Slam Dunk y sus personajes son propiedad de Takehiko Inoue.
Capítulo 1
Cuatro victorias en cuatro partidos, recuerdo mientras cruzo las puertas del instituto. En algunos incluso hemos conseguido una diferencia de más de treinta puntos. Al pensar en todo lo logrado hasta ahora, no soy capaz de reprimir las ganas de sonreír.
-Mitsui! Eeh Mitsui! – apoyando mi cartera por encima del hombro, me giro al escuchar que alguien tras de mí me llama. Es Kogure, con el rostro perlado de sudor.
- Joder macho- se queja Kogure poniéndose las manos en las rodillas para intentar recuperar el aliento- llevo corriendo diez calles gritando tu nombre.
- Gomen gomen! - me disculpo mientras le doy unas palmaditas amigables en la espalda. La verdad es que he estado durante un buen rato completamente absorto en mis pensamientos. - estaba pensando en lo mucho que ha progresado el Shohoku.
Mi compañero se vuelve a incorporar mientras se arregla las gafas con una mano; ahora una sonrisa se dibuja también en su cara.
- Aun no entiendo cómo has podido jugar a semejante nivel después de estar tanto tiempo lejos de la cancha- noto que me mira con complicidad y no puedo evitar sentir un pequeño pinchazo en el pecho. A pesar de que coincidimos a diario en varias clases, y de todo el tiempo que pasamos juntos durante los entrenamientos, no he podido pedirle perdón por mi pasado comportamiento. Estoy seguro de que, si no hubiera sido por sus palabras, seguiría alejado del baloncesto.
- ¿No es esa tu compañera de piso? - tardo unos segundos en procesar el cambio de conversación. Ni siquiera me he despedido de él cuando me pongo a caminar en la dirección en la que Kogure mira con tanta curiosidad. A pesar de que lleva el pelo cuidadosamente recogido en una coleta, sus ondas son inconfundibles. A mi paso, me doy cuenta de que no solo mi compañero se ha dado cuenta del alboroto del que ella parece ser responsable. Al acercarme un poco más, advierto quien es el grupo que la acompaña: Yohei Mito y los otros amigos de Sakuragi. Tengo la sensación de habérmelos encontrado hasta en la sopa durante las últimas semanas. Encarando a uno de los matones de 2º curso, la joven da un paso al frente y adopta una posición defensiva como si estuviera a punto de ponerse a pelear.
- ¡Lexi! - la llamo alzando la voz. Parece que nadie me ha escuchado porque justo cuando detengo el golpe de uno de los matones, Lexi y Yohei se sorprenden.
- ¿Se puede saber qué coño ocurre aquí? - no sé si será por las antiguas costumbres, pero mi voz se endurece instantáneamente. Intimidado, el atacante retira su mano bruscamente. En parte celebro que me reconozca, quiero acabar con esto cuanto antes.
-Esta mocosa se ha metido con nosotros- intenta justificarse.
-Asúmelo Otayashi- suelta Mito con una voz altanera. Él tan chulesco como siempre. - ninguna chica en su sano juicio se interesaría en un imbécil como tú. El aludido gruñe a modo de respuesta.
Miro a Lexi de reojo. Creo que la última vez que la vi ella ni siquiera había empezado primaria. Después de tanto tiempo me pareció una chica serena, una niña de papá. Es evidente que estaba equivocado. A la chica que tengo enfrente le brillan los ojos, rebosantes de confianza. De todos los presentes, ella es la que parece tener más ganas de pelear. El ambiente empieza a caldearse cada vez más, por lo que decido tomar la iniciativa antes de que las cosas vayan a peor. En silencio me aproximo más a Lexi, que responde retrocediendo. Justo cuando está a punto de formular una pregunta tiro de su brazo y me agacho hasta cogerle la cadera. Hago fuerza para colocarla en uno de mis hombros, cual saco de patatas. La joven enseguida se pone a patalear encima de mí, amenazándome con pegarme más fuerte si no la suelto. A pesar de que no para de moverse consigo mantener al animalillo tranquilo. Los demás me miran expectantes.
-Ya habéis hecho suficiente espectáculo por hoy, ¿no os parece? – le dedico al Otayashi una mirada fría, casi asesina. Parece que el matón en mí sigue vivo. Me retiro sin decir nada más. A mi espalda, veo como Mito y compañía también empiezan a alejarse.
Solo cuando estamos solos, alejados de miradas curiosas la vuelvo a dejar en el suelo. Exhalo con un poco de fuerza y luego miro a mi alrededor. Menos mal que no había ningún profesor en el patio. Vuelvo a fijar mi atención en ella. No sé decir si es de la vergüenza o de haber estado un buen rato bocabajo, pero tiene la cara ligeramente teñida de rojo. No me cuesta darme cuenta de lo enfadada que está. Noto su mirada clavada en mí, expectante y furiosa.
-Es que quieres que te expulsen? –le pregunto finalmente.
-Crees que porque vivamos juntos tienes algún derecho sobre mí? - espeta. No pretendía sonar como su hermano mayor ni muchísimo menos. Resoplo antes de continuar.
-Por conductas así expulsan a la gente- le repito- Creo que lo peor que puedes hacer es meterte en problemas nada más llegar al instituto.
-Excelente consejo, ¿se te ocurrió a ti solito el año pasado? ¿O fue en primer año? – No me esperaba un golpe bajo. Mi cara de sorpresa en respuesta a su comentario viperino debe haber sido bastante evidente porque veo como arquea la comisura de los labios complacida. En otras circunstancias, si alguien me preguntara sobre mi turbio pasado me avergonzaría, pero ahora mismo me ha enfurecido.
-Si sabes que me peleaba, deberías saber lo mal que puede acabar la cosa- mi voz se ha vuelto más ronca. No conseguirá amedrentarme – pero déjalo, no espero que una niñata-poco-pecho entienda nada- escupo impulsivamente.
También soy más rápido porque adivino lo que va a hacer y le cojo del brazo, impidiendo que me dé una bofetada. No pasa ni un segundo cuando, sabiendo que he frustrado su ataque, mueve con destreza el otro brazo y me propina un golpe en toda la mandíbula con la maleta del violín. Ni siquiera me había dado cuenta de que tenía la mano ocupada. Mierda. No puedo evitar encogerme del dolor, cubriéndome la mejilla con la cara.
Como aleja de mí rápidamente, no consigo verle la cara. Seguro que vuelve a parecer complacida, como si hubiera cumplido su objetivo. Y vaya si lo ha hecho.
XXXX
Nota de la autora: Hola! En primer lugar, gracias por leer este capítulo. Llevaba mucho tiempo queriendo escribir un fanfic sobre Mitsui. De hecho, mi fanfic también trataba sobre el jugador 14. La razón por la que lo dejé de escribir es porque me pareció que no estaba consiguiendo retratar al Mitsui de la manera que yo quería así que mi motivación por seguir con él desapareció tan rápido como apareció. Quiero pensar que con este va a ser distinto. En primer lugar, porque ya lo tengo más o menos estructurado. Espero que sigas leyendo. Si te ha gustado, por favor añádela a tus favoritos y síguela :3
