Pareja: Makorra
Género: Romance. Vida Díaria. AU.
Saludos. uvu
Espero les guste.
Café de mis amores
Prólogo
El sol resplandecía a la cúspide de Ciudad República. Era un pueblo moderno, actualizado y totalmente cómodo. Era el lugar más codiciado para vivir. Tal vez no para vivir entre mariposas y armonía pero sí para una vida llena de aventuras y drama como cualquier mujer casi adulta querría vivir.
Tenía la piel morena, unos músculos remarcados, una melena castaña pero entre esos detalles estaban sus vibrantes ojos azules. Su nombre era Korra quién se había mudado recientemente a la ciudad para llevar a cabo sus sueños en la gran ciudad. Sin embargo la vida costaba, y no sonrisas si no dinero. Y de alguna u otra forma nuestra protagonista llegó al siguiente punto
"Cafetería: El polo rojo"
Era una cafetería tamaño estándar que parecía ser como cualquier otra. Sus clientes eran de cantidad normal. No eran ricos pero tampoco estaban en bancarrota. Era un lugar estable y solicitaban empleada. Se localizaba en una esquina y daba un buen aspecto con esa fachada clásica que hacía sentir comodidad y a la vez lujo. Era un buen lugar.
— ¡Buenos días, joven!— exclamó Korra acercándose al nuevo cliente, quién ya había tomado asiento en una de las meses cerca de la ventana. —Yo seré quien la atienda hoy, ¿Ya sabe que va a querer? —preguntó ella con gran entusiasmo.
El joven volteo a verla algo extrañado pues no estaba acostumbrado a tal recibimiento. Eso solo podía significar que era nueva. La chica era algo distinta, era muy carismática y sonriente.
Korra por su parte observó al joven de cabello negro y corto, tenía ojos finos color avellana.
—Un café con leche.—dijo con simpleza a volteó a sus manos que sostenían un libro.
–¡A la orden! – dijo sonriendo mientras tomaba el menú en sus brazos y alzaba una increíble y gran sonrisa.
El joven la miró de re ojo, no siempre contrataban personas alegres, esperaba que incluso ella no se fuera pero tampoco que fuera molesta. Necesitaba enserio a veces alguien que le levantara
una sonrisa sin saberlo. Su cosa favorita en el mundo era el café, caliente y penetrante. A diferencia de su hermano que se atascaba de refresco, razones probablemente por las que siempre terminaba llorando que necesitaba ir a al gimnasio. Su hermano era ridículo. Muy ridículo. Pero lo quería.
– ¡Su café con leche, joven! – exclamó sacando de sus pensamientos al cliente.
– Mako.
–¿Eh? – intrigó Korra mientras dejaba el café en la mesita en la que el joven estaba sentado.
–Soy Mako, llámame así. Me verás frecuentemente, así que será mejor. – dio una sonrisa cortante y volteó a su libro.
–¡De acuerdo! –volvió a exclamar Korra. ¡Qué alegría! Primer día y ya tenía nuevos amigos.
Una vez que Mako acabó su café, tomó sus cosas, pagó su cuenta y se retiró. La chica morena de ojos vibrantes lo despidió con una gran sonrisa y agitando su mano. Tal vez si sería molesta después de todo. Y muy arrepentido...rechinó sus dientes, dio media vuelta e irónicamente sintió un cosquilleo y un mal presentimiento.
