Hola! *se esconde detrás de su gran sofá" Sí, soy yo de nuevo, no están viendo visiones, jejeje Después de un larguísimo hiatus he decidido retornar a este fandom maravilloso pero que también me ha provocado no pocos disgustos y dolores de cabeza. No estaría de más decir que casi no vuelvo, estuve a punto de abandonar para siempre esta afición que amaba-tanto sea leer como escribir fanfics-no sólo porque las temporadas 9 (desde la mitad) y casi toda la 10 me decepcionaron tanto que por poco dejo de mirar mi amada serie. No quiero entrar en detalles porque quizás no termino más con este prólogo y mucho menos si añado mis otros motivos por los que no tenía ni ganas ni tiempo de escribir por lo que para hacer esto un poco más breve sólo quiero decir tres cosas:

-Gracias a Soloyoyo, Sarah y MoonzerratLhea-14 quien con sus reviews y mails de apoyo y palabras de preocupación por mi demora en reaparecer me dieron ánimos y alegría al saber que todavía me recordaban y que les gustaron leer mis fics y , más que nada, volver a leer alguno de ellos. Al abrir la bandeja de entrada de ese mail que no toco desde que no publico me llevé esa grata sorpresa y sé que me olvido de alguien más que puso en favoritos a Always y I´ll sleep por lo que mil disculpas y miles de gracias a todas por su apoyo.

-Gracias a que AL FIN parece que se han acordado de que Sam & Dean y Dean & Sam como hermanos y cazadores son lo que hizo esta serie lo que es y que quizás el brotherly love no esté perdido, snif, snif, no quiero ni acordarme lo que sufrí en estas temporadas.

-Gracias a que se me ocurrió volver a leer todas mis historias publicadas ya que estaba extrañando tanto el brotherly love y el protective Dean y no ese demon Dean que casi me mata a mí también me dije que no podía dejar este fanfic sin terminar, y por lo tanto, tampoco las demás historias que afortunadamente no publiqué todavía y que duermen en mis carpetas (pero que están, están, jejeje) Así que me dije, que no debo ser la única que necesita calmar los nervios pre season 11, no debo ser la única que extraña temporadas anteriores y que esta espera es demasiado TEDIOSA (se terminaron todas las series buenas que veía, me cacho!) y que por lo tanto

I´M BAAAAAAAAAAAAACKKKK *_* -please, don´t hurt me, jejejej-La cosa es así, decidí borrar Never Say Goodbye y publicarla de nuevo, pero, no se preocupen quien haya dejado su review correspondiente, también los atesoro en mis documentos en la pc así como mis hojas de Word.

Cuando terminen de leer todos (dos o tres días entre uno y otro capítulo) tendrán todo más fresquito así leen el final como corresponde y no más de un año después. ¿Les parece bien así? *espera que sí y huye a seguir escribiendo el final-casi-final* jajajaj Las que me conocen saben que si me extiendo es por culpa de que ya llevo como 12 hojas y no sé si lo termino ahí o lo separo muahahahahh (la risa malvada tenía que volver también,jejej)

En fin, ahora sí, con algunos pequeños retoques acá vamos con el capítulo 1 y no se me da la gana de aclarar el disclaimer porque a esta altura (11 años después) ya todo el mundo sabe que no me pertenecen, buaaaahhhh y que hago esto sin fines de lucro y blah, blah, blah.

También recuerden que esto pasó en mi cabecita como escena perdida desde el episodio en el episodio 6x22 y que también el 7x1 merece una escena perdida que ya tengo ahí dando vueltas *silba con disimulo y se retira* jjajajaj

Ah! Y me falta aclarar por si aparecen nuevas lectoras y no saben esto de mí que todos mis fanfics llevan por título algún tema de alguno de los cd de Bon Jovi del cual soy casi tan fan como de Supernatural jjejej

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Never say goodbye

(Nunca digas adiós)

En la soledad de ese callejón polvoriento los hermanos Winchester contemplaban apesadumbrados como Bobby bajaba suavemente los párpados de Elle testigos impotentes de la muerte llevándola de regreso al purgatorio desde donde había escapado hacía ya tanto tiempo. La vieja amiga del cazador apenas pudo decirles los planes de Castiel, su anterior aliado ahora complotado con el nuevo rey del infierno, cuando tantos años vividos se le escaparon en pocos minutos junto con la sangre que empapaba su camisa. La frustración, la furia y el dolor fueron ganando un lugar en el corazón del experimentado cazador ante la pérdida innecesaria de una víctima más en el juego entre el cielo y el infierno.

Monstruo o no era una buena mujer y, cuando cerró sus párpados, su ceño fruncido fue la cabal muestra de que esa muerte había calado hondo en su alma.

-Lamento mucho que haya tenido que pasar esto-la voz de Castiel se escuchó de pronto detrás del apenas audible batir de sus alas y los tres humanos que habían sido sus amigos se voltearon sorprendidos ante la aparición de quien había sido uno de los culpables de esa muerte. Ni siquiera tuvieron tiempo de pensar en que ella fue dejada ahí como un señuelo para ellos ya que la voz de Castiel se hizo oír nuevamente-Crowley perdió el control-agregó y la breve sorpresa que sintió Bobby ante la aparición del ángel se trocó en furia.

La habían torturado, la habían usado como un objeto al que se descarta luego de que sirvió a un propósito. Tan poco valor a la vida, no le importaba si era humana o no, tensó todos sus músculos al sentir la tremenda necesidad de saltar encima de ese maldito traidor.

-Sí, apuesto a que todo lo hizo Crowley, desgraciado-prácticamente le gruñó mientras su mano se lanzó hacia delante apretando con fuerza el brazo de Dean, quien inconscientemente se había trasladado delante suyo, para apartarlo de su camino. Toda su ira dirigida a un solo objetivo sin pensar siquiera que un leve movimiento de la mano del ángel podía causarle mucho más daño que lo que él le infligiría si podía darle el puñetazo que tantas ganas tenía de darle.

Las manos de sus muchachos apoyándose en su pecho detuvieron de inmediato su intento de hacer justicia por mano propia, la preocupación evidente en sus miradas cuando se dieron cuenta de la confrontación inminente en la que el hombre al que la vida había llevado a ocupar el lugar de un padre iba a salir perdiendo. De inmediato, Dean tomó el lugar del confrontador aunque su mirada aún estaba teñida con el dolor de la desilusión, el desconcierto y la frustración con que descubría que cada paso del ángel más cerca de su soberbio propósito lo alejaba aún más del amigo, casi un hermano, que una vez había sido.

-¿Ni siquiera puedes verlo? ¡Estás totalmente descarriado!-exclamó el mayor de los Winchester en un desesperado intento por llegar hasta la conciencia de quien fuera uno más de la familia. Sus ojos verdes demasiado brillantes miraron directamente al rostro del ángel quien, con gesto malhumorado, lo interrumpió con vehemencia.

-¡Basta! ¡No me importa lo que pienses!-el ceño aún más fruncido de Dean recibió estas palabras sintiendo el golpe de la certeza implícita detrás de ellas hundiéndose con fuerza en su corazón.

Lo estaba perdiendo.

El ángel que lo rescatara del infierno, el que poco a poco se transformó en parte de su familia, el que era uno más de su equipo, el que aprendió que tanto los humanos como los ángeles eran dueños de su propio destino y luchó lado a lado con ellos para darle la oportunidad a la raza humana de hacer uso de su libre albedrío, había equivocado el camino y confundido el privilegio de tener la libertad y el poder de tomar tus propias decisiones con el ansia de triunfar sobre quien tenía el control del cielo sin importar los medios ni las consecuencias de las acciones que realizara para ello

-Intenté hacerlos entender. No escucharon-agregó y algo en ese tono casi teñido de amenaza hizo vibrar en inmediata alerta los instintos protectores del mayor de los Winchester quien, en una respuesta prácticamente inconsciente, tensó su cuerpo al escucharlo dando un imperceptible paso hacia su hermano al que sentía respirando a su lado-Así que déjenme hacerlo fácil-continuó el ángel haciendo una breve pausa al ver las miradas plenas de desazón, confusión e ira de los humanos a quienes aún consideraba sus amigos por lo que su tono de voz se suavizó y una chispa del antiguo ángel que ellos conocieron quiso restablecer su brillo sobre la molestia y el cansancio que le estaban causando en ese momento-Por favor, vayan a casa y déjenme detener a Rafael-un destello de esperanza brilló en su mirada junto con la súplica de sus palabras pero tan pronto como había aparecido se desvaneció cuando la firmeza de la decisión que ya había tomado endureció como el hielo sus ojos azules-No lo pediré de nuevo-y ahí fue cuando Dean pudo sentir como la esperanza por recuperarlo se desvanecía detrás de la sombra de lo que alguna vez fue. Sólo un ángel que seguía órdenes, un jugador más tratando de mover sus piezas para ganar en ese juego de ajedrez que tanto ángeles como demonios habían diagramado para ellos.

-Bien, porque creo que sabes la respuesta-replicó desafiante, la frustración y el enojo creciendo en iguales proporciones a la desilusión que rasgaba su última esperanza de recuperar a uno de los mejores amigos que había tenido en su vida y uno de los pocos por los que moriría sin pensarlo dos veces.

Castiel parpadeó y volteó la mirada lejos de Dean acusado por el impacto de las emociones subyacentes en esos ojos verdes esmeralda que expresaron mejor que cualquier palabra lo que en ese momento estaba pensando, de repente sintiendo como el pesar de lo que estaba por hacer nublaba su determinación opacando el brillo azul de su mirada. Frunció el ceño y fijó su vista en el suelo para no delatar esa breve debilidad, que tanto la expresión de Dean, como el tenso y emotivo silencio de los otros dos cazadores que habían sido parte de su único grupo de amigos, ocasionaran en su interior.

-Ojalá no hubiéramos llegado a esto-dijo con pesar y el rubio tensó la mandíbula ya cansado de tanto palabrerío sin sentido y, aún sin darse cuenta adonde se dirigía Castiel con sus palabras, sentía como la preocupación y la alarma aceleraban los latidos de su corazón en respuesta a unos instintos que llevaba arraigados en su alma desde que tenía memoria-Tengan la seguridad de que cuando esto termine-siguió hablando el ángel con la vista aún lejos de Dean quien cada segundo que pasaba se ponía más nervioso por el tácito mensaje de peligro que le llegaba a su interior cada vez que Castiel escapaba de su mirada pero, fue en ese instante, cuando levantó la cabeza y dijo-salvaré a Sam, pero únicamente si se retiran-que la sensación de alarma que estaba alertando sus instintos protectores se consolidó en la certeza de que no había nada ni nadie más importante que su hermano para él. Toda preocupación y desilusión por el amigo que estaba perdiendo se trocó en furia cuando la amenaza de esas palabras desplazó la melancolía por su perdido amigo y el hermano mayor reclamó con fuerza su lugar.

-¿Salvar a Sam de qué?-su voz bajó a ese tono grave semejante al gruñido de advertencia del león protegiendo a la cría, reservado sólo para los que entraban en ese territorio en donde la sola amenaza a la integridad de su hermanito los convertían en el blanco de la furia protectora de Dean quien había crecido haciendo parte de su esencia el hecho de mantener a salvo a la mayor y única razón de su vida. Pero su apenas velada advertencia sólo encontró el vacío, Castiel se había ido y, aunque ese breve segundo podría haber sido de alivio, se transformó en una horrible sensación apretando su estómago con malos presagios.

Apenas tuvo tiempo de voltear la cabeza, al igual que Bobby, hacia donde su hermano estaba parado sintiendo como su corazón daba un vuelco al ver aparecer de repente detrás de él al ángel que consideraba su amigo.

Sin tiempo para reaccionar, sin tiempo para advertirle, sin tiempo para respirar o tan siquiera para decir su nombre sólo se transformó en el otro testigo de un ataque inesperado observando con impotencia el inesperado paso de una amistad hacia la peor traición en el momento en que Castiel levantó la mano para apoyarla en la sien de su hermano menor y el mundo se le viniera abajo al verlo sacudirse como si hubiera sido electrocutado.

Sam había escuchado esas palabras y de inmediato sintió un escalofrío recorriéndole la espalda que se trocó en una garra helada oprimiéndole el pecho cuando vio a Castiel materializarse otra vez tan cerca de él y sólo tuvo tiempo para ver como la mano del ángel se acercaba a su sien antes de que un crujido resonara en su cabeza inundando su visión con una luz resplandeciente que de repente cambió a colores rojos y naranjas cuando sus pupilas se llenaron de colores semejantes al fuego. Un calor ardiente traspasó su piel y ese escalofrío que había sentido se desvaneció tan de repente como había llegado tornándose en un caótico espiral de calor abrasador donde las imágenes y los sonidos se mezclaban en furioso torbellino. Un rugido penetrante atronó en sus oídos mientras garras invisibles lo arrastraban hacia un abismo donde comenzó a hundirse a pesar de que desesperadamente trató de aferrarse al único sonido que distinguió por sobre los demás.

-¡SAM!-la voz de Dean sonó rota y desesperada, el pánico apoderándose de él ante la repetición de esa pesadilla que comenzara cuando escuchó el golpe de su hermano al caer duramente al suelo polvoriento de esa casa abandonada y verlo sufrir esa convulsión que lo había aterrado casi tanto como la quietud mortal que luego se apoderó de él.

Aunque la sorpresa o la angustia que sofocara su respiración al escuchar el quejido dolorido de Sam antes de comenzar a desmoronarse hacia el piso del callejón no fueron suficientes como para evitar que saltara hacia delante impulsado por sus afilados instintos de protección.

-¡SAM!-volvió a gritar su nombre con desesperación cuando el peso del joven cazador dobló sus rodillas hacia el suelo, sosteniéndolo con toda la fuerza que le permitió el temblor del pánico que amenazaba nublar su juicio-¡Bobby, ayúdame!-casi rugió a pesar de que sintió como el viejo amigo tomó las piernas de Sam y lo ayudó a llevarlo hacia abajo.

-¡Mantén su cabeza quieta, Dean!-la voz ronca de Bobby no pudo ocultar el nudo de preocupación que se instalara en su pecho, el recuerdo de la convulsión de Sam dentro del cuarto de pánico cuando lo tenían encerrado por su adicción a la sangre de demonio volviendo con fuerza arrolladora a su mente hizo que le ordenara al mayor algo innecesario ya que el joven cazador abrazaba fuertemente el torso de su hermano contra su pecho, un brazo rodeando sus hombros apretándolo contra sí mientras que su brazo derecho mantenía una mano fuerte y cuidadosa en la mejilla terriblemente pálida del chico sosteniéndolo contra su corazón en el intento inconsciente de ofrecerle su presencia sólida y reconfortante y alejarlo del abismo de dolor donde parecía estar hundiéndose.

-¡Sammy, te tengo! ¿Sammy?-el rubio lo llamó desesperado contando los segundos que pasaban impiadosos entre cada sacudida espasmódica, su voz quebrada de dolor de pronto se llenó de ese tono enérgico tan parecido al de su padre al que el muchacho había respondido aún a pesar de esa rebeldía que se hiciera parte de su personalidad cuando la adolescencia dio paso a las famosas peleas por la independencia-¡No se te ocurra dejarme! ¿Me oyes? ¡Quédate conmigo!-le ordenó con voz dura apretándolo aún más fuerte contra su pecho sin importarle la mirada de Bobby fija en ellos aunque la atención del viejo parecía centrarse en apoyar el peso de su cuerpo sobre las piernas de Sam tratando de mantenerlo quieto sin hacerle daño-¡Lucha Sammy, lucha contra esto, por favor!-la súplica surgió nuevamente en su voz cuando un quejido lastimero salió de la boca de su hermano hundiéndose en su corazón como una daga.

No soportaba verlo sufrir así otra vez, el manto oscuro de la desesperación, demasiado pesado y demasiado familiar lo arrastraban lejos del pánico demasiado cansado como para justificar una demanda

"¿Por qué?"

Sus ojos verdes llenos de lágrimas gritaban esa pregunta cuando elevó su mirada al cielo en un breve destello de súplica antes de que se tornaran en un brillo furioso de impotencia y enojo contra quien había hecho daño a lo único sagrado que tenía en este mundo.

-¡Vuelve aquí, maldito bastardo hijo de puta! ¡CASTIEL!-gritó Dean cuando otro gemido ahogado de su hermano se escapó por su garganta cuando su cuerpo se arqueó, estremeciéndose violentamente entre los brazos de Dean quien lo sujetó con la fuerza de la desesperación contra su pecho mientras Bobby sostenía las piernas del menor hacia abajo con el peso de su cuerpo, una mano volando hacia el pecho de Sam para controlar los latidos de su corazón y la respiración-¡Sammy, cálmate, estoy aquí!-exclamó Dean con un dejo de esperanza en la voz cuando en medio de esos segundos interminables de convulsiones escuchó un susurro quebrado pidiendo por su nombre.

Pero esa breve ilusión se diluyó tan rápido como las gotas de rocío con la salida del sol porque después de que Sam apenas murmurara el nombre de su hermano nuevamente se sacudió con violencia, como si hubiera recibido una descarga eléctrica, un gruñido profundo, ronco, como si su voz estuviera dañada por años y años de gritos de dolor se escapó por sus labios que se abrieron de pronto en la búsqueda desesperada de un oxígeno que se escapaba como la arena entre los dedos desde sus pulmones aplastados por el peso de una oleada sofocante de calor.

-¡SAM!-gritó Dean asustado como nunca en su vida. Esta convulsión no sólo estaba siendo más larga y, obviamente más dolorosa que la que sufriera en la casa abandonada, sino que parecía que con cada estremecimiento, con cada temblor de su hermano, más cerca estaba de perderlo para siempre porque aunque sentía su cuerpo junto al suyo, aunque sentía el latido frenético de su corazón latiendo casi al unísono con el de él compartiendo el mismo dolor en una empatía que los uniera como las dos partes de un todo desde que tenían memoria, aunque por sus venas palpitara en veloz recorrido la misma sangre, Dean podía sentir que el alma de Sam era lo que estaba diluyéndose poco a poco escapando lejos de sus brazos protectores que desesperadamente estaban ofreciéndole, en ese reflejo silencioso de su infancia, un refugio al que aferrarse.

Y cuando de repente, tan rápido como había llegado, el último y más violento sacudón se detuvo y Sam cayó completamente flojo contra su hermano, su brazo derecho cayendo contra el polvoriento suelo del callejón antes de que pudiera retenerlo para evitar que golpee contra el suelo, desmoronándose como un castillo de arena ante el embate de una enorme ola del mar, pálido y sudoroso, su cabello castaño pegado contra una frente despejada de ese ceño fruncido de dolor que había mantenido durante toda la convulsión, quedándose tan quieto, tan inmóvil, tan silencioso que Dean sintió que su corazón prácticamente dejaba de latir, una garra helada de miedo le atenazó la garganta, un sollozo ahogado escapó por sus labios cuando sintió el escalofrío de Cold Oak emerger en su memoria y sólo tuvo fuerzas para inclinar su cabeza apoyando la mejilla en el cabello de su hermano deseando desesperadamente escuchar nuevamente el sonido ahogado de su voz porque ésta le dejaba saber que Sam todavía estaba ahí, con él, que no lo había dejado-Sammy-murmuró ya sin aliento, apretando los ojos con fuerza con la vana ilusión de que al abrirlos esa pesadilla terminaría y, aunque el caos celestial, el infierno, el purgatorio, las luchas por el poder y la constante amenaza de las fuerzas de la oscuridad continuaran existiendo, su verdadera razón para continuar luchando estaría de pie junto a él.

-Está vivo Dean, está vivo-la voz de Bobby se escuchó extraña, más ronca que de costumbre cuando esas palabras casi irreales surgieron desde el silencio sofocante, paralizante, que flotaba en el ambiente en empatía con los sentimientos de los cazadores, cuando Sam se derrumbó inmóvil en los brazos de su hermano-Su corazón está latiendo, hijo ¿Me oyes?-el cazador al que la vida lo llevara a ocupar un puesto largamente vacante en la vida de los Winchester sentía como el peso de esa responsabilidad estrangulaba su garganta al no poder contemplar el consuelo, la protección y el alivio que tanto el uno como el otro habían largamente merecido, esa certeza gritándole desde el centro de su pecho habiendo sido testigo de cómo sus vidas fueron un continuo sacrificio donde lo único que los mantenía en pie era ser hermanos y no cazadores.

Porque aunque fueran condenadamente buenos en lo que hacían, por herencia y por elección, saberse unidos, estar juntos y confiar ciegamente en el otro era por lo que ambos luchaban con más fuerza por sobre ninguna otra cosa. Y eso lo confirmaba cada vez que uno de los dos resultaba herido, la estabilidad lograda dentro del formidable dúo que se complementaba como nunca antes hubiera visto en dos personas aparentemente opuestas se desequilibraba lentamente como cuando una grieta comienza a abrirse paso en la firmeza de un lago congelado después del golpe inesperado de un enorme peso.

-¡Dean!-reclamó con firmeza dando un pequeño sacudón en el hombro tenso del hermano mayor intentando desesperadamente rescatarlo de esa parálisis de pánico en la que había caído cuando la otra mitad de su alma comenzó a desvanecerse a pesar de la fuerza con la que intentaba retenerla en el cerco amoroso de su abrazo.

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Awww, amado brotherly love, cómo lo extraño *_*

Sí ustedes también y si les ha gustado volver a leer esta historia o empezarla ya que nunca la habían leído sólo tienen que ir a Review this chapter , hacer click ahí y dejar sus pensamientos , críticas constructivas-con amor, please, no atenten contra mis musas, jejee- y si les gustaría leer más y más de mí.

Para las que no me conocen aclaro que este capítulo tiene apenas 4 hojas de Word jajajajaj (me río porque no saben lo que les espera si leen mi última historia que llegó a las 14 por capítulo jajajajja ( ustedes dirán si les parece corto, si quieren más largo, etc-disimulada manera de pedir reviews, la descarada tenía que volver, jajajaj- O no?

Hasta el sábado!