Puertas abiertas al, Dios mío, qué digo… ¿amor?
Disclaimer: Luego de una decepción amorosa, Bella decide continuar su vida tratando de sobrellevar las cosas lo mejor posible. Sin saber que un misterioso chico se preocupaba por ella, sin saber que éste hacía lo que podía para acercársele, pero… ¿podrá ella ver que, después de todo, lo que sentían era… amor? ExB. TODOS HUMANOS.
Summary: Ninguno de los personajes me pertenece, todos los derechos sobre Stephenie Meyer, a mí sólo me pertenece la historia que sigue, cualquier similitud con la realidad, es pura coincidencia.
Bella POV
Capítulo 1: ¿Me tiene que pasar esto a mí?
Supongo que mi vida no era tan buena después de todo, no era feliz en el gran sentido de la palabra. No, definitivamente no lo era, pero me acercaba bastante. Jacob era un gran amigo, me acompañaba en muchos sentidos, pero no era amor, los dos sabíamos eso, pero también sabíamos que si no estábamos juntos, no tendríamos esa compañía que tanto necesitábamos. Estábamos muy solos. Está bien que yo tengo a Charlie, y él a Billy, pero… son nuestros padres, nunca podrían darnos eso que tanto nos era necesario. Podría decir que mi vida era un largo día nublado, por eso me sentaba tan bien Forks, verde y sin sol, muy de vez en cuando un pequeño rayo de luz asomaba a la superficie, como a mí.
Esa mañana me desperté sabiendo que las cosas no iban a ir bien, como primer indicio de aquello, llegó mi visita mensual, nunca fallaba. Estaba aliviada, los cuidados de Jacob surtían bien su efecto, él estaba seguro de ello, pero igualmente yo dudaba, a veces él podía ser muy despistado. Sonreí al recordarme volviendo a casa totalmente empapada, y a él pidiéndome disculpas por haberse olvidado de recogerme. Suspiré. Me dirigí al baño, hice lo que cualquier chica hace en aquellas situaciones, y bajé las escaleras para prepararme el desayuno.
Alguien hizo sonar el timbre. Caminé hacia la puerta. Era Jacob, se veía… abatido, triste, avergonzado… ¿ansioso? Le abrí.
— Hola, Jake — traté de besarle los labios, pero corrió el rostro logrando que sólo alcanzara su mejilla, no significaba nada bueno — ¿qué pasa?
— Hola, Bells… — hizo una pausa, estaba nervioso, muy nervioso — tenemos que hablar
— Oh, toma asiento entonces
— Esto no es fácil para mí… sé que pasamos buenos momentos y todo eso… pero me parece que no podemos estar más juntos, toda esta farsa de que nos amamos… ambos sabemos que es mentira — se estaba debatiendo en si decir o no algo — y… bueno, pues conocí a alguien el otro día, fue como a primera vista, pero la cuestión es… no dejo de pensar en ella, y lo que siento es muy diferente a lo que siento por ti… tu eres como una hermana, una mejor amiga, y no una amada…
— Shhh… no pasa nada Jake, todo está bien, ya sabíamos que esto pasaría algún día, me alegro de que hayas encontrado finalmente a esa persona que tanto necesitas, te lo mereces, en serio, eres una gran persona, espero que te vaya bien con ella, debe ser una gran chica, ya me la vas a presentar — sonreí, él me devolvió la sonrisa — ahora vé con ella y dile lo que sientes, no vaya a ser que alguien te la robe… vé, no esperes más, ni te preocupes por mí, estoy feliz de que no hayamos terminado mal, la pasé muy bien contigo… fuiste de mucha ayuda, gracias…
— Gracias a ti, Bella, espero que también consigas a esa persona que te mereces, siempre serás mi mejor amiga, te presentaré a Leah cuando ya sea oficial… verás, Billy está enojado conmigo por todo esto, dice que estoy cometiendo un gran error al dejarte ti, pero a mi me alegra que tu no pienses eso… y la verdad que es mejor que las cosas se hayan dado así, no me hubiera gustado estar peleado contigo, eres mi pequeña hermana — me besó la frente — siempre lo serás.
— Y ahora es el momento en que te vas corriendo a hablar con cierta chica que se llama Leah que debe ser muy linda, para bajar aún más mi autoestima, y muy buena persona, como tú mereces, vé Jacob Black, que vas a provocar que te eche a patadas… — lancé una carcajada.
— Me gustaría ver eso, de verdad, está bien, me voy a halar con ella — se levantó, caminó hacia la puerta, la abrió y ya saliendo agregó —: gracias por todo, Bells
— De nada, Jake, te quiero, siempre te querré, aquí siempre tendrás a tu amiga, y gracias también a ti.
— Nos vemos luego, adiós — y dicho esto, se fue.
Me quedé un rato en esa situación, procesando todo lo que había pasado hacía sólo unos minutos, estaba sorprendida de cómo había sobrellevado las cosas, ni una lágrima había derramado, debía ser porque lo que había dicho y escuchado era cierto, generalmente lloraba de ira, ante una injusticia, pero como este no era el caso…
Agarré mi móvil y marqué el número de mi mejor amiga, tenía que hablar con alguien.
— Alice, Jake y yo terminamos, sí ya sé, no, estoy bien, en serio, si quieres venir, ven, no estoy llorando, no te hagas problema. Pero, ¡por Dios, Alice! Era obvio que íbamos a terminar en algún momento, no nos amábamos, era sólo una excusa para tener a alguien, nada más… bien, ven a la tarde, no tienes que publicarlo en el diario, bueno dile a Edward que gracias por su apoyo, no entiendo por qué le cuentas todo, ya sé que es tu hermano mellizo, pero… podrías mantener algunas cosas al margen… bueno, que venga, ¡¿Jasper y Rosalie también?! No quiero hacer una fiesta por haber terminado con mi novio… tampoco un funeral, las cosas están como siempre, Alice, está bien trae comida, un beso, gracias… nos vemos luego — apreté el botón para terminar la llamada.
Cociné algo para Charlie, vendría famélico a casa. Puse algo de música, Debbusy era excelente para ese momento, qué lindo sonaba ese piano, a Edward, el hermano de Alice, le salía igual, era muy raro ese chico, cambiaba de estado de ánimo a cada rato, necesitaba un terapeuta, pero yo sabía que igual era una gran persona, lo había demostrado hacía unos minutos cuando me había hecho llegar sus saludos.
— Hola, Bells, ¿cómo estás? — Había llegado Charlie — qué rico huele eso, eres un ángel, estoy que me muero de hambre.
— Todo está bien, papá. Espero que te guste el estofado, hice lo primero que encontré, después tengo que ir al mercado a hacer las compras.
— Está bien, te dejo el dinero sobre la mesa de la sala, ¿sabés algo de Jake?
— Eh, sí, estuvo esta mañana — noté cómo mi cara se tensaba notoriamente
— ¿Pasó algo, hija? — la cara de preocupación de Charlie me hizo sentir mal.
— Sí, papá. Terminamos… pero todo está bien entre nosotros, él encontró a la persona indicada, y estoy muy feliz por ello, él es mi mejor amigo, nunca tendría que haber sido nada más — le sonreí, y automáticamente él hizo lo mismo, más tranquilo.
— Qué bien por él, espero que a ti también las cosas se te den bien, pero trata de que no sea demasiado pronto, o moriré de un infarto — bromeó.
— No te hagas drama, papá. Por ahora no tengo pensado entrar en una relación de nuevo, quiero terminar el instituto como Dios manda.
— A veces eres más madura que yo mismo, cielo. — Sonrió, era obvio que tenía un noticia que dar — adivina qué…
— No lo sé, pa — sonreí, podían ser muchas cosas — ¡Madonna decidió que después de todo te mereces una oportunidad con ella!
— Ya, Bella, deja de decir tonterías — le brillaban los ojos, sólo era cuestión de esperar, tres, dos, uno… — ¡Emmett viene a vivir con nosotros de nuevo!
— ¡¿En serio?! ¡Eso es excelente! La familia unida una vez más, después de tantos años… — ¡mi hermano vendría de vuelta a casa! — me alegro tanto… ¿Cuándo llega?
— La semana que viene — papá estaba brincando en una pierna por dentro — y eso me hace acordar que… ¡será tu cumpleaños ese día! Debo ir a comprar el regalo.
— Sabes que no tienes que comprarme nada…
— Cállese señorita, que un padre que ama a sus hijos, hace lo que sea por ellos…
Perfecto. El regalo de todos lo años. Desde los dieciséis años, cada cumpleaños me cambiaba el auto, y no es que lo cambiaba por uno de segunda mano, no… por uno de último modelo con un velocímetro que nunca alcanzaría a terminar.
— Ven a comer, ya está todo servido — le dije.
No dijo nada más, se metió la carne en la boca y lo único que se oía eran los utensilios sobre el plato.
— ¿Pones tú los platos en el lavavajillas?
— Sí, no te hagas problema, hija, vé a hacer lo que tengas que hacer.
— ¿Te importa si esta tarde vienen los chicos?
— No hay drama, que vengan — sonrió y siguió con su trabajo con el plato.
Subí a mi cuarto, encendí el ordenador, me conecté a mi cuenta de correo, Edward estaba conectado.
"Hola, ¿todo está bien?" me dijo "Sí, lo tomé mejor de lo que había imaginado" "¿De lo que había imaginado?" "Sí, verás… ambos sabíamos que esto pasaría" "Oh, vale" "¿vienes esta tarde?" "Sí, iré, después de todo… eres mi amiga" "Gracias, Edward, eres un gran amigo". Luego hablamos de un par de cosas sin sentido.
Cuando apagué la computadora, me fui a duchar, me cambié, y en el mismo instante en que había terminado de acomodar la mesa de la sala, sonó el timbre.
— Hola, chicos, ¿cómo andan? — les sonreí, vi rostros sorprendidos ante mi estado de ánimo, luego miraron a Alice como dándole la razón por algo desconocido para mí, cambiaron la expresión a la normal.
— Bien ¿y tú? — preguntó Jasper
— Excelente, esto de la soltería se me da muy bien — hubo varias risas — además… la semana que viene mi hermano se muda con nosotros, y… Alice me va a organizar una fiesta, así que…
— ¿Cómo es que siempre de tas cuenta de mis planes? — bufó Alice
— Eres bastante predecible, miga mía — todos rieron
— Me pregunto qué auto te comprará tu padre este año… — dijo Edward
— Espero que no sea amarillo como el Porsche de Alice, pero ese modelo no me disgustaría para nada…
— ¿Qué tiene de malo el amarillo? — chilló Alice
Y así transcurrió la tarde, de lo más normal, como siempre…
Espero que le haya gustado el primero capítulo de mi primer fic de Twilight, la verdad es que he leído varios, todos muy buenos, y me entusiasmé con la idea…
El próximo capítulo lo subiré pronto, primero quiero ver si este primero va bien…
No se hagan problema, Bella no estará solterita por mucho tiempo, pobre de Charlie… jajjaja
Bueno… ¡¡¡nos estamos viendo prontito!!!
Yami Uma
