Buenas tardes/noches tengan.

He decidido volver de apoco, así que disculpen que sea cortito, pero al ser una carta no podía ser más largo. Espero me puedan regalar comentarios, siempre es importante conocer lo que opinan para poder mejorar la manera en la que plasmamos las historias que por aquí se encuentran.

Saludos!


Querida Lana:

Sé que aún es un shock la noticia de mi salida, ni yo misma me puedo creer que he tenido el valor de dejar este capítulo tras de mí, no ha sido fácil ni sencillo pero está más que claro que esto no podía seguir así, esta carta se encuentra en tus manos al no tener el coraje de hablarte de todo esto de frente, al momento en que llegue a ti, yo ya estaré en mi ciudad buscando un nuevo camino, ese que necesito tanto encontrar aun cuando mi alma añorase que apuntase de nuevamente hacia ti.

"Hay algo sobrenatural en tu manera de bailar. Hay veces, no muchas ni tampoco pocas, que pienso en ti".

Han pasado ya varios años desde nuestra despedida, tuvimos altas y bajas, pero en estos últimos meses no puedo dejar de pensar en ti, tu forma tan sobrenatural de bailar, tu forma de cantar, grabar el musical ha sido lo más difícil que he tenido que hacer, no puedo dejar de imaginar cómo sería actualmente nuestra vida si ambas le hubiésemos puesto empeño al nosotras y no dejarnos guiar por el "qué dirán". Los pensamientos se mantienen de manera circular en esta cabeza que ojalá estuviese vacía para no tener tantas memorias compartidas y poder dejar de añorar y sentir tanto por ti. Estas noches han sido tormento en la bendita oscuridad, he tenido veces, no muchas ni tampoco pocas que pienso en ti, en tu cuerpo desnudo junto al mío, en tus mejillas sonrosadas y tus labios entreabiertos después de intensas muestras físicas de amor, porque lo hubo, hubo tanto amor entre las cuatro paredes en las que escondimos nuestra relación que si hubiésemos abierto la puerta en su momento hoy podrías ser tu mi esposa y no la esposa de él, pero lo elegiste a él, porque con él podías salir a la calle de la mano, presentarlo a tu familia, todo eso que yo estuve dispuesta a hacer pero que tu tuviste miedo de afrontar.

Y son esas las miradas, las que no recibo ya de ti las que me hicieron recordar todo lo que perdí y todo lo que me estoy perdiendo, las palabras cargadas y agitadas que tenían el poder de transformar el tiempo desde nuestra cama las que me llevan a tener que decirte hoy adiós.

Adiós Lana, no es un hasta pronto, sé que es muy probable que nos encontraremos nuevamente en algún evento, pero esa Jennifer que era tuya hoy se despide completamente de ti, he de tener que pensar en mi crecimiento personal fuera de esta cama vacía, porque después de tantos años aún siento tardes donde todo parece mentira y ya no quiero pensar en ti.

Quiero volver a encontrar esa manera viciosa tan mía de mi bailar, esa que ya no he encontrado desde que me dejaste atrás, suerte en todo Lana, hasta hoy tuya, Jennifer.

Las lágrimas surcaban sus mejillas, dejando un rastro difícil de negar, caían sobre la hoja en sus manos, haciendo la tinta escurrir en los puntos donde el papel se empezaba a mojar. Sintió inmensas ganas de romper esa hoja y gritar, pero sabía que de hacerlo llamaría la atención de él, ese que ahora era su esposo y que bien sabía ella que por cobardía había dejado entrar a su vida logrando de esa manera perderla a ella.