Hell-o~

Bueno esto salió un tanto inesperado, no tenía idea que había week hasta ayer en la noche y me inspiré t-t

Jamás había escrito Kacchaco, recién ayer me adentré al universo de BNHA en temas de fanfics xD espero se disfrute~!

BNHA ni los personajes son míos, solo los uso para esta mente retorcida.

A leer~.


Nuevos comienzos

Día 1, Kacchaco Week 2018.

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La pesada caja chocó despacio contra el parqué, el chico rubio se pasó el dorso de la muñeca por la frente quitándose el sudor. ¿Quién hubiese dicho que una mudanza sería tan agotadora?

Miró hacia el camión de mudanza y vio que todavía quedaban un par de muebles que mover y otras cajas más que transportar, bufó para si mismo y rodó los ojos en blanco hacia el cielo, pensando en qué tan necesario era realmente el cambiarse de casa, claro que esta tenía más habitaciones y todo…

—Katsuki, ¿Necesitas ayuda? —su voz melodiosa ascendió como un susurro por su columna vertebral hasta sus oídos, dándole un pequeño escalofrío antes de entender el mensaje, pese a los años aún no se acostumbraba a su dulce tono y a su rítmica manera de hablar.

Pese a todo eso, bufó en su lugar.

—¿Tu ayuda? Probablemente sólo me retrasarías, mira que con lo gigante que te has puesto, cara redonda… —un golpe seco le llegó en la nuca por parte de una Ochaco enfurruñada.

—¿Gigante? ¿En serio? Dime ahora que me embaracé por mi cuenta, ah.

Bakugo alzó los ojos en blanco.

—A lo que voy es que no haré que mi muy embarazada esposa trabaje por mover las cosas a la casa nueva.

Uraraka sonrió tenuemente al escuchar eso, ahí estaba el Katsuki que había conocido con el correr de los años. Más especial y más dulce de lo que se lo pudiesen imaginar.

—Voy por las otras cosas —Uraraka lo siguió en silencio porque obviamente no iba a aceptar su ayuda pero si podía quitarle el peso a los objetos al menos en algo ayudaría.

—Ochaco, puedo hacerlo solo.

—Claro mi amor —de todas maneras toco el otro extremo de la caja dejándolo en gravedad 0, Bakugo la fulminó con la mirada pero no le dijo nada, la castaña se sonrió para sí misma.

Tras un par de descargas más el camión quedó vacío, mientras Uraraka iba acomodando las cajas en la habitación donde correspondiese, se apoyó en el marco de la puerta de la habitación más pequeña suspirando, su rubio explosivo llegó a su costado y le pasó la mano por sobre el hombro, contemplando junto a su esposa la no tan diminuta habitación, el papel tapiz celeste de la pared, la pequeña cunita blanca y el suelo repleto de cajas con distintas etiquetas, "ropita", "pañales", "juguetes", "peluches", todos escritos con la redonda letra de Uraraka.

—Ay —la chica se llevó la mano a su abultado vientre—, se movió. Creo que le gusta su futura habitación.

Bakugo hizo una mueca en su lugar. Y se le escapó una sonrisa de los labios.

—¿En serio? ¿Pateó? —Se acuclilló en el suelo y agarró el vientre de su esposa con ambas manos—. Hola diablillo, soy tu súper papá —Ochaco se llevó una mano a la boca derretida por la actitud de Bakugo—. ¡Patea mucho! Así demuestras lo fuerte que serás —miró con confianza la pancita de Uraraka, y abrió los ojos de par a par—. ¡Pateó! Creo que a este lado están sus patitas…

Se veía como un niño pequeño viendo a otro niño pequeño, Uraraka alargó la mano y le acarició el cabello rubio, sonriendo.

—Vas a ser un gran papá.

Se levantó para mirar a su chica desde unos 20 centímetros más arriba por la altura.

—¿Tú crees? —entre su voz se pudo entrever los nervios y el caos que se escondía bajo su fachada, estaba muerto de miedo por ser padre, pero saber que era con ella lo calmaba un poco.

—Sip, vas a ser el mejor.

Pese a todo lo que pensaban de él, Bakugo era muy afectuoso con ella, en general en privado pero le encantaba llevarla de la mano, abrazarla, besarla, era apasionado. La estrechó entre sus brazos y respiró contra su cabello, la guatita entrepuesta entre los cuerpos de ambos, con un brazo rodeó el cuerpo de Uraraka y con la otra mano rodeó el vientre de seis meses, tratando de abrazarlos a ambos.

—¿Te he dicho que te amo?

Uraraka sonrió.

—Sí, un par de veces.

Bakugo rodó los ojos en blanco.

—Ajá, un par de veces.

—Bueno, tal vez hartas veces —rió por lo bajo.

—Te amo, eh —le dio un beso en la nariz—. A ti y a él, me mantienes los pies en la tierra.

Era un poco irónico cuando le decía cosas así por ser 0 gravedad, pero le hacía gracia.

—Y yo te amo a ti, mi rubio explosivo.

Sin duda y pese a todo, el mejor nuevo comienzo era junto a ella.

-FIN-


Es poco menos un drabble, pero me dio mucha ternura escribirlo t-t mi headcanon es que Bakugo es tan apasionado pa' amar como para odiar, así que lo veo medio posible jeje

Subiré los otros días en esta misma historia :3

En fin, gracias por leer!

¿Review?

Blue—.