Me desperté, dejando, así, pasar la radiante luz del sol a mis pupilas; observaba atenta las apenas visibles ramas de los arboles, que se movían en una extraña danza; las suaves acaricias del pasto rozaban mi piel, mientras que mi conciencia se devolvía a mi soñolienta mente. Recordé algo, una presencia que no lograba sentir en aquellos momentos, y eso me llenaba de nervios. Levante la parte superior de mi cuerpo, con la intención de sentarme, mientras buscaba con recelo a mi amigo.
Un ruido se hizo notar, el crujir de una rama que era pisada. Al principio me estremeció, pero luego, llena de suspicacia, decidí mirar a aquella dirección en busca de respuestas, una forma azulada dio su presencia, este se acercaba a mí persona con suavidad, a la vez que dejaba oír el sonar de las hierbas siendo aplastadas. Logre notar, aliviada, de que se trataba de mi amigo, riolu.
Cuando este estuvo lo más cerca posible de mí, me mostró unas cuantas bayas; esperando que yo agarrara una para comerla. lo cual hice.
No recuerdo mucho de mi infancia, ni siquiera se quienes son mis padres. lo único que logro adquirir de mi memoria era que me había despertado en un bosque, sin saber nada del mundo en donde estaba. Por suerte me pude encontrar con riolu ese mismo día, sino esos seres que llaman "pokemon" me hubieran acabado.
Mire a riolu mientras el daba su primer bocado; sentía cierta curiosidad, cerré levemente mis ojos concentrándome en mi compañero. una suave y débil voz se introdujo en mi cabeza, este estuvo acompañado de cierta energía y emociones, que me deban satisfacción al sentirlas.
- me agrada estar...
El sonar no logro durar mucho, este junto con su compañía se disminuían hasta su perdida. Hice lo que pude para que eso no pasara, pero mi cometido no se logro.
Me di cuenta de esta habilidad, unos días después de haber encontrado a riolu. fue algo instintivo; pero des-afortunadamente no la he sabido usar.
Continuamos nuestro viaje, al término del desayuno; quería conocer mas sobre el mundo en donde estaba. Fue hace un par de semana que pude ingresar a este extraño lugar; pero aun así me invadía el deseo de explorarlo.
Seguimos caminando, guiados por una ruta; no sabía hacia donde nos dirigía, pero quería aventurar más en aquella parte.
Un rato después de haber iniciado el recorrido, una extraña sensación comenzó a molestarme, no se pudo alejar de mi ni un instante; sentía como si algo o alguien nos estaba vigilando; aunque en varias circunstancias mire a diferentes direcciones intentando de encontrarlo, no logre apreciar nada fuera de lo común, o almenos conforme a lo que creí que estaba dentro de los común.
Poco tiempo después, pude oír el correr del agua, el pasar de esta sin detenerse. El periodo no fue largo para lograr encontrar la fuente de aquel sonido. Un tierno rio, que mostraba con emoción su blancura inspirando el querer bañarse en ella, este se extendía, a grandes distancias, hasta lograr perderse en el horizonte. Riolu corrió con gran alegría hacia aquel recorrido de agua; más yo aun podía presenciar la extraña sensación de ser vistos, pero para no preocupar a mi amigo, decidí ignorarlo y acercarme al rio.
Me agache cuando estaba a centímetros de distancia de este. Podía ver mi reflejo en aquella clara agua, mi cabello marrón y ondulado reposaba sobre mis hombros, mientras que mis ojos amarillos se permitían reflejar la luz para dar un encanto brillante. Desde mi aparición en aquel mundo, no había visto mi figura hasta esos momentos. Detalle mi rostro, buscando conocer cada una de sus partes. Aunque no duro mucho, pues, unas gotas frías me golpearon, despertándome de mi pequeña ilusión.
Riolu estaba jugando en el agua, cuando comenzó a salpicar esta a mi dirección. Yo procuraba usar mis manos como escudo de aquel débil ataque, intentando bloquear las heladas gotas que se aproximaban a mi cara.
- ya riolu, vasta - gritaba, a pesar de que no demostraba seriedad; me reía cada vez que pedía que se detuviera - deja, que me mojas.
De defensiva preferí cambiar a ofensiva; utilizando una de mis manos como propulsora del agua. Jugábamos con gran entusiasmo, dejando escapar ciertas risas y carcajadas que demostraban alegremente nuestra felicidad.
Varios segundos transcurrieron desde el inicio aquel juego, sin embargo se mostro, aparte de las risa y el salpicar del agua, un nuevo sonido; eran unos golpeteos al suelo que se podían escuchar a espaldas mías, a la vez que el pasto se lograba sentir chasquear por el pisar de algo o alguien. Riolu fue el primero en detenerse, para luego ser yo quien siguiera su acción; enfocamos nuestras miradas en la fuente de aquel inhóspito sonido.
Un hombre alto, estaba a unos cuantos metros lejos de nosotros. El personaje bestia con dos camisetas, uno de color blanco y el otro de negro, el cual este ultimo estaba debajo; sus pantalones eran color crema, mientras que sus zapatos eran de un tono verde cazador. Era de piel pálida, con una cabellera larga de color verde esmeralda, sus ojos, verde azulados, se mostraban imponentes pero a la vez amables.
Vacilé un tiempo, dudaba entre acercarme o mantenerme, ahí, quieta. Pero, antes de que lo pudiera razonar, riolu ya había empezado a caminar en trayectoria a aquella extraña persona.
Acepto comentarios y opiniones; tambien palabras de aliento, ya que se me esta yendo la inspiración. TwT
