Empezando con un nuevo reto: Iron Man. Me he vuelto fanática a morir. A ver si les gusta. Mi primer Tony x Pepper y espero no sea el último.


UN NUEVO COMIENZO

- ¿Es idea mía o está evadiéndome?

- Parece que sí - respondió Happy cuando terminó la llamada que la asistente personal del multimillonario le había hecho.

Tony no había visto a Pepper desde hace 5 días. No lo acompañó a las reuniones que tuvo en Washington, y ni siquiera había hablado con ella por motivos que él desconocía. Según su asistente estaba "muy ocupada como para escuchar a un niño mimado" y toda la comunicación entre ellos era a través de Happy.

- ¿Qué hiciste esta vez? – Cuestionó su chofer y amigo mientras se estacionaba a la entrada de su mansión en Malibú - No quiero ser su mensajero de por vida.

- Soy inocente de lo que sea por lo que esté enojada – respondió con algo de fastidio. Lo único que hizo fue besarla, y eso no la molestó.

Le correspondió, así que le gustó.

Pero puede ser que la pecosa pelirroja esté molesta, realmente molesta, porque le ocultó alguna que otra cosa importante y sus actos de la semana pasada fueron imperdonables.

- ¡Tony!

- ¿Eh?

- Llegamos

- Ah. Mmm. Gracias – Tony bajó del auto mientras Happy movía la cabeza por la divertida situación.

Quien imaginaría que Tony Stark perdería la cabeza por una mujer. Y que esa mujer fuera precisamente Pepper.

- Jarvis.

- Bienvenido a casa señor – saludó su inteligencia artificial mientras él bajaba por las escaleras con dirección a su taller, mirando con detalle todos los arreglos que habían terminado hoy en la mañana.

- ¿Me extrañaste?

- No tengo una orden para extrañarlo señor.

- Gracioso. ¿Algún mensaje?

- Si. Llamó la señorita Potts para informarme que debo despertarlo mañana a las 6 am para la conferencia – y seguía evadiéndolo. Tony frustrado suspiró - ¿Algún problema señor? Tal vez pueda ayudarlo.

- Si. No – gruñó – Nunca acabaré de entender totalmente a las mujeres.

- Señor, ¿Por qué no se preocupa en entender solo a la señorita Potts?

- Gracias Jarvis, lo tendré en cuenta – refunfuñó - Mi remedio será que trabajemos. Abre un nuevo documento.

Frente a su computador dibujó en hologramas los planos para una nueva armadura que creó mientras estuvo hablando con el presidente de los Estados Unidos y con Rhody (este último lo quiso matar por eso). Era un nuevo traje, sería el Mark VII, que llegaría volando a donde él esté y lo reconocería por unos brazaletes.

- ¿Está seguro señor?

- ¿De?

- ¿De pintar la armadura azul?

- ¡¿Azul?! – casi atragantándose con el whisky que bebía, miró la pantalla frente a él con sorpresa. Estaba pensando en el azul acero del vestido de cierta pelirroja, de espalda deliciosamente escotada con la que bailó en el Disney Concert Hall una noche. Tony sacudió la cabeza - ¿Sabes que? Déjalo sin pintar. Mañana lo haces.

- Está bien señor.

- O mejor píntalo de una vez: dorado y rojo metálico. ¿Tiempo de fabricación?

- Aproximadamente cinco horas.

- Muy bien – respondió y se quedó sentado, absorto ante la imagen en su mente de la pelirroja que no quería saber de él.

Necesitaba un consejo. Llamaría a Rhody.

- ¿Qué hora es?

- Veintitrés horas y treinta y cinco minutos – mejor no. Es muy tarde y era un hecho que se burlaría de él.

¿Y si buscaba a Pepper?

- Señor – Tony resopló y sus dedos empezaron a jugar en su escritorio – Su ritmo cardiaco está acelerado y está sudando demasiado.

- ¿Me dará un paro cardiaco?

- No. Solo está nervioso – el multimillonario suspiró derrotado.

- No sé que hacer. No recuerdo haber estado en una situación como esta.

- ¿Cuál situación señor? – Tony tragó saliva pesadamente - No tiene porque preocuparse. La señorita Potts es una excelente mujer.

- Lo sé

- Es ella quien debe alarmarse – él alzó una ceja – Disculpe señor pero ella ha estado a su lado por años. Conoce sus antecedentes.

- Pero he cambiado – el mayordomo no refutó, era cierto, pero nuestro héroe sabía que Jarvis también tenía razón.

Ella lo ha visto hacer tantas tonterías en todos estos años. Desde fugaz de aburridas reuniones (eso si no había cambiado en él, se saltó varias con el senado en estos días, pero ni así Pepper lo llamó a reprenderlo directamente como había esperado) hasta fiestas de alcohol y sexo, contando a la incontable cantidad de mujeres que tuvo que escoltar fuera de su mansión temprano por las mañanas. Él había cambiado, pero tal vez no bastaba - ¿Crees que no la merezco? – preguntó como si un niño pidiera un juguete muy anhelado.

- No estoy calificado para responder esa pregunta.

- Ya veo – dijo bebiendo un poco de su whisky.

- Pero señor, déjeme decirle algo: Todos merecen una oportunidad en la vida – el castaño abrió los ojos – O luchar para obtener esa oportunidad.

Tony Stark dibujó una sonrisa, sintiendo en su interior lo mismo que cuando diseñó su primera armadura en una oscura cueva o cuando redescubrió el elemento que le salvó la vida: Esperanza.

Él no era de los que se daban por vencidos a la primera. Vació su vaso de un sorbo.

- Jarvis ¿Dónde está Pepper?

- Según el GPS de su blackberry, está en su departamento.

- Bien, verifica control aéreo, no quiero conducir – ordenó apretando unos botones haciendo que el piso se abriera y dejando salir un maletín rojo metálico - ¡Ah! Y pide una pizza.

- ¿Disculpe?

- ¡Una pizza! ¿No me digas que te configuré como un viejo sordo? – exclamó burlón mientras la armadura terminaba de ensamblarse a su cuerpo.

- No señor y ya creo entender su plan.

- ¡Eso! – victorió contento. Su plan tenía que funcionar. Por algo era un genio, y muy guapo además.

XxxxX

Bebió un trago de su vaso de whisky escocés.

"Será el último Virginia" se dijo para sí. Lo mismo se dijo hace cuatro vasos atrás. ¿Se estaba convirtiendo en alcohólica? La correcta Virginia Pepper Potts solo bebía en cocteles y un solo vaso.

O cuando brindaba en ocasiones especiales e importantes con Tony.

- ¡Ese idiota tiene la culpa de todo! – y estaba estresada, algo muy raro en ella, y como no tenía con quien salir de compras o con quien conversar sobre eso, bebía uno o dos (o cinco o seís) vasos de alcohol. Un pequeño secreto suyo, nada grave en realidad - ¿En qué estaba pensando? – y no lo decía por el beso en esa azotea que se había obligado a intentar olvidar, sin éxito alguno, durante estos cinco días o porque extrañaba a ese ser que besaba como un dios. No. Lo decía porque estaba bebiendo y mañana tenía que madrugar para la conferencia de prensa.

- Mañana – murmuró

Mañana iba a decidirse todo. Aquel beso dado, y correspondido, había roto barreras insalvables y por muy profesional que se hubiera mostrado por años frente a situaciones embarazosas, no sabía como afrontar esto. Por eso no quería hablarle y mucho menos verlo. Por eso no fue a recibirlo hoy al aeropuerto. Pero mañana lo vería. Hablaría con él.

- ¿Renunciaré? – sería lo mejor se dijo. Por eso ya tenía preparada su carta de renuncia y su currículum.

Guardó la botella en la refrigeradora vacía, imagen que hizo gruñir a su estómago furiosamente. No comía desde el almuerzo y ahora no disponía de tiempo. Tenia informes que presentar sobre los costos de destrucción de la Expo Stark, algunos contratos que revisar, presentar los que firmó como CEO de la compañía… Mil y una cosas pendientes y todo para mañana.

Abrió su portátil donde estaba por darle una última revisión a su currículum y a su carta de renuncia cuando el sonido del timbre la interrumpió. Eran las once y cuarenta y cinco de la noche, muy tarde como para recibir visitas. Ella no recibía visitas porque, casi, no vivía ahí. Vivía prácticamente en la oficina o en la casa de Stark.

Miró por el ojo oculto de su puerta antes de abrir. ¿Pizza?

- Señorita muy buenas noches, llegó su pizza. Son 30 dólares.

- Pero yo no he ordenado nada.

- ¡Fui yo! Yo la pedí.

- ¿Tony? ¿Pero qué haces aquí? – Pepper se quedó sin la capacidad de respirar mientras él salía del ascensor con una gran sonrisa.

- ¡No puede ser! ¡Usted es Iron Man! – chilló de repente el joven repartidor tan rápido que le dio un pequeño susto al mencionado. Pepper seguía sin habla – ¡Soy un gran admirador suyo y…!

- A ver muchacho, no quiero ser descortés pero te daré 500 dólares, un autógrafo y una foto si dejas la pizza y te vas. En silencio – apuró en decir antes que el chico volviera a abrir la boca.

Tony pagó, firmó lo que parecía ser la boleta de entrega con su nombre, la pelirroja recibió la caja mientras su jefe se tomaba una foto con el repartidor que inmediatamente se fue hacia el ascensor, sonriendo de oreja a oreja mientras desaparecía dentro. Había conocido a su ídolo.

- Gracias por invitarme a pasar – comentó el castaño con una sonrisa dibujada perfectamente en la cara al ver sin reacción alguna a su asistente por un buen rato. Le pareció más hermosa e increíblemente sexy con su blusa de trabajo y un pequeño short jean en lugar de sus apretadas faldas entubadas, aunque también se veía sexy con esas faldas. Ella salió de su trance y muda aún, dio un paso al costado para que él entrara.

- ¿Qué haces aquí?

- Vine a agradecerte por las reparaciones tan rápidas de la casa – explicó dejando su traje en forma de maletín en una esquina oculta de la sala – y también a ver como iban las cosas respecto a los desastres de la Expo – Virginia bufó.

- ¿A medianoche? Podías haber esperado hasta mañana – rodó los ojos por tonta. Ella sabía que él no sabía esperar. Fugó a su cocina – En la reunión explicaré todo. Estoy muy cansada para lidiar contigo y tengo mucho trabajo por hacer. Necesito que salgas de aquí, ahora – concluyó regresando a la sala y encontrar a su visitante frente a su laptop - No puedes revisar mis cosas personales.

- Esta portátil te la da la compañía, por lo tanto y sin ofender, también es mía. ¿Me quieres explicar porque has actualizado tu currículum?

- Siempre lo hago – Tenía que sacarlo de ahí ahora. Hizo el ademán de moverse pero el alzó su mano para que ella no lo hiciera.

- ¿Y por que tienes escrita una carta de renuncia?

- Siempre la he tenido lista.

- ¿Con la fecha de mañana? – preguntó con la ceja levantada. Pepper volvió al mutismo - ¿En esto ha estado tan ocupada señorita Potts como para no querer hablar con su jefe? – el tono de la pregunta denotaba sorpresa y ¿un poco de tristeza? La pelirroja no sabía exactamente. Respiró profundo. No quería discutir.

- He tenido muchas reuniones, mucha presión y-

- ¿Por qué me quieres dejar? – ella rodó los ojos por el tono dramático y exagerado de su jefe. Era un actor frustrado.

- Solo la tengo por si acaso-

- Dime que piensas en esa noche.

- ¿Qué noche?

- La azotea. Hace cinco días. Dime que la recuerdas – Tony rodeó el sofá para acercarse a ella pero Pepper huyó hacia el lado opuesto. Su semblante neutro mutó a uno de furia.

- ¿Pensar? ¿Pensar en esa noche? Tony, recuerdo esa noche perfectamente – él sonrió ganador – Esa maldita semana para ser exacta – y la sonrisa se borró.

- Sabía que también recordarías los detalles – dijo apenado.

- Ahora entiendo tantas tonterías.

- ¡Me estaba muriendo Pep! Ya no me importaba nada.

- Casi volviste a ser el de antes – dijo fríamente y él calló. Golpe duro - ¿Por qué me lo ocultaste?

- No quería preocuparte. Después intente decírtelo. El omelet ¿recuerdas?

- ¿Los huevos quemados en el avión?

- Eso dolió.

- Cómo no lo adiviné – respondió sarcástica – Y también está lo de Nataly – Tony hizo un ligero mohín. Ella trató de encontrar la voz de asistente profesional - ¿Te acostaste con ella? – los celos la carcomían con ferocidad.

- ¿Qué? No, no Pepper – respondió– He cambiado y te consta – la pelirroja alzó una ceja – Es linda, no lo negaré, pero había algo subconsciente que nos mantenía alejados. No entendí a que se debía hasta que supe la verdad.

- ¿Cuál verdad?

- Natasha, Natasha Romanoff es su verdadero nombre – respiró profundo – Y esto me enteré días después de contratarla – se le venía un gran sermón – Es una agente espía de Shield.

- ¿Qué? ¿También me ocultaste eso? ¡Dios, Tony! Por eso le contaste a ella sobre tu situación y a mi no.

- ¡Un momento! Yo no le dije nada a nadie. Ellos lo descubrieron. Hice muchas estupideces que llamaron la atención ¿recuerdas? – Pepper suspiró.

- Cada una de ellas – ambos se quedaron en silencio sosteniéndose la mirada.

- Debí decírtelo. Debí ser sincero especialmente contigo.

- No te justifiques. Solo soy una eficiente trabajadora.

- Eres más que eso y lo sabes.

- Soy una de tus personas de confianza.

- Eres mi única persona de confianza en el mundo, y aún eres mucho mas que eso – Pepper se enterneció al oírlo pero no daría su brazo a torcer.

- ¿Y que le sucedió a tu reactor? – preguntó cuando iba por la pizza a la cocina, mejor dicho, cuando escapaba de la sensación que se instalaba en su estómago cuando miraba esos orbes marrones diciéndole ese tipo de cosas.

- Le hice un insignificante cambio. Pero estoy como nuevo.

- ¿Será para siempre verdad? – Pepper no quiso mirarlo a los ojos otra vez. Se sentó en el sofá con la caja en las piernas.

- Si, o solo por unos días más si no me equivoqué en los cálculos, pero yo nunca me equivoco – ella lo miró – no me equivoco en los cálculos – añadió sentándose a su lado en el sofá, quitándole la rebanada que ella estaba por morder y la caja de sus piernas la puso en la mesita de centro.

- ¡Oye!

- Discúlpame Pep. Se que debí decírtelo.

- Tony, no es-

- Si Pepper, si es necesario y por favor no interrumpas que se me va la inspiración – el castaño la tomó de las manos - ¿Fue raro para ti lo de la azotea?

- ¿Qué? – preguntó haciéndose la amnésica. No quería verlo porque no quería forzar nada con respecto a eso. Él la miro a ceja alzada.

- El beso que nos dimos. Eso fue-

- Un error.

- ¿Cómo dices?

- Si – ella se puso de pie – estábamos con presión, al límite por lo sucedido y nos dejamos llevar.

- Si, nos dejamos llevar por lo que sentimos – dijo siguiéndola – a ambos nos gustó – ella lo encaró.

- Pero ¿Ahora que? – tenía que arriesgarse a preguntar. Ya no había límites establecidos y tal vez era mejor volver a establecerlos o terminar todo aquí. Tony alzó los hombros.

- No lo sé. Soy nuevo en esto de las relaciones serias y estables.

- Si porque tu nunca… ¿De que relación seria y estable estás hablando?

- La de nosotros por supuesto – ella creyó oír mal o que él estaba ebrio o ella era la ebria – Recuerdas que una vez te dije que necesitaba de una novia hermosa, que supiera mi secreta identidad.

- Tony, todo el mundo la sabe.

- Pepper, olvida por un momento los detalles – él acortó la distancia entre ambos con un paso – Una novia que se sintiera orgullosa de mi.

- Todos los que en verdad te conocemos lo estamos – dijo ella acortando la distancia con un paso. Había caído en el hechizo de Tony Stark, o los vasos de whisky le estaban dando valor.

- Una novia que estaría preocupada cuando soy atacado por algún lunático vengativo, viviendo constantemente en conflicto y por ello, estaría más locamente enamorada de mí.

- La mujer a la que elegirás para eso lo pensaría dos veces antes de aceptarte.

- ¿Perdemos algo con intentarlo? Digo porque estuve al borde de la muerte en más de una ocasión y por eso decidí que quiero arriesgarme a vivir todas las oportunidades que se me presenten.

- ¿Incluyendo los compromisos? Tú odias los compromisos.

- Pequeño reto que sé que voy a vencer. Algún día. Espero – contestó en tono juguetón. Pepper movió la cabeza suavemente, conteniendo una pequeña risa. Tony aprovechó para acortar la distancia.

- Esto no es fácil. Tú eres mi jefe. ¿Qué crees que piense el mundo?

- No me ha importado nunca lo que piense.

- Creerán que soy una arribista. Además, no quiero enloquecer cada vez que vas a pelear y - un beso más demandante que el de la azotea la tomó desprevenida. Segundo beso robado y correspondido. Él la tenía sujeta de la cintura y ella enredó sus delgados brazos por su cuello. Estos días sin verse o hablarse habían sido demasiados. Se extrañaron mucho.

- Me gusta, sabes a whisky.

- Pensé que eras tú – mintió ella.

- Quiero seguir bebiendo – nuestro héroe iba a besarla otra vez pero un dedo con manicura francesa lo detuvo a milímetros de saborearla.

- No quiero que esto se haga público.

- ¿Qué? ¿Por qué? Es lo primero en la agenda para la junta de consejo mañana y quiero una portada como pareja del año en Vanity Fair.

- Lo digo en serio.

- Está bien, pero con una condición – la sonrisa en la cara de Pepper se borró al ver la mirada oscura del playboy sobre su blusa blanca que tenían los tres primeros botones fuera de sus ojales mostrando el nacimiento de sus senos.

- ¡Eso no! Tengo mucho trabajo que hacer Tony.

- No… bueno lo iba a sugerir sutilmente pero seria luego de pedirte que retrases la rueda de prensa por unas horas. Me reuniré temprano con "el pirata del Shield" – Pepper contuvo una risa.

- Podemos retrasarla por unas horas –mientras ella hablaba él no podía despejar los ojos de sus delgados labios - ¿Eso es todo señor Stark?

- No, no es todo señorita Potts. Requiero algo más de usted – recitó mirando aun sus labios rojos entreabiertos.

- ¿ah si? – dijo ella coquetamente. Un hormigueo recorrió la espina dorsal de Tony.

- Si, mucho más – respondió el genio cuando estaba a punto de besarla otra vez.

- Pues tendrá que esperar hasta mañana. Muero de hambre y tengo mucho trabajo – le dio un corto beso y se liberó de sus brazos para correr hacia la caja de pizza.

- ¿Me cambias por una caja de pizza? – Ella afirmó con la cabeza mientras devoraba una rebanada - La próxima vez pediré pizza después de obtener algo más que un pequeño beso y a partir de mañana en la noche tendrás vacaciones conmigo. Solos tú y yo por un mes.

- No sueñe despierto señor Stark.

Pepper estaba feliz. Tony estaba realmente feliz. Se abrió una puerta para ambos donde tendrían muchos momentos buenos, momentos malos y otros que hubieran elegido jamás vivir. Era algo nuevo en sus vidas. Un nuevo comienzo.

Fin


¡Ahahahahahahaha! ¡Lo terminé!

Por ahí leí en una historia de Tony y Pepper que escribir sobre él sin que se pierda su esencia es un gran desgaste mental. Y opino lo mismo. He leído y releído más veces de las que puedo recordar haber hecho con otro fic, pero estoy feliz con el resultado y animada con seguir escribiendo sobre ellos. Por ahora serán una serie de one shot sin relación entre sí pero si obtenemos una buena aceptación los pondré por separado n.n

Aclaración: Todas las personas, incluyéndome, cuando están realmente estresadas por un tema X necesitan liberarlo. Algunos salen de compras, otros van a bailar, yo dibujo por ejemplo. Asi que le puse a Pepper un acto de liberación de estrés que sería beber una que otra copa de alcohol. Nada grave y es inventado. No se si un acto así se ve en los comics. No he leído hasta ahora ningún comic. Muero por Tony Stark por las películas ^^

Cuídense y espero reviews con criticas constructivas (suave con los tomatazos por fa, es mi primera vez con Tony) o favoritos o follows^^

Raven Sakura