Notas de la autora: Holitas a todos! Dolce aquí actualizando los fics que tengo en otras paginas para su conocimiento y/o deleite jiji! quienes ya me conocen sabrán que soy una super fan de los Harco, Drarry y si tienen mucho, mucho lemon, mejor! *¬*

Esta es una historia pequeña es un Drarry y esta inspirada en 4 canciones que son de mis favoritas~

Advertencia: Es una historia 100% SLASH, eso quiere decir relación chico-chico, lenguaje un poquito subido de tono y sexo explicito.

Disclamer: Los personjes pertenecen al mundo de Harry Potter y por ende a J. y la Warner Bros. yo solo los ocupo como un medio de liberación del estrés y sin fines de lucro!


PARTE 1: JoyStick

"Can't count all the times that I had to say I'm sorry ("No puede contar todas las veces que he tenido que decir que lo siento)

Don't play a game, boy They said it would get old (No juegues muchacho, dijeron que se haría viejo)

But sometimes boys like me are curious and can't be told no (Pero a veces los chicos como yo son curiosos y no se puede decir que "no")

Your sexiness had got me ready for the Genesis (Tu sensualidad me tiene listo para el Génesis)

Baby, grab a hold of the joystick (Bebe, agarra la palanca de mando)

Take control of the motion If you're feeling like you wanna play games" (Toma el control del movimiento si te sientes como si quieres jugar un juego") JoyStick-Simon Curtis


Caminando sin rumbo, sintiendo a cada paso un creciente alivio de poder estar lo más alejado de su casa, tan fría y austera cuando más necesitaba un cálido abrigo para su soledad. Tras haber terminado su carrera como auror con los más altos honores, con un prometedor futuro, se sentía harto. Ya había cumplido con las expectativas de todos, pero aun sentía que no sabía qué hacer realmente con su vida.

La navidad en su pleno apogeo, con las innumerables luces manando de cada poro de casas o establecimientos le enceguecía, la gente reunida contemplando el gran árbol de la avenida principal, las incontables parejas felices disfrutando de su compañía, abrazados o simplemente tomados de la mano. Quería escapar.

Aunque por la mañana sus amigos tan atosigantes como si fueran sus padres le habían exigido que pasara esas fechas con ellos en La Madriguera; se negó sin miramientos. Quería ser el joven de 21 que se supone de debería ser, pero que le fue negado desde hacía mucho y esta vez daría rienda suelta de sus necesidades.

Agradeció infinitamente la carta que le había mandado Neville la tarde del día anterior, donde lo invitaba al bar del que era dueño su novio Theo desde hacía un par de años, "nada mejor que pasar esas fechas entre desconocidos" se dijo muy animado, mientras apresuraba el paso, el gélido viento invernal le calaba hasta los huesos y comenzaba a tiritar.

-¡Harry!- lo recibió su amigo de ojos castaños con un fuerte abrazo en el lugar citado, un establecimiento demasiado ostentoso, imponente y elegante con fuerte iluminación iridiscente con música viva prorrumpiendo de los amplios ventanales y la entrada principal-que bueno que hayas venido- dijo dándole unas palmadas en el hombro con una imborrable sonrisa bonachona.

-Nev, gracias por invitarme, realmente te lo agradezco, seguramente sin tu carta ahorita estaría encerrado en mi casa vegetando recibiendo vociferadores de Hermione y Ron- dijo entre risas –aunque "The Pit of Vipers" ¿enserio? Tu novio sí que no puede dejar por la paz su lado Slytherin- dijo dándole un codazo a su amigo que súbitamente se sonrojó.

-¿Qué te puedo decir? Nunca le pude quitar esa fijación por las serpientes…- contestó rodándolo los ojos invitándolo a pasar.

Verdaderamente estaba en deuda con su amigo, ya que siempre había estado ahí cuando lo necesitó; aunque Hermione y Ron siempre habían sido sus pilares emocionales y hermanos del alma, no les había contado todo sus secretos; secretos que solo conocía Neville, con quien podía charlar tranquilamente y le entendía a la perfección los problemas y traumas de la niñez, sus inquietudes con respecto a su sexualidad, y en el caso de su amigo, su tan prohibida relación con el ex –Slytherin.

-No te preocupes, nadie sabe que el salvador del mundo mágico vendría y todos están muy emocionados por los increíbles tragos de la casa- dijo para mayor tranquilidad del ojiesmeralda.

La música movida y el gran tumulto de gente bailando en la pista de baile que resplandecía con cada acorde; tanto las mesas como la barra atestada con manos y barullos exigiendo sus bebidas coloreadas y efervescentes adornadas con frutas que al de la cicatriz en la frente se le antojaba para calmar el frio en su cuerpo.

-Esto esta impresionante Neville- dijo con sinceridad, de todos los lugares que exploraba cuando se daba sus escapadas de la realidad; este era el más escandaloso, sorprendente y perfecto para desbordar sus encerrados anhelos de libertad-espero que Theo te lleve a pasear con todo lo que gana con esto- dijo malicioso al aun sonrojado azabache.

-Por supuesto, iremos para las vacaciones a España a celebrar nuestro quinto aniversario- dijo con una radiante sonrisa. Aunque Harry estaba feliz por su amigo, realmente sentía el aguijón de la envidia cada que charlaba con él.

Ser el gran héroe que derrotó al cara de serpiente de una vez por todas no era tarea fácil, puesto que de todos los hombres y mujeres que se le acercaban la mayoría iba detrás de una pisca de su fama, así que su ilusión de tener una familia en un futuro próximo se había ido al caño por el momento… aunque claro, eso nunca truncó sus encuentros de sexo ocasional con algún chico o chica ofrecido, pero sin llegar a algo serio.

Recibiendo unas señas de su amada serpiente, su bonachón amigo se disculpó con mucho pesar ya que no era su intención dejarlo solo tan pronto.

-En un momento regreso… puedes pedir lo que quiera Harry, disfruta, aunque si me lo preguntas, te sugiero que pidas un "amanecer en moscovita" está sumamente delicioso- dijo dándole un guiñó con el ojo mientras se alejaba tras un "no hay problema" de su invitado.

Su coctel no tardó en llegar para su sorpresa "se ve demasiado gay" dijo arqueando la ceja, pero al parecer ahí eran los tragos que más se servían y alzándose de hombros empinó aquella bebida bellamente preparada color blanco con rojo adornada con una rama de menta.

-No sabe tan mal- dijo para sí mismo sin dejar de observar a su alrededor. Un par de chicos a su lado lo miraban de arriba abajo en señal aprobatoria, "demasiado evidente su flirteo" pensó con media sonrisa. No eran de mal ver, principalmente por el chico más cerca de él, con dorados rizos y ojos de un azul muy oscuro "esta va a ser una noche interesante" pensó triunfal pidiendo otro trago igual.

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-Mira quien llegó…- exclamó Theo deteniendo el beso a su amado novio, mientras le señalaba al hombre que se aproximaba hacia ellos con la maliciosa sonrisa pintada en su rostro- ¿Qué día es hoy, que merecemos dicha presencia? Oh gran príncipe de las serpientes- su tono de burla hizo sonreír al león que miraba con cierto temor a la imponente figura que tenia de frente.

-Sigues tan lambiscón como siempre Theo- dijo dándole un gran abrazo a su amigo y un saludo con la cabeza al ex –Gryffindor- que te puedo decir, no tenía nada que hacer y me apetecía unos tragos y divertirme un rato- dijo guiñándole un ojo al camarero que se aproximó para tomarle su orden. Sus mejillas ardieron con los penetrantes estanques de platinadas aguas que se lo devoraban con la mirada, haciéndole tropezar con el comensal más cerca.

-Como siempre tan sutil, Draco…- dijo negando con la cabeza, mientras miraba con desaprobación al muchacho que aun no se recuperaba de la impresión del rubio- pero en fin, se libre en hacer lo que te plazca-

-Eso hare mi buen amigo- dijo riendo con autosuficiencia para después dirigirse al nervioso camarero- ahora, lindura trame un Sprintz con mucho hielo- el jovencito asintió enérgicamente para después pasarse a retirar- ¿Dónde consigues tus empleados? Este es ardiente con su pantalón tan ajustado- dijo disfrutando de la vista mientras se alejaba.

-No dejare que te acuestes con mis trabajadores, no quiero tener que lidiar con ellos después de que cruelmente les rompas el corazón, aparte de otra cosa… como sea, el que los entrevista es Neville, no yo…- dijo mientras acariciaba la mejilla del arrebolado león.

-Bien hecho Longbottom- dijo con alegría mientras se recargaba en su asiento observando a su alrededor, tanteando el terreno de juego antes de su primer movimiento "¿Quien estará bien?" se preguntaba "alguien atractivo y a la altura, con las tres A's" (accesibilidad, actitud y atractivo).

Desabotonando su abrigo dejó ver su escultural y gallarda figura; con satisfacción sintió diversos ojos posados en su cuerpo, examinándolo, saboreando antes de tiempo el festín frente a los hambrientos individuos de la estancia. Amaba esa clase de juegos, sentirse la envidia y la comidilla, ser el centro de atención y el casi inalcanzable astro que solo unos cuantos afortunados tenían la oportunidad de tenerlo.

"En definitiva, hoy no es una buena noche" se dijo desanimado, nadie valía la pena, había varios jóvenes lindos, pero no lo suficiente, incluso el guapo camarero con rojizo cabello e inocente mirada avellana, pero se veía demasiado necesitado de afecto, que no era un desafío lo suficientemente placentero para su gusto.

Sin embargo, tras una breve derrota, sus ojos centellaron al captar algo que llamó su atención, un joven en la barra, demasiado atractivo que era increíble que no lo haya notado, con largo cabello negro, algo rebelde pero estilizado, aunque los lentes nunca le habían gustado en un hombre, podía hacer una excepción, puesto que esas gafas de pasta seguramente de diseñador delineaban exquisitamente el rostro del joven. Entre más lo observaba, mas se percataba que una parte de su cerebro le recriminaba que había visto a esa persona antes, pero no estaba seguro de donde.

-¿Ya viste la mercancía? ¿Alguien que te atraiga? En tanto no sea Jerry mi mejor mesero, todo está bien-

-Si…- sin dejar de mirar a dicho joven que tomaba calmadamente su bebida mientras era observado al mismo tiempo por otro grupo de jóvenes que en definitiva estaban muy por debajo de su liga "por dios, esto será muy fácil" pensó socarrón imaginado como acercarse- ¿sabes quién es él?- preguntó dándole un sorbo a su bebida. Mientras señalaba a su siguiente presa.

-¿Quién?- preguntó al momento enfocaba la vista en el punto. Y Neville solo sonrió.

-¿Cómo no lo reconociste? Si es Harry… Harry Potter- dijo no queriéndose reír con la cara épica del rubio que comenzó a atragantarse con su trago.

-No me jodas!- Respondió mirando nuevamente al joven de cabello negro "imposible" dijo sorprendido queriéndose negar a la verdad "¿ese cucho enclenque bueno para nada, transformado en esa delicioso cuerpo de un sexy joven?, no puede ser"- tengo que comprobarlo con mis ojos- contestó poniéndose de pie, queriendo negar con todas sus ganas que ese fuera San Potter.

Teniéndolo tan cerca seguía sin querer admitirlo, se veía tan atractivo, tonificado, pero aun así con un semblante dulcificado "¿Cómo algo tan aberrante como eso, terminó en algo tan bello como esto?" se dijo negando con la cabeza, y mirando de soslayo se colocó su lado y dirigiéndose al bar tender le encargó una bebida.

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Harry notó el acercamiento del rubio, con un candoroso caminar, tan donairoso y sublime como si caminara en el aire que casi derrama la bebida de su boca "¿Malfoy?" pensó arqueando una ceja sintiendo un espasmo recorrer su cuerpo mientras se acercaba, ese desbordante atractivo le generaba estragos "maldito sea, con la edad solo se hizo más atractivo, que horror…" pensó frunciendo el entrecejo.

- Deme una Hora de paz- siseó pausadamente.

-Dudo que un simple bar tender te la pueda dar Malfoy- contestó en automático queriéndose morder la lengua "genial, soy un idiota, ahora no dejara de molestarme"

-Potter, una "hora de paz" es una bebida preparada con vodka, whisky, zumo de limón y menta… ¿Qué te trae por estos rumbos? Pensé que el dichoso salvador del mundo mágico no le gustaba mezclarse con los mortales- el azabache se sorprendió que le haya reconocido, ya que se había esforzado mucho en su arreglo personal para no ser tan él.

-Que te puedo decir, la vida a veces aburre demasiado, que codearse con la pavada de personas que solo me devoran con la mirada esperando un poco de reconocimiento por parte de los demás, no resulta del todo malo- el rubio arqueó la ceja con esa contestación. "el león tiene garras e intenta usarlas… mmm… a ver qué tal responde a otra provocación"

-Siempre creí que el jodido niño que vivió para ser un idiota se iba a quedar con la comadrejita y tener tantos hijos como para formar un equipo de quiddich- el siseo de su voz le recordaba los tiempos de Hogwarts y le hacía hervir la sangre.

-Ya vez como las cosas no son como uno espera, Malfoy… y no sé de qué tanto hablas, si es al GRAN príncipe imbécil de las serpientes el que siempre era demasiado para soportar su presencia en un solo lugar- Draco bufó.

-Que te puedo decir, la vida es corta y la gente cambia… ¿Qué estas bebiendo?- preguntó señalando el vaso a medio tomar.

-Una tontería llamada "amanecer en moscovita" o algo así… ¡oye!- exclamó cuando su trago fue arrebatado de sus manos, al momento que el rubio le daba un sorbo- ¿Qué no te enseñaron a no arrebatarle las cosas a los demás? ¿O te crees tan magnificente que puedes hacer lo que te plazca?-

-En definitiva lo segundo… mmm… no sabe mal- dijo dejando el vaso en la mesa en el instante que el bar tender le alargó su "hora de paz" que en un rápido movimiento el azabache se empinó apretando los ojos; Draco tuvo que contener su risa con tal expresión, parecía un chiquillo que probaba su primera cerveza.

-Dios, esto está muy fuerte, pero tiene un buen sabor…- indicó exhalando un agradable aroma a menta y alcohol.

-Creo que no tienes tolerancia alguna al alcohol, lo cual es una lástima- dijo al momento que se sentaba a su lado.

-¿De dónde sacas eso? No es por alardear pero puedo tomarme ocho botellas de Whisky de fuego y tres de hidromiel y todavía puedo volar en mi escoba para jugar quiddich- dijo tan lleno de si mismo que el otro solo se le quedó viendo.

-Claaro y por eso hiciste la cara de un crio incauto hace unos minutos-

-A ver si tanto te crees ¿Por qué no hacemos una apuesta?- los ojos plateados resplandecieron.

-¿En serio te gusta tanto competir conmigo, Potter?-

-¡Por supuesto! Siempre que tenga la oportunidad de patear tu trasero, estoy dispuesto a todo-

-Sigue soñando, cuatro ojos…- dijo burlón al instante que ordenaba cuatro "demonios verdes"- prepárate para morder el polvo, que en estas en territorio ajeno- hizo una pausa cuando salieron sus bebidas- comenzaremos con algo ligero.

-¿Que cojones es esto?- preguntó examinando esa bebida verde que olía delicioso.

-Simplemente vodka, ron blanco, licor de melón y un toque de zumo de limón- dijo al momento que se tomaba su primer vaso, que Harry no dudó en probar el suyo.

-¿Y cuál será el premio?- pregunto interesado el rubio yendo por su segundo vaso.

-El que pierda pagara todas la bebidas- dijo relamiéndose los labios de una manera que al rubio le pareció tan sensual y mas porque el otro no se dio cuenta.

-Que aburrido- canturreó poniendo sus manos tras su cabeza y fingiendo bostezar con su declaración.

-Está bien, el que pierda tendrá que hacer lo que sea que el otro quiera- dijo con malicia imaginándose obligando al rubio deambulando por el mundo muggle vistiendo jeans ajustados y una camisa de "I love New York" viéndose tan avergonzado le hacía esforzarse al doble.

-Me parece justo- dijo jugueteando con el vaso vacio sin dejar de verlo- Realmente están mejores esas cochinas que tras, en lugar de las horribles alambres que traías en la escuela- dijo entre risas señalando las gafas dándoles un ligero golpeteo con la punta de sus dedos.

-Es mi caracterización de un joven que no quiere ser reconocido, mis horribles gafas está descansando en mi casa- la sorna en su voz le emocionaba al rubio, jamás se imaginó en algo tan bizarro como aquello. Él con el dichoso Potty, tomando tragos y sintiéndose motivado para llevárselo a la cama "como sea al mal paso darle prisa" se alzó de hombros y pidió una ronda de "The end" uno de sus tragos favoritos.

Al ver nuevamente ese par de ojos cristalinos sintió un calorcito recorre su cuerpo, estaba mal sentir aquello por su archienemigo, pero, tenerlo ahí, tan parecido al Malfoy de antaño, pero tan distinto al mismo tiempo, como una serpiente con una nueva piel, más ligera, intrigante e hipnotizante y letal que solo pudo apurar el contenido del último trago.

-Nada mal Potter, pero creo que perderás- dijo con una perspicaz sonrisa. Harry frunció el entrecejo y pidió una ronda más fuerte.

-Ahh que no pueden irse a un hotel que están dando show...- exclamó el azabache haciendo una mueca. Draco no pudo evitar virar hacia donde se habían dirigido aquellas brillantes esmeraldas. Los dueños del local besándose dulcemente como si no hubiera un mañana frente a sus narices.

-¿Que sucede Potty, celosito?- el de la cicatriz en la frente bufó.

-Es que míralos, se ven tan acaramelados que me pregunto si Theo será tan buen besador o es el poder del amor...-

-Sera lo segundo, porque hasta eso, no es taaan bueno- Harry sintió mal esa malicia en su voz y se le quedó viendo.

-¿Y tú como sabes?, señor lo sé todo-

-Porque tristemente el maestro jamás fue vencido por el alumno- le guiñó el ojo al ver el sobresalto del ojiverde- tranquilo, eso fue cuando andaba tras Longbottom y estaba tan desesperado por tenerlo rendido a sus pies que hizo lo que fuera hasta pedirme clases- la satisfacción de su porte y voz no tranquilizaron a Harry, tenía ganas de romper esa autocomplacencia suya y sonrió.

-Claro, olvidaba que eres Malfoy y no puedes aceptar que alguien bese mejor que tu…-

-¿Que insinúas, león?-

-Que son puras palabrerías tuyas, podría apostar que beso mejor que tú- dijo con tranquilidad dándole un nuevo sorbo a su bebida- wow esta buenísimo esta cosa, ¿Qué tiene?- dijo con inocencia, que le hizo resoplar molesto.

-Solo Ron dorado, cointreau y una pizca de zumo de limón…- dijo depositando su última copa vacía sobre la barra y se puso frente a él- Acepto la apuesta Potter, dame con tu mejor arma- dijo pasando con lentitud la mano por los alborotados cabellos platinados mirándolo detenidamente, incitándolo con picares manía.

El salvador del mundo mágico tragó duro, no esperaba aquello, en definitiva no estaba en sus planes demostrarle sus habilidades de una manera tan grafica, pero tenerlo ahí, frente a frente, disponible y tan sensual "espera, pero que dices! Es solo Malfoy! No es tan sexy, solo cree serlo, aunque su mirada provocativa me invade, ¡no!, hare que te tragues tus palabras, niño mimado!"

Y con una rápida espiración deslizó sus manos desde su pecho hasta sus hombros y se relamió los labios sin dejar de observar esos delicados labios tan antojables y sonrosados que sintió sus mejillas arder y mas al saberse observado por el rubio con esos enervantes ojos grises que se lo comían con una endemoniada calma, como si supiera de ante mano que perdería, pero que quería empujarlo más hacia los extremos y sin prisa atrajo la cabeza del otro hacia sí; sus labios se posaron suavemente y Harry inició el movimiento, probando la dulzura del limón aun impreso en ellos, motivándolo a seguirle el juego, succionó y siguió presionando aumentando la sensación entre ambos.

Ese contacto se sentía tan bien que dejándose llevar entreabrió la entregada boca y exploró esa deliciosa cavidad, que se sentía maravillosa, su lengua le correspondió en un suave roce entre ellas y con lentitud se separó.

"Nada mal, león" pensó con suma confianza.

-¿Enserio es lo mejor que tienes?- el otro asintió de mala gana comenzando a separarse del otro con sus mejillas aun enrojecidas por el inminente calor en su cuerpo.

…-muy bien, ahora es mi turno- dijo con su mano ciñendo la cintura del azabache volviendo a apresar sus labios, tomándolo por sorpresa más que nada por toda la pasión de su acto, tan demandante y fuerte que lo devoraba, besaba, mordía sus labios de una manera que jamás había experimentado, tan embriagadora que le faltaba el aire, sus piernas temblaron y con temor de caer se sujetó al cuello del otro que esbozo una sonrisa de satisfacción, se sentía desfallecer, su lengua demandaba la suya a bailar, enroscándose una sobre la otra en una danza caliente que sus sentidos nadaban en lagunas entumidas de ardor y deseo y mas al sentir el cuerpo del otro repegandose tan exquisitamente sobre él; no quería dejar de sentir aquello, pero el rubio, sin piedad se despegó de él no sin antes relamer el labio enrojecido de Harry, pasándole el pulgar por ellos para limpiar la comisura de su boca.

-E-Eso… estuvo… aceptable- dijo en un hilo de voz el azabache ganándose una deleitable carcajada del rubio que no podía creer que no admitiera su habilidad ni que lo había superado con creces.

-Claro, Potty, tan aceptable que aun te tiemblan las piernas, tu rostro este tan rojo y tu pulso parece que recorriste al menos 10 millas en cinco minutos- la agudeza de su comentario lo hicieron rabiar- ahora, ¿Qué haré contigo?- el rubio suspiró cansado, pagó sus bebidas y se alejó de ahí dejando un estupefacto Harry quien con manos temblorosas sacó su dinero y se puso su abrigo.

El azabache lo miró molesto cuando vio que salía del lugar, no iba a dejar las cosas así, no podía y con un hábil movimiento lo arrinconó contra la pared y la sonrisa maliciosa plantada en el rostro le hacía estragos a su calma usual.

-Malfoy ¿De qué estabas hablando?- dijo alzando la barbilla dando un paso hacia adelante, ejerciendo presión con su cuerpo.

-Simple y sencillamente que perdiste, Potter pero te niegas a admitirlo…- la cercanía de su ardiente cuerpo le hizo jadear.

-Puedo hacer una mejor apuesta… doble o nada….- la perspicacia de las esmeraldas clavadas sobre sus ojos le excitaban y arqueó una ceja.

-Te escucho-

-Puedo apostar que… amm soy mejor que tú en… la…- el sonrojo volvió a llenar sus mejillas y el rubio no pudo evitar recorrer sus nudillos por su piel.

-¿Me estas proponiendo sexo, Potter?- hizo una pausa para ver el desafío brillado a contra luz en las gemas verdes- ok, ok… si eso es lo que quieres…- "sabía que no podías resistirte a mí, gatito"- las reglas son estas: si logro hacerte gritar mi nombre gano yo, si no, tu ganas, así de simple-

-Si yo gano, tendrás que venir conmigo a casa de Ron y te presentaras como un atosígate novio para que me dejen en paz- el rubio ahogó una risotada.

-Tanto te quieres deshacer de tus tan "queridos" amigos- dijo con burla- pero está bien, como quieras, sin embargo si pierdes me devolverás mi barita y no comentaras a nadie de ello, por muy bueno que sea-

-Trato- dijo con seguridad, era imposible que perdiera- jamás haría algo tan cursi como eso, Malfoy, ten por seguro que te ira mal-

-Entonces ¿Qué esperas gatito?-

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La habitación estaba tenuemente iluminada, solo se podían escuchar los villancicos a lo lejos, gente riendo y jadeos en sus oídos. La exquisitez de sus pieles moviendo en acompasados acordes una sobre la otra, restregándose la demencial pasión y desenfreno que rayaban en el delirio, las miradas impregnadas de irresistible turbación observándose, llenándose de esa infinidad de sensaciones. Draco se relamió los labios, absorto en la faz arrebolada con los carnosos labios entre abiertos, gimiendo bajo de él, le hacían querer enterrarse más en esa cavidad.

-Oh, joder,joder,joder, dame más, mghh!- el rubio no tuvo que hacerse del rogar para ofrecer todo de sí; era tan adictivo, tan estrecho y delicioso que comenzó a mordisquear esos enrojecidos botones erectos para él, el jodido niño que vivió sabia a gloria y quería seguir degustándolo, poco a poco hasta acabar con él. Aceleró sus embestidas sumido en ese éxtasis sin par, tenía que hacerlo gritar más fuerte y comenzó a decirle palabras sucias para encenderlo más.

-Aprietas rico, te follare hasta que pierdas la razón, Harry…- el azabache se sentía desfallecer, su nombre jamás pronunciado tan endemoniadamente erótica que seguro de escucharlo nuevamente ardería en mil llamaradas, su piel estaba demasiado sensible, con cada estocada gemía mas fuerte explotando en su interior tocando una y otra vez ese punto de perdición que lo ponía al límite suplicando por mas. Solo atinó a ser consiente cuando el rubio cambio de posición por cuarta vez en el acto, no tenía ni idea de donde sacaban tanta energía, tal vez la necesidad de no doblegarse al otro, o tal vez la fogosidad de sus cuerpos danzando en violentos y candorosos movimientos.

Con fervor e ímpetu, sintió un par de fuertes manos aferrándose a sus caderas, profundizando las embestidas, escuchando los guturales gruñidos fogosos del ojigris, el sonido de sus pieles chocando, el calor de la habitación, el rechinido de la cama entremezclados con gemidos. El rubio en un arranque de exaltación le estampó varias sonoras nalgadas con las palmas extendidas, extasiándose aun mas con la piel expuesta tan enrojecida y temblando solo para él. EL azabache sentía arder sus posaderas siendo azotadas y masajeadas al tiempo, creyó que odiaría algo así, pero solo le ayudó a llegar más rápido a su tan inminente orgasmo.

-¡DRACO!- gritó tirando la cabeza hacia atrás hasta recargarse en el acelerado pecho del rubio quien con los ojos entrecerrados esbozó media sonrisa con lo escuchado pero sin descuidar ni un segundo su tarea hasta correrse en su interior.

-"Par l'enfer"- aulló en su oído sintiendo su liberación como una melodía del cielo, y con lentos movimientos salió de ese cálido interior. Harry sentía deliciosos espasmos recorrer su cuerpo que en automático atrajo el rostro del ojigris para depositarle un parsimonioso beso aunque ansioso, aun ambos demandaban mas aire para poder respirar.

Cayeron rendidos ante tal atropello de pasiones y tórridos anhelos. Ya con todo más calmado Draco sonrió con malicia, había logrado su propósito y de paso le había ganado al niño que vivió para ser un idiota dos veces. Se sentía tan bien, pero al mismo tiempo notó algo cálido en su interior que lo turbó cuando Harry se acomodó perfectamente sobre él para quedarse profundamente dormido, pero no queriendo indagar en ello dejó que siguiera tal cual y que el extrañamente dulce cara rajada durmiera sobre su pecho para después también arrojarse al abismo de los sueños.

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"¿Porque demonios fue tan extraordinario?" se preguntaba Harry cubriendo sus ojos, jamás había sentido todo lo que el rubio le dio y eso le molestaba y azoraba "¿cómo puede ser tan bueno?" era imposible pensarlo, aunque era obvio de alguna manera, pero lo que más le irritaba era que perdió por segunda vez a manos del tan terriblemente sensual rubio.

-Bueno Potter, espero mi varita el viernes…- chasqueó su lengua tomando los lentes del azabache y con suma precaución se los puso y sonrió antes de besarlo; no tenía sentido hacer aquello, pero había algo en la mirada inocente y sumisa que movía su cuerpo a hacer cosas antes impensables- aquí te dejo mi dirección- con un movimiento de varita le acercó un papel y se levantó. Para sorpresa de Harry ya estaba perfectamente alineado, con su ropa elegante y su cabello húmedo alborotado.

-P-Pero…-

-¿Aun no puede creer que perdiste contra el mejor, primor?- esa divertida mirada lo desarmó y se sonrojó "¿Por qué me comporto como una idiota niñita enamorada?" se dio unas palmadas en las mejillas "dios, seguro es porque hacía más de diez meses que no me acostaba con alguien ni me divertía como anoche…" frunció el entrecejo.

-Cállate- dijo cruzándose de brazos- ahí estaré a las cinco- el rubio le hizo una seña con la mano en señal de despedida y se pasó a retirar, dejándolo muy abatido y contrariado.

Recorriendo con sus manos sus hombros hasta los codos sintiendo aun el calor del cuerpo del otro y sus vellos erizados ante el placer experimentado "estoy frito" se dijo apesadumbrado antes de meterse a la ducha a darse un baño largo para pensar mejor las cosas irreales que había vivido en las ocho horas anteriores.

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Extrañado de estar en aquel lugar, un barrio lujoso pero tan muggle para un pedante rubio que era imposible que fuera esa su morada "seguro y me dio mal su dirección para burlarse nuevamente de mi, aunque… ahí está su nombre" pensó algo aliviado de leer el nombre en el intercomunicador del conjunto de lofts frente a sus ojos.

Tomó con ambas manos la caja de la varita de Draco, a la cual le debía muchísimo y que había atesorado con ahincó durante los años pasados, aunque aun no entendía porque cada vez que se dijo que se la regresaría, nunca había terminado de cuajar aquella idea en su cabeza y simplemente encontraba cualquier escusa para no hacerlo, así que estaba haciendo algo que debió de haber hecho desde el principio… pero tal vez sin esa preciosa varita, sería como dejar su única conexión con el rubio para siempre y con una inhalación se propuso algo que en su mente llevaba rondando desde ese día después de perder por segunda vez consecutiva.

Tocó el timbre al lado del refinado nombre del rubio y segundos después se escuchó un chirrido de que la reja se había abierto. Con paso rápido subió las escaleras hasta el último piso y se paró en seco al ver al susodicho recargado en el marco de la puerta.

-Hi, Potty, pagando las apuestas, ¿eh?- tragó duro esos pantalones deslavados y esa tan pegada playera negra que delineaba a la perfección su precioso cuerpo tonificado "que mas da"

-Claro, no quisiera deberle a nadie, mucho menos a ti, aunque….- los cristalinos ojos verdes llenos de ilusión se le antojaron pero se reprendió en el acto y con ambas manos tomó la caja que le ofrecía. Tantos años deseo tenerla nuevamente en sus manos y por fin volvía a su lado.

-Aunque que, ¿Harry?- preguntó con su melodiosa voz llena de ironía al tutearlo.

-Quiero la revancha, la tercera es la vencida-