó un poco a mí analizándome descaradamente, sentí como mi rostro se calentaba en un claro sonrojo al poder apreciar por primera vez sus ojos violetas y sus largas pestanas.
-¡oh dios mío! ¿mousse mutsu? Si lo recuerdo… no tienes ni la menor idea de la cantidad de problemas que pase por tu culpa- me dijo sin un gramo de vergüenza, como si me conociera de toda la vida, me agrado al instante.
-¿Por qué lo dices?- pregunte al caer en cuenta en su comentario.
-a lo largo de mi vida solo eh oído una cosa… ¿Por qué no tienes las calificaciones de mousse? ¡Él es brillante! Respeta más a los mayores como mutsu lo hacía, mousse hizo esto… mousse hizo aquello… -tosí un poco nervioso al notar como cada vez hablaba más rápido y ella soltó una risita al verme así- en fin, con decirte que bisabuela quería que nos casáramos…
-no, no lo creo- dije sin pensar pues ella jamás me había comentado nada
-claro que si ¿no te lo dijo? Hablaba muy enserio, decía que solo una niña muy afortunada obtendría alguien como mousse mutsu - respondió ella con una seguridad que me convenció para después inclinarse hacia mí y susurrarme –en realidad creo que ella está enamorada de ti ¿has pensado en ser mi abuelo?- sentí un escalofrió al ser tocado por su tibio aliento pero eso desapareció al momento pues abrí los ojos asustado por el ultimo comentario.
-¡shampoo! ¿Qué cosas dices?- reclamo cologne jalándola del brazo mientras ella soltaba otra risita traviesa – no paras de hablar y decir…
-¡shampoo ven aquí!- grito una de las chicas del primer piso interrumpiendo el dialogo de mi maestra.
-¡ya voy, espera!- respondió casi al momento- tengo que irme, fue un placer conocerte- se despidió de ambos con un inocente beso en la mejilla sin saber todo lo que provoco ese ligero roce en mí. Me quede estático sin escuchar nada más que las palabras dichas por ella ¿querían que nos casáramos? Sentí desilusión al no ser yo el novio como al parecer lo tenían planeado.
La fiesta siguió entre música y baile, shampoo se movía con gracia y belleza en cada canción que tocaban los músicos ¿Qué me estaba sucediendo? ¿Por qué no podía dejar de verla? Bueno, era imposible no ver su danza, su belleza, su alegría… es como si estuviera viendo a una chica por primera vez.
Tenía una sensación extraña que me hacia sonreír por todo sintiéndome feliz y al mismo tiempo triste, era tristeza y dolor al saber que era el día de su boda.
Entre el grupo de aplausos, música y gente bailando entro cologne lo más rápido que pudo y tomo a shampoo de los hombros mirándola con seriedad, la bella amazona solo borro su sonrisa lentamente y comenzó a llorar, algo malo sucedía.
-¡NO!- soltó un grito desgarrados zarandeándose y saliendo del lugar a una velocidad sorprendente, todos se detuvieron al momento mientras algunas la seguían y otros se acercaban a cologne. Yo simplemente detuve a uno de los invitados que paso a mi lado y le pregunte lo que estaba pasado
-el autobús donde viajaba el novio y su familia ha sufrido un accidente, parece que nadie sobrevivió- respondió el joven cuando de pronto escuche muchos gritos, me asome al barandal nuevamente para descubrir que cologne se encontraba en brazos de un grupo de señoras
-¡ayuda llamen a una ambulancia!- gritaban desesperadas, estaba sufriendo un ataque en el corazón.
Horas más tarde estaba en el hospital, rezando por su bien estar cuando el doctor salió y todos nos levantamos esperando un veredicto.
-se trata de un ataque masivo al corazón- dijo el hombre muy seriamente-hicimos lo que pudimos, el resto depende de dios- baje la mirada mientras se cristalizaban mis ojos pues realmente la quería mucho desde que era un niño- ¿Quién es muosse mutsu? – Pregunto el doctor y yo solo levante la mano- sígueme
Entre a la habitación y me senté en la cama donde cologne estaba recostada, ella abrió los ojos pesadamente y hablo con la seriedad que la caracterizaba:
-Eh criado a shampoo con mucho amor desde que sus padres murieron pero a pesar de su fuerza y agilidad ella un es aún muy joven y muy frágil, si no te molesta… quisiera pedirte algo importante- se detuvo un momento y entrelazo mi mano con la suya haciéndome mirarla a los ojos- quiero que te cases con ella- me quede estático, no podía creer lo que escuchaba –sabiendo que shampoo está en buenas manos me puedo morir en paz- intento convencerme pero simplemente no podía reaccionar del trance en el que me encontraba - por favor… no tengo mucho tiempo… tengo que hablarlo con ella… - lo medite unos segundos hasta que finalmente tome una decisión.
No respondí, solo pude asentir con la cabeza.
En menos de un minuto la hermosa joven ya estaba en la habitación sentada del otro lado de la cama.
-sé que este no es el momento correcto para hablar acerca del tema pero… parece que es hora de irme, yo nunca te he forzado a nada y ni hoy en día voy a hacerlo, solo quiero darte un consejo… cásate con mousse- ella lo miro con el ceño fruncido- quizá el destino lo escogió así para ti, es tu decisión pero no sé si seré capaz de descansar en paz si te dejo aquí sola- cologne comenzó a llorar mientras shampoo cambiaba su semblante a uno de tristeza- no quiero dejarte sola…
Ella se inclinó y beso su frente amorosamente mientras secaba sus lágrimas.
-voy a casarme con el bisabuela- dijo fríamente.
-gracias hijita, gracias- repetía mi maestra abrazándola con la poca fuerza que le quedaba -larga vida y felicidad, mis hijos- dijo tomando mi mano y la de shampoo para entrelazarla en símbolo de nuestra unió misma noche mi maestra murió.
Al día siguiente se cremo su cuerpo y al siguiente fue la celebración de nuestra boda.
Uso el mismo traje de novia color carmín y yo la ropa del día anterior, ella permaneció totalmente seria, como una estatua sin vida.
Deje de recordar al abrir mi armario y visualizar toda mi ropa, mi ahora esposa se encontraba en la cama dándome la espalda, probablemente temiendo que desde ejercer derechos pero no lo hare, no lo haría nunca.
Tomo una caja de cartón y meto mis túnicas, pantalones y ropa interior en ella dejando totalmente limpio el armario, camino cargando la caja y la dejo sobre la cama un segundo para meter mi almohada y una sábana dejándole otra almohada y la sabana más calientita, en las noches hacia mucho frio.
Camino por la habitación recogiendo cualquier otra cosa que sea mía y cuando estoy seguro de que es todo me poso frente a ella para despedirme.
-yo dormiré en el ático de arriba, la habitación y el armario es todo tuyo- le digo con toda la amabilidad que puedo esperando que se sienta un poco más cómoda, ella solo me ve extrañada como si fuera un bicho raro –si necesitas cualquier cosa solo házmelo saber, estaré atento- añadí al ver como desviaba la mirada para evitar verme.
Salí de la habitación sin tener el placer de escuchar su voz o volver a ver sus ojos, subí las escaleras con dificultad gracias a mi caja y abrí la puerta del ático.
Asqueroso, repulsivo… Solo esas palabras lo describen ya que sucio es demasiado poco para esa abominación de cosas viejas y telarañas. Entre como pude y recorrí todo el lugar con la mirada esperando una solución para poder arreglar sin hacer tanto alboroto o empeorar las cosas.
Esa noche estaba recostado en mi viejo colchón el cual estaba en el suelo, había acomodado un poco el lugar para que luciera decente pero no era mucho el cambio, veía el techo fijamente sin poder dormir sospechando que shampoo estaba igual o mucho peor que yo.
La mañana siguiente me duche como comúnmente lo hago, me vestí con mis típicas túnicas y pantalones chinos, me puse los lentes de botella sin los que no veía absolutamente nada y peine mi larguísimo cabello negro.
Baje a saludar a shampoo pero al estar frente a su puerta dude si era correcto levantarla y finalmente decidí que no.
Fui a la cocina a tostar cuatro panes, dos en cada plato, puse la mermelada en la mesa y cocine dos huevos estrellados para cada uno, ya que estaba todo listo regrese a su puerta y toque para desayunar con ella aunque lo más probable es que no quisiera.
Esperanzado volví a insistir un par de veces más pero me aleje al ser consciente de que podía asustarla o molestarla, era natural que estuviera sí, no me conocía.
Pase unos minutitos ahí pero nada, no abría y se me hacía tarde para trabajar así que regrese al comedor y comencé a comer solo como de costumbre, lave el plato que ocupe y lo deje secando.
Tome una hoja y un bolígrafo y escribí una nota para ella por si tenía hambre y salía más tarde, la deje justo a un lado de su plato. Tome una rosa del florero y la coloque sobre la nota pero no duro mucho ahí ya que la quite un segundo después poniéndola en su lugar, era una tontería hacer eso y más en un momento tan difícil como este.
Partí al trabajo y todo transcurrió igual de aburrido que siempre solo que mis compañeros y amigos de la oficina me miraban constantemente y cuchichiaban ¿acaso tenía algo en la cara? Yo al verme en la mañana me note igual, que raro.
-hubo un retraso en el medidor de entrega, es todo por ahora… yo mismo eh comprobado el inventario… si dentro de cuarenta y ocho horas, si gracias a usted, "el servicio poder furinkan ilumina su vida"- colgué soltando un suspiro fastidiado de siempre lo mismo, que aburrido era mi trabajo.
-¡hey mousse! ¿Alguna noticia?-ese era hiroshi mi compañero y vecino de asiento en el trabajo
-no, nada- respondí cortante intentando fingir que revisaba un documento en mi computadora de escritorio pero sabía que no se iría tan fácilmente ese chismoso.
-no me digas, no has venido a la oficina en dos días- hablo otra voz era la voz del fastidioso amigo de hiroshi, daisuke… maldita sea mi suerte, estaba perdido.
-si pero todo está bien- intente convencerlos
-¿entonces por qué no viniste a la oficina?-preguntaron al unísono en tono pícaro, mala señal.
-tuve que asistir a la boda de alguien- respondí un poco nervioso por las sonrisas más bien psicópatas de ambos.
-¿la boda de alguien o tuya?- mis ojos se abrieron al tamaño de mis gafas y mi quijada casi cayó al suelo ¿Cómo lo sabía?
-no… nada de eso… yo…
-nada es un secreto en una ciudad tan pequeña como esta mutsu
-amigo, resulto ser muy reservado ¿Cómo puede mantener en secreto un día tan especial como lo es su boda?- me levante del asiento totalmente asustado, me sentía acorralado.
-¡ESCUCHEN TODOS MUTSU SE HA CASADO!- gritaron los dos al mismo tiempo mientras yo golpeaba mi frente con mi mano.
-felicidades
-ya era hora
-¿Cuándo la conoceremos?
Me decían mis compañeros y compañeras dando un apretón, un abrazo o una palmada en el hombro.
-esta noche hay fiesta, mutsu nos invita a conocer a su esposa en su casa- grito daisuke y todos soltaron un grito de alegría.
-no, hoy no, no- gritaba yo pero nadie parecía hacerme caso pues todos se alejaron ignorando mis gritos, resignado me deje caer en el sillón giratorio y estrelle me frente sobre la madera del escritorio ¿Cómo se lo explicaría a shampoo?
Al salir del trabajo me subí a la motocicleta que uso de transporte, al llegar a casa descubrí a mi mejor amigo kuno tatewaki pateando mi puerta.
-ábreme la maldita puerta mousse mutsu ¿Quién te crees que eres para estar en la clandestinidad? ¿Acaso tienes demasiada vergüenza para verte ojo a ojo con kuno tatewaki?... es más, no la abras, ahora ya no quiero verte, solo quiero que sepas que ya no somos amigos ¡no necesito un amigo traidor como tú! Creí que realmente éramos amigos pero me entero de tu matrimonio por los vecinos ¿es ese el valor de kuno tatewaki en tu vida? – reí por lo bajo por aquel comentario, kuno como siempre de dramático- sé que estas adentro, dejaste el trabajo hace una hora, me llamo hiroshi para invitarme a tu fiesta, lo sé todo mousse- grito dramáticamente dando otra patada, era hora de detener el show.
-kuno- lo llame con un poco de reproche
Al girar me sorprendió ver que sus ojos estaban acuosos a punto de llorar, oh dios mío ¡que drama! Bajo corriendo y se puso frente a mí, giro a todos lados y muy discretamente limpio su ojos dándome la espalda.
-hey kuno…
-kuno está muerto para ti, traidor, mentiroso excluye amigos- me interrumpió cruzándose de brazos.
-kuno no puede morir mientras esté vivo, eres mi mejor amigo – él no se movió ni un milímetro pero note como querían humedecerse sus ojos otra vez- entremos y te explicare todo- el me miro con una ceja levantada y yo baje de la moto.
Varias horas después estábamos los dos en mi "nueva habitación" del ático, el me miraba con extrema sorpresa en el rostro, incrédulo a mi historia.
-¿Dónde está ella?- hablo seriamente por primera vez.
-en mi habitación
-¿y dormirás aquí?
-sí, dormiré aquí- vi como el bajo la cabeza pensativo y asintió
-¿y ahora qué?
-no tengo idea- alguien toco a la puerta un par de veces, me asome a la ventanita y descubrí que eran mis compañeros -vaya, siempre llegan tarde a trabajar pero cuando hay alcohol y comida gratis llegan media hora antes
-¿les presentaras a shampoo?
-lo intentare- él se levantó y me abrazo repentinamente con fuerza –no te preocupes, todo estará bien- dije dando un par de palmaditas a su hombro.
Él se separó y ambos sonreímos.
-¡ya voy! ¡Ya voy! ¿Cuál es la maldita prisa?- grito mi amigo castaño de ojos azules con su fingida agresividad la cual escondía un saco de sentimentalismo.
Nuevamente toque a la puerta de la hermosa shampoo pero ella no abrió.
-shampoo, soy mousse… yo… bueno, algunos amigos de la oficina han llegado a casa para conocerte, se enteraron de la boda y se invitaron ellos mismos… eh intentado disuadirlos pero ya sabes cómo son estas personas, me pregunto si…- vamos dilo, me anime a mí mismo- si pudieras venir y conocer a todos solo dos minutos, solo eso yo sé que… bueno… yo…- hubo profundo silencio de la habitación, silencio que me habría preocupado si no hubiera comido pero sé que había comido y se había metido su comida así que solo significaba que no quería verme, lo entendí a la perfección y no la obligaría a nada, la entendía- está bien shampoo, no te incomodes, les diré a todos que te sientes mal.
Me aleje de la puerta hasta llegar con los invitados, el lugar era invadido por la música y comida, al verme todos aplaudieron y buscaron con la mirada a mi esposa pero sin tener éxito.
-¿Dónde está tu esposa mutsu? estamos ansiosos por conocerla- pregunto como siempre el metiche de daisuke.
- me temo que no podrán conocerla, ella se siente mal por el viaje.
-que lastima la conoceremos luego- dijo hiroshi restándole importancia.
Paso más o menos treinta minutos de la fiesta en la que no deje de pensar en todo lo sentía, era totalmente nuevo para mí, de pronto note que las personas miraban en una dirección muy sorprendidos y comenzaban a aplaudir.
-¡que hermosa!-murmuraron varios, daisuke y hiroshi corrieron a ver que sucedía y yo los seguí también interesado en saber el por qué tanto escándalo.
Grande fue mi sorpresa al ver frente a mí a shampoo con un precioso qipao color naranja el cual llegaba hasta sus tobillos dejando ver sus torneadas piernas al caminar atreves de la cortada a los lados, su largo cabello estaba peinado y adornado con elegantes ornamentos de plata y usaba las mismas arracadas del día de nuestra boda.
En sus manos llevaba una bandeja llena con los bocadillos que kuno me ayudo a preparar y tenía una hermosa sonrisa, como si jamás hubiera sufrido. Mi corazón se aceleró y sonreí estúpidamente al ver como saludaba con una reverencia a todos diciéndose "la señora mutsu"
La velada paso rápido, increíblemente rápido, quizá por que no le despegue mi mirada atreves de los lentes en toda la noche, admirando su belleza y su valor en salir, agradeciendo profundamente el ver su sonrisa (a pesar de saber que era fingida).
Cuando todos se fueron subí a mi habitación para adelantar un reporte ya que no podía dormir y no quería quedarme acostado en medio de la obscuridad.
-mousse- escuche la dulce voz de… ¿shampoo? Me levante de un brinco tirando mi laptop la cual tenía en mis piernas, ella desvió la mirada mientras yo levantaba aquel aparato eléctrico lamentándome por mi torpeza – quería hablar contigo ¿podrías salir un momento por favor?
-¿eh? ¡Si, si claro!-me apresure a responder, no sonaba molesta. Ella solo dio media vuelta y salió dejándome solo.
Dos minutos después ya estaba en el patio frente a ella, ambos cara a cara, ahora usaba una delicada bata blanca y una estola color rosada para cubrirse de la baja temperatura.
-lo siento- me sorprendí por escucharla decir eso - me he portado muy mal contigo y no tengo por qué si yo acepte casarme por voluntad propia, no tengo derecho a sacar mi ira sobre ti … prometo que a partir de ahora intentare seguir con mis tradiciones y ser una buena mujer para ti, solo se un poco paciente conmigo… tengo que matar a la vieja shampoo y convertirme en la nueva, eso puede tomar algún tiempo- baje la mirada con pena al oírla decir eso, me gustaba la chica que conocí en la boda -hay una cosa más que tenía que decirte…- yo asentí interesado en saber- no seré capaz de amarte, creo que no tengo más amor en mi para dar a alguien y no sé si puedas vivir tu vida sin amor, si no puedes yo entenderé, no quiero ser una carga para ti.
-yo no sé qué es el amor, shampoo, nunca eh tenida la buena suerte de enamorarme, no voy a pedirlo ni tampoco quiero un mayor amor que este –respondí sin estar completamente seguro de lo que decía.
-eres muy afortunado de que nunca te hayas enamorado, no hay nada más doloroso en este mundo que el amor… - dijo con melancolía- bueno, que pases buenas noches entonces- se fue dejándome completamente solo en la obscuridad de la noche.
-buenas noches- murmure con tristeza.
Ahí fue cuando lo supe, la razón por la que he sentido dolor estos últimos tres días, la razón por la que no soportaba su desprecio es que estaba enamorado de ella desde la primera vez que la vi.
Notas de autora:
¡Hi, hola, nihao, Namaste!
Una nueva historia que no me dejaba en paz,me daba vueltas y vueltas... tenía muchas ganas de publicarla y aquí esta, ojala les guste (aunque sea un poquito) y le den una oportunidad al fic (y claro a la pareja) n.n nos leemos en "almas gemelas" (si es que alguno de los que lee esa historia leyó esto)
En fin, gracias por leer esto, dudas, comentarios y quejas ya saben dónde
¿reviews?
¡Good bye, adiós, sayonara… alvida!
ATT: Kalpana R. Saotome
