De nuevo sumergido entre mis sueños. Me encontraba sentado en un gran pastizal mientras el viento chocaba contra mi cara revolviendo mi cabello, extrañamente mi espalda se sentía mas ligera, mis alas no estaban en su lugar. Miro hacía mis manos inspeccionándolas un poco, se veían sucias y con algunas cortaduras. ¿Dónde me habré hecho esto?

Frente a mi, un grupo de personas se dedicaba al campo. varios hombres y mujeres cortaban los frutos de grandes arbustos pero a pesar del arduo trabajo bajo el cálido sol se veían felices, ¿Por qué? Algunos al percatarse de mi presencia me sonreían y otros simplemente hacían una pequeña reverencia ¿Qué era todo esto? Por qué siempre tenía el mismo sueño una y otra vez?

—Debería usar guantes alguna vez o se lastimará —Pronuncio una voz bastante familiar haciendo que mi corazón saltara— Me preocupa su salud.

Siempre que aquel hombre aparecía en mis sueños me sentía seguro y un calor me invadía desde dentro ¿es a lo que se le llama amor? Lentamente levanto la vista inspeccionando al joven a mi lado, tenia buen cuerpo, largos brazos y una espalda ancha pero no lograba distinguir su rostro, por alguna razón mi cabeza intentaba bloquearlo.

Y justo cuando voy a pronunciar su nombre todo se vuelve borroso y siento un dolor agudo en el pecho como si el filo de un arma se adentrara atravesando cada tejido. antes de perder la conciencia logro distinguir unos hermosos ojos azul turquesa que lentamente se tornaban rojos carmín.

—Yuuri! Ya leíste la información para tu próxima misión?! —gritaba otra voz sacándome de mis sueños. Con pereza logro abrir nuevamente los ojos encontrando a un molesto arcángel de piel morena irrumpiendo en mi habitación— Estabas dormido? Yuuri estas a minutos de salir a una nueva misión y te duermes!? Que clase de responsabilidad es esta señor arcángel de casi segunda jerarquía! Me decepcionas!

—Déjame en paz Pichit! NO pude conciliar el sueño…

—Otra vez ese extraño sueño del campo y los humanos en el sol?—Cuestionaba el moreno mientras sacaba de entre sus prendas un celular humano— Deberías decirle a Minako ya que ella es un ángel de primera jerarquía podría ayudarte.

—Y dejar que vuelva a tratarme como un simple ángel primerizo? No Pichit… además, suficiente tengo con esta misión tan denigrante!

Cada humano desde el día de su nacimiento le es otorgado su propio ángel Guardián, el cual le acompañara en cada momento de su vida, estamos para ellos cuando nos necesiten y los llevamos por el buen camino hasta el día en que su alma deje su cuerpo y nosotros seamos los que los guiemos al paraíso.

—Si fuiste elegido es por algo.

—Ya lo sé! El deber de un ángel es cuidar de los humanos y alejarlos de los problemas pero… Por dios! Soy un arcangel. He peleado en infinidad de guerras, me he enfrentado con varios demonios y ayudado a las almas a llegar con bien al cielo. ¡Como puedo hacer bien este trabajo si mi nuevo protegido es un mini demonio en proceso!

—Sabes, es una lástima que sus anteriores guardianes se dieran por vencidos! Jaja ¿Cuál es su nombre?

—No es gracioso Pichit! —Dije algo molesto mientras continuaba guardando mis pertenencias— Será bastante problema cuidar de ese chico... Su nombre es Yuri Plisetski, patinador Ruso de 15 años bastante maleducado y para mi mala suerte o simplemente Dios se quería divertir un rato, Seré enviado a vivir en la tierra como un humano más para estar con él las 24 horas del día.

—No digas eso! Si Dios te eligió a ti es por algo o hubiese enviado a JJ... aun no entiendo que hace ese tipo aquí!

—Ese no es el problema, Yo... Soy un arcángel! No un simple ángel más —suelto un largo suspiro. Estaba agotado, física y mentalmente después de la larga junta con el comité— Pichit, Soy uno de los mejores Arcángeles reconocidos por la Federación Celestial del Paraíso por mi valentía al combatir demonios, luchar en guerras y otros aspectos pero... ¿Ser un simple Ángel guardián?

—Ah, ah! Alardear es pecado!

—Al igual que crear un perfil falso en las redes sociales humanas solo para subir fotos

Antes de poder hacer algún movimiento vi como el contrario se lanzaba hacia mí cubriéndome la boca con sus manos mientras agitaba con fuerza las alas "había dado en el clavo"

—YUUURI! ESE ES NUESTRO SECRETO!

—Esta bien, ya no lo diré mas! Pero...

—Hey todo estará bien —revuelve con fuerza mi enmarañado cabello— demás la cuidad a la que te enviaran es bastante hermosa. oh! Y empaca suéteres hará mucho frio en Rusia y no puedes usar tus alas para darte calor.

—Pichit, no solo estoy nervioso de la misión, si no que... hay algo que necesito contarte, tengo un mal presentimiento acerca de esta misión.

Un ángel no siempre es como nos describen los libros. Nosotros alguna vez fuimos humanos, tuvimos una vida, una familia, trabajo amigos pero cuando nuestra vida llega su fin llegamos a una gran habitación donde "Muerte" se encarga de borrar nuestras memorias y preocupaciones para poder subir al cielo en forma de guardián o volver a renacer.

—Pichit... al momento de nuestro nacimiento como ángeles se nos es borrada la menoría para volver a tener almas puras y ayudar al prójimo.

—Sí, lo sé a la perfección, ya no soy un simple guardián, sabes?

—A lo que quería llegar con todo esto es... aquellos sueños tal vez son parte de mi pasado… no sé, creo que era una buena persona y por eso todos me saludan, ¿un aldeano más? Pero aún mas importante, siempre aparece un humano que hace que mi interior se inquiete, volviendo mas cálido el ambiente, Pichit y si era mi… amante?

Sin notarlo, una leve sonrisa broto de mi rostro asustando a mi compañero quien dejaba aun lado su teléfono para mirarme en completo silencio.

—TU!? UN AMANTE!? Y como era él? Es bonita? Las rusas son muy bellas, hay hijos? oh! Espera es un hombre? es guapo? Quien va arriba?

—No! NADA DE ESO! —Siento mis mejillas arder, ya esperaba una reacción así por parte de mi mejor amigo— NO PICHIT NO! Es... No lo sé, cada que estoy por ver su rostro logro despertar y lo único que sé de él es que sus ojos son bastante... hermosos.

—Yuuri estas enamorado! —Saltaba de júbilo el moreno mientras tomaba mis manos tratando de saltar en círculo como colegialas hablando de un primer beso.

— No lo estoy! Además... si eso fue verdad no tengo idea de cuánto tiempo ha pasado desde entonces.

— M... tienes razón puede que haya sido hace siglos, en fin. Ya es hora de que partas hacia la tierra.

Salimos de mi pequeña casa en el cielo, no la vería por largo tiempo estaba acostumbrado a ello pero esta vez sería diferente. Podía sentirlo.

Para llegar a la tierra, los ángeles debemos de bajar unas largas escaleras donde llegamos a una gran puerta de madera tallada con la figura de varios querubines. Era una pequeña habitación blanca llena de adornos referentes al cielo e infierno, al centro se encontraba una gran mesa de madera con un juego de té en ella donde Muerte se encargaba de borrar la memoria de todas las almas nuevas.

—Hace años que no veo a muerte ¿Cómo crees que este?

—La última vez que vine él…

Sin poder reaccionar a tiempo una mano se posa en nuestros traseros dando una leve caricia erizándonos la piel.

—Chr... Chris! — Solté en un grito bastante agudo para un hombre.

— Hallå, Yuuri estuviste ejercitando? Se nota, igual tú Pichit —Menciona un joven bastante alto, sonrisa seductora y hermosos ojos verdes que resaltaban en su persona. Alejándose de nosotros abre la puerta de su lugar de trabajo dejándonos pasar— Me enteré de tu mision y Si que ese chiquillo que tienes por cuidar es bastante inquieto y problemático, ¿Cuál es su nombre? Julio? Junior? Yumi?

— Yuri Plisetski, tiene 15 años. Patinador profesional de Rusia

— Oh! Entonces te verás con muchos patinadores bastante sexys — menciona con cierto coqueteo mientras trataba de tomar mi mano.

"Muerte nunca cambiara".

— Yo solo tengo que concentrarme en mi misión y será pan comido —Retiro mi mano del alcance del contrario ganando la burla de Pichit.

— Yuuri, ya tenemos que irnos antes de que el Cielo se enoje por nuestra tardanza.

— Buen, viaje chicos! Y no se olviden de visitarme. O yo iré por ustedes.

— No lo haremos Chris! —Asiento con la cabeza para después acercarme a la puerta contraria por la que habíamos entrado, estaba listo.

.

.

— Yuuri te dejo tengo que ir a supervisar a los demás ángeles un tal Minami necesita ayuda con su protegido.

— No tienes de que preocuparte Pichit, yo estaré bien

— Bien, pero recuerda. Tu nuevo nombre es Katsuki Yuuri, tienes 23 años y eres de origen japonés pero vienes a Rusia para ser el nuevo Tutor escolar de Plisetski

— Bien, lo tengo —Pichit extiende hacia mi unas carpetas, al abrirlas veo varias identificaciones con mi rostro y nuevo nombre, dinero, tarjetas y llaves— ¿Por qué es la llave, Me darán un auto? jaja... Pichit? —Al alzar la vista de nuevo me encontraba completamente solo mi querido compañero me había vuelto a dejar con las palabras en la boca, por lo que proseguí a dar un paseo por la nueva cuidad, tal vez así entre en calor.

Las horas pasaron y no sé en que momento se salió todo de mis manos. ¿Dónde estará ese pequeño demonio? Según las notas él estaría practicando ballet pero no se encontraba en el estudio de danza, en su lugar estaba una mujer con una expresión de pocos amigos lista para atacar al primer humano que entrase por esa puerta.

El clima de Rusia era bastante helado y por desgracia solo usaba un delgado suéter y unas botas para nieve, ojala pudiera hacer uso de mis alas para aminorar el frio

"ALLA ESTA! NO LO DEJEN IR"

Un grupo de chicas con extrañas orejas de gato y pancartas corrían por entre las calles alzando sus celulares, hacían bastante ruido pero a las pocas personas que pasaban parecían tomarlo con calma, como si se tratase de cualquier persona. Las chicas se adentraban a un callejón y yo estaba seguro que ellas podrían ser las "Yuri angels" un fandom bastante grande y en ocasiones agresivo que solían llenar de regalos y subir aun más el ego de mi querido protegido.

Debía alcanzarlas pero tras seguirlas un rato me detuve detrás de un montón de cajas donde Mi pequeño protegido se encontraba hecho un desastre, con el cabello enmarañado y sus respiraciones rápidas y superficiales, no hacía más que esconderse detrás de un montón de cajas.

— si que Tus fans son insistentes, Yurio! —dije en voz alta asustando al menor quien cual gatito salto de su lugar pegándose a la pared. El silencio entre ambos era bastante incomodo, él solo se limitaba a observar mis alas. Era el momento de esconderlas— Perdón por asustarte, Mi nombre es Kats

—Quien mierda eres tú!? Ah!? —protesto molesto retomando su actitud arisca. No había duda, era él.

—Sin maldecir Yurio, debes aprender a controlar tu boquita!

—AH!? ...Yo digo lo que me plazca cerdo! Y ¿Qué quieres? Una foto? Firma? No estoy para esperar a nadie en este momento.

Tsk, tendré mucho que cambiar de ti pequeño prodigio del patinaje, Si me permites terminar. Mi nombre es Katsuki Yuri y soy tu ángel guardián... Arcángel! Soy un Arcángel

-Mi qué? … estas enfermo o algo? Se nota que eres extranjero, nadie saldría a las calles usando esa ropa a menos que vivas aquí. Tsk, ME VOY A CASA! -dando media vuelta, Yurio vuelve asomarse por entre las cajas revisando que ninguna fan saliera por él para poder salir.

Tal cual lo mencionaban los papeles que me fueron entregados, aquel muchacho era bastante escéptico y se irritaba con facilidad. Sabía que no me iba tomar enserio pero debía estar preparado.

Yurio se encontraba de espalda aun revisando el callejón, estábamos solamente nosotros dos, era el momento perfecto para hacer que me creyera.

Una brillante luz ilumino todo el pequeño espacio donde ambos se encontraban, Yurio alarmado trato de girar para ver de donde provenía dicha luz pero era tan intensa que le impedía ver con detalle lo que ocurría. Parpadeo un par de veces y al volver abrir los ojos tenía en sus narices largas plumas blancas. Las cuales sobresalían de mi espalda. Su expresión variaba desde terror, curiosidad, enojo, confundido, mas enojo y perplejidad, todo eso en cuestión de segundos.

—Soy tu nuevo ángel guardián, te cuidare de ti de ahora en adelante —Extendí mi diestra hacia él al igual que mis alas se movían hacia el cielo. Quería causar una buena impresión. El silencio entre ambos se volvía cada vez mayor, él hada rusa por primera vez en su vida habia quedado mudo. Me acerque un poco mas a él agitando mis alas para hacerlo reaccionar y funciono, no de la mejor manera pero algo era algo.

Yuri Plisetski patinador ruso, amante de los gatos y conocido por su mal genio se encontraba huyendo cual nenita asustada de mi.

—Esto será muy complicado... NO HUYAS YURIO! CUIDADO CON LOS CARROS!

—CIERRA LA BOCA, CERDO! —Yurio corria cuadras abajo completamente desesperado, no por sus fans extremistas si no por cierto joven de apariencia oriental quien hace unos momentos apareció de la nada diciendo que es un ángel.


—Que gente tan mas loca, tsk —Completamente agotado por su huida llega jadeante a su respectiva casa encontrando a Yakov en la entrada de esta mientras sostenía una maleta— HEY YAKOV ESTOY EN CASA!

—NO necesitas gritar así Yuratchka —Gritaba al joven ruso mientras lanzaba su suéter sobre el sofá.

Yurio sin darle importancia a la maleta del mayor se aproxima a las escaleras pero antes de siquiera poner un pie en ella escucha el carraspeo de la voz de lilia haciéndolo detener en seco

"Esta molesta"

—Yaratcka Plisetski, será mejor que bajes ahora y saludes a tu nuevo tutor académico.

El menor odiaba que usaran ese nombre. A regañadientes se dirige a la sala junto a Lilia pero su sorpresa fue tal cuando vio como cierto japonés se encontraba sentado a su espera.

—COMO MIERDA SABES DONDE VIVO!? QUE CLASE DE ACOSADOR ENFERMO ERES! SOY MENOR DE EDAD, AUN ME PROTEGE LA LEY!

—YURATCHKA! —interviene Yakov dando un leve golpe en la frente del rubio— Mil disculpas Señor Katsuki, Yuri suele ser un poco… como decirlo, mimado

—HEY!

—No se preocupe señor Feltsman, estoy acostumbrado a tratar con niños "Problemáticos"

—NO SOY UN NIÑO! Y para qué contra a un sujeto como ese! Mi entrenamiento no interrumpe con mis estudios!

Lilia de entre las bolsas de su saco extrae una hoja blanca bastante arrugada haciendo que el rubio tragase con bastante miedo.

—Adivina quien encontró esto en la caja de comida del gato?

—ah? Yo lo puse con makkac… MALDITO CALVO! —Grito con furia mientras en el segundo piso se escuchaba una gran risotada, pero para el arcángel era la risa mas melodiosa que había escuchado en su vida.

Bajando lentamente las escaleras un joven de melena plateada mientras trataba de no volver a reír ante la furia del rubio.

—Debes de encontrar un mejor lugar donde esconderlo Yuri…o

EL platinado había quedado totalmente sin habla al centrar su mirada en el chico asiático, Yuri igual no podía despegar la mirada de aquellos ojos turquesa.

"Lo había visto anteriormente pero no sabía donde"

Víctor, saliendo de entre sus pensamientos se acerco hasta el japonés y sin borrar su sonrisa ladina coloca ambas manos en mejillas del arcángel inspeccionando el rostro del chico.

—Qué crees que estas haciendo Vitya!? —Regañaba Yakov al ver como este sin pena alguna permanecía tan cerca al nuevo tutor de Yurio.

Yuuri cada vez mas acalorado trata de apartarlo, pero había algo en la mirada del joven que le hacia detenerse, deseaba aun mayor contacto y su alma pedía nunca separarse.

—Cuida de nuestro gatito, mi amado Ángel...

Habia quedado completamente helado.

¿Aquel humano sabia su secreto?, ¿Que diría ahora? Apenas llevaba unas horas en su nueva misión y todo se había ido al carajo! Quien era èl?.

Notas finales:

Primero que nada Muchas gracias por tomarse el tiempo de leer esto! Esta es mi segunda historia de YOI la cual llevaba meses guardada entre mis documentos escolares pero al final la encontré y decidí publicarla!

En fin, Espero que les haya gustado el primer capitulo de esto y espero que les continúe agradando TOODO lo que pasarán nuestro Yurio y el Katsudon~

De nuevo muchas gracias por leer y espero vernos en 15 días!