Recuerdos.
Abrió la ventana en busca del calor primaveral que comenzaba. El dulce aroma de las flores entró suavemente por su nariz, ella dio gracias internamente por aquel bello jardín que poseía, había de todo tipo de flores, rosas, orquídeas, lirios y demás.
Cualquier ser humano se hubiese llenado de vitalidad y alegría ante tan maravilloso día, pero ella en vez de eso, se llenó de nostalgia. Sólo pudo traer a su memoria recuerdos dolorosos, recuerdos de "él ".
Aquel hombre que en un tiempo atrás le había hecho probar la máxima felicidad y también la tristeza más profunda que puede existir. Habían pasado años de aquello mas su nombre seguía grabado a fuego en su cerebro, el cual traidoramente se lo recordaba todos los años en aquella época de primavera, que fue cuando lo conoció y , también, cuando se despidió de él.
—Levi...
Se sentía un poco mal por recordarle así, de cierta manera culpable, ella estaba casada ya hace un par de años; miró su dedo anular y rememoró el rostro de Jean, su esposo. Aquel chico que la trataba con un amor que ella jamás creyó posible, la consentía, la mimaba, todos los días le decía algo dulce que lograba hacer que sus blancas mejillas tomarán un ligero color carmesí, era el mismo chico que logró enamorarla después de aquello, aquel que logró que ella volviera a amar, habían pasado unos años desde su matrimonio y ella continuaba siendo feliz, así se definía a sí misma, una chica casada y feliz.
Por eso le dolía tanto recordarlo, él nunca fue tan tierno, era algo tosco y frío, pero se notaba que la amaba, se lo demostraba siempre a su manera y, aunque tenía un humor del demonio, siempre tenía una sonrisa para ella, un simple gesto de amor.
"Debes de disculparme Mikasa... sabes que soy bastante torpe en todo lo que respecta al amor... y todas esas estupideces" fueron las palabras que soltó un día, ella sonrió triste al recordar aquello, era la verdad.
Un pensamiento fugaz pasó por su cabeza, lo visitaría hoy, quería verlo, necesitaba verlo. Jean llegaría alrededor de las 5 de su trabajo, vio el reloj que dictaba las doce y cuatro minutos, alcanzaba de más. Tomó su auto y se dirigió sin prisa a su objetivo, debía ir igual que los años anteriores.
Mientras conducía meditó en su actuar, nunca le dijo ni le diría nada a su esposo, no porque temiera a su reacción, al contrario sabía que si le contaba sus intenciones Jean estaría dispuesto a llevarla allí él mismo y acompañarla en lo que necesitara; pero aquello era algo personal, algo que debía hacer sola.
Finalmente divisó el lugar y comenzó a estacionar su automóvil. Bajó delicadamente del vehículo y siguió su camino a través del brillante asfalto, dejando que sus cabellos negros fueran suavemente mecidos por la brisa tibia de la época.
Lo buscó con la mirada, recordando con el corazón recogido aquel fatídico día en que se despidieron abruptamente, aquel día en que la vida le dio uno de los peores golpes, aquel día del doloroso adiós.
Finalmente lo vio, se acercó a él, cautelosa, como si quisiera darle una sorpresa, así que luego de arrodillarse sobre el húmedo pasto, sonrió triste y acariciando la grisácea lápida fría y dura dijo:
—Ya estoy aquí Levi...
Pequeño One-shot Rivamika con mención de JeanMika.
Espero les guste y gracias por leer.
Personajes pertenecen a su respectivo autor, Hajime Isayama
Fanfic propio, no copiar.
