She will be loved

AN: Hola que tal, es mi primera historia publicada aquí, la he publicado en otra pagina pero la vuelto a reescribir: D... Esta historia es completamente FEMSLASH (chica/chica). Si no te gusta, puedes retirarte, de lo contrario seas bienvenido.

Los caracteres no son de mi propiedad, sino de la maravillosa escritora J.K Rowling

Pareja: Hermione Jane Granger/ Fleur Isabelle Delacour

P.D: La historia se desarrolla 3 años después del torneo de los tres magos, Hermione esta en 7° grado.

Prologo

"Única posibilidad, esperanzas mínimas…"

Miles de pensamientos rondaban su cabeza como un torrente agitado, eran inútiles los intentos de olvidar aquello que tanto la confundía, ella siempre escuchaba las palabras sabias de su padre."Solo darle tiempo al tiempo" pero aquellas palabras solo parecían una promesa del mañana que se alejaba cada día más. Fleur Delacour estaba cansada de llorar y sentir amor por la persona equivocada, aquella persona que había "arruinado" su vida, muchas veces se pregunto cómo hubiera sido su vida hasta hora si nunca la hubiera conocido.

Ella sería feliz, ella seguiría disfrutando los placeres que le ofrecía la vida sin pensar en ella. No le importaría nada ni nadie, jamás se detendría a pensar en más de una vez en ella. Porque antes así era no?

Sin embargo, sabía que nunca llegaría a conocer lo que era estar enamorada, nunca experimentaría aquella extraña sensación placentera en su cuerpo. No tenia descripción lógica y entendible capaz de cubrirla con palabras simples, solamente lo comprendería la persona enamorada. Fleur se odiaba así misma por no haber impedido que su corazón la eligiera.

Todo había ocurrido cuando Fleur viajo a Inglaterra junto con su hermana, y la academia de Beauxbatons para participar en el torneo de los tres magos, ella nunca podría olvidar la primera noche cuando entro por aquellas enormes y viejas puertas. Desde un principio ella había sentido un gran desprecio por Hogwarts, el clima frio y la fachada de un viejo castillo no la impresionaban. Podía recordar como si hubiera sido ayer cuando concluyo con su baile y observo por encima de cada una de las mesas, eran grandes y con sus alumnos en cada lado mirándola fijamente, –los varones en mayoría- fue entonces cuando ella la miro por primera vez.

Sus ojos azules le miraron durante varios segundos antes de concluir con su acto, el semblante de ella era distraída y al parecer con disgusto. Fleur sintió como si su corazón fuera a salirse de su lugar. La niña mantuvo su miraba fija en ella antes de apartarla rápidamente, la joven francesa tomo asiento junto con sus compañeros de Beauxbatons sin perder de vista a la chica.

Noto su pelo rizado y castaño, su piel morena que le daba un toque de inocencia y su rostro… Su rostro que denotaba sorpresa mientras veía la participación de los chicos de Durmstrang. Fleur sintió celos al ver aquello, la castaña ni siquiera había prestado la mínima atención cuando ella estaba al frente.

Ese fue el comienzo de algo que la rubia pronto no podría detener, hizo todo lo posible por saber el nombre de la desconocida, había sido un poco difícil para no levantar ninguna sospecha, pero finalmente lo había conseguido. Hermione Jane Granger, la mejor amiga del tan bien conocido Harry Potter, y también había averiguado que era nacida Muggle y según lo que había escuchado era la mejor de las brujas en Hogwarts.

Fleur empezó a tratar de llamar su atención, pero nunca la consiguió por más de un minuto a diferencia de su amigo pelirrojo que siempre estaba observándola. Ella también recordaba claramente cuando Gabrielle se dio cuenta de su interés en la niña.

Su hermana sonrió y brinco a su alrededor llena de felicidad, y aunque no lo hubiera pedido Gabrielle se ofreció a ayudarla a investigar más sobre Hermione. No paso demasiado tiempo cuando su hermana menor llego con nuevas noticias, había investigado que le gustaba pasar horas en la biblioteca leyendo algún libro o haciendo su tarea, era integrante de la casa de Gryffindor y según por lo que Gabrielle le había dicho significaba valentía. Fleur no comprendía mucho el sistema de Hogwarts, pero se conformo con saber que Hermione tenía muchas cosas interesantes que le encantaría descubrir.

La francesa no satisfecha con la información, había ideado un plan que creía "perfecto" para llamar su atención, y quizás tener la cercanía suficiente para poder entablar una conversación con ella, sin embargo, su plan resulto fallido cuando cometió el grave error de llegar a través de Ronald, su amigo pelirrojo.

La rubia puso en marcha su plan dispuesta a obtener lo que quería, por lo que un día mientras caminaba por los alrededores del castillo se encontró con el pelirrojo, ella se acerco dispuesta a sacar información sobre la castaña utilizando su encanto Veela. El niño cayo tal y como lo había imaginado, pero todo se salió de sus manos cuando Ronald se atrevió a saludarla en el gran comedor frente a la mayoría de estudiantes, Fleur se sintió nerviosa al darse cuenta que la joven la veía fijamente. La bruja mayor en su intención de causar "celos" y atraer la atención de Hermione sonrió al pelirrojo como respuesta, ella pudo ver un brillo de decepción y dolor en los ojos marrones de la chica.

Fleur había conseguido lo que buscaba y estaba feliz.

La selección de los competidores para el torneo pronto se dio a conocer, y como ella lo había esperado resulto ser la campeona de Beauxbatons, ella estaba feliz y más aun al saber que las cosas estaban de su "lado".

Harry Potter también participaría en el torneo, al parecer alguien le había hecho una mala jugada y tendría que participar. Los días después de ese incidente fueron un tanto agotados para Fleur, pero no podía evitar una gran sonrisa y alegrar su día cuando miraba de lejos a la chica de pelo rizado. La rubia había notado que Hermione parecía evitarla, y vaya que lo estaba logrando. Hubo días en los que Fleur solo la miraba en la cena y al día siguiente no sabía nada de ella. Aquello era un martirio pero la francesa trataba de encontrar alguna pista de a dónde iba.

Pronto la primera tarea llego, Fleur estaba estresada y frustrada. Durante 2 semanas ella no supo nada de Hermione y eso causaba un gran malestar.

La bruja estaba segura que Hermione estaría observando la primera tarea y seguramente iría a apoyar a Harry, eso causaba malestar en ella pero debía ser inteligente y sacar provecho de la situación. Puso todo su empeño y determinación para ello y creyó estar más que preparada para impresionar a Hermione y demostrarle que no solo era una bruja de cara bonita como muchos solían pensar. Sin embargo, las cosas resultaron desastrosas el día de la primera tarea. Hermione había ido a desear buena suerte a Harry pero, resulto parecer más que solo amistad entre ellos. La castaña se había arrojado a los brazos de su compañero y este con gusto había correspondido, Fleur sintió como su corazón se rompió al verla en esa pose tan comprometedora. Para colmo de ella la molesta periodista Rita Skeeter, había escrito un artículo sobre el presunto romance secreto entre ambos.

Fleur lloro por primera vez en su vida a causa de amor, normalmente era ella la que acostumbraba a dejar a los hombres en estado de depresión cuando ella terminaba alguno relación. Pero con la chica era diferente, era su otra mitad y al parecer no tenia ningún interés en ella.

Fue la primera vez que Gabrielle la consoló como una niña pequeña, pero eso no fue lo único que había dañado su corazón. El baile de navidad también fue un hecho que Fleur prefería olvidar, ella se había alejado del pelirrojo y había vuelto a ser la misma Fleur arrogante de antes. Ronald pareció entender que ya no quería saber nada de el, pues era notorio su forma de ser con el pobre chico. Aun después de todos lo rumores del "romance" entre Hermione y Potter, Fleur anhelaba que la chica la invitara al baile de navidad.

Era irónico, pero ella lo deseaba con todo su corazón.

Conforme pasaron los días Hermione la ignoraba y parecía evitarla, la rubia ya estaba harta y había comprendido que nunca le preguntaría sobre ir al baile de navidad juntas. Roger Davies había sido su pareja ese día, ella estaba indiferente ante la situación pero no podía dejar de pensar en la morena y en su su invitado. Estaba cien por ciento segura que entre Harry y Hermione no había nada, pues ambos habían aclarado que se amaban, pero solo como hermanos. Fue como un peso levantado de sus hombros al escuchar aquello pero, Fleur sabía que aun así ella no tendría oportunidad con la castaña.

El día del baile pronto llego, mas rápido de lo que ella hubiera deseado.

La rubia se vistió de manera elegante, con un vestido color gris que hacia resaltar aun mas su piel pálida, su pelo fue arreglado de manera que dejaba al descubierto su cuello fino y delgado. Dándose por vencida la rubia había tomado su lugar junto a Davies para entrar al gran comedor, pero de pronto algo atrajo su atención sin poder evitarlo, Hermione estaba al lado de Víctor Krum. El campeón de Durmstrang, que se veía orgulloso y satisfecho.

Fleur parpadeo varias veces para ver si lo que observaba era real. Su Hermione estaba muy diferente, su cabello rizado estaba peinado de manera casual pero a la vez elegante, ella dejo que sus ojos vagaran por el cuerpo de la morena y notara la piel blanquecina que quedaba expuesta en sus brazos y espalda. La rubia se quedo sin aliento.

Esa noche había sido inolvidable para ella, había visto a Hermione aun más hermosa de lo que era, y jamás lo olvidaría, lo único que había arruinado el encanto era ese tonto búlgaro.

El tiempo paso rápidamente sin que Fleur pudiera detenerlo, el último día en Hogwarts ella busco a Hermione por todas partes y lo que vio le rompió el corazón.

Víctor la había besado inesperadamente y la castaña e no había puesto ninguna oposición, un suspiro de derrota y tristeza escapo de sus labios mientras se alejaba del lago sin mirar atrás. Ella sabía que Hermione no la amaba y quizás nunca lo haría. Fleur limpio una traviesa lagrima antes de salir en busca de su hermana, Gabrielle pronto apareció frente a ella con una sonrisa que pronto fue borrada al verla, la conocía demasiado bien. Con fuerte abrazo lleno de consuelo. Fleur se reunió con sus demás compañeros.

La rubia hizo su camino hacia el carruaje Beauxbatons tratando de ver por última vez a cierta Gryffindor pero no había ninguna señal de ella.

Fleur volvió a su país natal, ella recibió muchos halagos y felicitaciones por su valentía. Sin embargo la sensación de que algo faltaba en su vida no desaparecía… ella sabía que su corazón se había quedado en Inglaterra. Trato de volver a ser como antes, pero la imagen y recuerdo de cierta castaña empezaba a quebrarla por dentro. La sensación de vacío que albergaba su corazón era profunda y llena de dolor, ella era hermosa pero no lo suficiente al parecer para atraer a su pareja.

Ella pronto cumplió los 18 años y termino sus estudios, su familia estaba orgullosa y feliz por sus logros, pero Fleur seguía sufriendo por dentro. Era como una máscara que portaba cuando estaba con personas a su alrededor, aunque ella continuo con su vida preguntándose el por qué tuvo que ser Hermione, de quien se enamoro

Nunca podría entender porque su sangre Veela había elegido a la chica que era indiferente y obstinada a su alrededor, muchos hombres matarían tan si quiera por una mirada de su parte, aunque esta despectiva fuera. Fleur trato de olvidarla como cualquiera en su lugar lo hubiera hecho, pero Hermione Jane Granger había robado su corazón sin saberlo.

La bruja francesa durante el año que estuvo en Hogwarts conoció el amor profundamente, y para desgracia el dolor que este conlleva. Esa era otra razón que se agregaba a su lista para odiar a Inglaterra. Una razón que lastimaba su corazón aun después de 3 años.

~X~

Un golpe en su puerta la atrajo de nuevo a la realidad, Fleur suspiro suavemente mientras colocaba una vieja fotografía de Hermione en el ultimo cajón de su escritorio.

-Adelante –dijo con voz un poco fuerte

La puerta se abrió y una niña menor muy parecida a ella entro a su habitación.

Gabrielle Delacour sonrió con alegría al ver a su hermana mayor, con paso firme y apresurado se dirigió a su hermana compartiendo un caluroso abrazo.

-Oh Fleur, te he echado mucho de menos –dijo la pequeña rubia con alegría muy notoria en su voz

-También yo Gabrielle… Mama ha dicho que estarás aquí todas las vacaciones –respondió al separarse y sonreírle abiertamente

-Si –contesto al asentir con rapidez la menor de las rubias- Esta vez Madame Maxime no me castigo…

Moviendo la cabeza en forma negativa, Fleur camino hasta su cama desde donde observo el gran ventanal.

El cielo gris que amenazaba con lanzar una fuerte lluvia, de cierta forma le recordó la primera noche en Hogwarts. Gabrielle observo detalladamente el rostro de su hermana mayor, ella sabía lo que estaba pensando, no era necesario ser adivinador para saberlo. A pesar de su corta edad, Gabrielle comprendía a la perfección su descendencia y naturaleza, sabía que cuando ella se enamorara, seria para toda la vida. Lo único que causaba cierta molestia en ella, era el saber que su hermana no era correspondida. Quien mejor que ella para saber todo lo que Fleur sufría al recordar a Hermione, al saber que su otra mitad la odiaba sin razón alguna.

Gabrielle camino lentamente hasta donde se encontraba su hermana mayor, contaba a penas con 14 años pero eso no impedía aconsejar a Fleur. Quizás si otra historia fuera, si tan solo ella y Fleur no estuvieran condenadas a lo que llevan en la sangre, tal vez la vida no sería tan complicada.

La mayor de las rubias sintió la pequeña y delgada mano de su hermana entrelazarse con la suya.

-Todo estará bien, Fleur. -dijo con una sonrisa tranquilizadora

-Gracias Gabrielle – respondió mientras la veía fijamente

Unos golpes trajeron de vuelta a ambas chicas, Fleur se levanto con gracia y camino hacia la puerta de su dormitorio. Apolline Delacour sonrió abiertamente al ver a sus hijas, Gabrielle apenas había llegado para las vacaciones de invierno.

-Hola madre –dijo al dejarla pasar

Apolline observo el semblante de su hija, ella sabía todo lo que había ocurrido en Hogwarts aunque no my detalladamente. Era un tema que la mayor de sus hijas trataba de evitara a toda costa y ella no podía obligarla. Podía percibir el miedo y la tristeza en su mirada, aquella chica arrogante y fría, llena de si misma había desaparecido por completo.

Después de su regreso, Fleur adquirió una personalidad un poco deprimente y solitaria, pasaba horas encerrada en su habitación sin hablar con nadie. Apolline sentía impotencia al verla en ese estado.

-Fleur, querida, te vez un poco pálida – espeto Apolline con preocupación

Gabrielle frunció el ceño levemente mientras estudiaba a su hermana mayor, no se había fijado en lo demacrado que se veía su rostro. La palidez y delgadez de su cuerpo le daba un aspecto lleno de cansancio, las ojeras debajo de sus ojos estaba un poco marcadas, prueba de la falta de sueño que sufría.

-Estoy perfectamente bien, madre. -aseguro con una sonrisa tranquilizadora

-No lo creo, Fleur. Estas pálida y…-Gabrielle no pudo continuar

-Solo eh tenido un poco de insomnio estas últimas noches pero estaré bien. –interrumpió Fleur con voz firme

Apolline y Gabrielle intercambiaron una mirada de vacilación pero no continuaron presionando a la joven, pronto las 3 mujeres bajaron al comedor donde Armand Delacour las recibió con una sonrisa brillante en su rostro. Gabrielle corrió a su lado fundiéndose en un enorme abrazo, mientras Fleur caminaba junto a su madre hacia la mesa y cada uno tomo su lugar habitual.

Los elfos pronto comenzaron a servir la comida frente a cada uno de ellos, Gabrielle chillo por lo debajo al ver su comida favorita frente a ella. Ella disfrutaba de la deliciosa comida de Beauxbatons pero no era nada en comparación al sabor que tenia la comida en casa, Fleur observo con una sonrisa a su pequeña hermana.

Ella comió en completa tranquilidad, había días enteros en los que el apetito desaparecía y su cuerpo estaba resintiéndolo físicamente. Fleur lo había notado, era imposible ignorar el hecho cada vez que miraba su reflejo demacrado en el espejo.

El sabor de la comida provoco miles de sensaciones en el estomago de la rubia, como si lo hubiera privado durante varios días sin alimento, sin embargo tan pronto como su plato había quedado vacío Fleur sintió la necesidad de salir corriendo hacia el excusado.

No podía entender que estaba sucediendo con ella, cada día que pasaba sentía como su cuerpo se debilitaba. Tenía apenas 20 años y sentía que su vida no tenía sentido, ella sentía como si fuera una mujer de 40 años.

-Fleur, estas bien? –pregunto Armand mirándola con preocupación

La rubia miro a su alrededor y noto que todos en la mesa la miraban fijamente, ella trato de sonreír pero lo único que consiguió fue una mueca de dolor. La joven tomo una respiración profunda antes de responder.

-Si –respondió con un leve movimiento de cabeza

Apolline y Armand intercambiaron una mirada de incredulidad, Fleur observo a sus padres y hermana, sabia que su actuación no había sido nada creíble.

-Disculpen, quiero descansar un poco…

Con un movimiento agraciado y excusándose nuevamente, la rubia se puso de pie dispuesta a irse, sin embargo su cuerpo perdió fuerzas y volvió a caer en su asiento. Ella comenzó a perder el conocimiento y las voces preocupadas se escuchaban más lejos… Pronto la oscuridad reino por completo y todo el ruido que la rodeaba desapareció.

Armand se levanto rápidamente hasta donde la mayor de sus hijas se encontraba inconsciente. Gabrielle observaba entre lágrimas, mientras que Apolline llamaba rápidamente a uno de los elfos para que contactaran a un curandero. Tomando el cuerpo inconsciente de su hija, Armand subió las escaleras con cuidado.

Pronto ambos estaban dentro de la habitación de Fleur. Armand la coloco con suavidad y cuidado sobre su cama.

-Ella está mal, Apolline. Crees que sea a causa de…

-Calla Armand –interrumpió la mujer con angustia en su voz-…tenemos que encontrar una solución, mi hija no puede estar condenada

El hombre atrajo a su esposa en un fuerte abrazo, y pronto los sollozos escaparon de los labios de la mujer.

-Buscaremos una solución, ya lo veras.

-Sabes que lo único que puede salvarla vive a miles y miles de kilómetros…

Armand apretó su agarre y suspiro de impotencia, su hija empezaba sentir los efectos secundarios de una promesa no cumplida, un convenio que había sido aplazado para tratar de romperlo.

Fleur estaba condenada y no había nada para poder evitarlo. Había una sola posibilidad de que ocurriera pero las esperanzas eran mínimas. Solo había alguien capaz de romper el convenio, alguien que podía salvar a la rubia del horrible futuro que le esperaba; Hermione Jane Granger, era la única capaz de acabar con todo aquello. Si tan solo ella correspondiera al amor de la rubia el convenio seria roto, y Fleur no sufriría de la desdicha y dolor por el resto de su vida