"Mi amor por ti es más importante que cualquier cosa"

Era un día norma en el sengoku y como siempre la pelea matutina, los pájaros vuelan despavoridos después de una aterrador grito seguido de un fuerte golpe.

-SIÉNTATE, inuyasha eres un idiota-dijo una kagome que apenas contenía las lagrimas en sus ojos color chocolate-me voy a mi casa no me sigas idiota.

-valla parece que la señorita kagome se enojo mucho esta vez-dice el monje de ropas moradas soltando un largo suspiro.

-y no es para menos como se le ocurre decirle eso a kagome-decía una exterminadora acariciando a su pequeña gata de dos colas.

-inuyasha eres un perro muy idiota-dice un pequeño demonio zorro, pero inmediatamente es silenciado por un buen golpe en la cabeza.

-buaaa, sango inuyasha me pegó-saltando a los brazos de la susodicha.

-inuyasha no tienes porque pegarle de esa manera ¿que no vez que es apenas un niño pequeño?-dice una enfada sango.

-keh-fue lo único que contestó el hanyou.

-inuyasha, no crees que lo que le dijiste a la señorita kagome fue muy fuerte para ella, digo ella se esforzó mucho cocinando esta deliciosa cena y tú le dijiste que su comida no era buena y que preferías el ramen-le dice pacientemente el monje guardando la calma cosa que sus compañeros no consiguieron lanzándose sobre el hanyou con una lluvia de reproches acerca de su actitud y sus malos tratos para con la azabache.

-Inuyasha eres un idiota como te atreviste a decirle a kagome que seguramente kikyo cocinaría mejor que ella, ¿es que acaso no sabes apreciar lo que kagome hace por ti?-dijo una enfurecida sango.

-Es verdad eres un perro malagradecido a ver si dices que kikyo, cocina mejor que kagome ¿dime donde esta ella?¿donde está tu querida kikyo en este momento haber dímelo inuyasha-dijo aún más enfurecido Shippo dejando asombrados a sango y a miroku.

-shippo-decía gruñendo un enfurecido inuyasha pero el golpe que se esperaba nunca llegó incluso shippo miraba asombrado al hanyou.- tu no sabes nada-dijo inuyasha conteniendo su furia.

-que yo no se nada mira quien lo dice, el que no sabe que kikyo lo odia y el como buen perro que es allá va detrás de ella solo para que lo desprecie, dime inuyasha es que acaso como sabes que kagome te quiere tu la haces sufrir diciéndole eso,¿ tienes idea de lo que le dolió que tu la despreciaras de esa manera e inuyasha-le respondió hábilmente el zorrito.

-shippo-dirigiendo su puño a su pequeña cabeza pero las palabras antes mencionadas por él le hicieron eco en su cabeza."Como pude decirle eso a kagome soy un maldito desconsiderado, ella se esforzó mucho haciendo esta comida para mi, maldita sea como pude ser tan estúpido, kikyo jamás había cocinado para mi y yo le pago de esta manera a la única que lo hace, soy un maldito patán"-y después de ese breve pensamiento retiró su puño cerrado de encima de la cabeza del pequeño zorro y para el asombro de todos los presentes salió corriendo a todo lo que daban sus pies rumbo al pozo que conectaba las dos épocas, dejando a sus amigos con la boca abierta del asombro.

-creo que el mensaje de shippo fue lo suficientemente claro para que le entrara en la cabezota que tiene inuyasha-dijo el monje rompiendo el silencio, producto de la inesperada salida de su amigo a toda velocidad.

-pensé que al menos se iba a quedar discutiendo con nosotros un buen rato más pero no-dijo sango que aún no se componía del momento antes vivido.

-valla parece que regañare más seguido de esa manera a inuyasha, es muy efectivo-dijo triunfante el pequeño zorrito, causando la risa de todos sus compañeros.

-y volviendo con inuyasha-

maldita sea seguramente kagome en estos momentos debe de estar muy enojada conmigo-se reprochaba a sí mismo con cada paso que daba.-"ella no esta enojada está triste idiota sabes muy bien lo que a ella le duele que la compares con kikyo"-reflexionó-maldita sea ¿cuando podré mantener mi bocota cerrada?-bufaba cada vez más fuer te.

-estoy muy cerca ya del pozo solo un poco más-se repetía estando tan solo a unos escasos metros del claro en donde se encontraba el pozo, cuando vio algo que llamó su atención inmediatamente haciendo que parara su alocada carrera.

-kikyo-murmuro, para después seguir a las serpientes cazadoras de la antigua sacerdotisa.

-perdóname kagome-murmurando estas palabras al viento antes de seguir a esas criaturas hasta, donde sabía se encontraba su antiguo amor.