La hija de Snape
A pesar de que ella no lo amaba, le dijo que "sí" sólo para satisfacerlo. Igual no duró mucho, pero ese pequeño tiempo fue suficiente para quedar embarazada. Cuando ella supo que lo estaba, decidió quedarse con él hasta que el bebe naciera. A penas le dijo a Snape que estaba embarazada y que se quedaría con él unos meses más, él ya estaba fascinado. Snape aprovechó la situación para enamorar a Lily, pero ella no se dejaba. Lily amaba a James.
Al mismo tiempo, James Potter estaba muy triste. Estaba triste porque Lily le había pedido un tiempo.
-James, entiende, por favor –pedía Lily- es solo por un tiempo. Luego todo estará bien.
Pero James pensaba que ella estaba terminando con él. A James jamás se le ocurrió que estaba Snape metido en esto.
Lily, perdida entre la confusión y la tristeza, solo deseaba que el bebe naciera, dejárselo a Snape, volver con James y que nadie más que Snape y ella supieran que hubo "algo". Lily no quería romperle el corazón a Snape, pero no le quedaba de otra, si quería volver con James, su amor verdadero. Así que cuando nació el bebe –una niña hermosa, de pelo castaño y ojos marrones- Lily, con toda la tristeza del mundo, le entregó la niña a Snape diciéndole que ella ya no lo quería y que no quería ningún recuerdo del error que cometió al estar con él, que se iría para siempre y que se olvidara de ella. Pero…¿Cómo? Snape jamás podría olvidarla.
Dejar a su bebita, con solo meses de edad, y decir que no quería volver a verla, fue lo más difícil que haya echo Lily.
Snape, impactado por el hecho, no reaccionó. Lily dio un portazo y se fue. Pero seguramente, al llegar a la esquina, la consumió la tristeza y el llanto. Lily a pesar de eso, amaba -tanto como a James- a su bebita y para intentar olvidarse de ella, enseguida después de reconciliarse con James, le pidió tener un bebe.
Snape, cegado por la tristeza, creyó que sería mejor para los tres, dejar a la bebita en un orfanato. La llevó hasta el orfanato muggle más lejano de la ciudad. Allí a la niña la cuidaron muy bien y la llamaron Hermione, y poco después, el Sr. y la Sra. Granger adoptaron a Hermione.
Cuando nació el hijo de Lily y James, al cual llamaron Harry, Hermione solo le llevaba meses de diferencia. Al primer año de Harry, murieron Lily y James.
Snape no volvió a ver a Hermione hasta que ella entró en El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería en el cual Snape era uno de los maestros. Dada coincidencia que Harry entraba al colegio el mismo año que Hermione.
Snape, sentado en la mesa de profesores, reconoció a ambos niños enseguida…
Y pese a varios accidentes, ellos dos junto a otro niño llamado Ron Weasley, fueron mejores amigos.