Porque cuando la tuvo en brazos, solo pudo sentirse el hombre más feliz del mundo; porque cuando por primera vez abrió sus ojos para él, no pudo estar más orgulloso de su primogénita. Pero Draco Malfoy lo sabía, sabía lo que su pequeña hija llegaría a sufrir en el futuro debido a su apellido, debido a sus errores. No hay gloria para nadie en la guerra solo dolor, angustia y tristeza, pero después de esta los vencidos se concierten en parias que deben purgar por sus pecados.

Cuando Draco Malfoy fue adsuelto de su caso ya se imagino como seria su futuro. Vivir en Malfoy Maior era un suplicio, una pesadilla constante, por eso cuando de caso con su amada Astoria Greengrass, la destruyo. Destruyo el lugar al que llamo hogar por tantos años, el lugar donde gente fue asesinada, donde Hermione Granger fue torturada, donde sus fantasmas crearían un ancla para torturarlo de por vida.

El supo que desde que tuvo a su pequeña Antares en sus brazos el mundo seria cruel con ella por algo que su hija no había hecho. el dolor que llegaría a probar en sus propias cabes, maltrato, bullyng, angustia lagrimas, sangre... Jamás imagino que su pequeña acabase en San Mungo por su culpa, por ser un cobarde, por querer salvar a su madre.

Y ahora en ese mismo hospital que la vio nacer, Draco Malfoy derramaba lagrimas de impotencia, de rabia, odio a si mismo y culpabilidad por causarle esto a ella. Con su hijo Scorpius, de tan solo nueve años abrazado a su pierna llorando por su hermana, mientras que su esposa lloraba en su hombro. Según los enfermeros no debería estar viva, por eso una y otra vez Draco daba gracias a aquel ángel guardia que había salvado la vida a su hija.

...

Dolor es lo único que sentía esa pequeña rubia, que se encontraba en posición fetal .Cuando estaba triste su madre siempre le cantaba y siguiendo su ejemplo comenzó a cantar , la que creyó, su última canción- ... solo tú, solo tu podrás entrar y leer en mi piel tu nombre perdido.

- ¿Quién eres?- pregunto a aquel destello rojo.

- Solo tu ángel de la guarda.