Este fic participa en el Reto Especial: "Sam Winchester" del foro "Supernatural: Blood Brothers".

Declaimer: Estos personajes desgraciadamente no pertenecen a mí, pero pertenecen a los creadores y escritores de la serie "Supernatural, y a la cadena CW.

Aviso: Narrado durante el capítulo 21, temporada 10. Puede contener spoilers si aún no llegas a la temporada 10.

Los dedos de Dean al volante se tornaron de un calor blanco, casi transparente. Conducía el Impala a toda velocidad y el silencio se estaba volviendo más incómodo de lo común. Miré nuevamente el medidor de velocidad y parecía que el indicador fuera a salir disparado de este. Sabía que Dean quería llegar lo antes posible y así asegurarse de que Charlie se encontraba bien, pero los dos sabíamos que le iba a ser difícil salir bien de esta. A lo lejos logramos divisar las luces del motel "Blackbird" y cuando nos acercamos un poco más mi hermano fue disminuyendo la velocidad, hasta detenerse frente a la puerta de la habitación de Charlie. Logra saltar antes que yo fuera del vehículo y corro detrás de él antes de llegar a la puerta. Ambos sacamos nuestras armas y Dean comienza a buscar señales de Charlie, pero no encuentra nada. Bajo la mirada y veo marcas de zapato ensangrentadas, por lo que decido seguirlas. No me atrevo a mirar a Dean, pero en sus pasos y en lo acelerada que está su respiración puedo notar el miedo que siente, y que también yo siento. Levanto el arma para protegernos, aunque el único ruido que hay en la habitación es el de nuestras respiraciones y el de la brisa que viene desde afuera. Las huellas me llevan hasta otra puerta y cuando logro entrar en el cuarto de baño, la veo. Se me paraliza el corazón, las palabras se me quedan atascadas en la garganta, y lo único que puedo hacer es murmurar. Dean, que hasta hace instantes estaba tras de mí, se adelanta y entra en el cuarto. No puedo ver su rostro, pero su voz al pronunciar el nombre de ella lo dice todo. Nuestra pequeña hermana, nuestra Charlie, su cuerpo yace ensangrentado y sin vida en esa estúpida bañera de motel barato, y todo por mi culpa. Quiero creer que esto no es real, pero lo es. Dean corre hasta ella e intenta sacar su cuerpo de la bañera, pero no lo logra. Ha empezado a maldecir y a lanzar golpes contra todas partes, logrando mancharse las manos con su propia sangre. Camino tímidamente hasta llegar al cuerpo de Charlie, intentando encontrar alguna señal de vida, aunque sea una pequeña y débil pulsación, pero lo único vivo en este cuarto es la furia que siente Dean y su corazón diciéndome a gritos que yo soy el gran culpable de todo esto, y por una vez en mi vida, sin discutir, les encuentro la razón.