Otro fic de mi sensual persona que ahora quiere llegar a los cuatrocientos :D
Pareja: Devil!AlfredxKid!Arthur -Estados UnidosxInglaterra-.
Disclaimer: Hetalia y todos los personajes que lo conforman no me pertenecen. El respectivo dueño es Himaruya Hidekaz.
Advertencia: Nada la verdad.
Quedaba cerca de la casa, el pequeño inglés de ocho años quería demostrarle a toda su familia que ya no era el bebé que habían conocido, ahora podía al menos ir a comprar pan sin compañía de Scott y demás misiones.
Por eso como todo un machito inglés fue a esa tienda de antigüedades por la lámpara de colores ocre y cafés que tanto le gustaba, no llevaba el dinero justo y le sobraba gran cantidad, quizás pudiera ir y comprarse un detalle para él también.
El señor que atendía era viejo y tenía una gran barba, Arthur Kirkland heredando un poco el gusto de su madre miraba todo como si de tesoros apoteósicos se tratasen. Le gustaban las antigüedades, el barniz oscuro y los tallados a manos, los pequeños soldaditos coleccionables. Arthur agitó su cabeza para no pensar en esas cosas, tenía que ir por su misión, escondida detrás de unas sillas estaba su lámpara, la tomó de manera amable para no romperla, se iba a retirar hasta que ve que detrás de ella había un muñeco.
Lo toma cuidado, es un muñeco de un diseño sencillo y ojos de botones azules, tiene pelo negro alborotado y una sonrisa de hilos cosidos, tiene un pequeño abrigo oscuro, en realidad, todo su traje era relativamente oscuro.
–¿Quién eres amiguito?–como si el peluche le fuera a responder detrás estaba una etiqueta.
El menor sonrío como un detective.
–Alfred... ¿no? ¡me agradas, quizás seas de los míos, preguntaré tu precio!–
Lo pregunta fue orgullosa luego de comprar la lámpara, el señor que vende las curiosidades no recuerda que tal muñeco estuviera a la venta, no lo reconocía del inventario. Pero parecía desgastado y viejo, además de que el niño era hijo de una gran cliente suya.
Le sonrió al pequeño.
–Unas cuantas moneditas por el pequeño, además creo que le gustas, estaba muy solito, tú lo encontraste. –
El inglés sonrió entregando un par de monedas al vendedor, feliz de esas palabras. Se sentía como un detective nuevamente encontrando al peluche de género. Cuando el menor sale de la tienda una señora alarmada se acerca al niño inglés mientras este corre hacia su casa, la mujer de cuarenta años entrega panfletos, Kirkland trató de agarrar uno mientras corría.
El niño lo tomó... pero por causa del viento y una dolorosa presión soltó el papel mientras iba corriendo, Mom podría retarlo si llega tarde, no se puede dar el lujo de ir en busca del supuesto papelito de la señora, el pequeño se perdió en la vuelta de una calle.
La chica de los carteles volvía a suspirar, un hombre de barba y acento australiano la abraza sutilmente por la cadera.
–¿Qué pasó Anna?–
–Nada... realmente nada George, sólo un pequeño que me recordó a nuestro hijo.–
–La esperanza es lo último que se pierde, amor.–
La pareja siguió entregando carteles. En el panfleto salía la foto de un niño que se buscaba, de cabello lacio y café de profundos ojos verdes que aparentaba sólo ocho años, se llamaba Alexander, hace un mes que no sabe nada acerca de él. El niño vislumbra una sonrisa hermosa en la fotografía, como todo un pequeño... abrazando un peluche de cabellos desordenados y ojos azules cuya curvada sonrisa estaba cosida.
N.A: Espero que les gustara, muajajajaja~ (?) que viva el USxUK :3
