Higurashi no Naku Koro ni Matsuri: P&F

Introducción

Este documento son los arcos adicionales de los juegos Higurashi no Naku Koro Ni Matsuri y Higurashi no Naku Koro Ni Kizuna, adaptados los que se puedan a esta historia.

Agradezco con antelación a Ez116 por prestarme a sus OCs y algunas partes de su historia "Cómo llegaste a Nosotros" para poder situar bien algunos de los arcos.

Higurashi le pertenece a Alchemist, Ryukishi07 y 07th Expansion. Phineas y Ferb a Disney, Dan Povenmire y Jeff "Swampy" Marsh. Ben le pertenece a Ez116 y la Dra. Victoria a mí.

Arco de las Sillas Musicales

(Music Chairs Chapter)

(Nota del Autor: Escuchen 'Nageki no Mori', el Opening de Higurashi no Naku Koro Ni Matsuri. La letra trata de ser la fiel traducción, pero la he "estilizado" en lo que he podido. La traducción al inglés pertenece al usuario SilverKuroKi de YouTube. La traducción al español la hice yo.)

"En lo profundo del bosque de los lamentos… las cigarras llorarán…"

"Era un día como cualquier otro… pero respiré en la fría briza…"

"En ese momento el tiempo se paró..."

"Sin Regreso… no se puede regresar…"

"Un niño perdido… busca un lugar de cobijo…"

"Para esos que quieren cambiar… y a los que cambiando están…"

"Vengan y dense una vuelta por aquí…"

"Escucho a alguien llorar, pero no sé de dónde es…"

"Quieto y silencioso iré a echar un vistazo…"

"Buenas noches queridos niños, sean buenos chicos y vayan a dormir… porque si no, esas manos los arrastrarán… / se los robarán…"

"Bajo de la luna… ¿Acaso esa sombra un árbol la invocó?"

"Cuando escuches un arrullo venir de ahí… el festival habrá empezado y las llamas desaparecerán una vez más…"

"Ahí dentro del bosque de las lamentaciones… las cigarras llorarán una vez más…"

I

Un reloj sonaba a las 7 AM, indicando que era temprano y que la luz del sol había salido por fin.

- ¡Te gané de nuevo, tortuga!

Phineas Flynn se levantaba al igual que su hermano Ferb a un nuevo día de aventuras. Se levantó con Ferb… se vistió rápidamente… y luego bajó hacia el Patio.

Era un día tranquilo… pero a diferencia de otras ocasiones… Phineas decidió no hacer nada.

- Ferb… ya sé lo que haremos hoy… ¡No hacer nada!

Los dos hermanos se echaron en el pasto, para ratificar que ese día no harían absolutamente nada. Se tumbaron al suelo y dejaron que el viento soplase por sus cabellos, su ropa, su piel. Era una sensación perfecta. El mirar las nubes y tratar de buscar formas en ellas… cuando en realidad nuestra mente es quien le da dichas formas. Y en eso podían pasarse horas.

- ¡Hola Phineas! ¿Qué estás haciendo?

Esa voz interrumpió su paso por el paraíso de la procrastinación. Era Isabella... que venía fiel a su costumbre de preguntarle a Phineas lo que hacía.

- Hola Isabella – dijo Phineas levantándose – Hoy decidimos no hacer nada… es un día precioso, por lo que pienso que hay que aprovecharlo disfrutando esos pequeños detalles.

- Yo también creo eso… por lo que te quería pedir ayuda…

- ¿En qué podemos ayudarte, Isabella? Como dije, hoy no tenemos pensado…

- No es eso Phineas… las chicas y yo queremos ir de excursión al "Lago Barbafea" a oír la verdadera leyenda de ese lago.

- ¿Iremos con un guía? – preguntó Phineas.

- Nada de eso – dijo Gretchen – Es toda una misión de infiltración… ¡Es la clase de aventuras que les gustan, muchachos!

Phineas pensó un poco. ¿El pasar el día sentado en su patio o la posibilidad de revivir la verdadera leyenda de ese lago? ¿Cómo sería esa leyenda? ¿Una leyenda de corsarios, piratas, intriga y tesoros? Al pelirrojo le nació el espíritu de aventura y entonces…

- Ferb, creo que ya sé lo que verdaderamente haremos hoy…

Ferb respondió al reto de Phineas sacando de la nada un gorro de marinero, como indicando que esos dos hermanos querían y estaban dispuestos a lanzarse a la mar.

- ¡Esperen, esperen! – dijo Candace saliendo rápidamente de la casa.

- Hola Candace… Ferb y yo ayudaremos a Isabella y la Tropa a una excursión al Lago Barbafea.

- No… ¡De ninguna manera! ¡Le diré a mamá!

- Candace… ¿En realidad quieres hacer eso? – preguntó Addyson.

- ¡Claro, esos chicos serán atrapados! ¡Ya lo verán!

- Y si te digo que Jeremy y su banda están preparándose para el Festival de Medio Verano. A Jeremy le daría pena no poder ver a tus hermanos… hasta podría cancelar su presentación – dijo Addyson - ¿Y tú no quieres eso, cierto?

Candace era demasiado impulsiva como para darse cuenta de que la estaban manipulando. Cometió el error de seguirle la corriente.

- ¡¿Jeremy está en donde será el festival?

- Y si nos vamos… tal vez puedan hablar sin interrupciones. ¿No te parece?

Candace cayó redondita en el tema. Quería estar con Jeremy… hablar con él, así que cedió.

- ¡Vayan a su lago, vayan a su lago, pero a mí déjenme con mi Jeremy! ¡Iré a arreglarme!

Candace se regresó corriendo a su habitación, para buscar el atuendo perfecto para verse con su amado Jeremy. Eso le dio tiempo a Isabella.

- ¡Bien hecho Addyson!

- De nada Isabella – respondió ella – Ahora vamos rápido al Lago.

- Pero chicas… - dijo Phineas – Ferb y yo deberemos construir algo que…

- No Phineas… sin inventos. Esto será una verdadera misión de infiltración… tenemos a un "cómplice" que nos contará la verdad.

- ¿Quién es ese cómplice? – preguntó Phineas.

- Bueno… son dos en realidad… - dijo Isabella.

- Oigan… ¿Y Perry? – dijo Gretchen interrumpiéndolos.

- Ahora que lo dices no lo he visto… - dijo Phineas.

- ¡Aquí está! – dijo Ferb cogiéndolo.

- ¡Muy bien, todos, Perry incluido nos vamos al lago Barbafea!

Y haciendo una pequeña barra los chicos y las exploradoras acordaron ir a descubrir la verdadera leyenda del Lago Barbafea.

II

(Parada del Autobus)

Los chicos, Perry y las exploradoras estaban esperando desde hace 10 minutos. No era mucho tiempo en realidad, pero Isabella era algo impaciente con el tema de la puntualidad.

- ¿Dónde está esta mujer…?

En eso sonó el ruido del claxon de una camioneta.

- Vaya… vaya… lamento mi demora…

Era una camioneta conducida por un hombre y una mujer de pelo largo y rubio. Vestía una falda color gris o casi negro y una blusa de color rosado y una chaqueta verde grande. El hombre por su parte, usaba una playera y un Jean, parecía alguien corriente.

- Este no es el trato que llegamos – dijo Isabella – Éramos nosotros solos…

- Pero que decidida eres… jejejeje… - dijo la mujer.

- Isabellla… ¿Quién es esta gente? – preguntó Phineas.

- Soy Victoria Watterson – se presentó ella – Soy una exploradora que conoce el lago Barbafea. Estoy seguro que quieren oír la verdadera historia.

- Y yo soy… Fred – dijo el hombre – Freddy, pero pueden llamarme Fred. Soy un colaborador de Victoria… hemos venido al Festival de Medio Verano que ocurre aquí…

- Fred es un explorador igual que yo – dijo Victoria – Así que les será de mucha ayuda si vamos al Lago Barbafea…

- Bueno… vamos entonces – dijo Isabella.

Los chicos, Perry y las exploradoras subieron a la camioneta y esta se puso en marcha hacia el Lago Barbafea. En eso Victoria miró a Phineas… que estaba algo… "intranquilo" a juzgar por su apariencia y decidió intervenir.

- ¿Saben cuál es la leyenda del Lago Barbafea?

- La de un Pirata que escondió su tesoro…

- No esa no. La verdadera leyenda del Lago Barbafea – dijo Victoria – Es una historia… que sólo los valientes pueden oír… es algo… que implica la existencia de seres de "otro mundo".

- ¿Y la leyenda del pirata que…?

- Esa leyenda es falsa… - dijo Victoria – Es una leyenda contada para niños…

Phineas y los demás tragaron en seco al oír a Victoria.

- Permítanme contarles la verdadera leyenda… si tienen el valor para oírla.

- Vamos… dila que no somos cobardes – dijo Isabella al sentirse "retada" de cierto modo.

Fred aminoró la velocidad de modo que Victoria pudiera narrar algo más cómoda.

- Hace muchos años… en la época de la América Profunda… existió en el Área Limítrofe una tribu indígena muy belicosa. Luchaban por los escasos recursos naturales que había en la zona, especialmente el control de Lago con otras tribus. Pero… estos guerreros eran famosos por su barbarie y a los capturados los lanzaban al lago atados de pies y manos. Ese lugar fue muy temido… y se le apodó el "Lago de los Demonios Flotadores", porque parecía que salían de la nada, como si emergieran del lago.

Victoria vio que los chicos se incomodaban algo con su narración. Ellos no conocían la leyenda… así que tenía que ser más detallada para que la sientan más profundamente. Era lo que tenían las leyendas orales. Que más que su contenido, depende el modo en el que las narren. Y Victoria sabía que contando algo, lo que sea, con un tono de voz… de misterio, se podía despertar la curiosidad de muchos.

- Hasta que de repente, un hombre llegó a las costas del país. Una especie de unificador, un extranjero que prometió a los otros paz y liberarse de los habitantes del Lago de los Demonios Flotadores. Se hacía llamar Oyashiro. Este hombre organizó y con la ayuda de unos métodos ingeniosos… exterminó a la tribu de los Demonios Flotadores. Los demás organizaron un festival en su honor… el Festival de Medio Verano. Sus métodos fueron crueles, casi similares a los de los antiguos nativos, por lo que en ese Festival los rebeldes eran sacrificados en solemnes ceremonias y sometidos a torturas para lanzarlos al lago. Sus métodos asustaban a muchos… y él al exterminar a los restantes, se proclamó el gobernador de ese lugar y se llamó Oyashiro-sama. Posteriormente cuando murió las leyendas dicen que su alma ascendió a los cielos y mira con ojos de águila a los demonios atrapados en el lago. ¿Una leyenda terrible, no?

- ¿Cómo… es que… nosotros no hayamos oído nunca de esa leyenda?

- Porque esa leyenda… - dijo Victoria – Ha sido ocultada a las nuevas generaciones… porque cuando llegaron los Colonos de las 13 Colonias, la consideraron demoníaca y destruyeron todo lo que se podía saber de ella…

- ¿Y ustedes como saben…?

- En 1997 se descubrió una cueva donde unos colonos rebeldes habían organizado una especie de "secta" hacia Oyashiro-sama, preservando la leyenda y sus hechos hasta nosotros. Rebeldes que dicen que tenían un culto secreto hacia ese dios…

En ese momento un sonido de frenado hizo saber que habían llegado todos a su destino. El lago.