Saipu-san, Raquel Cisneros Taisho Okumura, Alei91, Maria C. Arias, entre otr s nos complace presentar nuestra historia.

Esto es amar espero que sea de su agrado.

Advertencia: Occ


Era una linda tarde de verano nuestros héroes estaban a las orillas cundo de repente oyen una explosión todos van rápidamente al lugar y ven a el poderoso señor del oeste luchando contra Naraku.

―Fhe maldito Naraku al fin te encontramos. – dijo Inuyasha mientras sacaba a tessaiga y lanzaba el kaze no kizu.

La pelea se extendió a tal grado de que Kagome peleaba espalda con espalda con Sesshomaru entonces sucedió que Naraku agarro a Kagome para llevarla a su castillo

Pero Sesshomaru corrió lo más fuerte que pudo para salvarla.

Lo agarro y logro cortarle el tentáculo que sostenía a Kagome. Kagome vio la oportunidad y Kagome con su poder espiritual logro materializar un arco y flecha para lanzarla a Naraku apunto a su corazón directamente.

― ¡Es tu fin! – grito mientras Kagome mientras dejaba ir la flecha y el arco desaparecía, ella siguió cayendo hasta que fue atrapada por unos fuertes brazos.

― ¡Maldita Miko! – grito Naraku mientras se retorcía de dolor.

Sesshomaru llevo a Kagome a tierra firme e Inuyasha, enfurecido por ver como su hermano salvaba a su amada, corrió hacia él y se la arrebato.

― ¡No la vuelvas a tocar! – Grito viendo como su hermano le enviaba una de sus miradas asesinas.

― ¡Inuyasha basta! Sesshomaru no ha hecho nada malo, madura de una vez. – La Miko enfurecida dejo solo a Inuyasha que miraba como esta se internaba en el bosque y asi Poco a poco la figura de la Miko del futuro se perdió en el bosque.

―Inuyasha eres un tonto ¿cómo vas tener celos de Sesshomaru? a él no le gustan los humanos. – iba hablando sola mientras caminaba y al no prestar atención choco con un yôkai y cayó al suelo.

― ¿Quien dijo que no me gustan los humanos? – contesto aquel yôkai de mirada ámbar y cabellos platinado haciendo que Kagome se sonrojara completamente; Ya que hace mucho se había olvidado de Inuyasha para enamorase de Sesshomaru.

― Es que siempre que nos vemos tu desprecio hacia los humanos no desaparece. – dijo ya roja, de la nada Sesshomaru tomo su cintura y la acercó a él hasta alcanzar su oreja.

― No tienes idea de cuánto los detesto. Pero tú no entras en ellos. – dijo por fin el yôkai.

Kagome quedo sorprendida con tal atrevimiento y solo atino a sonrojarse.

Sesshomaru río y le beso la mejilla para dejar a una muy confundida Kagome a mitad del bosque.

Ella estaba estática en la mitad del bosque.

"Pero tú no entras en esa categoría" – Se repetía una y otra vez en su mente.

Podría ser eso posible desde hace tiempo que se enamoro de el yôkai, para ser precisos, desde que él la salvo del ataque de uno de los siete guerreros desde ahí no evito ver al yôkai con otros ojos y luego de un tiempo lo supo amaba a Sesshomaru.

―"Dios ¿será posible tengo una oportunidad? Si es así no la desaprovechare... pero como me gano el corazón del yôkai... ¡ya se le pediré ayuda al monje Miroku!" – pensó Kagome mientras regresaba al campamento con una enorme sonrisa.

Cuando llego al campamento los chicos se sorprendieron al verla con tan enorme sonrisa.

― Señorita Kagome nos haría el honor de decirnos por qué tan radiante sonrisa. – preguntó Miroku.

―"Inuyasha no debe saber que fue lo q paso si no se enojara. Pero si le digo a Miroku el le dirá a Inu, Mejor luego hablo con Sango" Nada solo que el paseo me hizo bien. – dijo a lo que casi todos, excepto una exterminadora, le creyeron.

Al llegar la noche Kagome y Sango se fueron a una térnameles que encontraron cuando caminaban.

― Bueno Kag ¿me puedes decir por qué tan contenta? – le dijo Sango ya en las aguas termales.

― Me encontré a Sessh y tuvimos una corta plática. – dijo al recordar los hechos de esa tarde.

― Luego me dirás que hablaron, tienes vistas - dijo Sango al salir y cubrirse lo más rápido que pudo, salió y se perdió en el espeso bosque.

Entonces alguien salió de los arboles era Inuyasha, enojado. Estaba que aventaba chispas.

―"de seguro escucho que estuve con Sesshomaru sola en el bosque" – pensaba Kagome mientras Inuyasha la miraba.

― ¿Qué diablos hacías con ese idiota? – pregunto de muy mal humor.

Kagome sonrió era el momento justo para devolvérsela con un guante blanco.

― Lo mismo que tu hacías con Kikyo ayer por la noche. – contestó mientras sonreía e Inuyasha se enojaba mas con ese comentario.

Inuyasha subió a un árbol dándole la espalda y Kagome salió de las termas, se colocó su ropa y se fue al campamento con los demás chicos.

Inuyasha estaba más que furioso él casi todas las noches sale y mantiene encuentros íntimos con Kikyo, el pensar en qué Kagome les vio le daba rabia, pero el pensar en su hermano y SU Kagome juntos se le retuercen las entrañas.

~IMAGINACION DE INUYASHA~

Kagome Y Sesshomaru estaban en una habitación él encima de ella mientras se acariciaban de una manera muy erótica y él comenzaba a introducirse en su interior.

— ¡Aahh oh si Sessh dame más! – dijo Kagome enrollando sus piernas en la cintura de Sesshomaru haciendo más profunda la penetración.

-¡Grrr Miko eres tan deliciosa! ¿Te gusta? – dijo Sesshomaru aumentando el ritmo de sus embestidas hasta hacerla llegar a tocar el cielo.

-¡Ah sí! – dijo Kagome mientras llegaba al orgasmo y él hacía lo mismo derramando su semilla dentro de ella.

~FIN DE LA IMAGINACION DE INUYASHA~

— "No maldito no lo permitiré" – pensó un enojado Inuyasha su aura era tan terrorífica que asusto a todos los yōkai excepto uno que fue a buscarlo.

Un yōkai muí decidido a reclamar lo suyo fue a un bosque en medio de la noche; Mientras que en otro lado había una joven muí enojada que iba a su campamento.

Inuyasha detecto un olor muí particular y corrió hacía esa persona.

Sesshomaru se dio cuenta de que Inuyasha corría hacia él y le apuro más en su paso, cuando los dos estuvieron frente a frente chocaban los dorados ojos de cada uno, enojados uno con otro.

— Ella es mía asi que no te esfuerces en quitármela. – demandó el hanyō hirviendo de furia.

— Ella no te pertenece. Y tu mujer es la Miko muerta. Todavia tienes la peste de que te revolcaste con ella. – escupió cubriéndose la nariz.

Entonces Inuyasha fue y lo ataco — ¡NO TE ATREBAS A INSULTAR A KIKYO! – gritó desenvainando a tessaiga.

Sesshomaru se defendió fácilmente. Cuando le iba regresar el ataque unos brazos lo rodearon por la espalda, a lo que el sonrió al percatarse de quien era la dueña de los brazos, Inuyasha se enojó más.

— ¿No se supone que tú tienes que estar en campamento con los demás? – pregunto un furioso hanyō.

— Yo me iré con Sesshomaru ya no quiero estar cerca de ti - escupió ella con algo de odio en su voz.

Sesshomaru sonrió victorioso y tomo a Kagome de la cintura convirtiéndose en una esfera de luz saliendo de ese lugar, se dirigió al palacio de la luna. En donde tenía planeado tomar a la que él y Yako (su bestia), consideraban su mujer.

Pero al llegar en la puerta del palacio estaba una yōkai de cabellos plateados agarrados en dos coletas era nada más y nada menos que Irasue la medre de Sesshomaru.

— ¡SESSHOMARU TAISHO NO CREI QUE LOS RUMORES FUERAN CIERTOS! ¡¿COMO HAS PODIDO?! – dijo Irasue colérica mientras miraba a su hijo y a la mujer humana que vena con él.

— No me interesa lo que digas Madre – respondió Sesshomaru mientras ponía a Kagome en el suelo.

— Sesshomaru yo… – empezó a hablar Kagome pero fue interrumpida.

— Tú cállate humana. – grito Irasue.

— No le hable a Kagome asi. – defendió Sesshomaru.

— Idiota nunca estarás con ella estás comprometido con Azumi la princesa del norte en un pacto irrompible. – dijo Irasue.

Sesshomaru ignoró por completo lo que dijo su madre, mando a que se le acomodara a Kagome la habitación al lado de la suya para la estadía de ella en el castillo.

Todos los sirvientes se movieron sin decir nada le tenían miedo a Irasue pero el respeto y temor de que le tenían a su señor era mayor así que actuaron pronto.

— Sesshomaru ¿Te encuentras bien? – pregunto Kagome al ver que este caminaba de prisa.

— Nada importante – contesto él y en ese instante se escuchó un grito fuera del castillo y corrieron a ver qué pasaba y era nada más y nada menos que la madre del peli-plateado, estaba furiosa tanto que se convirtió en un perro gigante y ataco a Kagome dejándola gravemente herida y Sesshomaru se lanzo contra su progenitora.