Los personajes pertenecen a Suzuki Nakaba. Y, repito SPOILERS DEL CAP 46 EN ADELANTE. Si no has leído eso, no leas esto.


Recorre los pasillos del palacio con su expresión sería y profesional de siempre mientras se dirige a sus aposentos. Él es Dreyfus, uno de los Grandes Caballeros Sagrados, y no perderá su orgullo y compostura en público. Ni siquiera cuando acaba de perder a su único hijo. El sólo pensamiento le destroza, pero nadie le verá en ese patético estado.

Llega a su dormitorio y, en cuanto pone el cerrojo a la puerta, la máscara cae. Apenas consciente de lo que hace se sienta en su escritorio y esconde la cabeza entre las manos, agarrando sus cabellos con fuerza mientras los recuerdos le invaden.

Griamor apenas recién nacido, en los brazos de la comadrona. Griamor abrazándole entusiastamente tras regresar de una batalla. Griamor deseando ser un caballero sagrado como él y empezando su entrenamiento. Griamon siendo nombrado caballero de la princesa Veronica. Griamon despidiéndose de él antes de partir para esa misión de la que no regresaría jamás…cada nueva memoria es un cuchillo más hundiéndose en su pecho.

Es estúpido, lo sabe. Un caballero corre el riesgo de morir incluso en su primera batalla. Él mismo ha visto morir a superiores, subordinados, camaradas. Por no hablar de todos esos enemigos muertos que, probablemente, también tenían familias esperando su regreso. Y ahora el rey, a quien él mismo traicionó y encerró, está llorando la pérdida de una hija.

Y sin embargo, no puede evitarlo. El dolor sigue ahí y todos esos razonamientos no hacen nada para aplacarlo. Cuando empieza a sentir las lágrimas en sus ojos simplemente las deja fluir y asume su sufrimiento. En unas pocas horas saldrá de ahí y volverá a ser el Gran Caballero Sagrado que todos conocen y respetan.

Pero ahora mismo, es sólo un padre.