¿Qué le paso a Anubis?

Había pasado unas semanas desde que Anubis había caído en el Rio Nilo y seguía metido en el sin oportunidad de escapar.

Si bien los primeros días estuvo rogando a los animales del Rio Nilo con toda la esperanza a que le ayudaran, cada día iba perdiendo esperanza hasta el punto que había dejado de gritar y empezaba a sufrir de ansiedad.

– ¿Por qué estoy gritando? Si al cabo de unos días me oxidare y con ello desapareceré de la existencia–

Sin embargo mientras repetía esas palabras una y otra vez dentro de su cabeza, se empezaba a dar cuenta que un anzuelo muy grande se le acercaba.

–Ah, es solo un anzuelo que se me está acercando–

– ¡Un anzuelo que se me está acercando! "¡SI!"–

– ¡Hey, señor anzuelo acérquese un poco más!–

El anzuelo parecía que le estaba haciendo caso pues cada segundo se estaba acercando más a la espada rota.

–"Si, si se sigue acercando poder salir del agua y tener mi venganza contra el Grupo Joestar y reunirme orgullosamente con el amo DIO"–

–Solo un poco más–

Solo fue cuestión de tiempo para cuando el azuelo toco su filo.

– ¡Perfecto!–

El filo roto de la espada empezó a elevarse y con ello las esperanza de Anubis de conseguir su venganza de acercaba. Después de un rato ya le habían metido dentro de la barca, para luego ser agarrado por unas pinzas de metal.

–Hey Señor, es un filo casi oxidado e inútil y en palabras simples trozo de chatarra–

–A quien llamas chatarra, insecto–

El espíritu de las espada rota estaba indignado, ese hombre se había atrevido a llamarlo inútil.

–Cuando tome el control de un cuerpo, ¡juro que serás el primero en morir!–

Mientras se la pasaba insultando de distintas maneras al hombre, otro más corpulento, calvo y de barba se le acerco diciéndole.

–Ya cálmate, seguro que podemos sacar algo de pasta si encontramos el trozo restante de la espada–

–Y si no lo encontramos–

–Lo botaremos al Rio Nilo, tan sencillo como es–

Cuando Anubis escucho las palabras del hombre, solo una cosa pasaba por su cabeza.

–"Mierda"–

Anubis estaba poniéndose nervioso, ninguno de ellos parcia tener intenciones de tocarlo con sus manos y si no encontraban su otro trozo seguro que lo volverían a tirar al lago.

–Como les digo que mi otra parte están esparcidas por todo el pueblo cercano al Rio Nilo–

Todo empezaba a ponerse todo en cámara lenta y hasta que.

–Señor llaman los otros–

–Contesta, por mí–

– "¿Otros?"–

–Señor han encontrado trozos de un mango de espada y parte de un filo–

–Es de esta espada–

–Según las especificación, parece que si–

–Entonces respóndeles y diles que vayan contratando a un herrero–

Cuando Anubis había escuchado esas palabras se sentía como en el cielo, iban a repararlo y cuando eso suceda el estaría tomando su venganza contra el Grupo Joestar.

–SI, solo tengo que esperar a que el herrero me termine de reparar y luego tomare control de su mente es perfecto–

Mientras iba pensando los marineros regresaron al pueblo para reunirse con los demás de su grupo, Anubis podía sentir cada vez más cerca de su venganza.

–Voy por ustedes Grupo Joestar, en especial por ti ¡Jotaro Kujo!–

–Ni bien el grupo se reunió con el herrero el Stand enemigo empezó a sentir somnoliento.

–*AHHHH*, creo que dormiré un momento, seguro para cuando despierte ya estaré reparado–

Algo que Anubis no se había dado cuenta es que se había dormido más de la cuenta y cuando despertó.

–Eh, donde estoy esto esta oscuro–

-Oye-

– Hay alguien–

– Oigan–

– Háganme caso–

– ¡Quiero volver al Rio!–

Lo que Anubis no se había percatado es que el grupo de marineros trabajaban para un museo de antigüedades que estaba reuniendo materiales del antiguo Egipto para conservarlas en una caja del tiempo.


Anubis estado:

Retirado (Por 100 años)