"ALGO RARO"
CAPITULO: 1 POR: YADIRA KURAN
Ya habían pasado tres años desde la última batalla. Todo marchaba bien en aquel hermoso lugar, todo excepto la relación entre Serena y Darién. La paz y tranquilidad de la ciudad sin duda alguna demostraba todo lo contrario de aquel que una vez fue un lindo noviazgo. Por una extraña razón trataba de comprender el porqué de las constantes peleas y entre más y más lo meditaba caía en cuenta que siempre que algo sucedía con Darien ella tenía algo que ver por muy mínimo que fuera. Sin querer volvió a recordar lo que paso unos instantes atrás cuando decidió marcarle al móvil a su novio.
— ¿Darien? Hola amor como amaneciste — preguntaba Serena como de costumbre.
— Bien y tú.
— Pensando en ti Darien
—Dime Serena — la voz del chico se oía fastidiada.
— ¿Aun me amas?
— Claro. Porque lo dudas.
— No lo dudo solo me gusta escucharlo de ti.
— Eso era todo. Para eso marcaste tan temprano.
—No pero esto fue un extra.
— Entonces que sucede.
— Lo que pasa es que quería saber si me puedes acompañar al teatro el próximo viernes.
— Tu ir al teatro, pero si a ti no te gustan esos lugares — un dejo de asombro se notó en sus palabras.
—No es que me gusten pero la maestra de literatura nos dejó un resumen acerca de la obra que representaran.
— Dices que es el viernes ¿Verdad? De qué obra se trata
— "La Ilíada" de un tal hormiguero.
— No es hormiguero es Homero — una leve risilla se oyó — fue uno de los mejores filósofos griegos.
(Al fondo)
— Darien ya regrese traje un par de hamburguesas.
— ¿Quien está contigo? me pareció oír que era Rei.
— Este... que... así Rei es que quedo de venir temprano para que le ayudara con unos problemas de algebra. Con eso de los exámenes finales.
— Porque no me lo dijiste antes. No te preocupes los dejo terminar de estudiar te veo hasta el viernes y no olvides pasar a las 5:30 ya que la función comienza a las 6:30.
—Hasta el viernes-
Así terminaba esa conversación poco amorosa.
— ¿Cómo entro Reí si jamás sonó el timbre? ¿Sera que tenía llaves? No, no, no — movía la cabeza de un lado a otro — eso es imposible. Quizás si sonó el timbre y claro por el teléfono a veces no se oye todo. Sí, eso es.
Así pasaron los días hasta que llego el viernes por la mañana. Serena iba muy contenta al departamento de Darien. Sí que era una mañana hermosa-
— Darien se alegrara ya que dije que nos veríamos hasta esta tarde. Vaya sorpresa — al fin llego a su destino y como tenía un juego de llaves entro sin tocar. Vaya que si fue una gran sorpresa la que se llevó ella al ver a su novio besándose con su amiga — ¿Darién? ¿Reí? ¿Qué significa esto? — los veía tratando de comprender. Esperaba una respuesta.
— Serena déjame explicarte... — Rei lo interrumpió.
— Mira Serena sé que lo que te voy a decir va a doler pero yo sigo amando a Darién.
— Confíe en ti Darien — dijo entre sollozos sin poder decir más salió corriendo de aquel lugar.
— Serena espera. Déjame explicarte — Miro a la castaña — Rei por que le dijiste eso.
— Yo creo que era necesario, no era justo ni para ella ni para nosotros.
Serena seguía corriendo sin detenerse. Hasta que llego al parque Juban dejándose caer de rodillas bajo un frondoso árbol. Aferrándose del tronco no pudo más y exploto en llanto mientras en voz alta decía — «No comprendo por qué me hizo esto si yo lo amo más que a nada en el mundo — de repente se oyó una suave melodía— ¿Hay alguien ahí?
— Perdón no quería molestarte — un joven de ojos azul tan intenso como el mar dio un gran brinco desde lo alto de una rama del mismo árbol que servía de confidente a Serena — ¿Disculpa? Como te vi llorando pensé que con esta melodía te sentirías mejor.
— ¡Oh! Qué pena que me hayas visto así — Serena comenzó a enjuagarse las lágrimas.
— No te preocupes es lo que el amor provoca en sus esclavos — expresaba de forma teatral.
— ¿Cómo estas tan seguro de que son penas de amor?
— ¡Eh! Aquí a su más humilde servidor — haciendo una leve reverencia.
— Acaso te engaño o peor aún te dejo por tu mejor amigo — dijo de manera imprudente la chica — perdón no quise meterme en lo que no me importa.
— Quizás si hubiera sido así no doliera tanto. Aunque lo mío ya no tiene solución — un leve tristeza cubrió esos enormes ojos — bueno dejemos nuestras tristezas para después hasta luego tengo que retirarme — al alejarse le mando un beso haciendo que la chica se sonrojara.
— ¿Cómo te llamas? — grito Serena al ver salir corriendo al misterioso chico del árbol.
— Eso es lo que menos importa — grito a la lejanía.
— Que tipo tan raro. Sé que tiene razón. Darién y Reí les demostrare que su traición no me acabara — miro su reloj — Dios Mío si son casi las cuatro no me dará tiempo de ir a la obra.
Se levanto pensando que luchar por seguir adelante era lo mejor. Aunque no sabía que difícil seria el camino.
