Hola! Pues por fin pude subir esta historia que tiene bastante tiempo que la estoy escribiendo y ya tengo varios caps listos. Este cap es como introducción pero en el siguiente ya comienza lo interesante. Como saben la mayoría de mis fics son bastante ligeros, como limpieza de primavera o HP en la Riviera Maya, este es de ese estilo, simplemente para que se diviertan y se rían un rato. Sin más que decir espero que la historia les guste y si es así me lo hagan saber con sus comentarios para animarme a seguirla. En fin, a leer (PD. No tiene spoilers del sexto libro, sucede después del quinto curso).

La conquista

Capítulo Uno. El principio del final.

La negra noche y un viento helado eran los únicos compañeros del más famoso de los Gryffindors, el conocidísimo chico de oro, el salvador del mundo mágico, el más joven buscador en cien años en Hogwarts, en resumen, el moreno de hermosos ojos como esmeraldas, Harry Potter, el niño que vivió DOS veces.

Porque así había sido, lo que todo el mundo esperaba se había cumplido, al término de su sexto año había vencido a Lord Voldemort con un extraordinario despliegue de magia trayendo la paz al mundo mágico y por qué no decirlo, al mundo muggle también.

Sí, lo había logrado, pero por muy poco, nadie en realidad sabía lo cerca que había estado de ser el caído esa noche cuando vio el Avada Kedavra salir de la varita de Voldemort, y eso sin duda lo había hecho reflexionar, estar cerca de la muerte le había ayudado a analizar su vida en retrospectiva, apreció TODO lo que tenía sin duda, pero también le hizo ver AQUELLO que no tenía y que le hacía tanta falta.

Fue un shock verdadero cuando se enfrentó a la realidad de sus verdaderos deseos, los más ocultos en el fondo de su corazón, tanto, que casi decide tirarse de la torre de astronomía, pero previendo lo doloroso de la caída había llegado a la conclusión de mejor aceptarlos, a fin de cuentas no eran tan malos (Harry: ¬¬) bueno n.nU, sí lo eran pero él trataría de hacerlos mejorar, más bien, darles un final feliz.

Claro que esa decisión había sido tomada dos meses atrás, mientras se encontraba en su nuevo hogar con la única persona que consideraba como un padre, así es, su querido Profesor Remus J. Lupin. Vivían felizmente en una casa de bastante buen ver y tamaño (Frine: Harry había heredado la enorme fortuna Black cuando éste fue absuelto después de morir y que atraparan a la asquerosa rata, y además, contaba con la fortuna Potter, qué envidia u.uU) que el moreno había comprado. Ya que no necesitaba seguir viviendo con sus HORRIBLES tíos y su porcino primo, el guapo ojiverde deseaba una linda casa para vivir, pero como era menor de edad necesitaba un tutor y quien mejor que nuestro querido licántropo.

Como sea, estando en su nueva habitación unos días antes de regresar a Hogwarts para su séptimo y último año, una imagen se formaba de manera cada vez más clara en su mente, el amor, porque había llegado a la triste y desesperante conclusión de que era amor, tenía un cuerpo, un rostro, unos ojos, sí, unos hermosos e hinoptizantes ojos del color de la plata derretida, fría, distante, pero indudablemente electrizantes. Pero insisto, eso había sido hace dos meses, hoy, la triste realidad era la que menos deseaba, y bien lo sabía el Gryffindor, JAMÁS sería otra.

El moreno se removió en el pasto del estadio de Quidditch donde había permanecido cavilando acerca de su suerte, la verdad no deseaba regresar a la torre y admitir la realidad de la situación por la que atravesaba con sus amigos, sus queridos amigos que habían estado con él desde el principio apoyándolo. No, en definitiva quería estar solo, tratar de sacar en soledad toda la maldita esperanza que su inocente y puro corazón llegó a albergar, tenía que aterrizar en la realidad aunque eso doliera más que una costilla rota o una caída de escoba, situaciones en las que tenía amplia experiencia.

Suspiró y decidió levantarse, tal vez una caminata por el lago lograra despejar su mente. Pero justo cuando se puso en pie escuchó un batir de alas, levantó la vista y vio como una figura pequeña se acercaba a él atravesando el cielo hasta posarse en su brazo. Era un magnífico búho de un hermoso y brillante plumaje color negro y de unos ojos tormentosos como los de su dueño, porque sí, Harry sabía a quien pertenecía. Frunció el ceño mientras tomaba la nota que el ave traía en una pata, una vez libre de ésta volvió a emprender el vuelo, perdiéndose en la noche.

Harry lo miró hasta que ya no pudo y fijó su atención en la nota, un pequeño pergamino atado con una cinta verde, muy Slytherin como siempre, pensó Harry divertido pero con cierto deje de tristeza. Desató el nudo y desenrolló el pergamino, una exquisita caligrafía le dio la bienvenida, Harry tomó su varita y conjuró un Lumus para poder leer la nota. Se sorprendió ampliamente ante el mensaje, miró hacia el castillo y con un suave movimiento guardó la nota en su bolsillo y tomó el camino de regreso, necesitando desentrañar ese nuevo misterio.

Gran Comedor, 12 pm, no llegues tarde, es hora de terminar con esto.

DM

Atravesó rápidamente el vestíbulo aunque percatándose de que nadie lo viera, no quería ser castigado antes de lograr su objetivo. Se detuvo frente a las puertas del Gran Comedor, estaban cerradas, algo que le sorprendió pues siempre estaban abiertas, o eso era al menos lo que podía recordar, no es que fuera muy detallista, en fin, el moreno decidió entrar y saber de una vez que era lo que "él" quería, al parecer ya todo había quedado aclarado en su último encuentro. Harry se estremeció ante este recuerdo, no había sido nada agradable, convirtiéndose en memorable entre sus digamos, "charlas", por decirlo de algún modo. Apartando estos entrometidos pensamientos de su mente, Harry empujó con fuerza una de las puertas, ya que eran muy pesadas, y se adentró en la oscuridad del recinto, pensó en conjurar un Lumus pero la Luna que se reflejaba en el techo, gracias al hechizo que todos conocemos, y las titilantes estrellas lo hicieron desistir de ese pensamiento, avanzó un poco más en la penumbra y pudo darse cuenta que algo estaba diferente, las cuatro grandes mesas no estaban y algo brillaba en las paredes aunque no podía distinguirlo bien pues enormes telas al parecer de seda las cubrían.

-Hola

Harry se detuvo al escuchar la suave voz proveniente a sus espaldas, respiró profundamente para tomar fuerza y se giró lentamentehasta quedar de frente a la fuente de aquella voz, la visión ante él lo sorprendió y confundió. Ahí estaba Draco Malfoy mirándolo con una sonrisa al parecer MUY divertida y con su varita fuertemente sostenida en su mano derecha. Harry no sabía que diablos estaba pasando, solo estaba seguro de algo, esta era la noche en que todo terminaría.

Pues eso es la introducción espero les deje con ganas de saber lo que pasará después, la verdad, modestia aparte, esta historia me ha gustado mucho, es divertida y ligera pero eso ya lo decidirán ustedes, dejen comentarios para saber sus opiniones, es muy seguro que actualice cada miércoles, en fin, hasta la otra!

Frine