Como ser distraída es parte de mi y este es el primer temerario inténtode fic que hago, olvidé pedir de antemano disculpas por las faltas ortográficas (que sin duda han de ser muchas). Además de aclarar( el hecho más que evidente) que los personajes del maravilloso mundo de Naruto no me pertecen, son obra del increible Masashi kishimoto...
Cap 1:
Entre las sombras del pasado¨acercamiento¨
Se sentía apático, miraba hacia la lejanía donde el bosque se adentraba más y más en su misticismo, donde solo se escuchaba el lejano canto de las aves y el murmullo lejano del viento pasar por entre el follaje verdoso. Si se descuidaba tan solo un poco, sería cuestión de segundos hasta hallarse estrellado en el duro suelo de aquel precipicio. ¿Quién lo echaría en falta si eso sucedía? Se preguntó, taciturno. Sus padres ya no estaban más para velar por él y si bien no era el único en tales condiciones, ni le gustaba tampoco victimizarse, en ocasiones la nostalgia le tomaba por sorpresa y con la guardia baja guiando sus pensamientos por senderos poco agradables. Pensó además en sus compañeros, su equipo ya inexistente, prácticamente extinto a manos suyas, sabía que podría haberlo hecho mejor, pero el hubiera no existía y debía cargar con las consecuencias de sus actos, con los fantasmas de sus errores.
-¡Cre…creo que el suicidio no es la mejor opción!
El repentino grito femenino le sacó de su estado ensimismado, volteó su rostro abruptamente para encontrarse con una tímida peli azul quíen rehuyó a su mirada cuando ambas se encontraron, negro contra blanco. El rostro bajo, ocultando su miraba bajo el flequillo, con las mejillas sonrosadas a mas no poder, mirando de tanto en tanto su rostro solo para bajarlo cuando sus ojos volvían a reencontrarse, sus dedos jugando entre sí en un ademán nervioso. Arqueó una ceja y sin notarlo una sonrisa irónica y divertida se formó en su rostro. ¿Acaso aquella chica torpe frente a él creía que se quería suicidar? ¿Qué clase de expresión perturbadora mostraba su rostro para que ella llegara a tal conclusión?
- ¿Insinúas que estoy equivocado, Hyuga?
Su repentina respuesta la hizo respingar en su sitio, sonrió internamente, divertido ante su ingenuidad y la manera exagerada en que la chica abrió sus ojos con pánico, se preguntó cómo es que sus ojos aún no se habían salido de sus cuencas ante tan exorbitante reacción.
-P…por supuesto que no Kakashi-San, digo si, esto…es…s…solo que…
El peliblanco luchaba contra las enormes ganas que tenía de burlarse en su cara, era evidente que le estaba tomando el pelo, aún así, Hinata se encontraba hecha un nudo tratando de explicar su argumento sin ofenderlo. Lo miró nuevamente y al notar el brillo malicioso en los ojos del Hatake se percató que se burlaba de ella.
-Es solo que…si necesita hablar con alguien, yo estoy aquí.
Soltó tras un suspiro que le brindó valor. Kakashi le miró largos segundos en silencio, debía confesar que su oferta le había tomado deliberadamente por sorpresa, trató de hacer memoria de algún momento que hubiera compartido con la Hyuga que le impulsara a tratarlo de esa manera ese día, pero la verdad, aparte de unas cuantas misiones que habían compartido meses atrás ambos equipos, una que otra plática superficial acerca de armas, técnicas de taijutsu y un que otro esporádico saludo al cruzar caminos, no guardaba ningún recuerdo relevante, es más, recordaba que la peli azul era en realidad una chica bastante reservada y tímida. Entonces como si de una daga se tratase, recordó aquella sombra que siempre había acosado a su mejor amigo, Óbito, su rostro se contrajo un poco al tiempo que fruncía el ceño. ¡claro! ¡Hinata Hyuga, la chica que siempre había estado enamorada de Óbito!, ¿cómo lo había podido olvidar? Se sintió culpable y todo rastro de diversión que hubiera experimentado se borró de su rostro. Le había arrebatado el amor de su vida a esa chica. Y ahora ella, sin embargo, se ofrecía a ayudarle…y eso…dolía.
-Esto, ¿Kakashi-San?
Hinata sintió el cambio de ambiente y notó como el cuerpo del Hatake se tensaba. No había sido su intensión ser entrometida, pero le había parecido necesario intervenir cuando le había visto, (luego de regresar de su entrenamiento con su equipo) de pie al filo del precipicio, sólo, mirando hacia el vacío… simplemente no lo había podido ignorar.
-¿Por qué yo?
Soltó con cierta urgencia en su voz. Y Hinata tuvo que hacer uso de todo su intelecto para tratar de comprender a que se refería el ninja de la máscara. Kakashi notó su mirada de desconcierto y agregó…
-Ellos murieron por mi culpa, EL murió por mi culpa. Deberías odiarme.
Los ojos del Hatake su cristalizaron y por una vez Hinata olvido su timidez, abrió los ojos, impactada ante la revelación de Kakashi para rápidamente cambiar su expresión por una sonrisa y mirada cargadas de dulzura. He ahí el problema, eso era lo que tenía su alma encadenada en el pasado, la razón por la que su mirada nunca iba hacia el frente si no que se devolvía insistente hacia atrás, hacia el camino ya recorrido. Hacia errores del pasado, demonios ya dormidos… desvió su mirada de la de ella, incómodo, contrariado con lo que sus ojos le transmitían.
-Kakashi-san, se equivoca, está siendo injusto consigo mismo condenándose por pecados que no ha cometido.
- ¿que no he cometido dices?, ¿acaso no fueron mis manos las que atravesaron el pecho de Rin, cuando mi deber era rescatarla? ¿acaso no fue por mi causa que Óbito murió? mi debilidad fue su condena…
Su argumento, escupido con crueldad y repugnancia hacia sí mismo caló en Hinata hasta lo más profundo de su ser. ¿Cómo decirle? ¿cómo hacerle entender que todos habían fallado de una u otra manera, que todos tenían un demonio en sus espaldas que les perseguía… que era imposible no cargar con las pérdidas en una época de guerra cruel como lo era aquella en la que estaban? donde hasta el enemigo lloraba a sus muertos, madres, esposos, hijos… La tierra lloraba sangre ante el sepulcro de sus hijos rebeldes, renuentes al dialogo y a la tolerancia. Nunca satisfechos, nunca dispuestos al perdón, al olvido. Ante el largo silencio de Hinata Kakashi apartó su mirada una vez más, irritado consigo mismo por dejarse alterar de esa manera. Por desquitarse con ella que no tenía la culpa de nada.
-Hace poco más de 4 años me confesé a Obito-kun…
Soltó de repente, y ante lo improvisto de su confesión y el cambio drástico de tema Kakashi abrió sus ojos sorprendido…más bien...atónito. Era imposible, pensó, Hinata era demasiado tímida y Óbito jamás le había comentado tal suceso, no obstante que por aquellos tiempos ni se toleraban... ahora que lo recordaba…de hecho…
-Quedó pasmado…
Ante la mirada incrédula del peliblanco Hinata bajó su rostro, mirando al suelo con una sonrisa tierna en el rostro y una mirada que expresaba la dulzura que le generaba el recuerdo. Sus mejillas sonrojadas. Kakashi guardo silencio a la espera de que continuara su relato, ahora sí, interesado…
-Su rostro adquirió tonalidades rojas que ni el mío propio ha alcanzado jamás, pensé que le daría un ataque ahí mismo, me preocupé mucho…se hizo un nudo justo como yo minutos atrás.
Agregó divertida y Kakashi notó que, aunque aún era tímida, había mucho de la Hinata niña que había dejado el cuerpo de la joven del presente. Y ahora que mencionaba su cuerpo. Su mirada se detuvo en el generoso busto y la estilizada cintura de la chica, tragó ruidosamente desviando su mirada, incómodo. ¿desde cuándo Hinata había crecido tanto? ¿hacía cuánto no se veían?
-Entonces respiró hondo, y con una sonrisa apenada y rascándose una mejilla, me confesó que ya le gustaba alguien más…
Kakashi se sobresaltó ante las últimas palabras, le miró con un poco de empatía, pero se dio cuenta que la Hyuga no parecía triste, es más, diría que se mostraba en paz, realizada… alzó su rostro y lo miró directamente a los ojos con una sonrisa enigmática que no supo descifrar. La vio abrir la boca para decir algo más, pero la repentina aparición de un ambu los distrajo a ambos y cortó de tajo el ambiente íntimo que se había generado.
-Hyuga Hinata, el tercero solicita su presencia de inmediato…
Gracias a todas aquellas personitas que resistieron leer hasta aquí, espero que, aunque fuera solo un poco, les haya entretenido...
