Disclaimer: Todo lo relacionado a Twilight pertenece a stephenie Meyer. La historia es mía.

Wild Rose

Capítulo uno: Pasado, presente y futuro.

¡Mierda, mierda, mierda!

Tomé una bocanada de aire y me detuve para que mis latidos se regularizaran. Definitivamente necesitaba ejercitarme más.

Toqué la puerta del salón de Tony, para que la señorita Stanley me recibiera con cara de pocos amigos.

—Media hora de retraso. —Jessica reclamó chasqueando la lengua. —Todos los días es lo mismo. —La ignoré con un movimiento de hombros y busqué con la mirada al pequeño diablillo.

Anthony, que estaba sentado en una pequeña silla amarilla, me sonrió enseñando sus pequeños dientecitos de leche. Lo vi enternecida, mi sobrino de cuatro años era sin duda alguna el mocoso más adorable del mundo.

—Tía Wouse. —Se abalanzó hasta mí.

—Hola enano. —Le acomodé el gorro de koala que llevaba puesto y le sonreí —¿Estás listo para irte? Podemos comprar helado. —Le susurré guiñándole un ojo.

—No creo que Anthony merezca un premio después de lo que hizo el día de hoy. —Jessica se entrometió viendo a mi sobrino con reproche.

Le lancé una mirada molesta ¿De qué estaba hablando? Tony nunca se metía en problemas, siempre se comportaba y era educado con todo el mundo.

El pequeño escondió su carita en mi cuello, como hacia siempre que estaba avergonzado. Quise golpear a su estúpida profesora.

—¿Qué sucedió Tony? —Pregunté dejándolo en el suelo y agachándome para quedar a su altura.

Él bajó la mirada, y se acercó lo suficiente para susurrar en mi oído.

—Soy Batman. —Lo dijo con tanta seriedad que me costó muchísimo contenerme para no reír.

Obviamente a la señorita Stanley no le pareció nada divertido. Era una amargada.

—Anthony golpeo a dos de sus compañeros. —La profesora soltó con tono de reproche. Sus palabras me sorprendieron muchísimo, Tony nunca había sido un niño violento. —Cuando le pregunté por qué lo había hecho dijo que había sido Batman.

Quise reír ante las ocurrencias de mi sobrino, pero sabía que reír sólo iba a empeorar la situación. Stanley nunca se tomaba nada a la ligera.

—Anthony, cariño. —Le hablé viéndolo a sus preciosos ojos color esmeralda. —¿Sabes por qué Batman golpeo a esos niños?

Jessica frunció el ceño, claramente molesta de que le siguiera el juego.

—Empujaron a Amelie. —Soltó molesto. —Son malos, muy malos tía Wouse.

Yo me voltee hacia la señorita Stanley con una ceja alzada ¿Por qué estaba dándome la lata a mí, cuando todo lo que Tony había hecho había sido para defender a su amiga de unos matones?

—Ya hemos hablado con los padres de los otros niños. —Intentó explicar notoriamente cansada. —Es una situación difícil.

—Señorita Stanley, usted conoce a Tony desde toda la vida. —Después de todo ella y mi hermana eran algo así como amigas. —Él sólo estaba defendiendo a su amiga, no va a volver a pasar.

Tony asintió enérgicamente haciéndome sonreír. Y cuando creí que habíamos terminado con los sermones, Jessica se aclaró la garganta.

—Creo que también deberíamos hablar de esas películas que Tony ha estado viendo —Volvió a verme como si el que Anthony tuviese la imaginación fértil fuese culpa mía. —No creo que sean apropiadas.

—No le veo nada de malo. —Me di de hombros. —A todos los niños les gusta jugar a los superhéroes.

—Pero Tony aún es muy pequeño para algunas de esas películas. -Me reprendió. —Él todavía no entiende muy bien la violencia, no ha aprendido a diferenciar lo que está bien o lo que está mal.

Claro que entiende, Tony era jodidamente inteligente. Mucho más inteligente que cualquier otro mocoso de su edad.

—Siempre le digo que cierre los ojos en las partes más violentas. —Le guiñé un ojo, el siempre obedecía a su tía Rose.

—No es suficiente. —Negó, entregándome un papel. —Ten, estas son algunas películas y caricaturas aprobadas por la junta de padres.

Recibí la hoja de papel con los ojos entrecerrados. Junta de padres, puaj, no eran más que un montón de mujeres mantenidas, sin nada mejor que hacer, que joder a las madres que si tenían que esforzarse por cuidar a sus hijos.

Abrí los ojos al leer la lista de títulos en el papel. Ridículo.

—¿George el curioso? ¿Dora? —Leí en voz alta, haciendo una mueca de asco.

Jessica puso los ojos antes de hablarme como si se tratase de uno de sus alumnos.

—Esas son algunas de las sugerencias. —Le entregó su pequeña mochila de Batman a Tony. —Y por favor Rosalie, no más atrasos.

Asentí molesta y tomé a mi sobrino de la mano. Cuando ya nos habíamos alejado de la escuela me voltee a verlo.

—¿Crees que a Batman le gustaría un helado? —Pregunté viéndolo con los ojos entrecerrados.

—Pero fue malo. —Hizo un puchero.

Yo negué y me puse a su altura para poder verlo a los ojos.

—Batman no debió golpear a los otros niños. —Tony bajo la mirada, avergonzado. —Pero él sólo quería ayudar a una amiga en peligro. —Le guiñé un ojo y me acerqué para susurrar en su oído. —Batman es mi héroe.

El pequeño sonrió de oreja a oreja. Y yo no pude aguantarme y besé su cabecita. Era tan adorable.

—Mami dijo que no puedo comer dulces antes de la cena. —Recordó viéndome nervioso.

Y era verdad, mi hermana siempre se molestaba cuando Tony no quería cenar por haber comido alguna golosina con su tía Rose. Me di de hombros, no sería la primera vez que rompíamos las reglas. Después de todo, yo era su tía, y estaba aquí para malcriarlo.

—Será nuestro secreto. —Puse un dedo en mis labios

—Estoy aburrido. —Tony reclamó mientras se estiraba en el sofá reclinable de papá.

Exhalé cansada, sabiendo que, si no encontraba algo que hacer pronto, se pondría travieso, y la última vez la casa había quedado hecha un caos.

—Podemos construir una torre de legos. —Ofrecí mientras cambiaba los canales.

—No, hicimos eso ayer. —Bufó mientras se cruzaba de brazos.

—Entonces construimos otra cosa. —Ofrecí esperando que aceptase. —Como una casa o una pista de carreras.

—No. —Anthony se puso de pie y vino a sentarse junto a mí, aun molesto. —Quiero algo nuevo.

—Déjame pensar. —Dije mientras tomaba mi celular, él se pegó a mi interesado.

Siempre que se me acababan las ideas para entretener a mi sobrino, buscábamos en internet. Había algunas muy buenas y divertidas, como hacer nuestras propias burbujas y pintar huevos para la pascua.

Otras no tanto.

Solté un bufido cuando pasé por una en la que se necesitaban cosas que jamás encontraríamos en casa. Queríamos distraerlo, no crear una bomba.

—Podemos hacer galletas. —Leí en voz alta, sin pensar que era una pésima idea. Yo no sabía cocinar y Bella odiaba que desordenaran su amada cocina.

—¡Galletas! —Saltó emocionado. Yo lo miré asustada cuando corrió a la cocina. ¡Oh mierda!

—¡Alto ahí enano! —Lo detuve cuando iba a sacar una de las costosas ollas de mi hermana. —Primero ve a lavarte las manos.

Él corrió al baño, mientras me dedique a sacar cuidadosamente todas las cosas necesarias para preparar las estúpidas galletas. Tú y tus estúpidas ideas, Rosalie.

Cuando Anthony regresó, con un delantal que debía ser de su madre. Lo subí en un banquito para que quedara a la altura apropiada para trabajar en sus galletas y recité lo que tenía que hacer. A pesar de mi esfuerzo por separar las cosas para que no se armara tanto desorden, Tony se las ingenió para regar harina por todos lados. Era oficial, Bella iba a matarme.

—Ahora, aquí dice que tienes que amasarla con tus manos. —Leí en mi celular cubierto de harina, él me observó sonriendo emocionado, al parecer no había nada más divertido que tener las manos en la masa.

Mientras Tony jugueteaba en la cocina, Isabella entró en la casa cargando bolsas del mercado. Fui a ayudarla, no sin antes advertirle a mi sobrino que no se moviera.

—¿Qué están haciendo? —Mi hermana preguntó viéndonos desconfiada. —Rosalie, ¿por qué mi hijo está cubierto de harina?

—¡Galletas mami! —Exclamó, bajándose del banquito y corriendo hacia su madre. —Hice galletas.

—¡Tony! —Bella reprendió a mi pequeño sobrino, que acababa de descubrir sus dotes culinarias. —No toques nada, tus manos están pegajosas.

—Lo shiento mami. —Hizo un puchero adorable, era imposible enojarse con él.

Ella sonrió y con su hijo en brazos camino hasta la cocina. Observó el lugar con una mueca en el rostro y se volteó para verme.

—Tú vas a limpiar esto. —Señaló el desastre frente a ella. Yo puse los ojos, Isabella podía ser tan exagerada.

—Claro que voy a limpiar. —Me voltee a ver al pequeño en brazos de mi hermana. —Pero alguien tendrá que ayudarme.

—Mami, tenemos que terminar. —Mi sobrino dijo de repente, yo desvié la mirada al bol con la masa de galletas, haciendo una mueca. No se veía nada apetitoso.

—mm…Mami va a terminarlas. —Su madre le sonrió con dulzura. —Ahora quédate con tu tía Rose, mientras mami cocina.

Bella me entregó a su pequeño y murmurando algo por lo bajo comenzó a buscar ingredientes para hacer galletas.

Cuando dejé a Tony en el sofá y me dediqué a buscar las películas, él saltó entusiasmado.

—¿Batman? —Señaló al televisor, yo asentí esperando que mi hermana no hubiese escuchado.

—Rosalie, nada violento. —Isabella ordenó desde la cocina. – Vean un canal para niños.

Puse los ojos, a Tony no le gustaban las caricaturas de los canales que Bella y la señorita Stanley consideraban apropiados para niños de su edad.

—No, Wouse. -Reclamó al verme cambiar el canal a pepa pig. —Ese es para bebés.

—Lo siento amigo, ordenes de mamá osa. —Lo vi con una mueca.

Él se cruzó de brazos y se marchó a su habitación. Tuve que contenerme para no soltar una risotada, era tierno incluso enojado.

Como no estaba dispuesta a quedarme sentada viendo a la condenada cerdita, me acerqué a la cocina, resignada a limpiar el desorden de mi adorable sobrino.

—Me encontré con Sarah Lewis hoy en el mercado. —Mi hermana habló de repente, haciéndome fruncir el ceño. —¿Recuerdas a Thomas Hall? —Asentí, sin entender a qué iba todo esto. —Van a casarse ¿Puedes creerlo?

—¿Desde cuándo andas de chismosa? —Cuestioné curiosa, este era un comportamiento inusual en Bella, ella se sonrojó.

—Supongo que me molestó. —Se dio de hombros y desvió la mirada a lo que estaba haciendo.

Mi hermana era tan… extraña. ¿Por qué podría molestarle que una idiota como Sarah Lewis fuera a casarse con el aburrido Hall? ¿Acaso sentía algo por él? Lo dudaba, ni siquiera ella podría soportar a un fracasado como él.

—¿Por qué podría molestarte? —Pregunté antes de comenzar a sacar más conclusiones precipitadas. —No sentirás algo por Hall, ¿Verdad?

—No seas tonta, claro que no —Bella negó, viéndome molesta. —Olvídalo, es ridículo. —Le restó importancia y volvió al trabajo con las galletas, esta vez colocándolas en el horno.

Puse los ojos ante la actitud de mi hermana, siempre hacia lo mismo. Cada vez que teníamos estas raras conversaciones sobre sentimientos y problemas, se cerraba, restándole importancia y dejándome con la palabra en la boca. Y no voy a negarlo, muriendo de curiosidad.

—Oh no, nada de eso. —La vi con los ojos entrecerrados. —Vamos Bella, soy la única que puede escucharte.

Ella bufó resignada.

—Es sólo qu-… Que es injusto, que después de todo lo que Sarah me hizo pasar en el instituto y luego cuando volví embarazada de Tony. —Hizo una mueca, probablemente recordando el pasado. —No me parece bien, que después de todo eso, aun tenga su final feliz.

—¿Final feliz? —Solté una carcajada por el término. Una vida casada con el señor aburrido me parecía bastante alejado de un final feliz.

—No me mires así. —Me fulminó con la mirada. —Es un final mucho mejor que el mío, tienes que admitirlo. —Hizo una mueca. –Thomas puede ser aburrido, pero es inteligente, tiene dinero y es muy guapo.

La vi con los ojos abiertos, discordábamos en al menos dos de las tres cualidades de Thomas Hall. El tipo tenía dinero, sí, pero ni todo el dinero del mundo podría hacer que me casara con él.

¿Y mejor final que el de ella? Por favor, Bella tenía un hijo maravilloso, y un trabajo que le encantaba, además sólo tenía veinticinco años, aún quedaba mucho para pensar en un final.

—¿De qué demonios estás hablando Bella? —Quise sacudirla por los hombros para hacerla reaccionar. —Tienes veinticinco, no puedes estar pensando en un final feliz. —Levanté los brazos. —Tu vida no ha acabado.

—¿Realmente crees que un hombre decente va a querer casarse con la madre de un niño de cuatro años? —Soltó molesta.

—Si no es así, quiere decir que no es tan decente. —Me di de hombros. —Bella, tienes que ser sincera contigo misma. —Ella me observó sin entender. —Después de que Tony nasciera has tenido novios fantásticos, pero ninguno de ellos era lo suficientemente bueno para ti.

Bella había tenido unos cuantos novios serios después del nacimiento de Tony, la mayoría de las mujeres habrían estado encantadas en tener la atención de cualquiera de ellos. Pero mi hermana, ella quería al hombre perfecto.

Vi que se quedó con la mirada fija en uno de los armarios de la cocina y supe que estaba recordando al padre de Anthony, cuando sus ojos comenzaron a ponerse vidriosos.

Decidí que era mejor dejarla sola, había muchas cosas en las que Bella y yo no estábamos de acuerdo y el padre de Tony era una de ellas.

Mi pensamiento viajó al día en que Bella se presentó en casa con una mirada desolada y casi desesperada. Recuerdo como se arrojó a los brazos de mi padre, sorprendiéndonos a ambos.

Sólo nos dijo la verdadera razón de su visita, varias semanas más tarde. Cuando papá amenazó con llevarla al hospital, después de verla vomitar por tres días seguidos. Estaba delgada y débil, pasaba los días encerrada en su cuarto, llorando, el pobre Charlie se estaba volviendo loco de la preocupación.

'Estoy embarazada' Fueron sus palabras, simples y claras. Y aunque yo ya lo sospechaba, no pude evitar sorprenderme. Después de todo, esta era la perfecta Isabella, el ejemplo a seguir, la niña de los ojos de papá.

La reacción de Charlie no fue la que me esperaba, no estaba nada contento con la noticia, especialmente cuando se enteró que no había padre en la foto.

Pero todo cambió en la primera ecografía de Bella. Al ver la imagen en el monitor la mirada de mi padre cambio por completo, el rudo Charlie Swan ya no existía, a partir de ese día se convirtió en el abuelo Charlie a tiempo completo.

Para mí demoro un poco más…mucho más.

Bella y yo nunca habíamos tenido una buena relación, pero eso nunca había sido un gran problema porque siempre habíamos vivido separadas, ella con su madre en Arizona, y luego en la Universidad en Nueva York, y yo en el aburrido pueblo de Forks.

Cuando Bella cumplió diecisiete decidió venir a pasar un tiempo con Charlie y terminar el instituto aquí. El peor año de mi vida.

Por lo que tenerla aquí, en tiempo indefinido, me dejaba un poco ansiosa. Y el que estuviera embarazada empeoraba nuestra situación, no sólo porque las hormonas hacían todo diez veces peor, sino también porque si discutíamos, aunque yo tuviera la razón, siempre era yo la que terminaba como una perra por gritarle a la embarazada.

Fue después de una de nuestras discusiones por el control remoto que por primera vez sentí que tuvimos una conversación sincera, como hermanas. También fue la primera vez que mencionó al padre de Tony.

'Cambia el canal' Ordenó sentándose en el sofá, acariciándose el vientre aun plano. Cuando no le hice caso y continúe viendo la película, ella se alteró y me arrebató el control remoto de las manos. La verdadera Bella jamás hubiese hecho algo así, Bella embarazada era mucho más agresiva…y divertida.

'Estaba viendo eso' Dije más por molestarla que por la película. Ella me fulminó con la mirada y me ignoró. '¿Cuál es tu problema hoy? Todo el mundo ama el club de los cinco.' Su mirada se entristeció, y vi que tal vez había presionado un punto sensible.

'Yo no…Ya no' Respondió en un susurro. Esperé paciente a que continuara fingiendo que prestaba atención en el programa de cocina en la televisión. 'Era la película favorita de él' Murmuró acariciando su vientre, dándome a entender que se refería al padre del bebé.

'¿Dónde está, Bella? Pregunté no queriendo parecer demasiado curiosa. Sabía que sí comenzaba preguntándole el nombre ella se cerraría y ya no me diría nada, por lo que comencé con una pregunta más fácil.

Mi hermana llevaba casi tres años viviendo en Nueva York, estudiando arquitectura, en una de las más prestigiosas universidades del país. Por lo que no era de sorprenderse que el padre de su bebé fuese de ahí, y cuando me lo confirmó, todo lo que pude hacer fue asentir. Iba a preguntarle su nombre, sin más rodeos, cuando Charlie llegó poniendo fin a la conversación.

Sólo volvimos hablar sobre el 'Neoyorkino', como había decidido llamarlo en mi cabeza, cuando estábamos en el hospital esperando la llegada de Tony.

Nunca había estado tan nerviosa en toda mi vida, papá corría de un lado para otro, haciendo preguntas estúpidas como '¿Te sientes cómoda?' o '¿Te duele algo?' lo que terminó por sacar de quicio a mi hermana, que estaba teniendo contracciones cada vez más fuertes. Cuando Bella, lo expulso del cuarto con tono autoritario, yo iba a seguirlo, por ningún motivo me quedaría sola con Bellazilla, ella me detuvo con una sola mirada.

'No te vayas' Ordenó molesta al momento en que tenía otra contracción, su rostro se suavizó después de un rato. 'Distráeme'

'¿Cómo vas a llamarlo?' Pregunté acercándome a ella y tendiéndole el vaso con hielo que la enfermera había traído minutos antes. Espere su respuesta, expectante. Yo misma había pensado en miles de posibles nombres, pero ninguno parecía ser el adecuado.

Bella me observó como dudando si hablar o no, finalmente decidió responderme, con una sonrisa bailando en su rostro.

'Anthony' Sonreí al escucharlo, era perfecto. Bebé Anthony.

Cuando le pregunté de donde lo había sacado su rostro se ensombreció, y la sonrisa se borró. Bella exhaló y luego de analizarme con la mirada, comenzó a hablar.

'Es el segundo nombre de su padre' Yo la vi sorprendida, siempre pensé que no quería que su pequeño tuviese alguna relación con su padre.

'Rosalie' Me llamó y me vio a los ojos, seria. 'Tienes que prometer que nunca vas a decirle a nadie de donde viene este nombre'

'Lo prometo' Respondí confundida, no entendía el porqué de tanto secreto. Era sólo un nombre, el que tuviera algún tipo de relación con el padre no importaba.

Cuando la enfermera entró a buscar a Bella para finalmente llevársela a que tuviera su bebé, mi hermana me dio una pequeña sonrisa antes de desaparecer por el pasillo.

Anthony Swan, no era un recién nascido bonito. Había nascido después de bastante esfuerzo por parte de mi hermana, un niño de tres kilos, sin pelo y muy rosado.

Las primeras semanas de Tony no fueron fáciles, especialmente para Bella, que después del nacimiento de su hijo parecía haberse deprimido aún más por la ausencia del Neoyorkino.

Tony tenía excelentes pulmones, como el doctor había dicho mientras reía. En ese momento creí que sólo se refería a su salud, pero días después, cuando Bella volvió con él del hospital, entendí.

En ese momento Tony era el ser más desagradable del planeta. Pasaba todo el tiempo llorando, la casa apestaba a pañales y hacer ruido estaba estrictamente prohibido cuando Tony estaba durmiendo o intentando dormir.

El día en que Anthony cumplió los dos meses, encontré a Bella llorando en la vieja camioneta que papá le había regalado cuando estaba en el instituto.

Cuando toqué el vidrio para llamar su atención, ella me vio asustada, como si la hubiese atrapado en algo. Antes de esperar alguna respuesta me metí en el lugar del pasajero.

'Déjame sola, Rosalie' Escupió lanzándome dagas con los ojos.

'No, hasta que me digas ¿Que mierda estás haciendo aquí?' Le devolví la mirada. '¿Ibas a abandonar a Tony?' La acusé, Bella no era mi persona favorita en el mundo, pero jamás la había creído capaz de hacer algo así.

'No, claro que no' Su respuesta parecía sincera, hasta que se mordió el labio. 'No voy a negar que lo he pensado' Admitió de repente, yo la observé horrorizada. 'Soy una madre terrible'

'Si no ibas a abandonar a Tony, ¿Qué hacías aquí afuera?' Pregunte finalmente.

'Iba a ver a padre de Tony' La tristeza en su voz era palpable. 'Iba a ir hasta allá y decirle la verdad' Antes de que yo pudiera decir algo ella agregó 'Pero él no quiere verme' Se lanzó a llorar desconsolada y todo lo que pude hacer fue intentar consolarla.

'Él se lo pierde Bella' Acaricié su cabello.

'Es mi culpa, todo esto es mi culpa' Decía una y otra vez, como un mantra enfermizo. 'Lo perdí'

Después de aquel día confirme que mi hermana continuaba perdidamente enamorada del Neoyorkino. Y que el tipo no tenía ni idea de la existencia de su hijo.

El primer cumpleaños de Tony llegó demasiado rápido, el bebé irritante se estaba convirtiendo en un niñito adorable. Su cabello era de un color tan diferente, y aunque Bella nunca menciono nada, siempre supe que lo había heredado de su desconocido padre. El día de la fiesta de cumpleaños fue inolvidable, por muchas razones.

En ese tiempo Bella estaba saliendo con Samuel. Se habían conocido en la biblioteca de su nueva universidad, y según mi hermana había sido amor a primera vista.

El nuevo novio de Bella era perfecto para ella, independiente, inteligente y adoraba a Tony. Un excelente partido para todas, excepto, Isabella Swan.

Yo estaba en mi cuarto, terminando de arreglarme, cuando oí la voz alterada, de mí hermana desde la cocina. Tony también por lo que comenzó a llorar, me acerqué a él e intenté calmarlo.

Minutos después Samuel salió de casa, para nunca más regresar.

Aun con Tony en brazos me acerqué a ver si estaba todo bien, cuando ella me vio extendió los brazos para que le entregase a su hijo.

Cuando le pregunté qué había pasado, ella puso los ojos 'No es su padre' murmuró y yo la vi sin entender nada.

'Edward Anthony Cullen es el padre de Tony, y nunca nadie va a reemplazarlo'

Un par de años más tarde, luego de una despedida de soltera, una Bella mucho más amigable, confeso que en realidad había huido por miedo a ser rechazada.

Pero nunca le dio la oportunidad de quererlo. Edward Cullen aún no sabe que tiene un pequeño de cuatro años.

—Tia Wouse. —Tony llamó, finalmente sacándome de mis pensamientos.

Fui hasta donde él estaba sentado frente a la televisión con el control remoto en la mano. Me vio con una sonrisa traviesa, él sabía muy bien que no podía jugar con el control remoto.

—Tony, tú sabes que no debes tomar eso —Lo reprendí intentando ocultar mi tono de diversión. —Es para adultos.

—Shh, es nuestro secreto. —puso su dedo en la boca indicando silencio. —Batman. —Susurró bajito tendiéndome el control.

Yo vi hacia atrás, comprobando que Bella no viera que estábamos desobedeciéndola y al ver que estaba distraída con la comida, cambié el canal.

—Shh. —Imité lo que él había hecho segundos antes, él sonrió y se acurrucó a mi lado.

Cuando la película estaba terminando, papá llegó reclamando del clima. Puse los ojos, era todos los días lo mismo. Colgó su chaqueta y guardó su arma en su lugar especial, lejos de niños curiosos.

—Bubu —Tony corrió hasta Charlie, que lo recibió con los brazos abiertos.

—Hola campeón. —Saludó con una enorme sonrisa. —¿Qué has hecho hoy?

—Tengo una nueva amiga. —Soltó emocionado, Bella lo vio curiosa.

—¿Por qué no me habías contado? —Ella preguntó poniendo los brazos en forma de jarro y dándome una mirada de reproche.

Yo me di de hombros, había olvidado completamente las noticias de la nueva amiga de mi pequeño sobrino y de la justicia de Batman.

—Lo shiento mami, lo olvidé. —Se disculpó, y mi hermana se derritió por completo.

—¿Cómo se llama? —Bella preguntó algo celosa. Con sólo cuatro años Tony era todo un rompecorazones.

—Amelie. —Sonrió emocionado. —Es muy pequeña, Tom y Aron la empujaron, pero Batman la salvó. —Dijo parándose como superhéroe.

Mi hermana lo vio sorprendida y algo nerviosa, papá por otro lado parecía completamente orgulloso.

—¿Jessica no dijo nada cuando fuiste a buscarlo? —Isabella preguntó con una ceja alzada.

—Nope —Mentí dándome de hombros y cuando se dio la vuelta le guiñé un ojo al pequeño super héroe.

—Rosalie. —Papá me reprendió divertido, yo sonreí con inocencia.

Tony corrió a la cocina a buscar las galletas, que él creía había hecho, y se las enseñó a su abuelo. Papá me vio nervioso, preguntándome en silencio si era seguro comerlas, yo asentí y le susurré que eran de Bella.

—La cena esta lista. —Bella volvió para dejar una fuente de lasagna en la mesa, la comida favorita de mi sobrino. —Tony, ve a lavarte las manos —él obedeció y desapareció rápidamente.

Nos sentamos a cenar en silencio, de vez en cuando riendo de las ocurrencias de mi sobrino.

—Fui a ver una casa hoy. —Bella mencionó de repente, papá y yo dejamos de comer para mirarla. —Tenía un jardín maravilloso, y está en una calle sin salida. —Suspiró. —Pero está muy encima de mi presupuesto, y necesita una buena reforma.

—Pero tu trabajas en eso. —La vi con una ceja alzada.

—Eso significa que la remodelación me sería un poco más barato, nada más. —Ella negó. —Definitivamente no puedo permitírmelo.

—Cariño, tal vez pueda ayudarte con algo. —Papá ofreció. —Al menos para la entrada.

—Aun así, no creo que sea suficiente. —Hizo una mueca. —Tendré que esperar un poco más.

—Sabes que puedes quedarte todo lo que quieras, Bells —papá le sonrió.

—Gracias Charlie.

Después de la cena me fui a mi habitación/sótano. Observé alrededor orgullosa de mí misma, el lugar estaba mil veces mejor que antes. El único problema era el condenado frio. Era como dormir en un maldito iceberg.

Bastaron dos toques a la puerta para que supiera que se trataba de papá.

—Hey Rose. —Saludó cuando lo dejé entrar. —Me gusta lo que has hecho con el lugar. —Comentó viendo alrededor.

—Gracias. —Sonreí. —¿Pasa algo? —Pregunté algo extrañada, Charlie nunca hacía visitas a mi cuarto.

—Sólo quiero hablar con mi hija menor. —Dijo fijando la mirada en una de las fotos pegada en la pared. —¿Cómo van las cosas en el trabajo?

Fruncí el ceño, a Charlie nunca había parecido importarle lo que pasará en mi vida. ¿Por qué ahora?

—Bien supongo. —Me di de hombros, él me vio como esperando que dijera algo más. —Tengo que entregar panfletos y usar ropas ridículas, nada muy complicado.

—¿Cómo? —Me vio notoriamente sorprendido —¿Y el restaurante? —Puse los ojos, eso había sido meses atrás.

—Me despidieron meses atrás. —Solté una risa al ver la reacción de mi padre. —Después de que golpeara a uno de los clientes.

Charlie parpadeó varias veces, pero decidió que era mejor no preguntar. Hombre sabio.

—¿Y ahora que estás haciendo? —Frunció el ceño.

—Entregando panfletos en algunas esquinas. —Me di de hombros. —A veces tengo que usar trajes ridículos. —Hice una mueca de asco.

—Supongo que esto no es lo que quieres hacer por el resto de tu vida. —Dijo con cuidado, lo vi con una ceja alzada ¿Es en serio? —Pero si es lo que quieres…quiero que sepas que te apoyo.

—¿Qué? No. —Exclamé. —Claro que no quiero trabajar vestida de hamburguesa entregando panfletos toda mi vida, es sólo un trabajo temporario papá. —Suspiré, pensando en mi verdadero sueño, involuntariamente mi mirada se posó en uno de los ficheros que tenía colgados en mi pared.

—Me alegra saber que todavía te conozco. —Sonrió dirigiendo la mirada al fichero. —Entonces, creo que te va a interesar lo que voy a decirte.

Lo observé expectante.

—Van a abrir un nuevo taller. —Abrí los ojos sorprendida, poca gente era lo suficientemente valiente para atreverse a invertir en un pueblo como Forks —Harry me dijo que están buscando mecánicos —Papá me vio expectante, esperando alguna reacción de mi parte.

—¿Quién es el dueño? —Pregunté, con los ojos entrecerrados —¿Jacob? —Mascullé el nombre entre dientes.

—Jake es solo un muchacho, no tiene el dinero o la experiencia para manejar un lugar de esos. —Mi padre negó —Harry dice que es un tipo de la ciudad, eso es todo lo que sé.

Un tipo de la ciudad. Alguien nuevo, que no me conocía, que no sabía nada de los chismes de un estúpido pueblo, y que seguramente tenía mucha más experiencia trabajando en coches que el idiota de Jacob Black.

Tal vez finalmente podría tener una oportunidad de trabajar en lo que de verdad me gustaba.

—¿Sabes si aún están buscando mecánicos? —Pregunté, con una sonrisa esperanzada.


Hola, esta es mi nueva historia, no se preocupen no voy a abandonar las otras.

espero que les guste, hace ya un tiempo que la tengo escrita... el summary apesta, voy a cambiarlo cuando se me ocurra algo mejor, soy pésima para resumir.

Wild Rose es una flor de bach, si la buscan en internet va a salir para que tipo de situacion es utilizada y me parecio que calzaba muy bien con lo que estaba pasando Rosalie en este fic, no se imaginan cuanto me costò encontrar el titulo.

Gracias a todas las que continuan leyendome, de verdad no saben lo que significa para mi, me ayudan a inspirarme, a que me den ganas de tomar la computadora y ponerme a escribir! de verdad muchas gracias!

Cualquier cosa les dejo mi grupo de facebook emmettmcCartysangelfics

Ella Rose McCarty