Título: Los resultados de la insistencia de Hermione

Pareja: Resumen: Draco Malfoy & Harry Potter

Disclaimer: Harry Potter y su mundo no me pertenecen, son producto del arduo trabajo de la escritora J.K Rowling. Lo que si me pertenece es la historia, la locura de algunos personajes y la aparición de otros.

Notas: ¡Hola! He vuelto con esta historia que tenía escrita desde navidad. H&D son mi pareja favorita desde tiempos inmemoriales y la verdad quería publicarla, espero que les guste mucho, y cualquier comentario que tegan, son bienvenidos a hacerlos. Por cierto ¿Qué se imaginan que va a hacer Hermione?

-Namba64.


-¡Buenas noches magos y brujas de Londres mágico! les habla patil desde la emisora "WitchesEyes", deseándoles un estupendo día, lleno de cosas glamurosas y brillantes.

- ¡Así es! Sobre todo, este año, en el que se celebra el décimo aniversario de la muerte del señor oscuro a manos de Harry Potter, nuestro increíble y valeroso héroe. -Comentó otra voz chillona. Los espectadores, más que todo adolescentes y mujeres chismosas, estaban al tanto del programa a las siete de la noche y ya estaban acostumbrados a ese tipo de voces. – Y les tenemos nuevas noticias sobre nuestro héroe, porque como siempre, WitchesEyes los mantiene al tanto de lo último.

-En chismes- Declaró enojada la castaña, limpiando su cocina después de haber cocinado. Como odiaba que Harry pusiera esa emisora siempre que iba a visitarla. - ¡Ron! Al menos bájale al volumen.

-Vamos, es entretenido. Carl dijo que iba a ser interesante, escuchemos que dirán esta vez- Comento jocoso el hombre desde la sala, acompañado de vino, una buena ración de postre y un entretenido capitán de escuadrón y próximo jefe de aurores, Harry.

Hermione le miro mal, y tomando espacio en su propio mueble espetó. -Sabes que odio escuchar chismes, y mucho más si son sobre nosotros.

-Te quedó delicioso el pastel- Señaló el moreno, interviniendo entre la posible pelea, aún sin haberse terminado su inmenso pastel. Era su favorito. Además, halagar las bien trabajadas dotes culinarias de su mejor amiga siempre funcionaba.

La mujer se calmó con eso. -Quizá no sea más rico que el que hace Molly, pero lo estoy intentando.

-Y está exquisito. - Comentó el pelirrojo demostrándolo con sus facciones, una extensa sonrisa y unos ojos brillantes.

Harry admiró de nuevo como se llevaban esos dos. Todos estaban esperando el momento en el que finamente establecieran su noviazgo porque solo bastaba para verlos. La camaradería en sus acciones, el cariño en sus gestos y definitivamente la innegable atracción que se sentía en el ambiente.

-Creo que serás su sucesora Hems.

-Sí, lástima que Ginny no quisiera aprender a cocinar de la señora Molly- Estableció la peli crespa probando de su propio postre- Pero no puedes hacer nada contra un espíritu tan libre como Ginny.

-Si…Sobre eso- Intervino Ron, con la mejor cara de ángel del mundo- Creo que, aunque Ginny hubiera aprendido no hubiera sabido igual.

-Ajá… ¿Quieres otro pedazo? -

- ¿Por favor?

La sonrisa brillante de su ahora, adulta y adorable mejor amiga, fue el mejor elixir para los meses que acababa de pasar, pensó el héroe. Le habían enviado a África con el fin de prevenir la tercera guerra mundial, y vaya que le había costado. Sobre todo, porque el equipo con el que contó era demasiado variopinto, y a veces comunicarse con un japonés que no entendía ni gota de inglés, con indios bastante enojados y coreanos quisquillosos, inclusive con un buen traductor, era bastante trabajo.

- ¿Cómo es que no engordas? En serio, ya me estoy asustando.

-La genética de los Weasley hermano. - Estableció orgulloso el más alto. - Además espere toda la semana para esto.

- ¿En serio?

-Sabes que Hermione no tiene tiempo en semana con todas esas cosas que hace, siempre tengo que esperar a que sea fin de semana o a que tú quieras pastel. – Exclamó con algo de enojo, mirándolo con el ceño fruncido.

Se hizo el desentendido y se recostó un poco en el sofá.

- Si, es lo bueno de ser el consentido.

El otro solo gruño hasta que llegó la segunda ración del otro auror.

-Hey, hablando de ti, ¿Sufriste mucho en África?

-Si Harry, cuéntanos cómo te fue. Fue bastante tiempo, casi medio año.

-Lo fue, y aún tengo que hacer algunos informes- Comentó con hastío. – Los extrañaba mucho.

La pelicastaña le miro inquisitiva, terminando su postre. - ¿No será que extrañaste a ese chico misterioso?

El moreno se permitió rolar los ojos.

A Neville se le había escapado unos meses atrás el mayor secreto del salvador del mundo mágico cuando lo estaban despidiendo para su viaje. Ni a sus mejores amigos había podido informarle, y llevaba años guardando en secreto la identidad de lo que Luna llamaba "Amor platónico". - ¿Podríamos dejar el tema solo por hoy?

-Oh no hermano, sabes que insistirá.

-Gracias por el apoyo- Murmuró. Pero sabía que mientras a Ron estuvieran proveyéndole comida, era imposible meterse con el proveedor, quien, generalmente era la abogada.

-Apenas llegue- Se excusó, intentando poner la mejor cara de cachorrito que podía. A sus veintisiete años seguía funcionando.

-Harry…

-Herms…

-Está bien, solo apaga esa porquería.

El moreno iba a hacerlo cuando el tono misterioso de las comunicadoras le llamó la atención. ¿Era posible que hubieran notado al moreno que se había llevado a la cama en su misión?

-Patil, pero no es solo de Harry Potter de quien tenemos noticias.

- ¿Ah no?

-También tenemos noticias del ex mortifago y actual abogado Draco Malfoy -Anunció, destacando las últimas palabras. Ahora sí que menos iba a apagar el dichoso aparato. Al contrario, le puso atención, demasiada atención diría cualquiera menos una distraída Hermione y un goloso Ron. – Como te parece que tenemos información de él saliendo del recién inaugurado restairant L´fait, con una preciosa chica a su lado. Algunos creen que es Pansy Parkinson, pero la diseñadora de modas y de interiores más increíble de la vida- Declaró, muy zalamera para gusto de Hermione. – Se encuentra en Italia está en auge el desfile de modas más importante de primavera, así que dudamos que haya dejado a sus modelos listas para ir a comer con su compañero de clases.

-Entonces ¿Quién será la mujer? La revista corazón de bruja tiene las fotos de la salida de hace una semana. Creo que nuestros espectadores deberían intentar averiguar y comentarnos.

- ¿Sabes Patil? Creo que sé quién es, me es muy familiar ese rostro. Pero se los diré mañana, cuando nos sintonicen de nuevo.

-Muy bien, esto fue sección de noticias WitchesEyes". Hasta luego chicos y chicas, que tengan días muy brillantes. Recuerden una cita con la visionista de Lavender en estas fechas es demasiado importante.

La voz se escuchó lejana cuando reparo en lo enojada que estaba la abogada. Bufando sobre lo incautas y poco inteligentes que eran. Para distraerla, tosió un poco, y ella le miró.

-Vamos, no gastes tus energías en ellas, ven- atajo con las manos- yo soy tu invitado.

Con dulzura, la mujer se arrimó para darle un abrazo reconfortante. A Ron ya ni siquiera le enojaba esa muestra de cariño. Harry y Hermione eran probablemente, los mejores amigos que encontraría en la vida, hacerles una escena quedaba prohibido, además, su mejor amigo era gay. - ¿Has hecho más ejercicio? - Harry estaba poniéndose más grande cada vez, y no dudaba que era una de las razones por las que era tan codiciado.

-Soy Auror cariño, eso viene en el paquete.

-Lo sé, lo sé. Aunque Ron parece estar creciendo para los lados.

-¡Qué dices mujer! Estoy canalizando energía para las misiones, eso es todo.

- ¿Ya se te pasó el enojo?

Enfuruñando contra su fornido pecho, una mata de rizos salió de su escondite para mostrar el enojo en sus facciones. -Son tan ridículas, y su información siempre es tan amarillista. ¡Estoy segura de que habrán inventado lo de Draco!

-Vamos Herms, dicen que salió en esa dichosa revista, al menos créele a la revista. Igual ¿Qué hay de malo? Siempre hablan mal de mí y no te pones así.

-Es solo que…Draco casi nunca sale a menos que sea por el trabajo, y Pansy me escribió desde Italia hace unos días; está muy ocupada, y yo intento que salga conmigo, pero siempre me rechaza porque dice que estoy llena de Gryffindors y lo voy a llevar a un lugar terrible.

Él también estaba curioso, demasiado para su propio bien. - ¿Por qué te preocupa tanto?

Suspiró. - Draco trabaja tanto, y cuando no lo hace está cuidando las empresas de su familia, inclusive las de Blaise y las de Theo. A veces me aterra que no se dé un descanso.

-Pues parece que ya está descansando de más. – Dijo, sin darse cuenta de que su tono había sonado bastante sarcástico.

-Pero no a esos lugares. Me gustaría tanto que encontrara a una persona para él, que lo cuidara y le prohibiera trabajar tanto.

Ron y él bufaron.

-Puede encontrar a esa persona en esos lugares, no es como si fuera gente mala a divertirse Hermione. – intentó explicarle a su amiga. A veces era muy ingenua, y no entendía que la gente a veces quería tener solo sexo. -Pero admites que no debes trabajar tanto.

Lo miro boquiabierta. – Yo no trabajo tanto.

-Y por eso es que Ron y yo tenemos que recogerte para que no te quedes una semana entera en tu oficina, claro.

La indignación recorrió el pequeño cuerpo. - ¡Fueron solo tres días¡Y era un caso demasiado importante.

Continuaron su charla, con Ron regañándola por no cuidarse, pero el auror no podía dejar de pensar en las palabras de su amiga.

Draco Malfoy era uno de los mejores abogados mágicos. Sus juicios resultaban ser muy polémicos, inclusive Ron admitía que debía tener algún talento porque cuando hablaba nadie podía pararlo, sus argumentos eran tan fuertes y sólidos, y su discurso tan llamativo. Tampoco podían dejar de escucharlo, se lo dijeran a él que lo intentaba siempre. Quizá era porque se volvía tan apasionado que resultaba imposible quitar sus ojos de encima suyo. Era como si esa actitud estoica y fría que mostraba a todo el mundo se evaporara en cuanto tuviera un caso en sus manos. No se engañaba, mientras ayudaba a lavar los platos, pensaba en que, si bien era una de las razones que más le llamaban la atención, no era la única. Verlo moverse y hablar como si fuera dueño de toda la verdad era algo que había ocupado diversas secciones de periódicos como corazón de bruja, El candelabro e inclusive en el periódico de Luna.

-Terminaste todo. Debiste haberme dejado ayudar. -Se excusaba el pelirrojo, poniendo cara de que en verdad no lo sentía.

-Harry, ¡acabaste de llegar! Debiste dejar que Ron lo hiciera…

-Ahh no, no cambies el tema. ¿Crees que Rosita no llamo a quejarse? -Le regañó, recostándose contra el mural de la cocina. – Te quedaste hasta tarde en todos esos días.

- ¡Eran casos importantes!

-No más importantes que tu salud pequeña- Replicó, atajando sus tiernos cachetes. Hermione suspiró dándose por vencida. - Bueno, está bien. -Consintió, para después mirarle inquisidora. -Tu… ¿Irás a ese antro…? - Interrogó ceñuda y con los brazos cruzados. Ron y él se miraron nuevamente divertidos. Tenía que madrugar para pasar todo el día con Teddy, así que se despidió, se llevó una generosa porción de comida, como todas las mujeres hacían siempre con él y se fue a su casa, dejando que curiosamente Ron se quedara más de tiempo.

Como siempre ¿Cuándo se harían novios esos dos?

Se fue a su casa a pie, pensando que en el rubio.

¿Cómo era que cada cosa hacía que pensara en él? Llevaba haciéndose esa pregunta unos cuantos años atrás.

Malfoy no solo era llamativo por su profesión como abogado. Otra de las razones era bueno, haberse dado cuenta de que Malfoy era Malfoy. Después del pasado catastrófico que habían tenido a sus espaldas, las cosas habían cambiado. Por muchas razones habían terminado en el mismo círculo de amigos, y se encontraban constantemente, pero eso no significaba que las cosas hubieran cambiado para bien, al menos para él.

Ahora, casi con treinta años, podía decir finalmente que admitía cosas.

Solo en la actualidad podía reprocharse no haber visto lo atractivo que era antes. Es decir, solo había sido el Malfoy hurón, luego el Malfoy abatido, y luego el Malfoy luchador. Pero siempre era Malfoy, una jodida mezcla entre los mejores genes de Inglaterra, la inteligencia de una docena de genios y el sarcasmo de todo Slytherin. Pero ¡Demonios! Esa belleza…No negaba que Lucius era una mierda. Pero inclusive Andrómeda llego a comentarle lo atractivo que fue en el pasado, y el hecho de que él mismo siempre había admirado lo hermosa que era Narcissa, no ayudaba mucho a negarse ante la verdad. Así que haberse dado cuenta de lo bello y atractivo que era Malfoy fue cuestión de tiempo.

De hecho, le dijo alguna vez a Neville en Hogwarts, después de que retornaron, lo linda que le parecía su cara, pero no le puso mucha atención.

Pero unos años atrás las cosas cambiaron.

Ahora se llevaba bien con él, si es que a eso se le podía llamar así; coincidían en muchos espacios y era imposible no notarlo, es decir, era Malfoy, alto, cabello rubio platino en un corte bastante moderno y corto, un rostro de ángel, un cuerpo esbelto, unas nalgas de… Bien, quedaba claro que era imposible no notarlo.

Tiró sus cosas en el recibidor y se sirvió un vaso de whiskey. Revisó la noticia en su móvil, uno de los productos de Sortilegios Weasley, y buscó la noticia.

Allí estaba la foto.

Malfoy no sonreía, como generalmente pasaba, pero tampoco se mostraba tan indiferente. Aquello le impresionó. El abogado siempre parecía como si tuviera una máscara de neutralidad e indiferencia. Tan elegante, prolijo y educado con todos, a excepción de sus amigos y Hermione. Cierto aguijonazo llegó a su pecho. Porque en esa foto no se veía así mientras le hablaba a la mujer. Parecía disfrutar estar con aquella mujer. ¿Y quién era? Bastante bonita para su gusto.

- ¿Te van las mujeres Malfoy? Siempre pensé que te gustaban las pollas.

Leyó la descripción en la nota

Los Malfoy siempre han estado relacionados con lo mejor, lo más costoso, lo más innovador, con la elite. Y sin duda, su participación en la exclusiva inauguración del restairant L´fait, vestido de un diseñador Squib, bastante reconocido en el mundo muggle como Louis Vuitton, no fue la excepción. Sin embargo, lo que más ha impactado, además de su apariencia masculina e increíblemente atractiva, es su acompañante. Despampanante, atractiva y distinguida mujer. Se rumorea que es francesa, según algunas fuentes, se le ha visto bastante seguido con el magnate.

¿Tendremos noticias a finales de este año?

No la odiaba, claro que no, no era un enfermo como muchos que le reclamaban a él que no saliera con nadie. No lo era, pero la envidiaba. -Vamos Harry, déjate de estupideces. Sabes que nunca va a pasar, no importa cuánto lo intentes.

El celular sonó y vio el mensaje de Neville invitándolo a salir, había quedado con Ginny de acompañarla para hablar con un tipo que había conocido en la red mágica. Se lo pensó. Tenía que pasar todo el día con su ahijado, después de medio año de no haberlo visitado era más que justo. Pero entonces reviso la foto y recordó cómo había encontrado al rubio ese mismo día que fue a recoger a Hermione después de que llegara al país en la mañana: discutía acaloradamente en su lujosa oficina, sin su lustroso saco y con la camisa recogida hasta los codos.

Sintió la necesidad recorrer todo su cuerpo: Tenía que cogerse a algún tipo en traje. Le dijo a Neville que se demoraría poco, solo buscaría a un tipo en traje. Lo encontró y lo folló de espaldas todo el tiempo, con el traje puesto y todo. Después del orgasmo llegó la noticia inevitable de que aquel tipo no era Malfoy.

Pero no podía hacer nada para cambiarlo. Malfoy seguía siendo Malfoy, muy arriba de sus estándares para alguien como él. Además, estaba seguro que con algún tiempo se le pasaría, quizá algunos años.

Cuando volvió a la mesa Neville estaba con una chica linda, y Ginny con un moreno el triple de grande que ella. Sintió la mirada del rubio todo el tiempo, pero él no iba a repetir. Porque no era lo mismo, por más que lo intentara.

Se fue temprano porque el otro día era un Teddy´s Day, como le llamaba su ahijado, así que fue.

Nada más al verlo, el pequeño se le lanzó encima y notó orgulloso, lo inteligente y carismático que era. Por eso llego cansado a su casa, dispuesto a comenzar la rutina de trabajo. Pero los siguientes días la misma pregunta volvía a él ¿A Malfoy le gustaban solo las mujeres? Porque siempre había pensado que era Gay.

Y vaya que lo era.

...

- ¿Por qué saliste con Astoria? No me llevaste ni dijiste nada.

-Deja de hacer pucheros- Reprendió, probando su whiskey favorito. Esa semana había sido una mierda, y su salida con Astoria lo empeoró todo. -Me contactó el lunes. Quería hablar de algo importante.

- ¿Y por eso fueron al restaurante? - Inquirió su moreno amigo con ironía. -¿Un momento, no estaba en Francia? Hasta donde recuerdo, toda su familia le dio la espalda a Reino Unido después de la guerra.

-Le pregunté lo mismo. Aun así, quiso verme.

- ¿Había chicos lindos? Me han dicho que se volverá un restaurant para hicos lindos.

-Tienes trabajo el miércoles, deja de ser tan holgazán. – Le reprendió.

Ignorando a su amigo, Blaise se levantó de su asiento para admirar un paisaje en una pintura, en particular; la mansión Malfoy en sus comienzos, siglos atrás. - ¿Qué quería?

Resopló sabiendo que Blaise nunca lo dejaría ir. Theo podía ser todo lo idiota que fuera, pero también lo perseguiría después. Y si eso llegaba a oídos de Pansy, estaría muerto. – Quería lo mismo que su hermana, Millicent, Beth y prácticamente todas las de nuestra generación. -Confesó aborrecido.

- ¿Por qué ahora? - Un confundido Theo les miraba con atención, esperando que respondieran. -Es decir, dudo que recuerden como sus familias te dieron la espalda, no serían tan idiotas de pedírtelo si lo saben.

-No dudes Theo, son huecas. Puede que lo sepan y aun así esperen que, con su herencia, Draco decida casarse con ellas y así levantar su apellido.

-Ridículo- Bufaron los tres a lo último.

-Me pregunto cuándo se enterará el mundo mágico de que te gustan las varitas.

-Cuando se enteren de que a su querido héroe le gusta dar por el culo. – Comentó el moreno con cierto deje maligno.

- ¿Potter es activo? - Cuestionó el menor intrigado. Blaise, como todo buen Slytherin negó al notar la actitud de su amigo. – No entiendo como nadie se ha dado cuenta de lo mal que estás por el héroe.

-Cállate. ¿Vas a hablar? - Interrogó de nuevo.

-No lo sé. Por ahora- Atajó su mano, frenando a ambos amigos. – Me pareció demasiado sugerente que fueras a L´fait con ella. Vamos Draco, no pongas esa cara, necesito saber.

El heredero Malfoy cerró los ojos disgustado, recordando la conversación insulsa. En toda la reunión había querido largarse lo más rápido posible. Los casos que tenía habían sido absorbentes y no necesitaba a una cría que lo mangoneara. – Dijo que hablaría de los negocios de su padre.

El moreno bufó mientras caminaba por la habitación, harto de estar sentado después de todo un día de oficina. - ¿Y le creíste?

El abogado puso un rostro serio. – Era verdad.

¿Reddo Greengrass te propuso un negocio?

Cansado, afirmó. -No solo uno Blaise, todo.

- ¿Qué? – Interrogaron ambos slytherins asombrados.

Greengrass era un hueso duro de roer, ni siquiera Voldemort pudo llegar a él. Malfoy le tenía respeto aun después de que, finalizados los juicios sobre los mortifagos, le diera la espalda a su familia. Al menos no fue como otras familias como los Rowle, Bulstrode o Avery, quienes negaron cualquier relación y terminaron negocios. Gracias a los negocios que aún tenían con los Greengrass y otras familias, los Malfoy pudieron mantenerse a flote durante un buen tiempo.

-Después, al otro día nos reunimos. Me daría todo.

-Con la única condición. – Comenzó Theo con las cejas alzadas.

-De que te casaras con su pequeña zorra.

- ¿Cómico no es así?

-Interesante- Repuso el moreno. Luego de unos minutos en los que Theo aprovecho para preguntar por todos los chismes, se hizo el silencio.

-Uhm. – Se odio por lo que iba a decir, pero era necesario. Con la máscara de frialdad y el poco de dignidad que le quedaba, pregunto. - ¿Ahora si vas a responder Blaise?

El muy cretino inclusive se reía.

-Vamos Blaise, habla.

-No lo sé Theo. - Dudo Blaise, sentándose de nuevo. – He escuchado pocas cosas, y las que sé son demasiado interesantes.

-Cuéntanos Blaise, dinos, por favor. Sabes que muero de la curiosidad.

El moreno solo reía, sin atender a los pedidos del castaño. Draco le miró enojado. -No dirá nada, es un imbécil.

-Quizá si tengo el incentivo correcto…

- ¿Qué quieres?

-Un beso- Declaró coqueto ante su amigo. Draco rodó los ojos y Theo inmediatamente se puso a trabajar. Cuando Blaise recibió su parte, comentó para la atención de los otros. – Si, es activo. Dicen que es bastante rudo, y celoso. Jodidamente celoso ¿Recuerdan a Willes?

- ¡Salió con él!

-No, no. Él fue el que me dijo. Al parecer fue el año pasado, salía con Oliver Wood.

- ¿El ex capitán de Gryffindor? – Inquirió el rubio bastante confundido. Blaise le regalo una mueca traviesa y vio que había caído ante el moreno. – No me mires así, es Potter, un chisme suyo vale millones.

-No pensé que para alguien como tú.

-Pero Potter esta tan bueno -Exclamaba el heredero de los Nott, recordando el cuerpo del auror en su uniforme. – Y es tan grande. Es como tu Blaise, pero tiene algo, como si fuera un chico malo.

- ¿Qué te fumaste Theo? - Cuestionó ahora el moreno preocupado. Theo sonrió embobado, le gustaba actuar como un tipo idiota, y a veces no se daban cuenta de si era real o si algo pasaba.

- ¿Potter un chico malo? Imposible. ¿No ves su aureola? Es un santo.

-Caballeros, iré por algo dulce.

Bueno, al menos esa vez si era una droga y no su estupidez hablando. Ambos bufaron cuando el hombre abandonó la estancia. – Ni tan santo. A ti hace más que hablarte. Te mira, Merlín parece que te comiera con la mirada. Y no lo digo solo yo, sabes bien que Pansy también piensa lo mismo.

-Deja de ser ridículo Blaise. Sabes que no es cierto, si Theo te llegara a escuchar…

-Lo sé, lo sé. Pero es cierto lo que escuché- Recompuso su cara, como si fuera del hombre con más conocimiento del mundo. – Willes dijo que Wood y Potter terminaron porque Potter era demasiado celoso y posesivo.

-Wood es un buen tipo.

-Tiene una cara demasiado linda- Contrarió el otro, y Draco asintió. Wood era un tipo guapo, no al nivel de Potter, con esa aura sensual imponiéndose siempre alrededor cuando visitaba el área de los abogados, y con ese andar de ser el dueño del mundo, aunque prácticamente lo era.

-Sabes que siempre he creído que está detrás de ti. La manera en la que peleaban cuando eran niños, yo creo que toda esa tensión sexual sigue allí.

-Joder, éramos críos Blaise.

-Ya, ¿Y después? Ustedes dos tienen una relación bastante extraña. Inclusive Hermione lo ha notado, puedes intentar evadirme Draco, pero yo sé que Potter es tu punto débil, estoy seguro.

-En tus sueños Blaise.

-En mis sueños, Theo está debajo de mí.

El moreno se terminó su bebida con rapidez. Draco le miró con diversión, esos dos eran tal para cual, igual de pervertidos.

-Es imposible lo que dices. Potter no me miraría a mi Blaise, soy una paria, la escoria, el mortifago ¿Recuerdas? Deben gustarle chicos que brillen como él.

-No juego - Le comentó el otro, mirándolo a los ojos. – De verdad creo que puede haber algo de ustedes. Willes También me contó que Potter parecía tener un amor platónico por un chico desde que estaba en el colegio, quizá puedes ser tú.

-Claro Blaise, claro. Cuando despiertes, recuerda que tienes que pasarme los documentos de tu familia y los de Theo. Quiero ver que todo esté en orden.

Blaise quería responderle.

¿Era ciego acaso? Draco Malfoy era el mejor partido que existía, y estaba seguro que era del tipo de Potter. Linda cara, buen cuerpo, movimientos excepcionales y si Potter se llegara a enterar del gusto peculiar de Draco, sabría que no lo dejaría ir. Su amigo parecía no considerar lo que había dicho, pero Willes le había contado lo demandante, posesivo y bastante particular que era Potter.

Pero no pudo decirle nada porque Theo llegó demasiado entonado con un bote de helado inmenso, el favorito de su amigo, por lo que se comprometió a llevarlo a su casa.

Al verlos marchar Draco apostó que en menos de un año esos dos estarían casados, y en menos de dos, Blaise ya estaría rogándole por unos hijos.

Así terminó la velada Slytherin sin una miembro estelar. Cosa que Draco agradecía por el momento. Por cómo había estado desde hace unos meses, no había sido capaz de fingir ante Pansy lo que había sido el ver al héroe del mundo mágico entrar por la puerta de su área, con su túnica de auror, esa que utilizaban los aurores cuando tenían que atender asuntos internacionales. No habría sido capaz de controlarse como lo había hecho cuando este le saludó, antes de ir por su amiga. Lo bueno fue que tuvo que pelear por un caso y pudo distraerse, pero después de medio año sin ver a Potter, bueno, las cosas simplemente le afectaban.

Cuando notó su casa vacía se relajó contra el caro mueble. ¿Potter tenía un amor platónico?

Era extraño.

Nadie se le negaba al Gryffindor, así que cualquiera habría caído si se le confesaba. Pero no parecía ser el caso. Blaise había dicho que era un hombre, así que, ¿Qué tipo de hombre le gustaría? Debía ser alguien valiente, que echara brillos por todas partes de lo puro que era, y lo más importante: Debía estar limpio y no tener ninguna marca.

Bufó de nuevo.

Blaise se equivocaba. Él sabía que el auror estaba fuera de sus ligas. Además, no se trataban mucho porque, aunque lo veía casi a diario; bueno, al menos antes de su viaje, prefería tratarlo de la manera más cordial que podía, intentando controlar sus sentimientos porque desde siempre, desde el comienzo de su historia, él nunca había podido controlarse con Potter. Y ya no eran niños, él ya no era el Malfoy de antes, y Potter definitivamente era significativamente, más importante de lo que era antes. Además, tenían mucha historia juntos. Recordaba haberlo visto como testigo en el caso de su madre y en el suyo mismo cuando habían comenzado los juicios a los mortifagos, meses después de que vencieran al señor oscuro. Y haberlo visto allí le hizo darse cuenta de su propia realidad, una que nunca cambiaría.

Eso ocurrió justo diez años atrás.

No importaba que ahora fuera un buen abogado, que fuera reconocido; sabía que nunca podría estar en su misma liga. Le debía mucho: Que salvará a su madre, que lo apoyará a él con información valiosa, mostrándose como testigo. Que matara al asqueroso e inmundo animal ese y lo librara de su presencia.

Ya no era un mocoso que poseía todo el poder para aplastarlo, ahora era al revés, y prefería no darle el poder de saber que lo ponía, porque además de humillarlo, todo el mundo mágico se daría cuenta de las ganas que tenía de ponerle las manos encima a su amado héroe.

Y eso solo lo pondría al nivel de Voldemort para sus queridos y nauseabundos fans.

Pero no lo negaba, si le dieran la oportunidad no solo le pondría las manos encima. Potter era la definición de virilidad, la única y existente. Por eso se ganaba esas fans pervertidas y extrañas que habían llegado a robar en la casa del héroe prendas, artefactos e inclusive…condones.

No lo negaba, pero tampoco tenía esperanzas. ¿Qué era él comparado con todos los demás? Un desecho de mortifago que intentaba mantener el nombre de su familia en alto.

Fue a dormir, retirando esos recuerdos.

Hermione apagó la dichosa emisora en la que declaraban que su mejor amigo parecía estar viendo a una morena latina, hermosa, de buena cuna y gustos excepcionales. Nadie más que ella sabía que Harry había intentado huir de esa insistente mujer, y que la foto que le habían tomado, era porque la mujer había esparcido rumores de que eran novios.

¡Novios! Si a Harry le gustaban los hombres. Pero ¿Qué podía esperar de ridículas como Lavender?

Como había querido insultarla cuando apareció en el cumpleaños de Ron con un ínfimo vestido y su indiscreta personalidad.

¡Si tan solo pudiera demandar la emisora por difamar información privada! Pero nadie la dejaba ni le hacían caso. Tendría que convencer a sus amigos: Empezaría con Draco.

-Aunque necesito hacer algo primero.


¿Qué les ha parecido?

Subiré el segundo capítulo porque si no lo hago es posible que cierta persona - Si, Camila, tu- Me mate. Pero subiré los capítulos los sábados. Es una historia corta, así que le doy poco tiempo para que termine. Nos leemos!

-Namba64.