Gantz: ST
Muerte
Stiles había decidido mudarse en cuanto terminara la universidad; y eso hizo, ahora estaba en un pequeño piso en New York acomodando las cajas de la mudanza, dejaría todo lo conocido atrás pero no a sus amigos, pues aún mantenía la comunicación con ellos, en especial con Scott; un chico moreno del cual era amigo desde la infancia su mejor amigo para ser más precisos.
Stiles dejo la última caja sobre el sofá, estaba sudando de manera exagerada pues no había tenido tiempo para descansar, camino entre ellas y abrió la puerta ─me vendría bien algo de comer─ se dijo recordando una pizzería no muy lejos. Al imaginar la comida no pudo evitar que se le saliera la baba; se dio prisa en descender las escaleras y salir a la calle la cual ya estaba a oscuras, también casi abandonada lo único que se escuchaba eran los autos de la ciudad; en aquellos vecindarios en aquellas horas estaba desierto.
Camino un largo tramo, tenía que atravesar un pequeño parque que no estaba lejos. Miro el reloj eran alrededor de las 10 de la noche y el lugar estaba en la misma condición que la calle; completamente solo. ─Espero que no esté cerrado en verdad que tengo hambre.
Sintió algo que le tocaba la espalda y se detuvo; era la punta de una navaja, un encapuchado había salido entre las sombras y ahora lo estaba amenazando para que le diera el dinero pero él esta petrificado, no imagino que algo así pasaría el primer día.
El castaño titubaba no le daría nada y se apartó del hombre pero este lo tomo por el brazo; empezaron a forcejear, el encapuchado no dejaba a Stiles parecía enloquecido por alguna clase de codicia ─ ¡suéltame maldito!─ Stiles pateo con fuerza al sujeto, este se tambaleo tirando al chico al suelo, Stiles logro ver los ojos inyectados en sangre de aquella persona haciendo que incrementara su terror ─ ¡Apártate!─ sintió algo frió recorrer su garganta.
Aquella persona se levantó despavorida y salió corriendo, Stiles intentaba gritar pero algo le impedía hablar, algo cálido que empezaba a brotar. Puso sus manos alrededor de su cuello; había sangre en él, se estaba desangrando.
Se escuchaban gruñidos y gorgoteos, quería pedir ayuda, quería a su padre y a Scott pero ellos no estaban con él. No volvería a verlos o cenar juntos, no volvería a contar historias estúpidas y mucho menos meterse en problemas por simple diversión.
Lloraba y gimoteaba pidiendo verlos.
─ ¡paghpa!─ no era comprensible las palabras que soltaba ─ ¡yogh hga tago!─ cerró los ojos. Estaba muriendo poco a poco, solo podía llorar y pedir perdón por cualquier estupidez que hubiese cometido y pidiendo a quien fuera que le salvara.
Abrió los ojos, Stiles podía ver un blanco techo sobre él y la luz de las lámparas lo iluminaban, "¿acaso se encontraba en hospital?", se levantó con rapidez; frente a él se encontraba una gran esfera negra, se quedó estupefacto al darse cuenta que el lugar donde estaba era solo un departamento común y corriendo, busco de un lado a otro su teléfono pero lo primero que le llamo la atención era como sus piernas iban integrándose como si fueran una impresión 3D
Grito con tal fuerza que incluso él se sorprendió, alguien lo tono por los hombros ─Chico, tranquilízate.
Volteo para encontrarse con una mujer de cabello negro y largo rasgos faciales duros y ojos azules, llevaba puesto una clase de traje negro ajustado al cuerpo ─ ¿Qué está pasando?─ pregunto Stiles asustado, aquella mujer lo miro con pena.
─Bueno es una larga historia─ intento explicar.
─Laura, no tenemos tiempo para cuidar de lastres─ Stiles se sorprendió de aquellas palabras, busco al culpable de ellas, era un hombre alto de tez morena cabello negro y ojos verdes o tal vez gris y sus rasgos faciales eran parecidos a los de la mujer, lo más seguro es que fueran hermanos. Le miraba con mala cara como si estuviera gruñendo, la mujer; Laura, solo resoplo.
─No seas como ellos─ fue lo que dijo Laura, Stiles no quería meterse en problemas ajenos así que se apartó de ella, noto que su cuerpo ya estaba completo y no pudo evitar mostrar cierta fascinación por ello, lo pensó un segundo "¿Cómo era posible algo así?"
La habitación era muy grande, todo un piso y había una gran puerta de metal que junto con las ventanas eran el único lugar por el cual se podía salir, Stiles apenas se daba cuenta que había más personas en la habitación, pero los únicos que llevaban trajes negros era aquella pareja. Había dos adolescentes con uniformes escolares y parecían estar absortos en sus pensamientos agarrados de las manos por sus rasgos debían ser gemelos, un hombre de oficina parecía nervioso y se movía de un lado a otro, un grupo de hombres todos vestían chaqueta de cuero con pantalones adornados con cadenas; la típica banda de motocicletas.
─ ¿Ustedes también murieron?─ pregunto el chico dirigiéndose a aquellas personas, el oficinista se escondió entre sus brazos era obvio que si pero no se lo creía.
Los dos chicos levantaron la mirada ─nosotros nos suicidamos pero─ dijo uno de ellos ─cuando recobramos la conciencia estábamos aquí─ termino el otro.
─ Tuvimos un accidente y casi todos bueno...─ uno de los motociclistas parecía el único interesado en contestar la pregunta de Stiles, los demás estaban en sus cosas intentaban romper las ventanas y abrir la gran puerta.
Stiles no pregunto más pero estaba curioseando por ahí, lo que más le atraía era aquella gran esfera negra en medio del piso. La pareja que llevaban los trajes seguían discutiendo hasta que la mujer se apartó y se acercó a la esfera con recia postura; "una líder nata" pensó Stiles. Laura toco varias veces la esfera
─Mas te vale no matar a esta gente─ susurro, aclaro su garganta ─ escuchen─ alzo la voz para que todos la escucharan ─Sé que este es extraño─ creo una pequeña pausa para meditar ─ustedes murieron esta noche y han aparecido en este lugar sin esperarlo. Existe un culpable y está presente.
Los motociclistas la miraban y farfullaban sobre lo que decía Laura en parte porque no les agradaba que una mujer estuviera tomando el control. ─ ¿Y quién es ese culpable, cariño?
Laura lo mira con mala cara ─No me llames cariño─ hizo un gesto de reproche ─esta cosa─ palmea varias veces la esfera, los motociclistas no sabían que decir y algunos simplemente se rieron, el oficinista aun nervioso en su rincón parecía volverse loco con el simple sonido de las risas. ─No lo digo en broma y será mejor que presten atención sino quieren morir esta noche.
Stiles le parecía irónica esa frase pues ya había muerto.
─Está cosa cuando empieza a sonar nos transportara a alguna parte de la ciudad─ siguió explicando la mujer aunque no todos le prestaban atención─ para su seguridad, no intente irse o su cabeza explotara
─ ¡Explotar!─ Stiles se alarmo, en ese momento la esfera se abrió mostrando una serie de armas.
─Estas armas son muy sensibles no apunten a cualquier tontería─ le lanzo un arma pequeña a Stiles el cañón era redondo con un gatillo doble, el muchacho inspecciono el arma sin comprender que era y porqué parecía de juguete, presiono un uno de los gatillos empezó a escucharse un zumbido y esta se ilumino de color azul. "Está rota" pensó dejando el arma a un lado cuando un gran golpe se escuchó el suelo se cuarteo de pronto y Laura retiro el arma de las manos de Stiles. ─No toques ninguna.
Los motociclistas se acercaron a mirar el interior de esta y tomaron armas largas y complicadas de usar, incluso más que la pequeña.
Los gemelos también se interesaron e inspeccionaban lo que los motociclistas no agarraban, en especial unos maletines de color gris. ─ ¿Qué son estos?─ pregunto uno de ellos abriéndolo.
─Trajes─ Dijo por fin el moreno. En voz alta y señalo la otra mujer que le entregaba un maletín a Stiles y llevaba el otro para el oficinista aterrado ─ Estos trajes son resistentes y no permitirá que se lastimen tan fácil pero no siempre funcionan─ soltó una leve risa, sabía que ninguno de ellos sobreviviría esa noche.
─Mejor póntelo─ Laura le dio el maletín al hombre que lo tomo con las manos sudorosas ─estoy segura que tu no querías morir y si no quieres morir esta noche úsalo y escóndete.
Eso era más una sugerencia pues sabía que con solo esconderse no funcionaria, siempre era lo mismo.
Stiles no sabía si lo que ella decía era verdad pero todo eso en realidad no tenía sentido, sintió la sangre recorrer su cuello y manchar su ropa pero ahora estaba limpio e intacto ─no tiene sentido─ se levantó y camino buscando un lugar donde poder cambiarse. Cruzo la mirada con el sujeto que lo había llamado lastre, tenía la sensación de ya conocerlo.
Una vez se cambió dentro de un armario, salió para encontrarse con que ya el oficinista y los gemelos también llevaban los trajes puestos, al parecer ellos igual habían aceptado que no querían morir. Algunos motociclistas llevaban una parte puesto y otros simplemente se burlaban de ellos.
─Hoy se mueren todos─ dijo Laura mirando como estos jugaban con las armas ─lo intente.
─Al menos convenciste a otros─ Laura miro con atención a los otros no tenían un ánimo muy grato en especial el oficinista. ─Esperemos que sobrevivan.
El sonido de unas trompetas empezó a sonar junto con ellas un coro de voces.
─Está por empezar─ anuncio Laura.
