Bien, cabe destacar, yo no escribi esto, lo escribio una Amigis querida y befy(?) asi que los respectivos creditos para ella uwu
Ademas de que cabe destacar que la Serie/Saga NO NOS PERTENECE, le pertenece a Jin (Shizen no Teki-P) solo hacemos esto por diversion y entretenimiento uwu.
En cierto lugar de el mundo, para ser precisos, en Japón, en cierto lugar llamado Tokio, en un determinado departamento, una personita, de nombre Jin, se encontraba "trabajando" en su famosa saga de nombre Kagerou Days, pero algo interrumpía su esfuerzo.
O alguien, mejor dicho.
–…¿Quieres dejar de hacer eso? Por favor…– Miró con una sonrisa un tanto nerviosa mientras observaba a su acompañante. Quien estaba sentado en un extremo del sofá, mientras el se encontraba en su computadora, haciendo algunos trabajos, al otro extremo del mismo.
Y en esos momentos, la escena de siempre transcurría. Un Shidu abrazando amorosamente un mini-peluche de Konoha.
Realmente le perturbaba como llegaba a ser el pelirrojo…
–¿Qué? Tu te vistes como el virgen de Shintaro-kun y nadie te dice nada…–Shidu lo miro de reojo, mientras seguía acariciando la cabeza de el peluche con total cariño.
Jin -tambien conocido como Shizen no Teki–P- dejo la computadora en la mesa que estaba enfrente suyo, mientras fulminaba con la mirada a el de la bufanda.
–¡Pero yo no me la paso haciéndole mimos a un peluche! – Grito Jin, mientras señalaba el objeto inanimado que estaba en las manos de Shidu.
–No lo escuches, Konoha, el simplemente esta celoso de que yo si te tengo y el no tiene a Seto~…– Restregó el peluche del albino en su propia cara, mientras Jin lo miraba estupefacto.
El castaño termino suspirando mientras sonreía, viendo la ironica escena de todos los días. Hacia ya tiempo que se había acostumbrado a los constantes cariños que le hacia Shidu a el peluche…o a cualquier cosa que tuviera a Konoha.
Tomo la laptop nuevo, y volvió a escribir, mientras que hacia algunas muecas a la vez que escribía.
–¿Hmm? – Dejo la computadora en la mesa nuevamente, mientras veía a su compañero –¿Qué sucede? –
–Bueno…¿Que pasara…?... ya sabes… ¿Cuándo termines toda la historia? – Shidu lo miro un poco curioso, puesto que esa duda la había tenido desde hacía tiempo, pero nunca se atrevió a preguntarle.
Jin lo miro, sin mostrar emoción alguna. Se recostó en el sofá, cerro sus ojos y suspiro.
–Yo...no lo se…–
–…Que respuesta mas genial…– Menciono Shidu con sarcasmo, mientras volvía a ver su peluche de Konoha – Aunque, bueno, falta mucho…muy apenas a finalizado el anime, el manga continua, y la novela igual…queda mucho para ver de Konoha~…
Se reincorporo con lentitud, y volvió a tomar la laptop, para volver a escribir. Tenia que apresurarse para la fecha de entrega de la novela, puesto que desde hacía tiempo, la saga de había vuelto muy famosa y muy exigente para su beneficio y desgracia.
–Oi, Jin-san… ¿Cuándo es la fecha de entrega de la novela? Tengo algunas imágenes terminadas…– Al parecer, su amigo también había pensado en lo mismo.
–15 de agosto…– Murmuro el castaño, a la vez que seguía escribiendo.
Hasta que milisegundos después, se dio cuenta de lo que dijo.
Jin dejo de escribir, Shidu dejo de acariciar a Konoha, ambos se miraron, con la sorpresa impregnada en sus rostros.
–Que ironía…– Rio Shidu, mientras de nuevo, el peluche de Konoha se llevaba su atención.
–Y que lo digas…– Dijo Jin. Bien, era de las coincidencias de la vida…
Pero esperen…
–Shidu…
–¿Si?
–¿Qué dia es hoy?... –Miro al pelirrojo sin ninguna expresión.
–14 de agosto…– Respondió Shidu, encogiéndose de hombros.
…
Mierda.
–¡Waah! ¡No puede ser! ¿¡Como pude ser tan olvidadizo!? – Gritaron ambos al mismo tiempo, uno agarro apresurado su computadora, y otro se puso los zapatos para poder salir del apartamento e irse a terminar su trabajo.
–¡Disculpe las molestias Jin-san! ¡M-Me voy! ¡Waah! ¡Aun me faltan dibujos! – Salió casi matándose Shidu, cerrando la puerta de un portazo.
Esos dos, si que eran un par de despistados.
El sol brillaba con total esplendor. Los pájaros volaban con felicidad. Los niños jugaban felizmente. Los perros ladraban y los gatos maullaban.
Mientras un Jin y un Shidu iban corriendo sin detenerse por nada.
–¿¡Quieres apresurarte!? ¡No tenemos mucho tiempo! ¡Tenemos que tomar el taxi en este preciso momento! – Grito el castaño, corriendo como si su vida dependiera de ello, a la vez que Shidu iba intentando seguir el paso
Si no se apresuraban, las cosas iban a ir muy mal, y en esos momentos no se sentía de humor para soportar reclamos de su editor.
¿Por qué Shidu iba a su lado? Simple, le pidió que lo acompañara a la entrega de la novela, para que así se sintiera con total seguridad -cosa que era una mentirilla de cierta forma, puesto que, quería que ambos fueran regañados y asi no sentir tan feo-. Primero no quería, porque, bueno, estaba cansado, se había desvelado casi toda la noche haciendo los dibujos, por lo que quería tener una hermosa siesta en su sofá.
Pero eso acabo cuando la nación de Jin-san ataco.
Jin-san maldito.
Y tampoco ayudaba el calor que se sentía en la ciudad. Era un sofocante y asfixiante calor.
La gente los miraba como si fueran marcianos, pues no todos los días veías a un chingo con un jersey rojo corriendo como loco, seguido de un chico pelirrojo que con semejante calor se encontraba usando una bufanda de líneas blancas y azules.
–'Locos' – Pensaba la gente al verlos.
Sin importarles las miradas de las personas, siguieron corriendo, hasta que por fin, divisaron un taxi.
–¡Taxi! ¡Taxi! – Agito la mano con evidente desesperación, haciendo que el dueño del vehículo lo viera por el espejo retrovisor.
–'¿Lleva un Jersey con este calor?' – El conductor miro estupefacto a Jin, mientras este abría la puerta y murmuraba un "gracias", a la vez que Shidu hacia lo mismo que el castaño. –'¿¡Lleva una bufanda!?' – El conductor, sin la menor vergüenza, se levanto un poco de su asiento y los miro a ambos, recibiendo miradas de confusión y desinterés.
–¿Qué? – Dijeron los dos al mismo tiempo.
–N-Nada…– Se acomodo en su lugar y pregunto.–¿A dónde quieren que los lleve?
–¡A la Editorial Enterbrain, por favor! – Jin grito mientras veía con un deje de desesperación al conductor.
–¡E-Esta bien! – Arranco el auto y empezó a prestar atención al camino que tenia enfrente, para no tener la desdicha de atropellar a alguien.
Los otros dos, se concentraron en una cosa diferente cada uno. Shidu saco su cuaderno de dibujo y Jin se puso a escuchar música, cada quien tenia su propio método de relajación, puesto que tenían que llegar calmados a la Editorial para prepararse por los gritos que vendrían en camino.
Jin comenzó a buscar otra canción en su iphone, encontró "Summertime record" y se le hizo bien escucharla.
Miro por la ventana, viendo de vez en cuando, publicidad de su historia. Jamás hubiera creído que su historia se convertiría en algo tan grande, ciertamente, fue muy reconfortante que todo su esfuerzo diera frutos. Ah~ aun recordaba cuando grabo Jinzou Enemy*, fue el inicio total de su caótica -pero querida- historia.
De hecho, aquella canción fue la que provoco que conociera a Shidu, cosa de la que nunca se arrepentirá, pues a pesar de que Shidu es su socio , es también su amigo - muy extraño- pero es su amigo a fin de cuentas.
Al pensar en Shidu, Jin miro a su acompañante, y lo que vio, hizo que lo viera con una cara de "no puede ser"
El pelirrojo, a pesar de que el automóvil estaba en movimiento, se las había arreglado para hacer un dibujo de Konoha abrazando una brocheta gigante.
–…– Shidu seguía sonriente, dibujando al albino con total dedicación, hasta que sintio una salvaje mirada en su persona, por lo que volteo a ver al responsable de aquella mirada– ¿Qué sucede?
Jin se rio levemente – No, nada…– Echo un suspiro, era obvio que Shidu adoraba al albino
Shidu volvió a lo suyo, por lo que Jin hizo lo mismo.
Pasaron unos minutos, hasta que el taxista se detuvo.
–Bien, aquí es– Jin y Shidu abrieron las puertas, estaban a punto de bajarse hasta que una voz les detuvo – ¿Bien, quien paga? – El conductor los miro a ambos.
Jin empezó a buscar con desesperación su dinero, pero sus bolsillos eran un agujero negro, por lo que, no pudo encontrarlo. Al final, una sonrisa un tanto nerviosa de Jin, le hizo saber a Shidu que tendría pagar.
El pelirrojo solo suspiro.
Después de dar la cantidad pedida, ambos salieron del taxi, vieron como el taxi se iba en silencio, hasta que Shidu rompió el vacio que se hacia.
–No te preocupes, yo te pagare la comida~– Shidu recupero su animo con lo dicho, miro su reloj unos instantes, y la desesperación y angustia volvieron al rostro del pelirrojo.
–¡Ya es muy tarde! – Jalo la mano de Jin, para entrar al edificio corriendo, saludando a la recepcionista de paso.
Después de un largo recorrido, llegaron a la sección que les correspondía.
Y los regaños no se hicieron de esperar.
–¡Llegan muy tarde! ¿Se puede saber que demonios les pasa? – El editor a cargo de la novela de Jin, lo miro con un deje de molestia, haciendo que el castaño se encogiese por el regaño. –¡Y tu también, Shidu-san! ¿¡No podías apresurarlo!? Lo mas seguro es que se retrasaron por tu culpa…–Suspiro con enojo, mientras se masajeaba las sienes. – Basta de charla, tenemos que ir a entregar el manuscrito…– El editor les dio la espalda a ambos, mientras comenzaba a caminar.
–Si…– Jin suspiro, mientras era seguido por un Shidu un tanto indignado.
Y apenas iba empezando todo…
–Ugh…– Jin se quejo cuando salió de la Editorial, a su lado iba Shidu, quien iba arrastrando los pies.
Estaban cansados.
–De verdad…que esos de la editorial son…– Shidu se paso una mano por el rostro, como si de esa manera se le fuera a quitar el cansancio
Ja, sigue soñando campeón.
–Bueno, no nos volverán a molestar como dentro de un mes…–Comento Jin viendo a Shidu con una sonrisa temblorosa, este le devolví el gesto. Siempre que entregaban el escrito, la paz que sentían durante ese casi mes, era hermosa. Disfrutaba cada segundo después de haber entregado una historia, era lo mas-
Y un sonido vergonzoso se escucho.
–'Oh dios…' – Shidu se sonrojo levemente, mientras sostenía su estomago. Jin lo observo , intentando no reírse, cuando vio que no estallaría en carcajadas, le dijo una tentadora oferta a el pelirrojo.
–¿Quieres ir a comer? Te lo debo por lo del taxi~ – Jin le sonrió al otro, mientras su mirada se iluminaba al hacer mención de alimento para su cuerpo, con emoción, asintió. –¿Qué quieres co-…?
–Brochetas.
–¿Eh? P-Pero…
–Brochetas, dije. – Miro con determinación al castaño, haciendo que este se rindiese.
Siendo que ya no había apuro, caminar sería bueno para ellos, por lo que caminaron un largo rato, buscando un lugar para comer las mentadas brochetas.
El sol seguía calentando sin piedad la ciudad, con su antebrazo, Jin se cubrió los ojos, para evitar que la luz solar lo cegase. No había demasiada gente por la acera donde iban.
Se fijo en la hora : 12:30 pm
Algo hizo click en su mente, trayéndole de recuerdo el Pv, de Wannyanpu y novelas, respectivamente.
–"¿Sabes? Odio el verano ver llegar…"– Musito Jin. Una sonrisa de ironía se coló en su rostro.
dicha por su amigo, lo miro divertido. – Jin-san~, no hay gato al cual perseguir, ¿Sabes? – Shidu volvió su vista al frente hasta, que una idea surco por su mente. –Bien, nuestro "gato" serán las deliciosas brochetas que nos esperan~ – Y con eso, Shidu se echó a correr como un niño chiquito
Jin suspiro con una sonrisa, mientras caminaba un poco apresurado para perseguir al pelirrojo. Así tendrían algo de que platicar con los demás -con demás se refería a Wannyanpu- y de que reírse un rato.
Aunque…
Parecía que el reírse un rato no iba a suceder.
Por el paso rápido -que no se puede tomar como correr- alcanzo a ver como el semáforo cambiaba de verde a rojo.
Shidu seguía corriendo como si nada, parecía que no prestaba atencion.
Kami-sama…
Jin, sin esperarse a nada, empezó a correr rápidamente. Tenia un mal presentimiento sobre lo que estaba sucediendo.
–¡Shidu! ¡Shidu! – El pánico empezó a apoderarse del cuerpo de Jin. No podía ser cierto, el mismo día, prácticamente la misma hora, por la misma situación…–¡Quítate de el camino!
Mientras mas rápido intentaba acercarse al pelirrojo, mas eterno sentía el camino para llegar hacia el.
El pelirrojo se detuvo, estaba prácticamente a mitad de la calle cuando escucho los gritos de su amigo, vio como este iba corriendo un poco asustado hacia el. Lo vio con evidente confusión, hasta que, escucho un sonido que llamo su atención. Era un claxon.
Un camión se estaba acercando a gran velocidad. Y estaba MUY cerca.
Y parecía ser, que su cuerpo no tenia deseos de obedecerlo.
No puede ser.
No puede ser.
El tiempo pasó en cámara lenta, vio una melena castaña, que reconoció como la de Jin, quien estaba con su cuerpo empujando al suyo, en un intento de sacarlos en aquel embrollo.
–¿Qué…?– Fue el único murmullo que salió de la boca de Shidu al darse cuenta de lo que estaba sucediendo.
Y el tiempo volvió a la normalidad.
Para Jin y Shidu, después de eso, solamente hubo oscuridad.
–¿D-Donde…?– Susurro Jin al abrir un poco sus ojos. Hubo una luz intensa, por lo que se cubrió con su dorso los ojos. Se sintió acostado en algo suave y esponjoso.
Momento.
Suave y esponjoso.
¿Qué no se suponía que iba "caminando" con Shidu hace unos momentos?
Esperen.
–¡Shidu! –Grito a la vez que se reincorporaba con rapidez al recordar lo que iba a suceder con su amigo
…¿Dónde estaba?
Bien, esta habitación no era la suya, pero aun así, se le hacia familiar…Tenia que ver con anime
La cara de Jin se puso pálida. ¿Es que acaso…
lo había secuestrado un fan de la saga?
Kami-sama lo odiaba, eso era definitivo.
Ósea, está bien que adores la saga, pero ya de ahí en hacer un cuarto exactamente como el de Mary en el anime…eso ya es ir al extremo. Porque ese cuarto, tenía todo TODO lo que tenía el cuarto de Mary en el anime.
Y lo peor de todo, no encontraba a Shidu. Si que no era su día de suerte. En definitiva.
Se levanto con cautela, inspeccionando el cuarto con total dedicación. Bien, la persona que hizo el cuarto incluso se había dado la tarea de hacer que el cuarto oliera a…¿rosas? ¿Vainilla?.
Olía bien…
Escucho unos pasos acercarse a la habitacion, por lo que, rápidamente, empezó a buscar algo con lo cual golpear a su secuestrador. Encontró un libro, por lo que sería lo único con lo que podría defenderse.
–¡No puede ser! –Lloriqueo al saber que con un miserable libro, no se podría defender. Era su fin. Estaba a manos de un fan loco que-
Y no escucho cuando la puerta se abrió.
–Tu si que eres extraño~–Escucho una voz susurrar en su oído. ¡Oh kami!
–¡WOAH! – Jin se asusto por el desconocido que acababa de entrar, por lo que termino lanzándole el libro, dándole de lleno en la cara a un chico, que parecía ser rubio.
–¡Duele ,duele ,duele! – El chico extraño se sobo la cara, para después, con sus gatunos ojos, mirar a Jin – Mira~ Que después de haberte traído a salvo al encontrarte desmayado junto con tu amigo, me golpeas con un libro, pero que desagradable~– El chico rubio le sonrio como un felino, mientras lo miraba con ojos analizadores.
Jin lo miro, mientras el sentimiento de pánico se apoderaba cada vez mas de su ser.
¿¡Lo había secuestrado un fan de Kano Shuuya!?
–N-No se quien seas, pero, se que te gusta la saga de Kagerou Daze, pero no es necesario el haberme secuestrado…– Jin trago saliva al momento de decir eso, sin atreverse a mirar a los ojos del otro. ¿Quién miraría a los ojos a su captor?
–¿Kagerou Daze?... – Miro al castaño con un poco de seriedad, puesto que eran pocos los que sabían lo que era el Kagerou Daze, y este tipo lo decía como si fuera nada. –¿Quién eres?...
Jin lo miro con indignación –¿Ah? Luego de que me secuestras, te haces cosplay de Kano Shuuya, y dices ser fan de la saga ¿No sabes quien soy? Pues, ¿Qué clase de fan eres? – Los ojos de Jin se mostraron un tanto enojados.
Kano lo miro sorprendido. Pero cambio rápidamente su expresión a una relajada, con una sonrisa de acompañamiento.
–Tu~… Realmente eres muy extraño~, y tengo muchas preguntas que hacerte, pero serán luego, ahora tenemos que ir con los otros, tu amigo incluso esta ahí.
–¿Shi-Shidu? –Lo miro con preocupación evidente. Kano simplemente asintió con una juguetona sonrisa.
–Sip~ , bien, es hora de ir con los demás – Kano empezó a caminar hacia la salida del cuarto, abrió la puerta, y justo antes de dar un paso fuera de la habitación, detuvo su caminar.
–Te diré algo~ , no se quien creas que somos, pero~…– Volteo a ver hacia Shidu, sonriéndole de forma misteriosa – Somos el Mekakushi-dan~. – Y con eso, el chico rubio salió de la habitación.
–¿Mekakushi…dan? –
No podía ser posible.
*Según lei, esa es la primera canción que saco Jin uwu
Por cierto, no encontré los nombres verdaderos de Jin y Shidu, por lo que los deje asi, también, Shidu se refire a Jin por –san, al ser 3 años mayor, pero la verdad, es que no se como se refieren los unos a los otros.
Por cierto, esto tendra continuacion de no se cuantos capitulos, lo que de mi mente para crear uwu, pero aseguro que seran mas de...no se :c , solamente se, que sera mas de 1 , asi que no tomen esto como un one-shot.
