Hey there! Like some of you know FungysCullen asked for the permission to translate this story but she decided take some time away of the fandom and couldn't do it so she let me do it for her with the permission of the author :) So here it is! An amazing and different story written by hikingurl! Thank you so much for give your permission hun ;)
Enjoy!
¡Hola! Como algunos de ustedes saben, FungysCullen13 pidió el permiso para traducir esta historia, pero ella decidió tomarse un tiempo lejos del fandom y no pudo hacerlo, así que me permitió hacerlo por ella con el permiso de la autora :) ¡Así que aquí está! ¡Una historia increíble y diferente escrita por hikingurl! Muchas gracias por darme tu permiso cariño ;)
¡Qué lo disfruten!
Aunque suene tedioso esto no puede faltar, los personajes no son míos, son de la increíble Stephanie Meyer, y la historia fue escrita por hikingurl, yo solo traduzco.
Y como siempre, no puede faltar mi agradecimiento a mi beta y amiga durante todo este tiempo en el fandom. Gracias Erica, con tu ayuda he crecido como traductora y ha mejorado un poco mi gramática :P
Capítulo 1
EPOV
El suelo está duro y frío debajo de mí al darme vuelta a mi lado derecho, doblando mis rodillas y atrayéndolas a mi pecho. Ciño aún más mi capa de lana a mi alrededor y subo la capucha sobre mi cabeza para tratar de conservar más calor corporal. Mi movimiento me acerca a Tyler, que está durmiendo a mi lado y siento su cuerpo temblar por los escalofríos en la oscuridad antes del alba. Al tocar su frente me doy cuenta que está ardiendo por la fiebre mientras su cuerpo se resiste al veneno de la mordida del Fanger que recibió hace dos días. Hemos vendado su herida y le dimos medicina para neutralizar el veneno, pero son necesarios varios días para que el cuerpo se recupere. Me siento aliviado de que esta sea la última noche de nuestro viaje de exploración y deberíamos estar de vuelta en nuestras barracas mañana por la tarde. Un par de días en la enfermería con algo de comida y descanso y debería estar bien.
Acerco más mi cuerpo a él y reacomodo mi capa para cubrirnos a ambos, esperando que el calor extra le permita dormir. Mis movimientos han abierto un espacio en mi espalda y siento entrar el aire frío antes que se detenga cuando Emmett se da la vuelta con un gemido y cierra el espacio entre nosotros. Su tamaño es reconfortante contra mi espalda y mi mente se detiene y empieza a caer en el sueño.
Sin embargo, antes de permitirme volver a quedarme dormido, levanto mi cabeza para revisar nuestro campamento. Hay doce de nosotros en nuestra unidad. Dormimos en cuatro grupos de tres, como radios de una rueda con nuestros pies hacia un pequeño fuego en medio de nuestro campamento. Siempre hay tres en guardia y nueve están durmiendo. Le pregunté a un entrenador una vez por qué se nos enseñaba a acampar así. Se echó a reír y me dijo que muy pronto me enteraría por qué y así fue. La primera vez que fuimos sorprendidos durante una noche de ejercicio de práctica cuando ignoramos órdenes y dormimos todos amontonados por el frío, nos tropezamos unos con otros, tomando torpemente nuestras armas y haciéndonos más daño entre nosotros que a los entrenadores que se hacían pasar por Thaayers mientras nos "mataban". Después de eso aprendimos nuestra lección. El castigo que siguió por desobedecer órdenes solo reforzó nuestra obediencia a los entrenadores. Dormir en grupos de tres nos permite permanecer calientes, además de armarnos y protegernos unos a otros sin estorbarnos entre nosotros. Todos tenemos dieciocho años y nos acercamos al final de nuestros once años de entrenamiento juntos. Cuando cumplimos dieciocho, había quince de nosotros pero perdimos tres miembros por enfermedad y accidentes de entrenamiento. Los doce que quedamos nos hemos acoplado en una sólida unidad de combate. Pensamos como uno, nos movemos como uno, y nos protegemos entre nosotros con nuestra vida. Este es nuestro último ejercicio de entrenamiento. En la última semana hemos estado explorando a lo largo del borde superior del acantilado que separa las tierras civilizadas de los páramos buscando cualquier señal de Yippers, Fangers o el Thaay pero además del pequeño que mordió a Tyler, todo ha sido normal y no hemos visto actividad. Cuando volvamos a las barracas, tomaremos nuestro juramento como verdaderos Protectores y recibiremos nuestras asignaciones personales.
El fuego se ha extinguido a una pequeña cama de brasas y emite poco calor. Con ella y la luna brillante, hay solo la luz suficiente para que distinga a los otros dos grupos durmiendo. Los suaves ronquidos y respiración lenta me asegura que el resto de mi grupo está a salvo y descansando. Un destello de luz en la esquina de mi ojo capta mi atención y me levanto un poco más para mirar por el borde del acantilado donde estamos acampados hacia el páramo debajo y más allá. Hay un extraño resplandor pulsante en el mismísimo límite del horizonte, pero parpadeo una vez, y desaparece. Sin estar seguro si lo imaginé o no, vuelvo a descansar mi cabeza sobre mi brazo, concentrándome en abrir mi mente y mis sentidos para buscar cualquier señal de peligro cerca.
Una leve brisa agita el aire y respiro profundamente pero no detecto ningún aroma desconocido. Me concentro en mi oído, pero no hay nada salvo los normales sonidos nocturnos. Finalmente, inmovilizo mi cuerpo completamente y abro mi mente enviando toques de percepción mental para escanear el área circuncidante. Toco brevemente a mis compañeros y luego busco más allá, localizando a los tres guardias. Mi búsqueda no encuentra nada fuera de lo ordinario y me permito quedarme dormido. Al hacerlo, el sueño me arrastra.
En mi sueño, una vez más estoy en el patio trasero de mi casa de la infancia. Tenemos una fiesta y todos nuestros amigos y vecinos están ahí. El aire está lleno de conversaciones de adultos, la risa y gritos de niños corriendo y jugando, y los deliciosos aromas de comida siendo cocinada. Estoy lleno de felicidad y paz que no he sentido en un largo tiempo. La fiesta es para mi hermano Jasper. Hoy es su día de inicio, el día que celebramos el inicio de su vida, pero este también sería su día de partida porque cuando cada niño alcanza los ocho años deja atrás su infancia y entra a su entrenamiento para convertirse en Protector. Al final de la tarde los oficiales vendrán y Jasper se irá con ellos. Solo se le permitirá venir a casa unas cuantas veces al año para celebraciones y durante la Semana de Juramento. En dos años, cuando Emmett y yo cumplamos ocho años, nos uniremos a él en las barracas de cadetes.
Miro a la mesa donde Jasper está de pie junto a nuestra madre y padre, saludando a cada uno de nuestros vecinos mientras lo felicitan y les agradece por sus regalos de entrenamiento que le dan. Su rostro está serio y se para tan alto y derecho como puede. Se ve diferente, mayor de alguna forma, y mi estómago se retuerce con una extraña emoción que no reconozco. Mi mirada se desvía hacia mi padre. Para honrar a Jasper, se ha vestido con su viejo uniforme de Protector. Sus medallas han sido pulidas y brillan en su pecho, sus estrellas de general están enfiladas encima de ellas y su manga izquierda está sujeta al hombro donde falta su brazo. Sé que tiene otras cicatrices y heridas de su servicio, me las ha mostrado y me contó sobre algunas de ellas, pero algunas veces siento que tiene muchos secretos que no está compartiendo. Se vuelve hacia mi madre y mientras lo observo coloca su mano sobre el estómago de ella, le da una sonrisa y un rápido beso en su mejilla. Palmea la espalda de Jasper y le dice que corra, juegue y se divierta, luego se acerca al resto de los hombres mientras le dan vuelta a la carne en el fuego y rememoran su tiempo en el servicio.
Mi madre está colocando el resto de la comida en las mesas de picnic mientras paso corriendo junto a ella para unirme a mis amigos. De repente me detengo y la agarro por la cintura, abrazándola con fuerza y descansando mi cabeza en su estómago donde mi padre colocó su mano. Sorprendido, me doy cuenta que mi madre va a tener un bebé y sé que va a ser una niña. Sonrío al rostro asustado de mi madre y susurro, "Alice" y corro hacia el fuerte de madera en la esquina de nuestro patio donde todo el resto de nuestros amigos están jugando.
Mike y mi hermano, Emmett, están en el nivel superior batiéndose en duelo con sus espadas de juguete. Estoy bajo el fuerte gruñendo y haciendo gestos y pretendiendo ser un Thaay al perseguir a las hijas de nuestros vecinos, Bella y Jessica. Están corriendo y chillando mientras amenazo con atraparlas y comérmelas. Emmett y yo somos mellizos, una rareza en nuestra comunidad y una constante fuente de burlas para los dos. Aunque somos casi de la misma altura, Emmett ya es más grande y más fuerte que yo. También es más ruidoso y mandón y por lo general toma la delantera cuando nuestro grupo de chicos de seis años juega juntos. Ben está cavando en la tierra examinando los gusanos que encuentra mientras Tyler se cuelga de barras y fanfarronea con Lauren sobre lo fuerte que es.
Casi atrapo a Bella cuando pasa junto a mí y sube corriendo la rampa a la cima del fuerte. Está mirando detrás de ella y riéndose de mí, cuando me doy cuenta que está entre Mike y Emmett y está a punto de ser golpeada por la espada de Mike. Su espada gira en un amplio arco y la golpea en la parte baja de su brazo justo arriba de su muñeca con un fuerte crujido. Su grito de dolor es instantáneo y sé que su brazo está roto. La agarro cuando empieza a caer y veo sus ojos llenarse de lágrimas. Muerde su labio inferior para evitar llorar y tiembla por el esfuerzo para evitar que caigan. Los dos sabemos que llorar no está permitido. Le palmeo la espalda, tratando de calmarla y al mirarla a los ojos me encuentro diciéndole que la protegeré. "Te protegeré Bella, siempre te protegeré."
"Proteger, Bella, siempre protegerte, proteger," estoy murmurando las palabras en mi sueño y en el último "proteger" me encuentro de pie, completamente despierto, con mi espada en la mano, el escudo en su lugar y en posición defensiva. Emmett al instante está armado y junto a mí, los dos inspeccionando nuestro campamento por señales de peligro. Todo está callado y los guardias no han dado ninguna alarma, así que él me mira levantando una ceja preguntando. Le asiento y susurro, "El sueño."
Solo titubea por un momento antes de extender su espada y dar unos silenciosos golpecitos a los miembros de nuestra brigada para despertarlos. En segundos ellos también están armados y alertas entrando a un cerrado círculo defensivo. Emmett silba bajito y los tres guardias vuelven a entrar al campamento sin hacer ruido. Lo miran cuestionándolo y usan señales con las manos para reportar que nada está mal. Todos seguimos en alerta máxima y sé que algunos de ellos se preguntan qué está pasando, pero Emmett nunca duda de mí y justo cuando empiezo a dudar de mí mismo, la primera brisa matutina trae consigo el hedor a Yippers.
Están sobre nosotros en un instante, gruñendo, mordiendo, y arañando al subir por el borde del acantilado. Son animales horribles, de cuatro patas con largas garras. La mayoría nos llegan a medio muslo y están cubiertos de un sucio pelaje marrón moteado. Sus cabezas son grandes con fuertes mandíbulas llenas de letales dientes afilados. Con una mordida en la pierna pueden derribar a un hombre, y una vez que te tienen en el suelo, pueden desgarrar tu garganta en cuestión de minutos. Pero estamos preparados para ellos, y nuestro apretado círculo defensivo previene que cualquiera de ellos llegue a nosotros. Acuchillamos, penetramos y cortamos con nuestras espadas y los golpeamos con nuestros escudos; moviéndonos en una coreografiada danza de la muerte perfeccionada por años de entrenamiento. En veinte minutos todo terminó y diez Yippers yacen muertos a nuestros pies. Todos empezamos a limpiar el campamento, cargando nuestros suministros en mochilas y preparándonos para irnos. Todos estamos cansados y listos para regresar a las barracas.
Mientras arrojaba los cuerpos de los Yippers muertos sobre el borde del acantilado hacia páramo debajo, noto que Ben está examinando a uno de ellos y me pongo de cuclillas junto a él para ver lo que ha encontrado. Me muestra las deformes patas frontales del animal. Las patas casi parecen manos. Hay una protuberancia de un pulgar oponible.
"Así es cómo pudieron subir el acantilado para llegar a nosotros," dice, mirándome. "Tenemos que llevarnos a este con nosotros al cuartel general para mostrarle a los oficiales." Asiento y Emmett concuerda, de modo que lo atamos a una vara para llevarlo con nosotros.
Mientras todos están ocupados, noto que Emmett está parado al borde del acantilado mirando hacia el paisaje seco y polvoriento debajo de nosotros. Al límite del horizonte está el siempre presente resplandor verde pálido. "Malditos Thaays," lo escucho murmurar al acercarme a su lado. Me mira y sé que estamos pensando en lo mismo. "Jasper," susurra, y asiento.
Han pasado dos años desde que Jasper tomó su juramento y seis meses desde que desapareció en una misión al páramo. Fue asignado como un Ranger, el único tipo de Protector que está autorizado para entrar en el páramo. Los Ranger entran solos y vuelven solos; si es que vuelven. En los últimos años, más y más de ellos han desaparecido. Aunque los oficiales no hablaban de ello, es claro que algo sucedía ahí. Mi mente recuerda la vibrante luz que vi anoche.
Mi atención vuelve al presente cuando Emmett se mueve incómodo a mi lado. Se vuelve casualmente para revisar el campamento, pero sé que se está asegurando de que nadie esté lo bastante cerca para escucharnos. "¿Crees que todavía podría estar vivo por ahí?" Susurra. Me encojo de hombros.
"No lo sé, Em." Respondo.
"Alguna vez has intentado hacer," pausa y su voz se hace más baja, "ya sabes…"
"No," sacudo mi cabeza, "está demasiado lejos."
Emmett conoce algunas de mis habilidades, pero no hablamos de ellas abiertamente o en gran detalle. Tener corazonadas, o habilidades, o premoniciones es, como llorar o demostraciones emocionales, completamente prohibidos en nuestra sociedad. Había aprendido esa lección de la forma difícil cuando, a los diez años, traté de explicarle a un entrenador por qué sabía que había un Fanger oculto bajo la roca en la que estaba a punto de sentarse. Mis intentos por explicar cómo pude "presentirlo", habían llevado a una severa reprimenda que solo un Thaay podía "presentir" cosas. "¿Eres un maldito Thaay disfrazado como un ser humano real?" Me había gritado mientras estaba frente a él conmocionado. "Los Protectores no usan sus 'sentimientos'. Usamos nuestros sentidos entrenados, nuestro conocimiento, y nuestras armas. ¿Necesitamos enviarte a los páramos a que te unas a tu verdadera familia?"
La reprimenda también vino acompañada con diez latigazos del entrenador que mi brigada había presenciado. Las leves cicatrices de los golpes todavía eran visibles en mi espalda. Las burlas y el acoso que recibí del resto de los cadetes habían sido tan malos como los golpes. Emmett y yo habíamos recibido moretones y ojos morados por semanas hasta que finalmente nos dejaron en paz. En ese momento, me había preguntado por qué los oficiales y entrenadores nunca habían intervenido para detener algo del abuso, pero con el paso del tiempo me di cuenta que todo estaba designado para endurecernos para las adversidades que enfrentaríamos en los años por venir.
Le había preguntado a Emmett por qué me defendió cuando en realidad no era su pelea. Me miró como si de verdad fuera mitad Thaay y simplemente se rio. "Eres mi hermano mellizo," había dicho. "Si eres Thaay, entonces supongo que yo también." Nunca le conté a alguien sobre mis "presentimientos" otra vez.
Con el paso de los años, aprendí a confiar en mis premoniciones. Nunca se habían equivocado, pero siempre había sido capaz de explicarlas como sentidos agudizados, como oler a los Yippers, o escuchar las escamas del Fanger arrastrándose, o ver un rastro apenas visible que los otros habían pasado por alto. Sin embargo, los sueños habían comenzado hace apenas un año. No tenía una explicación a por qué el mismo sueño de proteger a Bella continuaba persiguiéndome. Siempre lo tenía en la noche, justo antes de algún tipo de peligro y nos había salvado del creciente número de ataques que estábamos experimentando.
El campamento está limpio y todos han empacado y están listos para partir. Es tiempo de volver a las barracas. Emmett asiente y parto dando zancadas como explorador principal. El resto de la brigada se queda atrás mientras yo avanzo. Nadie duda en que asuma los deberes de explorador principal. Soy el mejor. Lo saben y confían en mí.
Mañana es el inicio de la Semana del Juramento. Tomaremos el juramento como Protectores y recibiremos nuestras asignaciones personales y los horarios de entrenamiento personalizado. Nuestras familias y vecinos estarán ahí. Todos los pueblos circuncidantes vendrán a la ciudad a disfrutar de las festividades. Habrá mucha comida, bebida y baile y sobre todo, para mí, una oportunidad de ver a Bella.
Y aquí la tienen, esta es la nueva traducción. Espero que ya se vayan dado una idea de qué se trata. Como habrán visto es un mundo post-apocalíptico con costumbres y reglas algo extremas, pero al parecer, necesarias para sobrevivir. Niños que dejan su casa a los ocho años para ser entrenados para proteger a su gente, poco a poco sabrán que más incluye ese entrenamiento y veremos qué posición se le da a Edward y Emmett como nuevos protectores. Y por lo pronto, ya tenemos algo que averiguar, ¿qué habrá pasado con Jasper? Ya lo veremos :) Estaré esperando sus reviews para saber qué les pareció la historia y espero que pronto empiecen a aparecer las teorías. No olviden que sus reviews son los que nos animan a seguir haciendo esto, y los que marcan el ritmo de actualización de la historia, así que usen ese cuadrito de abajo ;) Y no olviden seguir la historia para que reciban notificación de publicación. Saludos y nos leemos en el siguiente, espero que pronto ;)
