Lo único original de este relato es la trama. El resto es propiedad de CLAMP.
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¡Hola! He aquí mi nueva historia. Antes de empezar aquí va una pequeña advertencia: esta historia va a ser una de Yukito/Yue+Sakura. ¿Qué quieren? Es mi pareja favorita, no lo puedo evitar. Por lo mismo, si no les agrada esta pareja por favor busquen otra historia, les aseguro que hay muchísimas que serán más de su agrado en este sitio.
Para los que siguen leyendo, ¡bienvenidos! Y como siempre, espero que les guste la historia ;P. Bueno, ¡COMENCEMOS!
La esperanza del corazón
Por Lau
I
La tristeza de un corazón (o como la amistad cuenta)
Mi alma, la pobre mártir
de mis sueños dulces y queridos,
la viajera del cielo, que caminas
con la luz de un delirio ante los ojos,
no encontrando en tu paso más que abrojos
ni sintiendo en tu frente más que espinas,
sacude y deja el luto
con que la sombra de dolor te envuelve,
y olvidando el gemir de tus cantares
deja la tumba y a la vida vuelve.
Esperanza, de Manuel Acuña.
El sol brillaba en el hermoso cielo azul. Sakura corría hacia la escuela, pues ya se le había hecho tarde, costumbre que mantenía desde que iba en primaria y que no se le había quitado.
Sakura seguía siendo la niña alegre y llena de energía que todos conocían, el ejemplo perfecto de cómo sobreponerse a las adversidades y vivir la vida. No el tipo de adversidades como pelear con cartas mágicas, no –eso no lo sabía nadie más que los mismos de siempre- sino el tipo de adversidades como la que le había pasado hace poco, el tipo de problema del que todos se habían dado cuenta. Ante el pensamiento de "ello" se entristeció, pero pasó tan rápido que casi en seguida volvió la sonrisa a su cara.
Sobre ella los pétalos de sakura habían empezado a caer. Aunque ya se le había hecho un poco tarde para llegar a su preparatoria no pudo evitar detenerse y sonreír ante tan bella vista. Entonces empezó a girar, los ojos cerrados, mientras sentía los cálidos rayos solares en su cara.
¡HEY! Chocó con un objeto, y cayó. Ya se preparaba para saludar a la tierra cuando alguien la sujetó, y la caída nunca ocurrió. "Lo siento" dijo una muy avergonzada Sakura "espero no haberle lastimado...¿Yukito-san?" exclamó. "Hola Sakura" saludó Yukito con su característica sonrisa "Daijobu desu ka?" preguntó. "Sí, estoy bien, gracias" contestó Sakura "¿Cómo sabías que estaba aquí?"
"Bueno, sentí tu presencia, y pensé que seguramente se le había hecho tarde a Sakura-chan para la escuela, así que pensé en acompañarte. En eso te vi..." "...y llegaste justo a tiempo para salvarme" rió Sakura. Yukito se puso serio, entonces se acercó a ella y dijo con una voz más fría que de costumbre "Siempre estaré aquí para protegerte, no importa lo que pueda pasar", la observó fijamente durante un instante; luego volvió a su expresión habitual "además fue un placer, Sakura-chan" rió. Ella permaneció asombrada, y se volteó para esconder un ligero sonrojo "¡Gracias!"
Caminaron hasta la escuela de Sakura, donde ella pudo entrar de verdadero milagro. "¡Adiós Yukito-san!" gritó Sakura, luego se echó a correr. "¡Sakura!" la llamó. Cuando se volteo recibió ese pequeño dulce especial que él siempre reservaba para ella, y vio a Yukito alejarse. Yukito, pensó inconscientemente, luego corrió a su salón de clases.
Sakura. El joven con lentes caminaba lentamente hacia su universidad. Siempre llegando tarde. Recordó como la había visto esa mañana, girando bajo los rosados pétalos, la luz que caía sobre su cara...su sonrisa. Se detuvo en seco. Ese sí que fue un pensamiento extraño ¿por qué pensaría en eso? Rió, aunque un poco nervioso.
Siguió caminando y pronto llegó al mismo lugar donde se había encontrado con Sakura esa mañana. Ahí, vio algo en el piso "¿Qué-" exclamó ¡Es una Carta Sakura! Rápidamente la tomó del piso y corrió hacia el parque, porque sabía que sería más seguro analizar ahí el asunto que en la calle. Cuando llegó al Parque Pingüino se escondió entre los árboles y respiró "Si, es una Carta. Oh, Sakura-chan" rió.
No podía devolver la carta en ese momento, pues su dueña estaba en ese momento en la escuela, así que pensó que lo mejor sería que él la cuidase; por lo menos ese día. Ya se la devolvería más tarde, después de todo también es mi obligación... bueno, de mi verdadera forma, razonó.
Así que la guardo y siguió alegremente su camino.
* * *
"¿Te sientes mejor?"
"¿Eh?" Sakura salió de sus pensamientos y vio a su mejor amiga de toda la vida Tomoyo Daidouji "Si, muchas gracias" y comió un poco de su almuerzo.
Las dos se encontraban en el patio de la escuela, almorzando, y Sakura había estado viendo su antigua escuela, aquel hermoso lugar donde tenía tantos recuerdos. Pero los recuerdos que ahora le venían a la mente eran los que la hacían desdichada: los que tenía de él y de lo que había pasado...
"Tenemos que hablar" Unos ojos tristes la observaron.
Una mano tomó la suya y Sakura se encontró de pronto viendo a Tomoyo, quien le sonrió dulcemente. "¿Te gustaría ir a mi casa después de la escuela? Habrá pastel, y también té y unas galletas exquisitas"
Sakura sonrió. Sabía que no era fácil engañar a alguien tan observadora como su amiga, y en verdad que necesitaba una en ese momento "Gracias, Tomoyo. Me encantará ir."
"¿Lo dices en serio? ¡Que bien, así podré enseñarte el nuevo traje que hice para ti, para la valiente poseedora de las cartitas Sakura!" Tomoyo estaba con los ojos llenos de estrellitas, extasiada. Algunas cosas nunca cambian pensó Sakura. ^-^u
*Aquella tarde, en casa de Tomoyo.*
"Sakura, párate ahí con el traje puesto. Todavía necesita unos retoques, ¡pero va a quedar divino!" Tomoyo empezó a poner alfileres en las partes necesarias. Sakura todavía estaba un poco triste, pero hacía lo posible para que su amiga no se sintiera mal, después de todo, ¡cuantas cosas había hecho para ayudarla! Al menos le debía eso.
"¿Para qué es el traje? Ya no hemos tenido problemas desde hace mucho tiempo."
"No sabemos si alguna vez necesitarás otro, más vale estar prevenidos, ¿no crees?"
"Si tu lo dices..."
Incluso en aquel lugar los recuerdos seguían atacándola sin cesar, viniendo a su mente como en una película. Se veía a si misma de niña, probándose los trajes que le había hecho Tomoyo, mientras ella y Syaoran charlaban en su habitación.
"¿Cómo me veo?" le dijo. El chico de ojos castaños solo pudo decir "bien" mientras se sonrojó hasta la punta de los cabellos.
Este último recuerdo fue demasiado para ella, lágrimas silenciosas empezaron a correr por su rostro mientras musitaba "Syaoran, Syaoran..."
Tomoyo casi terminaba de colocar los alfileres cuando una lágrima tibia cayó sobre su mano, volteó y vio a Sakura llorando. Entonces se levantó y abrazó a su amiga, dejando que ella descargara su dolor.
"Vamos, Sakura, no te sientas mal. Tal vez tenía que pasar. Y estoy segura que él te quiere mucho, hizo lo mejor para no herirte"
"¿Pero por qué tenía que pasar? ¿Es que nadie puede quererme?"
"Pero claro que hay alguien. Es solo que no es tan sencillo como parece. No sabemos cuando aparecerá esa persona especial, pero ten por seguro que ocurrirá. Y cuando eso pase debemos saber distinguirla de todos los demás, no sea que pase de largo y desaparezca."
"Lo siento Tomoyo, pero creo que nunca habrá alguien para mí"
Y Tomoyo mantuvo abrazada a Sakura, porque comprendía que a veces en una amistad es más importante estar ahí que cualquier otra cosa que pudiera hacer, y esperaba que su corazón se curaría algún día. Cuando eso pasara ella estaría ahí y sería muy feliz por Sakura.
Sakura siguió llorando toda la tarde, pero muy dentro de ella estaba agradecida por tener una mano amiga que le ayudara y por un momento le pareció ver un pequeño rayito de esperanza. Todo saldría bien ¿no?
* * *
¿Qué tal? A lo mejor salió un poco depresivo –temo que así estará un par de capítulos más- pero después la cosa se compondrá, se los aseguro.
Ya tengo la pareja principal, pero no me he decidido por las demás así que acepto sugerencias. Mmm, podría ser Tomoyo/Touya, Touya/Kaho, Tomoyo/Syaoran...
Bueno, de momento me despido
¡Nos vemos!
