Solo tres palabras
Fin. El Final. Que significado tan profundo y enorme para una palabra tan pequeña. Que palabra tan abrupta y brusca.
Te veo ahí, de pie, esperándome. Ahí estabas para decirme adiós, para darme el golpe de gracia, para decirme que era el Fin. El Final, con F mayúscula.
Irrevocable, irremisible, inamovible, como me quede yo. Vacía, sin nada. Solo recuerdos. Solo dolor, solo lagrimas. solo nada.
Adiós a tu persona, a tus besos, a tus cosas. Adiós a todo tu, bruscamente, sin posibilidad de dar marcha atrás.
Pero no había remedio. Estaba escrito. No había posibilidad de otro final para nosotros, aunque yo pensé que si. Ilusiones vanas de niña enamorada, ilusiones vacías, tal como me dejas.
Todo se fue, todo se volatilizo en mil pedazos cuando escuche de tus labios que te ibas, que me dejabas, que era el Final.
Fue bonito mientras duro aunque en el fondo de mi corazón yo pensaba y quería que durara para siempre. De nuevo vanas ilusiones que antes me parecían tangibles y reales, ahora lo veo, veo lo que el amor no me dejo ver antes.
Y al final te fuiste. No se si miraste atrás porque yo misma no quise mirar como te ibas. No quise ver como te alejabas de mi vida para siempre.
Susurre al viento solo tres palabras: adiós mi Sirius.
