Una caminata nocturna. Un destino definido.
Mi hermana menor me hacía compañía mientras caminábamos. Algo de frío se hacía presente puesto que la noche había caído más pronto que de costumbre.
Tal vez y salir de la rutina era algo que le hacía falta a mi vida. Algo que no estaría segura de hacer en algún otro momento.
Ambas llevábamos nuestros audífonos puestos; ella crecía cada vez más rápido. O quizá y yo era quien sentía el tiempo avanzar a una velocidad inimaginable. El hecho de haber estado varios años lejos de ella sí que había hecho grandes cambios en nuestras vidas.
Una brisa fría nos golpea con cada paso dado hacia delante. Acortando cada vez más la distancia entre quién yo pensaba ver esta noche.
Percibí el silencio de las calles cuando había decidido que era demasiada música por el momento. Al menos ocho horas antes había estado escuchando música para no dormirme durante el viaje.
Le tomé de la mano cuando, finalmente después de varias calles, íbamos a cruzar hacia el parque de adelante. El recuerdo de las tantas veces que había venido a este parque me invadía de repente.
Días llenos de alegría, sonrisas, carcajadas hasta no poder respirar.
Y también días en los que todo se volvía gris, en donde más de un columpio fue espectador de mis lágrimas.
Pero así como los recuerdos habían llegado, solamente estuvieron de visita puesto que se fueron lo más pronto posible como mis ojos lograron encontrar a quien deseaba ver con todas mis fuerzas.
-Ven, aquí hay un lugar-. Mi hermana me indicó cuando nuestro camino se topó con las gradas del campo de béisbol. Algo local, para que cualquiera tuviera la oportunidad de practicar y jugar si quisiera.
Las luces lograban que el pasto se viera brillante. Fácil de mirar a las personas que entrenaban en ese momento.
-¿Sabe que vendrías?-. Finalmente se quita los auriculares, guardándolos en el bolsillo de su chaqueta. Ambas seguimos mirando a las chicas que se apoyaban unas a otras con bastante entusiasmo. Por un segundo envidio su capacidad de soportar el frío.
Niego ante su pregunta y regresa su mirada hacia delante. Ella al menos sabe mis intenciones antes de siquiera decirle algo.
-Ahí está-. Me señala con la mirada a quien era la siguiente en tomar el bate. No mentiré, sí que había extrañado mirarla con su uniforme.
"¡Vamos Elsa! ¡Vamos Elsa!" Sus compañeras de equipo animaban a quien juraría ahora era la jugadora estrella del equipo. Me siento tan orgullosa.
Los años claramente le habían vuelto toda una chica hermosa. Ni hablar del cuerpo que tiene ahora, demasiado distante entre el de hace unos años atrás.
Uno. Dos. Tres.
Tres segundos pasaron cuando el swing se escuchó. Con radiante sonrisa y vacilante caminar se dirige ante la primera base, segunda, tercera, y regresa a home cuando nadie fue capaz de alcanzar la pelota que ella había mandado lejos.
Sin dejar de mostrar aquella sonrisa capaz de derretir a cualquiera, incluyéndome, es recibida con aplausos. Hasta las pocas personas que hacían espacio entre cada grada le aplaudían. Toda una estrella al fin. Como ella había soñado alguna vez.
En una milésima de segundo, opta por mirar hacia mi dirección, encontrándome con aquellos orbes zafiros que tanto había añorado volver a mirar.
Su sonrisa no desaparece en ningún momento.
Sin embargo un par de lágrimas le acompañan.
Mi cuerpo reacciona por inercia cuando le miro dirigirse rápidamente lejos de sus compañeras y comenzar a caminar veloz hacia mi hermana y a mí.
En algún momento que no estuve en mis cinco sentidos, Rapunzel se había ido a por ahí. Chica lista.
No tenía la oportunidad de intentar buscarla puesto que el cuerpo de la chica de hermosos ojos azules se encontraba ahora delante de mí. ¿Qué hacer?
-Anna-. Un nombre.
-Elsa-. Un sentimiento.
Algo que no se olvidó durante años.
Me tomó en un abrazo. Su calidez me era embriagadora así como su aroma característico. Por primera vez en años deseaba que el tiempo fuera capaz de detenerse, para siempre si no era mucho pedir porque realmente no quería soltarla. No de nuevo.
Pero tenía que hacerlo si deseaba admirar todo el tiempo que me fuera posible aquellos orbes, el universo en una persona. Intentaba grabar en mi mente el sentimiento de cuando era digna de ser mirada por ella.
-Volviste-. Tan obvia como lo había sido siempre. Una pequeña risa por mi parte, ella me corresponde de la misma manera, pero mi corazón me engaña y lágrimas caen ahora.
-Te extrañé demasiado-. Articulo antes de caer en sus brazos de nuevo. Con firme agarre me responde un silencioso yo también te extrañé.
-Ven-. Me hace mirarla, inmediatamente me siento bien de nuevo. Porque con ella sentía que mi mundo por fin estaba completo.
Con nuestras manos entrelazadas salimos de ahí, ahora entonces miramos a Rapunzel que platicaba con un chico de ahí. De no ser porque la chica a mi lado me había dicho que era hermano de una de sus compañeras hubiera ido a sacarla instantáneamente.
-¿Cómo ha sido todo? ¿Cómo es Miami?-. Ella preguntaba mientras caminábamos un poco más lejos del campo. Adentrándonos al área de juegos del parque. Tomó asiento en uno de los columpios.
-Es agradable, aunque caluroso-. Le acompañé en el columpio de junto. -Extrañé mucho estar aquí-. Un suspiro le hizo compañía a mi comentario. Claramente el clima de Miami a comparación de Arendelle era demasiado diferente.
-Anna-. Su voz encantadora me llama y mi atención es robada por ella. Juraba por todo ser vivo que aquella luz del campo que llegaba hasta nosotras le hacía justicia a su figura.
-Elsie-. Ella era quien ahora parecía que lloraría. Le tomé de la mano en un firme agarre. Quería que supiera que todo era real. Que enserio estaba ahí. Con ella.
-Te amo, Anna-. Dejó un beso en el dorso de mi mano. -Te he amado todo el tiempo en el que no has estado aquí. Te amo ahora y te amaré siempre-. Le tomé el rostro con tanta delicadeza que sentía que hasta con el mínimo toque ella podría ser dañada.
Pero yo no le haría algo así. Jamás.
Fue entonces que nuestros labios se encontraron, rompiendo de una vez por todas aquellos cinco años de estar lejos, de haber estado hambrientos de un encuentro desesperado. Del dulce toque y suave sabor que solamente ella tenía.
Y aún después de esos cinco años, mi corazón latía con tal fuerza como en nuestro primer beso. Justamente en el mismo lugar, pero en una circunstancia diferente.
Me tomó de la mano cuando nos separamos, guiándola así hasta su pecho. -Por ti-. Su corazón estaba igual de acelerado. Juntó nuestras frentes, ambas manteniendo los ojos cerrados, solamente percibiendo lo nuestro. -Así es como me tienes, Anna-.
-Y tú me tienes a mí-.
...
Fuimos en busca de sus cosas y partimos de ahí. Rapunzel se despidió del chico con quien había compartido el resto de la noche mientras yo estaba con Elsa. Aún no me sentía lista para confiar ni un poco en aquel chico.
-¿Quieren un helado?-. La más alta preguntó a ambas. Mi hermana aceptó de inmediato, por mi parte un leve asentimiento. Ella demostró una sonrisa.
-Me agrada-. Inesperado comentario sale de la boca de Rapunzel. -Aún lo hace-.
La platinada está de vuelta con dos conos de helado y una paleta entre sus labios. -Aquí, y aquí-. Dice mientras nos entrega los conos.
...
-¿Cómo se irán?-. El helado había desaparecido para entonces. Habíamos vuelto al campo para mirar que solamente un par de chicas quedaban, alistándose para partir pronto.
-Como llegamos. Caminando-. Un escalofrío recorre mi ser al sentir de nuevo la brisa del frío viento. Elsa lo nota y sé qué tipo de movimiento hará.
-No te atrevas a quitarte la chaqueta-. Le regaño pues sé que lo hará, más no quiero que ella tenga un resfriado después. Negó sonriente. Me sorprendió el no haber acertado a mi intuición, ella me había abrazado.
El simple hecho de que me tomara en un abrazo a causa del intenso frío había sido lo mejor que me había pasado de nuevo en la vida, porque fue cuando supe que no existía mejor lugar en el mundo que estar en sus brazos, y sería ahí de donde no me marcharía, nunca más.
Y estaba segura de que esta noche sería el principio de nuestra historia… o al menos la continuación.
¡Hola de nuevo! Okay, sé que últimamente he estado publicando diferentes historias pero es que son cosas que me surgen de la nada y me agrada compartirlas con ustedes 2+1 Y sé que debería actualizar, la que considero mi principal, "Quédate Conmigo" pero quiero decir que estoy en eso, solamente que he tenido ciertas cosas personales con las cuales lidiar y a veces se me va el hilo de la historia, como supongo que les ocurre cuando actualizo xd
En otras noticias, espero que este pequeño fragmento les agrade, en mi opinión me gustó porque hay cierta "verdad" detrás de ello uwu, so... Díganme qué les parece en un review porque eso me motiva a seguir creando historias bonitas jeje y porque se siente chido ajua (Y si quieren también una pequeña precuela de esto, me avisan en reviews ahr)
¡Nos veremos luego! Los amo chicxs
