Randy y Howard caminaban por los pasillos de Norissville High mientras charlaban sobre el grandioso fin de semana que pasarían en casa de Howard jugando las versiones más recientes de sus videojuegos favoritos cuando un rugido estremecedor lleno la escuela –oh, no…- musito Randy mirando hacia el estacionamiento de su escuela donde una columna de humo podía apreciarse sobre el edificio -Howard…

-es hora del ninja, lo sé- dijo Howard tratando de parecer indiferente ante la situación, pero mostrándose obviamente enfadado

-no tardaré- prometió Randy y salió corriendo hacia el lugar.

-¡Alguien, ayúdeme!- grito Theresa totalmente horrorizada cuando el robo-cangrecorpión se alzo ante ella listo para devorarla -¡NOOOOOOOOOOOO!- grito la jovencita. De pronto el sonido de un *clang* la hiso abrir los ojos y toparse de frente con el ninja, que sostenía su espada detrás de su cabeza para detener a la bestia con la hoja metálica

-hola- saludó él como si nada

-ninja- suspiro ella aliviada. El robot clavo sus garras en la tierra y se elevó llevándose al ninja con él

-adiós- dijo el ninja al ser elevado. Una vez en el aire giro sobre sí mismo y saco su guadaña. La extendió y la clavo en el abdomen de la bestia -¡ataque rebanador de la Guadaña Ninja!- grito el joven y rebano el estomago del robot desperdigando sus tuercas. En una esquina del edificio Howard estaba observando la pelea con los brazos cruzados y el ceño fruncido

-¡vaya!- exclamó su hermana, quien pasó a su lado sosteniendo en alto su cámara -¡el ninja sí que se ve bien hoy!- la jovencita estaba concentrada en tomar tantas tomas del ninja como le fuera posible, el leve sonrojo en sus mejillas indicaba cuanta emoción sentía al realizar su tarea "periodística"

-pff, si tu lo dices- exclamo Howard. Heidi miro a su hermano bastante extrañada. Por lo que ella sabía Howard era un admirador del ninja, pero ahora parecía molesto y decepcionado cada vez que lo veía

-¿Howard?- su hermano la miro de reojo -¿te ocurre algo?

-no, ¿qué podría ocurrirme?

-bueno…- Heidi miro de reojo al ninja dando marometas para esquivar las tenazas del robot mientras este trataba en vano de golpearlo –parece que desde hace tiempo ya no admiras al ninja

-¿y eso es malo?- gruño Howard

-no, bueno…

-¡cuidado!- grito el ninja aproximándose a Heidi repentinamente para luego tomarla en sus brazos y saltar lejos de una de las tenazas del robot –wow, eso estuvo cerca. ¿Estás bien?- le pregunto a la pelirroja mientras la dejaba en el tejado del edificio

-sí, seguro…- musito la chica, un leve rubor cubría sus mejillas, lo que saco a Randy de balance por un segundo

-oh, ok…bueno, tengo trabajo así que…

-¡espera!- espeto la chica y esculcó en su bolsillo para darle un volante –habrá una venta de pastelillos para caridad en unos días y… bueno, ayudaría a la causa si un héroe firmará autógrafos en el lugar

-¿huh? ¿Estás pidiéndome que ayude solo firmando todo lo que me pidan?

-sí, bueno. Eso y que pruebes los pastelillos y ayudes a los jueces a elegir un ganador durante un concurso que determinará quién es el mejor repostero de Norrisville-. Heidi retrocedió espantada cuando vio que el monstruoso robot escaló el edificio y apareció justo detrás del ninja listo a atacarlo, pero el ninja no se movió. Se quedó quieto observando el volante mientras el cangrecorpión se alzaba detrás de él. Howard lo vio desde abajo y tomó aire para gritar, pero el ninja elevó su espada detrás de su cabeza, la clavo en la quijada de la bestia y la movió a un lado rebanando su cráneo metálico como si de mantequilla se tratara. El enorme cuerpo del robot se desplomo detrás de él y él le dio un empujón con su espada para tirarlo del techo directo al basurero detrás de la escuela

-bien, se oye genial. Cuenta conmigo para los pastelitos- espeto el ninja levantando la mirada, la chica miraba hacia él completamente impactada -¿qué?

-tú…el robot…- balbuceo ella, él miro brevemente sobre su hombro, hacia un boquiabierto Howard y se rió por lo bajo

-lo hago todo el tiempo, ¿realmente creíste que hoy sería diferente?

-pero… ¿Por qué te tomo tanto tiempo?

-estaba divirtiéndome- puntualizó él guardando el volante, la cara de la joven enrojeció de ira y le dio una bofetada al ninja

-¡¿estabas divirtiéndote?! ¡¿Te das cuenta de que esa cosa pudo matar a alguien mientras tú te divertías?! ¡Con razón mi hermano ya no te admira!

-¡oye, tranquila!- se defendió él -¡yo moriría antes de permitir que alguien salga lastimado por mi culpa!

-¡¿y crees que eso es mejor?! ¡¿No te has puesto a pensar que haríamos sin ti?! ¡¿Lo triste, deprimente y gris que sería esta escuela sin ti?! ¡¿O lo vacío de mi vida sin ti?! ¡¿No piensas en tus fans?! ¡Nos perderías, te perderíamos solo por…!- en un movimiento inesperado el ninja se acercó a ella y la apretó en un abrazo. Por un momento ninguno hablo

-tienes razón- balbuceo él –no pensé en las consecuencias, no pensé en mi muerte. Es solo que…bueno, soy el ninja. Estoy preparado para morir todo el tiempo, pero supongo que a veces olvido que las demás personas no están tan preparadas como yo. No lo volveré a hacer, lo prometo

-gracias- musito ella devolviendo el abrazo –entonces… ¿vendrás a la venta?

-no me lo perdería- respondió él. Entonces se oyeron vitoreos y hurras detrás de ellos, ambos voltearon para ver a todos los estudiantes y maestros reunidos ahí observándolos –ehm… ¿nos escucharon?- pregunto el ninja

-¡muy bien, Heidi!- grito una joven. Heidi se sonrojó, pero luego el ninja la tomo de la cintura y bajo del techo con ella abrazada

-servida, señorita- dijo el joven y luego se dirigió a la multitud -¡los veré en la venta, gente!- dicho eso se preparo a lanzar una bomba de humo cuando…

-¡detente ahí!- grito una voz y todo el mundo se paralizó. La multitud se abrió para dejar pasar a un jovencito obeso que avanzaba hacia el ninja sin prisa, pero muy enojado por lo que se veía '¿Howard?' pensó Randy -¿qué creías que hacías?- pregunto Winnerman

-yo…¿acababa con un robot?- balbuceó el ninja

-¿en serio? Porque a mí me pareció como que estabas perdiendo el tiempo a propósito

-¿cómo?- balbuceo impactado el ninja

-he dicho: creo que pierdes el tiempo a propósito, podías acabar con el robot todo el tiempo, ¿cierto? Entonces, ¿Por qué no hacerlo? ¿Por qué tratar de alargar la pelea? ¿De qué te escondes? ¿Eh, ninja? ¿De tus amigos, tal vez? ¿De tu familia? ¿De qué?

-yo…- el ninja apartó la vista mientras Howard seguía fulminándolo con la mirada

-todos creen que eres un héroe- hablo el pelirrojo –pero no eres más que un chico suertudo que obtuvo el poder del ninja, sin tu traje no eres nadie más que un cobarde que no podría derrotar a un robot ni aunque su vida dependiera de ello. ¿Por qué no renuncias de una vez y le dejas el puesto a alguien que lo merezca? ¿Eh…?- en ese momento Howard lo jalo de la bufanda y termino casi escupiendo la última palabra en la cara -¿Cunningham?

-¡oye! ¿Qué rayos te pasa?- pregunto Bash apartando a Howard de Randy

-no, déjalo- dijo Randy –tal vez tenga razón- y con eso lanzó su bomba de humo y desapareció.