Harry Potter Saga.

Genre: Hurt/Comfort

Couple: Remus Lupin/Espejo de Oesed

N/A: Encontré en el fondo de mi mochila un bollo de papel, y lo estaba por tirar, pero leí que en letras grandes decía "Remus Lupin y el Oesed" y lo leí. Lo escribí hace como un mes y ahora me atrevo a publicarlo mientras pienso lo que el espejo le refleja a Lily.


Mirror of Erised: Lupin


Trataban de ser lo más silenciosos posibles mientras caminaban apretados bajo la capa de invisibilidad. El ruido de los cuatro pares de zapatos hacían eco en la sala. A medida que avanzaban se pisaban o se daban uno que otro empujón, provocando las quejas de James y Sirius, los chistidos de Remus, y Peter... bueno, Peter solo estaba ahí, emocionado por formar parte de otra de las pequeñas aventuras con el trío más problemático del colegio.

Repentinamente escucharon una especie de chasquido proveniente de la snitch, que se había desprendido del bolsillo de James y se había puesto a volar por todo el salón. Los merodeadores dieron un respingo, asustados, al pensar en la idea de ser atrapados, otra vez.

-Homenum revelio —murmuró Remus mientras sacaba discretamente su varita.

-Bah, no hay nadie —musitó James guardando el mapa. Automáticamente, Sirius con aire de jubilo retiró la capa.

-¡Ahí está! —chilló Pettigrew señalando con los ojos abiertos como platos el gran espejo—Vamos, Lunático ¡Dijiste que querías ir!

Este vaciló un momento, todas las miradas se habían posado en él, incluso la de James que hasta hace un momento había estado a los saltos por todo el salón tratando de atrapar su snitch. Sus amigos, al notar su nerviosismo, lo vitorearon como si estuvieran en el campo de Quidditch y el fuera el buscador.

Por fin estaba delante del espejo de Oesed. Sus manos estaban temblorosas y una ligera capa de sudor cubría su piel. Lentamente, dirigió su mirada hacia el espejo, temiendo encontrar algo que no hablara bien de él. Después de todo, el era un hombre lobo, tenía que estar en su naturaleza errar en la tierra y quedar siempre mal parado a los ojos de cualquier mago.

¿Se encontrará con él esperando la luna, para convertirse en su "pequeño problema peludo" y atacar? ¿Se encontrará con él, arrancando niños de los brazos de su madre, para incarles los dientes y sentir el dulce sabor de la sangre en su boca?

No.

Solo se veía a él, con una enorme sonrisa en su rotro, liso como la porcelana.

No habían cicatrices, no hubo veneno y no hubo ningún Greyback mordiendolo. Nunca estuvo el trauma severo.

Era él, solo era él, normal como cualquier otro chico. Y lo más importante, no tenía la constante luna llena amortigüando sus pensamientos.

Lo único que deseaba Remus Lupin era permanecer normal.