"Ni Naruto, ni todos los personajes me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, solo los tomo prestados para hacer mi historia"
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Capítulo 1: Llueve.
"Odio los días nublados, como hoy, un nuevo día gris, tal vez sea porque no estas cerca de mí… y tal vez nunca más lo estarás… mi mejor amigo me acompaña, el dolor es grande para mi débil cuerpo… ¿Por qué tuviste que dejarme…? ¿Por qué te fuiste…? ¿Por qué me quede sola?... Tal vez si aquel día nublado que termino en lluvia, tal vez si no me hubieras protegido… tal vez hubiese muerto contigo…"
-Llueve, será mejor que vayamos despacio. - Le dijo el rubio a su acompañante.
-Si es lo mejor Naruto. - Afirmó ella mirando como las gotas cristalinas se estrellaban contra el parabrisas.
-Hina, ¿Te puedo preguntar algo? - Le preguntó.
-Si claro, dime Naruto. - Su voz serena, cargada de sinceridad era algo característico en ella.
-¿Que dirías si me muero? ¿Qué dirías si este fuera nuestro último día? - Esa pregunta azotó el cuerpo de Hinata; definitivamente no la esperaba.
-Me iría contigo, no podría seguir. - Se sinceró, eso era lo que pensaba en aquel momento.
-No era esa la respuesta que esperaba. - Respondió algo ¿Decepcionado?
-¿Qué creías que te dejaría tan fácil? - Bromeó, aquella pregunta era demasiado incómoda.
-Hina, tienes que ser feliz. - Sonrió, dejando una triste y forzada sonrisa salir.
-Sin ti no podría seguir. - Se escondió bajo su flequillo, apretó los labios, no quería pensar en aquello.
-Tú podrías, lo sé; confió en ti. - Una sonrisa sincera surcó en sus labios.
Naruto la beso por unos instantes, como nunca antes eso sonaba a ¿Despedida?, No, seguramente era parte de su imaginación, ella contesto aquel beso dulce y lleno de amor. El reloj de aquel día marco las doce, con ello llegó el final del día, Hinata y Naruto estaban dentro del auto, parados en un semáforo en rojo. Las estrepitosas gotas resonaban en todo el vehículo, era molesto, pero relajante, y con eso olvidó la conversación que habían tenido.
-Hinata, siempre te amaré lo sabes ¿Verdad?
-Si lo sé y yo te amaré a ti…
Poca paciencia tenía ante aquel semáforo, parecía que el tiempo se había detenido, los segundos pasaron en cámara lenta, de pronto Hinata vio una luz y a Naruto abalanzándose sobre ella. Después de eso no recordó más nada.
Poco tiempo después se despertó, abrió despacio sus ojos, observo alrededor, se encontró en una habitación blanca, buscó a un rostro familiar, buscó a Naruto, pero él no estaba allí con ella. Se encontró con su mejor amigo Sasuke Uchiha su expresión se convirtió en más aliviada cuando la vio despertar. Ella y él fueron amigos desde siempre, ya que sus padres eran socios en los negocios por ser ellos sus hijos terminaron en una linda amistad. Fue entonces que pocos años después Sasuke le presento a Naruto. Y poco después se hicieron amigos y terminaron siendo novios.
-¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? - Por fin las palabras brotaron de sus labios, y eso le sentó bien.
-En hospital. - Habló con su voz fría, como de costumbre.
-¿Y Naruto? ¿Dónde esta Naruto? - Preguntó asustada, recordó como el se abalanzaba sobre ella.
-Sakura, Shizune y Tsunade lo están tratando, están haciendo todo lo posible. - Sentenció, aunque su rostro fuera inexpresivo, aunque intentará que su voz fuera normal, él estaba dolido, años de conocerlo, la Hyuga sabía las reacciones del Uchiha.
-Naruto… - Sollozó, una lágrima calló.
-Fue un accidente Hinata, él te protegió y recibió gran parte de los daños.- Informó del estado del rubio.
-Naruto…- Las lágrimas abandonaban sus ojos, entonces al observar mejor a Sasuke notó algo que no había visto antes - Y… ¿Quién es el? - Dijo señalando al hombre que se encontraba tras Sasuke.
-Me sorprende que no me reconozcas, igualmente no es una linda manera de reencontrarnos - Dijo aquel hombre.
-Él es Itachi - Aclaró Sasuke.
Itachi, aquel hombre era Itachi, el chico que todas morían por él, y que cuando era muy niña fue también su amor platónico. Obviamente eso era el pasado, pero conservaba lindos recuerdos de aquellos tiempos. Sasuke siguió hablando.
-Él los encontró y al verlos los ayudo. Por eso esta acá.
-Muchas gracias Itachi. - Inclinó levemente la cabeza, mientras que las lágrimas se seguían escurriendo de sus ojos.
-Era lo menos que podía hacer. Después de todo eras la amiga de Sasuke, la que más me agradaba.
Hinata solo se quedó callada por unos instantes. Estaba conmocionada, pensado en como estaría Naruto, ¿Se encontraría bien? ¿Ya habría terminado Tsunade? Tsunade... La mejor médica de todos los tiempos, si ella lo atendía, podía respirar tranquila, Sasuke fue a ver como se encontraba Naruto.
-Te dejo con Itachi, ya regreso. - Y el joven desapareció tras la puerta corrediza.
-Esta bien, espero que este mejor. - Habló el mayor de los Uchiha.
Hinata se quedó sola en la habitación con Itachi aunque ninguno no dijo nada, estaba tan triste por lo que había pasado; pero aún así trataba de no sentirse mal, Naruto tenía que estar bien, y cuando le dieran el alta ella lo cuidaría y protegería, como él lo había hecho. Lo prometió.
-Agoniza, Tsunade. - Le indicó una joven mientras que su maestra intentaba todo a su alcance para estabilizar al paciente.
-Lo sé Shizune pero no me puedo dar por vencida. - No quería perderlo, no quería seguir perdiendo gente importante para ella.
-No le queda mucho - La trajo a a realidad Shizune.
-¡Demonios! - Reflexionó - Llamen a Hinata, tiene que despedirse. - Dijo la rubia, observando a Naruto.
Una enfermera, corrió por los pasillos, mirando nos números en las puertas hasta que encontró la habitación de Hinata. Corrió la puerta y entró en la habitación.
-Señorita, tiene que acompañarme… su novio… - Pero no dijo más.
Hinata rompió en llanto, aquella punzada en su corazón le estaba indicando algo. Se levantó como pudo de aquella camilla, sus piernas no respondían y cayó al suelo, el suero que tenía le incomodó y se lo arrancó, Itachi observó a Hinata le ofreció su mano y la ayudo a ir. "Corrió" como sus piernas le dieron, acompañada de Itachi pero este no decía nada. Al entrar lo vio con una sonrisa y la sangre brotaba en forma de catarata de su boca. Se llevó una mano a la boca, conteniendo el chillido que quería salir. Dio dos grandes zancadas hasta posicionarse a su lado, las lágrimas amenazaron con salir. Ella no lo evitó.
-Hinata… se que podrás salir adelante; por eso me enamoré de ti. - Dijo haciendo un esfuerzo por hablar.
-¡Resiste por favor Naruto! ¡No me dejes! - Chilló.
Pocas lágrimas salían de los ojos de Naruto, no quería que Hinata se sintiera peor, pero Hinata solo podía llorar desconsoladamente.
-No puedo Hina. Solo sé feliz. - Quiso en él último momento de su vida, reconfortarla, ya que nunca más lo haría.
-Naruto no me dejes, yo te amo - Lloraba Hinata.
-Siempre te amaré, vive y se feliz.
Naruto se levantó levemente con las últimas fuerzas que le quedaban, Hinata se acerco a él, deposito su último beso en sus labios, que saboreaban las lágrimas amargas de Hinata y la sangre de Naruto; segundos después el cuerpo de Naruto calló pesadamente en la camilla y con una sonrisa en sus labios cerró sus ojos…
Ya nada sería igual.
Itachi que la acompañaba, sólo la abrazó mientras que ella lloraba, el amor de aquellos jóvenes era tan grande que era imposible calmar a aquella chica de ojos perlados. Media hora después la chica salió con el chico que la mantenía abrazada Tsunade, Shizune y Sakura, prepararon todo para que los seres queridos de aquel rubio lo despidieran.
Hinata estaba destrozada, fuera de la sala de operaciones estaba Sasuke y sus familiares observándola preocupados, Hiashi observo a su hija estaba mal herida pero gracias a aquel rubio ella había sobrevivido, no supo como darle las gracias, por aquel gesto desinteresado de aquel rubio le costo la vida, era algo que no daba a crédito a creer, el destino aquella noche se tenía que llevar una vida, lastimosamente el rubio se arriesgo para proteger a la mujer que tanto había amado.
-¡Sasuke!- Gritó Hinata – Él… Él…
Sasuke la abrazó como si no existiera un mañana, aquel rubio era su mejor amigo su más fiel rival, aquel que solía hacer chistes malos, sonreír como un estúpido todo el día, aquel obsesionado por el ramen de Ichiraku, había sido como un hermano que ya no estaba, sentía el dolor recorrer su cuerpo pero porque el destino era tan cruel; ya no estaría aquel chico hiperactivo corriendo sonriendo y diciendo que era feliz por los amigos que tenía y que el amor lo había cambiado, ya no, a pesar de que se había jurado no llorar, una corta lágrima cayó.
Hiashi se acerco a su hija, se sentía devastado por no poder hacer nada por ella, se limitó a abrazarla y a decirle que no estaba sola que contaba con él.
Hinata fue llevada a su habitación ella aun estaba muy delicada y fue cargado por Sasuke mientras a su lado caminaba Itachi, Hiashi se quedo averiguando que pasaría con el cuerpo de aquel rubio, el tenía que ser velado como correspondía, el era un héroe, quien había salvado a su hija.
-Hinata, estarás bien, cuidaré de ti. - Su voz quebrada, intentaba reponerla, intentaba reponerlos.
-Sasuke te agradezco por todo, también a ti Itachi pero no podre soportar todo esto…- Inesperadamente la chica gritó- ¡¿Por qué tuvo que protegerme?! ¡¿Porque Sasuke?! - Las gruesas lágrimas, los ojos hinchados, su labio inferior temblando, demostrándose así, lo herida que estaba.
-Él te amaba y siempre te amará - solo atino a decir.
-Pero yo… ¡No lo entiendo! ¡Por qué me dejo!
-El quiso que fueras feliz.
-No se lo perdonaré nunca… ¡NUNCA ME OYES!
-Hinata…
-Vete, váyanse no quiero ver a nadie que no sea él.
Sasuke miro a Itachi y ambos abandonaron aquel lugar y quedaron en el pasillo, de aquel hospital escuchando como aquella niña dulce que solía ser lloraba sin consuelo alguno, era un gran dolor para ambos el saber que Naruto no estaba pero tenía que cuidar de ella. Lo había prometido y lo cumpliría.
Flash Back.
-Sasuke, quiero que me prometas algo.
-Dime Naruto.
-Quiero que me prometas que si algo me pasa cuidaras de Hinata, se que ella tiene a Neji, pero quiero que tu veles por su felicidad y que no dejes que nadie se interponga en aquel camino.
-Lo haré. Después de todo ella es mi mejor amiga…
Fin de Flash Back.
Esa noche Sasuke se quedo cuidando a Hinata, estaba en el lado de afuera de la habitación ya que ella no quería ver a nadie.
Poco después escucho una canción que provenía de adentro abrió la puerta lentamente y descubrió a Hinata acostada de espaldas por lo que no pudo verlo al entrar escuchaba una canción mientras que la cantaba suavemente…
Solo tienes ojos para
ese azul, azul del cielo
Aprendiste lo que es la tristeza
y justo ahora aprendes a agarrarte al dolor
Todos estos sentimientos son por ti
y no puedo expresarlos con palabras
Por tu sueño, entras en un mundo desconocido
desprende tus alas y empieza a volar
Dijiste que si pudieras volar, nunca volverías atrás
Solo tienes ojos para
ese azul, el azul del cielo
Lo harás realidad, conseguirás aquello perdido
Trata de volar libre
hacía ese azul, azul del cielo
hacía ese azul, azul del cielo
hacía ese azul, azul del cielo…
-Blue bird…-susurro Sasuke.
Esa canción era una de las favoritas de Hinata, solía escucharla cuando extrañaba a aquel rubio… Sasuke entró en la habitación y la abrazo por detrás. Hinata solo seguía llorando lentamente.
-Nada será fácil - dijo Sasuke - pero estamos juntos, yo te tengo a ti y tú a mi. Saldremos adelante Hinata, lo prometo.
Hinata asintió; Sasuke tenía razón ella aún contaba con su mejor amigo, el mejor de todos sin dudas…
Afuera llovía, aún la lluvia no había parado ambos recostados en aquella camilla, no sabían cuando dejaría de llover, aunque para ellos llovería siempre…
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Notas de la autora: Bueno este es mi nuevo trabajo, no se como será aceptado, pero aún así decidí subirlo Itachi y Hinata, que complicado che! Pero sucederá… aunque no lo haré muy largo eso seguro. No dejaré colgado el otro fic, tampoco este, me las arreglaré para mantenerlos. Una buena idea no se puede desperdiciar. Espero que disfruten leyéndolo, así como yo disfrute al escribirlo. Dejen reviews por favor así me animan a seguir.
Sin más saludos y gracias :D
EDITADO 30/11/13