Declaimer:Harry Potter y sus personajes no me pertenecen.
Advertencia:Palabras obscenas. ¿OoC? Yo qué sé.
Nº. palabras: 467.
Resumen: Evans siempre tuvo claro que Potter no figuraba dentro de su listado de personas favoritas. Sin embargo, las hormonas hacían estragos hasta en personas de espaldas tan rectas como las de Lily.
Biblioteca
Lily no sabía qué mierda estaba haciendo. O mejor dicho, y hablando con propiedad, sí sabía lo que hacía, pero no quería reconocer el por qué. Es decir, le estaba plantando un señor beso al arrogante James-Lilysalconmigo-Potter en la biblioteca y eso tenía tanto sentido como el decir que Sirius se rapó la cabeza y se lió con Severus. Sí, era una gran estupidez, con la diferencia de que ella sí estaba besando a Potter. ¿O él la besó primero? Oh, joder, ni siquiera lo recordaba, y lo peor es que le daba lo mismo.
Diablos, Lilian Evans era una estudiante modelo, una chica correcta de ideas claras y de carácter decidido. Una persona que sabía muy bien lo qué estaba bien y lo qué estaba mal, lo que le gustaba y lo que no, y hasta ahora ella tenía muy claro que Potter no era una de las cosas que le hicieran la mayor ilusión o gracia -y todavía no estaba segura de que eso hubiera cambiado.- La misma que rechazó durante un todo un año al susodicho y que prefería mil veces salir con el Calamar Gigante a estar con él. ¿Qué había cambiado?
Nada. James seguía siendo un bromista y, pese a que ya no le diera tanto el coñazo, seguía siendo un completo gamberro, y ella continuaba peleando con él por cualquier tontería. Sin embargo, ya no eran tan críos y las puñeteras hormonas hacían estragos hasta en las personas de espaldas tan rectas como las de Lily. Aunque ella lo negara.
Y hoy, justo ese día, su autocontrol se fue a la mierda, literalmente. Pasó de tener su nariz pegada al tomo gigante de pociones, a estar empotrada contra la pared más próxima a su mesa y acorralada por Potter en menos de lo que dices esternocleidomastoideo. ¿Tenía eso algún sentido? En la cabeza de Lily no, pero la cuestión era que no estaba pensando -neuronas Evans fuera de servicio. Disculpe las molestias.-
A lo mejor era la tensión sexual, atracción o alguna chorrada de esas, no lo sabía, pero allí estaba ella: Lily Evans besando a Potter como si no hubiera un mañana. Duro, salvaje, jodidamente sensual. Y le gustaba, mierda.
Oh, por Merlín, se estaba morreando con James Potter en la biblioteca, y pese a que sabía que eso no estaba bien, iba contra su principio de "Odio a James-arrogante-Potter", corría el riesgo de ser castigada, e incluso, de que alguien del alumnado los viera -y entonces volaran los chismes sobre ellos dos juntos-, todo le daba igual.
Porque aunque las bibliotecas fueran para estudiar y leer y no para ese tipo de actividades libidinosas e exhibicionistas, y James fuera un arrogante presuntuoso y un completo gamberro, Lily debía admitir que no mentía en una cosa: sabía besar jodidamente bien.
Hacía mucho, muchísimo tiempo, años, que no escribía nada de Harry Potter. Y tuve un antojo hoy xD
Me encanta la pareja de James/Lily, sé que es corto, insulso y soso, pero me apetecía escribirlo ^.^
Nos leemos, babys~
