JASPER

Habían pasado ya dos meses desde que Elías se había quedado a vivir con nosotros. Era como un hermano más. A él le gustaba tocar la guitarra, le gustaba cantar. Había escrito varias canciones. Le escribió una canción a Carlisle y Esme, una a Alice y a mí, otra a Edward y Bella y la mas graciosa de todas fue la de Emmett y Rosalie. Era graciosa porque solo trataba sobre sexo, como eran ellos.

Mirábamos la grabación la habíamos titulado como "El lado oscuro de Carlisle Cullen". La mirábamos cada vez que queríamos humillar a Carlisle, pero el ya se había acostumbrado, así que ya no era gracioso.

-Saben una cosa, se me acaba de ocurrir una gran idea.- dijo Emmett con su típica sonrisa traviesa en el rostro.

-¿Ahora qué?- pregunto Edward.

-¡Hagámosle una broma a Aro!- grito emocionado.

-¿Qué se te ocurre?- pregunto Elías entusiasmado por la idea.

-Bueno, fue su culpa que Carlisle estuviera tan loco. ¿Cierto?

-No, fue mi culpa por ser tan idiota de convertirlo con mi don.

-Claro, como sea- dijo Emm ignorando a Elías.- haz lo mismo que hiciste con Carlisle… pero con Aro.

-¿¡Estás loco o que te pasa! ¡Si lo hago los Vulturi me van a matar!- grito Elías. Agradecí enormemente que Carlisle y Esme estuvieran de caza, o si no nos matarían la ilusión de solo pensar hacerle una broma a un Vulturi.

-No dejaremos que lo hagan. Nos hemos librado de ellos antes. No veo por qué no hacerlo ahora.- dijo Emmett dándole un codazo.

Elías lo pensó por un momento y luego asintió.

Habíamos planeado todo en ese mismo instante. Cuando Carlisle y Esme regresaron les planteamos la idea de unas vacaciones en Italia. A ellos les agrado la idea, claro que no pensaban en lo que en realidad haríamos en Italia.

En menos de una semana ya estaba todo listo para el viaje. Alice y Rosalie estuvieron entreteniendo a Esme con los arreglos y la ropa y todo eso. Mientras Edward y yo entreteníamos a Carlisle con el hotel, los humanos, las visitas que haríamos, etc. Al mismo tiempo Elías y Emmett planeaban como le harían la broma a Aro. Bella, Nessie y los pulgosos planeaban como salvarle el pellejo a Elías después de hacerle la broma. ¡Ah! Los chuchos también venían. Venian por dos razones, una porque Nessie hizo un berrinche hasta que accedimos a llevar a Jacob, y dos porque nos serviría mejor que estuvieran cerca por si los necesitamos. A Esme le encanto que invitáramos a los chuchos sin que ella nos tuviera que obligar.

En fin, ya lo teníamos todo planeado y ahora estábamos subiendo al avión. Era un largo viaje, pero cuando por fin aterrizamos lo primero que hicimos fue ir al hotel a registrarnos y acomodar todas las cosas. Luego Carlisle y Esme se fueron a dar una vuelta y nosotros aprovechamos para ir a Volterra corriendo.

En menos de 15 minutos ya estábamos entrando al castillo. Elías estaba temblando, pero logro disimular sus nervios al entrar al enorme pasillo, cuando nos encontramos con Alec y Félix.

-¡Cullen! ¡Pero qué honor que ustedes se dignen a venir a visitarnos!- grito Félix.

-Si no les molesta, necesitamos hablar con los maestros lo antes posible- dijo Edward lo más formal que pudo.

Alec y Félix asintieron y nos llevaron al salón de tronos.

-Maestros, los Cullen vienen a hablar con ustedes.- dijo Alec al entrar.

Entramos detrás de ellos y Aro se levanto sorprendido.

-Mis queridos amigos, que alegre que nos honren con su presencia.- dijo caminando hacia nosotros.

-Aro tenemos que hablar, a solas- dijo Edward en el mismo tono de antes. Aro le tendió la mano y el negó con la cabeza.- No hasta que estemos solos contigo.

El asintió y todos salieron de mala gana del salón. Elías se acerco a Aro muy nervioso y le tendió la mano. Un segundo, un segundo basto para que Aro estuviera en la misma situación que Carlisle anteriormente. Se encontraba ahora en el suelo, gritando del dolor. Salimos corriendo y nos perdimos entre los árboles.