Encerrona de Navidad
Hola a todos! Esta historia que les publico ahora es una historia que escribí y que tenia guardada en mi computadora desde hace dos navidades y nunca me habia animado a publicarla. La encontre… la relei (ya esta casi terminada) y me gustó mucho pero tenia que hacerle algunos cambios post deathly hallows para poder publicarla. Es una historia navideña Hermione-Draco con mucho humor y mucho espiritu navideño xD. Espero les guste y me dejen reviews ^^
Les pongo ahora una entrada cortita y el siguiente capitulo. Besos!!!
Silvia
-…- Personaje habla
-"…"- Personaje piensa
0000000000000000 – Cambio de escena
;)
Prologo
-¡Genial! – Se dijo la ex gryffindor de mal humor mientras sorteaba a un montón de muggles que se encontraban apretados intentando conseguir la última oferta en árboles de navidad.
-¡Tome señorita! 20% de descuento en este nuevo árbol de 2 metros! – Un joven vestido de duende de Santa Claus con un ridículo gorro le tendía un cupón que tenía impresas con letras grandes en rojo y verde "20%"
Hermione tomó el cupón de mal modo y se lo metió en la cartera.
-Árboles de navidad! Bah! ¡Esto es una fiesta comercial!, donde ha quedado el verdadero espíritu de la navidad? ¡PERMISO! – le chilló a unos niños que se encontraban sentados en la vereda probando diversos juguetes. Los niños la miraron y sin hacerle caso siguieron jugando. La castaña soltó un bufido de exasperación y, conteniéndose para no tomar su varita y lanzar un hechizo en esos momentos, cruzó la calle y se dispuso a seguir caminando entre muggles emocionados con la festividad que sería en dos días.
No era que no le emocionara la navidad, es más, de niña la adoraba y le encantaba ir a casa de sus padres a celebrarla, sin embargo, ya con 19 años y con todo el conocimiento sobre oferta y demanda, detestaba que usaran una festividad tan antigua como esa para vender juguetes de plástico a elevados precios y cosas decorativas que solo se usarían un mes al año (¿o acaso usamos aquellos renos de luz en el jardín todos los días del año?). Esa sería su primera navidad con la compañía exclusiva de sus dos mejores amigos, su segunda navidad sin la amenaza de Voldemort y su tercera navidad sin pasarla en Hogwarts. Definitivamente sería un fin de semana interesante.
Dobló en la esquina de una cuadra de casas gigantes (y todas adornadas a más no poder) y se detuvo en la ultima casa de la esquina: Una casa de apariencia antigua, muy bien cuidada y de color beige con marrón se inclinaba frente a ella. La gryffindor sonrió antes de tocar el timbre de la casa.
-¡Hola! ¡Vaya! ¡Estas muy abrigada! – le dijo sonriente el joven que abrió la puerta.
-Hace frío – le contestó sonriente la chica antes de tirarse a los brazos de su amigo de lentes – ¿Como estas?
-¡Muy bien! Agilizando los procesos de mudanza como verás…
-La casa es muy bonita
-Lo sé. ¿Y tus maletas?
-Llegan más tarde – le respondió ella sin fijarse mucho pues se había quedado impresionada con el decorado de la casa: un pino de verdad se encontraba majestuosamente adornado en el centro de la gran sala, La chimenea encendida hacía sonar melodías navideñas mientras que el resto de decoración de la casa era con motivos navideños y con toques impresionantes de magia.
-¿Te gusta? – le preguntó el muchacho mientras se sentaba al lado de la fogata.
-Lo decoró Ginny, ¿verdad? –.
-Si. ¿Como…? – Harry se puso rojo e intentó indagar x la extraña pregunta pero fue callado por una risa de burla por parte de Hermione.
-No te preocupes. Su secreto esta guardado conmigo -. Dijo y le guiñó el ojo
-Y espero q lo guardes bien, no me gustaría q Ron supiera q estoy viviendo desde unas semanas con su hermana, según él Ginny esta de viaje en Escocia… bueno… en estos momentos si pero a penas terminen las fiestas…
-Lo sé, ella volverá acá. ¿Q hay de malo con decirle eso a Ron? – Le preguntó la chica mientras se sentaba en una silla giratoria y tomaba unos doritos de un tazón.
-¿¿¿Bromeas??? ¡ME MATARÍA! Yo sé q no tiene nada de malo porque… no hacemos nada malo – Hermione lo miró alzando una ceja. Harry arrugó la nariz – Hermione!!!
-Yaya, disculpa. Prosigue - Se disculpó balanceadose en la silla y engullendo tres doritos a la vez. Harry puso una expresión de repulsión y Hermione se sonrió – lo siento, me matan los doritos. Ahora si, continua…
-Pues bueno, no-hacemos-nada-malo así q puntualiza eso, pero conociendo la mente mal pensada de Ronald… de seguro nos haría tal escándalo que hasta Voldemort desde el infierno se enteraría – Harry contaba mientras arreglaba unas medias rojas con verde encima de la chimenea. La chica movió afirmativamente la cabeza y, levantándose, se acercó hacia uno de los salones que había al lado de la sala.
Era una biblioteca de dimensiones impresionantes, quizás más grande que la misma sala. Su corazón de cerebrito de escuela volvió a latir fuertemente y no pudo evitar atragantarse con el último dorito que intentaba pasar por su garganta.
-Es linda, ¿no? – Le comentó Harry sonriente al llegar a su lado.
-¿No se supone que no te gustaba leer? – Le preguntó la chica con una ceja alzada.
-Bueno, ser auror me obliga a leer mucho…
-Pues mira quien es ahora el 'sabelotodo insufrible' – le dijo ella sonriente mientras le daba una palmada en el hombro.
-No, ese puesto nunca te lo quitaría – Le contestó Harry de la misma manera.
-Y más vale que sea así – Hermione Granger terminó de decir sin borrar la sonrisa de su cara. Quizás, después de todo, las navidades ese año no iban a ser tan malas… o al menos eso era lo que creía.
