Disclaimer: Soy una fiel seguidora de The Walking Dead, no tengo relación alguna con ninguno de los actores ni menos me considero la creadora de alguno de los personajes. Solo me baso en la historia. Todo, excepto mi personaje original Allysson Herrera pertenece a Robert Kirkman y a los que hicieron posible la serie.

Nota de autor: Hola a todos! Es mi primer fanfic y pretendo seguir con el desarrollo de la serie tal como lo hemos visto, realizando pequeños cambios para que la intervención de mi personaje sea mas natural sin alterar lo ya establecido. Opiniones y críticas son bienvenidas, de absolutamente cualquier cosa, así como también sugerencias. Gracias.

Prólogo

7 meses antes del brote del virus…

Allysson Herrera, extranjera que había llegado al condado, llevaba estudiando casi dos años en las afueras de King County, Georgia. Era mayormente conocida porque había trabajado en varias casas del pueblo como niñera para así pagar sus estudios, por lo que varias personas la llamaban por su nombre donde la veían. Había llegado a ese lugar escapando de un pasado que la seguía atormentando; Hablaba inglés perfectamente debido a sus estudios previos, solía viajar a la Granja Greene durante sus días libres o vacaciones para visitar a toda la familia pero en especial a Maggie, su amiga. A esta última la había conocido en uno de sus tantos viajes a Atlanta y desde ese momento mantuvieron contacto. El hecho de que Allysson fuera extranjera, causó mucha simpatía en la familia Greene y por eso se había transformado casi en una más de la familia.

Lamentablemente, ésta vez las vacaciones que se avecinaban serían eternas y no tan placenteras como el año anterior. Nadie se imaginaba lo que les esperaba; Oscuridad y destrucción estaban a punto de inundar el país.

-¿Que tal la escuela hoy? – preguntó Ally al chico de peli castaño y ojos claros, igual a los de su padre. El sin soltarle la mano sonreía y contaba sobre su día. Carl, siempre había sido muy cariñoso con ella, desde los primeros días en que habían estado juntos.

-¿Vamos a jugar a la pelota hoy y me llevaras al parque?- preguntó el pequeño sonriente mientras caminaban hacia la casa. –Lo que tú quieras peque- respondió ella.

Allysson trabajaba a tiempo completo prácticamente. Estudiaba durante las mañanas hasta eso de las 13:00 hrs y luego su día giraba en torno a Carl hasta la tarde y muchas veces noche. Trabaja como su niñera desde hace ya 4 meses y era una de las cosas mas gratificantes que hacía en ese país. Aún recordaba el día de la entrevista con su padre, Rick Grimes, el Sheriff del lugar. Estaba completamente nerviosa, más aún al verlo, su mirada profunda era algo que desde ese primer instante la descolocó sin saber porqué; Pero el era mucho mas agradable de lo que parecía y eso le dio confianza. Lori, su esposa, por otro lado, no lo era tanto, y durante los últimos meses los problemas entre ellos aumentaban aún más.

Las cosas para Allysson en general estaban súper, en especial en lo que a su relación con el Sheriff y Carl se refería. Carl la quería mucho y Rick ya le tenía confianza. Quizás era verdad lo que su abuelo le dijo antes de morir "Eres adorable chiquita mía, nunca te olvides de eso."

Aún recordaba la primera conversación semi-íntima que había tenido con Rick Grimes:

Rick no era de hablar bastante de eso ya varios se habían dado cuenta. Pero en ésta ocasión y desde hace varios meses se sentía atrapado. Una vez que terminó la cena, Ally fue a retirarle su plato y el vaso para llevarlo a la cocina… el extendió su brazo y tomó el de ella levemente. –Disculpa- dijo casi susurrando mientras miraba a la chica hacia arriba desde la silla. –Tú… ¿De verdad crees que Carl está sufriendo por culpa de esto?- preguntó con inquietud. Necesitaba escuchar una opinión y Allysson ya le había dado indicio de esto, así que era mejor hablar. Ella guardó silencio por unos segundos, y luego sin dejar las cosas de lado se sentó en la silla de al lado. Lo observó y sonrió un poco. Si el se refería a sus problemas con Lori, claro que había que decírselo.

Mire…-carraspeó- Rick…yo…-pensaba- yo me he encariñado demasiado con Carl. Cuando lo conocí el sonreía todo el tiempo, pero luego cuando estas discusiones se volvieron mas frecuentes, Carl cambió los paseos por la televisión, el sofá, dibujos tristes y muchas siestas.- suspiró- Creo que si está afectado, esa es la forma en que los niños escapan a los problemas de sus padres, lo siento. –dijo con mirada dulce y aún manteniendo la sonrisa leve. Rick la miró y sus ojos expresaron tristeza, luego bajó la mirada y se llevó la mano a la frente pensando sobre el asunto. –Dios, lo sabía. Pero…Todo esto es tan extraño, uno cree que las cosas pueden solucionarse pero siguen empeorando, ya casi no podemos ni conversar con Lori– exclamó Rick sin mirar a la chica.

Fue la primera vez que ella lo escuchó decir algo referente a su matrimonio y honestamente no supo que más decir… se quedó muda a su lado. Ella supo que se estaba desahogando claramente, y notó la lástima y tristeza en su voz, no solo por la situación con su esposa sino también por su hijo, mayormente por él.

Inesperadamente Rick se levantó. No miró a la chica. –Dios, ni siquiera sé porque te digo esto- exclamó finalmente y la observó fijamente como pidiendo disculpas para luego alejarse del lugar saliendo de la casa.

Allysson no entendió nada. Suspiró y luego tomó las cosas para llevarlas a la cocina; Aún muda observó sin querer la puerta y supuso que Rick necesitaba pensar, solo. La situación era complicada y ella lo sabía, Todo ese episodio le recordó sin querer a lo que ella tuvo que soportar durante muchos años y Carl estaba viviendo lo mismo. Lo cual la preocupaba pues sabía que era complicado para un niño.

Desde aquel día y durante dos semanas Rick se alejó de la niñera. Solo la saludaba y se despedía cuando el día laboral de la chica terminaba con Carl.

Con el paso de los días Rick tomó conciencia y entonces consideró disculparse; La verdad es que el haber encontrado alguien con quien hablar de sus problemas lo había asustado y por eso la distancia.

-Allysson, gracias.- dijo mirando hacia el frente sin dejar de manejar. –Creo ese día me hizo muy bien conversar contigo, solo espero que no te haya molestado.- agregó y la observó con una leve y triste sonrisa. La llevaba a la escuela de Carl.

Ally lo miró y sonrió ampliamente. Luego hizo un gesto. –Siempre es bueno tener alguien con quien hablar, alguien que realmente escuche- exclamó la chica y luego miró a través la ventana otra vez.

Esa disculpa sería el inicio de una "casi" amistad entre Rick y Allysson. Aún cuando ella era un poco más joven que él, podían conversar de lo que fuera y dado que Lori rara vez estaba en casa, los lazos entre ellos se habían estrechado mucho más, en especial por ayudar a Carl.

3 meses antes del brote del virus…

En King County Sheriff's Department

Ally entró a la comisaria, llevando algo de comer a Rick suponiendo que le vendría bien algo de comida extra, después de todo siempre trabajaba duro y por largas horas. Por otro lado, estaba muy cerca en el camino hacia la escuela de Carl.

La saludó sorprendido al verla entrar. Aunque esto de llevarle comida se había vuelto casi una costumbre, siempre seguía siendo tan caballero como siempre con la chica. -Gracias Allysson.- Rick observó a la chica y le sonrió ampliamente. – Justo no iba a tener tiempo para salir a comer algo por ahí– rió un poco.

Fue en ese instante cuando Shane entró de golpe a la oficina de Rick y le informó de la emergencia. Movió la cabeza saludando a Allysson, para luego hablar sin parar sobre la urgencia que tenían en la carretera.

Ally quedó preocupada y vio como Rick se preparaba para marcharse junto a varios policías más. –Es una emergencia, te veré mas tarde en casa ¿Sí?– agregó Rick y le dio un apretón en el hombro a Allysson, manteniendo su mirada en ella por unos segundos.

-Cuidate Rick!- dijo la chica mientras veía como se alejaba; Tenía un mal presentimiento.

No había pasado ni una hora. Allysson se había encontrado con Lori en la escuela de Carl y justo a su salida llegó una patrulla. Shane venía a informar que a Rick le habían disparado, era grave y estaba camino al hospital. Aquél fue el día en él que cayó en coma; Solo un milagro podía salvarlo.