Título: When I look at you.
Fandom: Twilight.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, la trama sí.
Claim: Jared/Kim.
Rated: K+
Advertencias: Al raiting me remito.
Summary: Entonces recordó las leyendas que circulaban La Push, lo que le había ocurrido desde la semana anterior y todo encajó.
Notas: Para el reto Palabras para el recuerdo, del Foro LOL. (Palabra clave: Encanto).


When I look at you.

1.

La clase de cálculo era aburrida y ella no lograba concentrarse en las palabras que el profesor decía.

(No con Jared tan cerca, compartiendo banco con ella y con sus hombros rozándose ocasionalmente. No con el aroma a bosque y Sol que desprendían su ropa y su piel, no cuando podía sentir con cada fibra de su cuerpo la cercanía del que había sido el amor de toda su infancia y adolescencia).

El Señor Mitchells estaba escribiendo unos problemas en la pizarra y ella los transcribía, cuando ocurrió. Su lápiz se le resbaló de los dedos hacia el regazo de Jared.

Él volteó a verla, con el lápiz jugueteando entre sus dedos morenos y seguramente suaves. Ella sólo lo miró, pidiéndole muchas cosas con los ojos brillantes.

—Ten —dijo él, depositando el objeto en la palma de su mano, su dedo índice rozando ligeramente la piel de ella. Jared sintió algo, para qué negarlo, pero nada que pudiera quitarle el sueño (cosa que necesitaba, con las aburridas clases que debía pasar y la fiebre que cargaba encima).

—Gracias —murmuró en respuesta, la voz temblándole al igual que las manos. Jared le dedicó una sonrisa antes de volver la mirada ausente hacia el pizarrón.

Ella todavía seguía en las nubes al día siguiente.

2.

Jared faltó toda una semana luego del incidente del lápiz y Kim, cómo la tonta enamorada que era, lo extrañaba con locura. Quería sentir de nuevo el roce de sus dedos contra la palma de su mano, quería otra sonrisa proveniente de esos labios que soñaba besar. Quería que él volviera a hablarle (a ella, dios, a ella).

Él volvió a entrar por la puerta del aula al octavo día. Ella sonrió, feliz de poder verlo de nuevo. Él lucía cansado y un poco más alto, o al menos eso le pareció cuando caminaba hacia el banco que compartían.

Estaba tan embobada mirando que no notó que su mochila se estaba deslizando hacia el suelo. Jared estaba punto de sentarse (sin mirarla, como siempre tan distraído) cuando cayó en un sonoro ruido que llamó la atención de todos (Kim se sonrojó, porque odiaba la atención. Sin embargo, no tuvo la atención de sus compañeros por más de un pocos segundos). Jared recogió su mochila y levantó el rostro para entregársela.

No existe manera de describir la manera en la que sintió al verla frente a él con la mirada reluciente y las mejillas totalmente arreboladas. Sentía paz y profunda adoración, sentía que los sueños se formaban en su mente a gran velocidad (sueños de un futuro junto a ella).

Ella lo miró tan intensa como siempre y él sólo pudo pensar en que tenía los ojos marrones más hermosos que hubiera visto alguna vez. Se preguntó cómo había sido capaz de no notar lo especial que ella era mucho antes, de no ver lo hermoso en su sonrisa y el adorable color de sus mejillas.

Entonces recordó las leyendas que circulaban La Push, lo que le había ocurrido desde la semana anterior y todo encajó.

Estaba imprimado. Y, contrario a lo que siempre opinó de ella, la imprimación le parecía lo más maravilloso del mundo ya que le permitió salir de esa ceguera en la que estaba sumido desde hacía mucho tiempo.