Disclaimer:
vale ni falta decir que los personajes no me pertenecen.
El fic
se localiza después del último capítulo de la
4ta temporada, por lo que spoilers no hay, así que ale no hay
más que añadir les dejo con esto.
"¿Qué
fue lo que falló?"
Miro a la pantalla en
blanco de mi ordenador. ¿Cómo puedo escribir si mi
ánimo es tan bajo?. Son ya la una de la noche, y el documento
de word sigue tan blanco como al principio. Tengo millones de cartas
a las que contestar, pero de un tiempo a esta noche mi ánimo
ha ido cayendo en un profundo y oscuro cañón haciendo
que lo que antes era iluminación ahora sea oscuridad, lo que
era el sonido de las teclas producidas por mis dedos que fluían
entre palabras brillantes, ideas que ayudaban a los demás,
ahora es solo un eco del pasado que nunca volverá a recobrar
su fuerza.
De aquí a una parte todo ha cambiado, el
mundo es un caos, aunque parezca increíble las cosas han
empeorado desde la última vez que nos reunimos, tres hermanas
luchando contra el mal, las Embrujadas. Palabras que a un tiempo te
llenaban de orgullo sabiendo que eramos buenas, esas palabras
causaban temor a los demonios, ahora solo carcajadas. Es curioso como
las palabras cobran fuerza, somos nosotros los que le damos valor con
nuestros hechos. Ahora mis palabras están vacías, no
hay hechos, solo una profunda tristeza por el pasado. Nunca creí
que los echaría tanto de menos, me había acostumbrado a
su compañía y ahora con una simple palabra me quedé
vacía.
Nos equivocamos en la decisión cuando
aquella mañana se nos apareció una oportunidad que nos
pareció grandiosa. Podríamos elegir entre seguir siendo
lo que éramos o volver a ser normales. Nuestro error fue
desear lo que añorábamos y a pesar de los recelos de mi
nueva y descubrida hermana, elegimos la normalidad. Qué
tontería, yo que podía ver el futuro y no fui capaz de
ver el mío. Al principio evitábamos pensar en nuestra
nueva posición seguimos con nuestras cosas hasta olvidarnos de
demonios y mundos mágicos. Nos parecía que todo era
perfecto. Un engaño eso es lo que era, porque las cosas
empezaron a complicarse. Veíamos como esa normalidad se
convertía en impotencia, saber la maldad que había ahí
fuera y ser incapaz de ayudar. Habíamos perdido una parte de
nosotras, habíamos nacido con poderes y ahora se habían
ido es como si nos hubieran quitado un brazo, ya no éramos
nosotras, esa fue la chispa que hizo que nos alejáramos. Ya no
hay casa Halliwell, aquella mansión que desde varias
generaciones perteneció a mi familia, ahora solo era un
armatoste viejo y abandonado, ninguna quisimos quedarnos mucho tiempo
allí porque nos traía recuerdos, muchos buenos, pero
los malos eclipsaban a los buenos, y eso es lo que nos decidió
a cerrar ese capítulo.
Es curioso como cambian los
ánimos en unas horas. Esta mañana me levanté
llena de energía, creía que iba a ser uno de esos días
en los que nada ni nadie puede demoler tu alegría, el día
perfecto, ese día en el que crees que si te lo propusieras
podrías acabar con todo el mal. Pero una vez más, ese
maldito destino, se las arregló para desviarme de mi camino y
encerrar mi buen ánimo en una caja de la que no encuentro la
llave. Muchas veces me pregunto si tendré yo algo que ver con
eso, porque no consigo encontrar mi llave y liberar mis pensamientos.
Ojalá tuviera mis poderes y hubiera algún conjuro que
me ayudara en eso, pero no lo hay, y si lo hubiera no podría
utilizarlo porque sería en beneficio personal. Aunque eso es
relativo, porque mientras mi estado de ánimo siga así
mis poderes no me responderían, ellos también andarían
presos en esa caja impenetrable, y mientras más tiempo pasaran
en la oscuridad, más sentiría que se alejan de mi, que
dejan de ser mis poderes para pertenecer a la nada, un vacío
tan aterrador como atrayente. Muchas veces pensé que esa era
la solución pertenecer a la nada, no sentir, lo que implicaría
no sufrir, aunque eso también significara perderme las
alegrías, sin embargo últimamente son muy pocas y casi
diría yo que están perdiendo su valor pues la oscuridad
gana pasos, y yo no paro de preguntarme si lograré encender
una luz lo suficientemente grande como para recobrar terreno.
Tal
vez esa sea la solución, tener los poderes de vuelta, pero eso
es imposible, hemos perdido todo contacto con el mundo mágico.
Y no creo que el Ángel del Destino vuelva a nuestras vidas a
hacernos otra proposición que una vez más contaría
con la decisión de las tres. Mientras más vueltas le
doy más me hundo. Es una tontería pensar en lo que
podría ser y no fue. Se acabó, ya es hora de rendirse,
no pienses más en eso, ya no volverás a subir corriendo
en busca del Libro de las Sombras para tus conjuros, ni volverás
a patear el trasero de demonios, ni volarás tu sola, ni
tendrás premoniciones, ya conseguiste lo que querías,
eres una persona como cualquier otra, bienvenida al montón.
Me quedé mirando de nuevo a la pantalla con los ojos
fijos en ella, vacía, rendida a mis decisiones, vencida por el
destino. No hay nada que hacer Phoebe Halliwell ya no más una
embrujada.
FIN
Nota de la autora:Vale ya sé que para volver me quedó un fic un tanto triste, pero weno por algo se empieza no?, además de que necesitaba desaogarme y esta es mi forma de hacerlo. No espero que les aya gustado, la verdad, las cosas tristes no son lo mío, solo espero que me dejen sus comentarios opinando sobre esto UU.
Cuídense!!
pheebs
