Había ocurrido. Acababa de pasar lo que todo mago y bruja del lado de la luz se llevaba temiendo durante más de dos décadas, algo que todos tenían en mente como una desgraciada posibilidad pero para lo que nadie estaba preparado.
Muchos de los que había sobrevivido fueron conscientes durante aquella horas de que lo más probable sería que desearan están en el lugar de los fallecidos en poco tiempo.
Neville caminó corriendo a pesar de ser agarrado por Ponfrey y Pomona con todas las fuerzas que les quedaban hacia el cuerpo de Harry, aquel compañero y amigo a quien acababa de ver desplomarse en el suelo dejando que hasta la última gota de sangre que le ayudaba a seguir viviendo se derramase por el destrozado suelo de piedra, un fuerte rayo de luz verde esmeralda fue lo único que el joven pudo ver con sus ojos antes de que estos perdiesen la luz también.
-al parecer hay personas tan amables como para ayudarme a ahorrar tiempo…- aquella fría voz sonaba absolutamente jovial rodeado de las risas de sus súbditos por su comentario, tanto que quizá daba más miedo del que solía dar normalmente. Harry Potter estaba muerto, había terminado con la mayoría de sus amigos incluido el más cercano de ellos y a pesar de no encontrar a la sangre sucia pronto lo harían.
La luz había terminado y ninguno de los magos y brujas que estaba contemplando aquella escena se atreverían a dudarlo, Lord Voldemort había logrado su propósito después de todos aquellos años.
Todas y cada una de las palabras que el medio-mago medio-monstruo pronunció tras aquellos acontecimientos fueron capaces de helar la sangre de todos los que estaban presentes. La oscuridad reinaría sin impedimento alguno sobre el mundo mágico.
Tras ver como el que ahora dominaría sus vidas se desaparecía todos los mortífagos allí presentes lo hicieron con él.
La mansión Malfoy se llenó de susurros y sonoros pasos de botas negras de piel de Dragón en cuanto la negra y ambigua figura dejó de elevarse y tocó el frio suelo de mármol, caminó hacia la larga mesa de madera oscura rodeaba de sillas.
-tomad asiento… creo que todo esto merece una animada charla y varias aclaraciones…- la cruel sonrisa de medio lado de Voldemort parecía imborrable en aquellos momentos.
-que piensa… hacer ahora mi señor…- la atemorizada voz de Alecto Carrow se escuchó entre la multitud que comenzaba a sentarse y a mezclase con algunos mortífagos más que estaban llegando algo tarde a la llamada del Lord.
-siempre tan… como decirlo, impaciente Carrow…- el mortífago tragó saliva con fuerza- pero digamos que eso no es malo de vez en cuando…- la respiración del mago se relajo un poco.- todo está bajo mi mando ahora mismo, y no pequéis de ilusos estimados siervos pues vosotros formáis parte de esa multitud…- la estancia se llenó de susurros en esos instantes- con cierta ventaja ante el resto por supuesto…- añadió con una terrible voz odiosamente tranquila. – Quiero un último gran trabajo por vuestra parte, sin embargo… para tener claro que vuestra lealtad merece este tipo de privilegios.
-estaremos dispuestos a lo que sea por demostrarle nuestra lealtad mi señor…- continuó Amycus con el turno de su hermano.
-me alegro… porque quiero una inmediata caza de Muggles y limpiar nuestro mundo a partir de esta noche , será un trabajo lento pero quiero resultados de rápidos y creedme, no permitiré que se convierta en una simple persecución como lo ha sido hasta ahora… además, había pensado en que quizá a muchos de nuestros compañeros varones les gustaría gastar algo de dinero en subastas, es divertido y una joven para…. Ciertos servicios domésticos…
-esclavas?- la voz de Lucius Malfoy se hizo escuchar mostrando lo sorprendido que estaba.-nacidas de Muggles?- el Lord asintió lentamente mirándole con algo de desprecio, le costaría que se le pasara el enfado por los errores del líder de los Malfoy .
-sí… Lucius, veo que a ese tipo de cosas les prestas más atención que a otras órdenes…- el aristócrata se quedó completamente mudo.-Bueno, creo que podréis descansar tranquilos por hoy, pero no bajéis la guardia como ya os he dicho quiero ver resultados de inmediato…
Todos asintieron y comenzaron a desaparecer por grupos, no obstante, la fría voz se ocupó de helarle la sangre más de lo que ya la tenía a una alta y negra figura.
-no tan rápido… Severus…- el oscuro hechicero de dio la vuelta lentamente, ya había tenido suficiente por aquel día, nada, absolutamente ninguno de sus años tirados a la basura intentando mantener vivo a ese inútil habían merecido la pena, seguía no quedándole nada, exactamente igual que hace años. El Lord pareció encontrar divertido el estado de Snape.
-vaya… pareces realmente cansado Severus, deberías animarte un poco no crees? Después de todo por fin todo ha salido como debía salir…- al hombre le costó responder pero asintió.
-sí mi señor…- la oscura voz sonaba cansada y desganada.
-de todas formas, te he hecho quedarte por algo, hace tiempo que comencé a dudar de tu lealtad… has demostrado lo contrario lo sé…
-pero mi señor yo nunca…
-tu brazo…- Snape se miró el antebrazo izquierdo y lo extendió muy lentamente frente a Voldemort- descúbrelo!- una corriente eléctrica absolutamente desagradable recorrió la espalda del pocionista y sin ni siquiera pensarlo desabrocho algunos de los botones de sus muñecas y subió la tela negra y la camisa blanca que llevaba debajo, el vibrante y macabro tatuaje negro incrustado en la excesivamente pálida piel se movió lentamente haciendo que los profundos ojos negros se cerrasen ante la ligera sensación de escozor, lo que no sabía era que lo siguiente iría a peor.
El Lord colocó la que ahora era su propia varita sobre la marca con fuerza parecía estar intentando atravesarle el brazo, lo estaba haciendo con rabia y una macabra sonrisa en el rostro. Snape cayó de rodillas cuando una fina neblina negra comenzó a introducirse en su piel haciendo que la marca se moviese aun más rápido. En cuanto le soltó el brazo intentó regular su respiración y se miró la sangrante marca negra.
-sabes lo que es eso verdad? creo que vas a obedecerme de forma clara y rápida de ahora en adelante…-asintió y se desapareció apareciéndose de rodillas sobre el frio suelo de su casa en Spinner's End, si a aquello se le podría llamar casa. Se miró el antebrazo izquierdo una vez más, por supuesto que sabía lo que era aquello, era consciente de que cada llamada de reunión o cada orden del Lord tanto en su presencia como lejos de ella le harían sufrir dolores absolutamente terribles, y los sufriría cada vez que a él le viniese en gana también.
Solo deseaba pudrirse allí dentro, al menos poder hacerlo solo y tranquilo con la mera ayuda de una botella de Whisky de fuego pero aun así ni siquiera eso le sería posible, aquel instinto de cabrón egoísta le obligaba a tener que formar parte de las cazas de nacidos de Muggles para al menos aminorar la intensidad de aquellas torturas que sabía que iba a sufrir de todas formas.
Pasaron las primeras noches, los primeros días, oscuros y lluviosos, exactamente como las fuerzas oscuras harían que fuesen la mayoría de ellos, caza tras caza cada vez eran más los que caían, y Snape podía sentir su paciencia decrecer cada vez más. Pasar las horas en aquella casa entre sesión de torturas a muggles y a magos y brujas descendientes de ellos lo sacaba de sus casillas, no por tener que hacerlo, aquello ya lo había hecho antes y en la situación en la que estaba le daba absolutamente igual, los recuerdos ya no podían torturarle más por dentro, se estaba acostumbrando a ellos.
El problema era el hecho de no tener que estar todo el día alerta, aquello le inquietaba después de pasarse tantos años teniendo que estar pendiente de todo.
Se dejó caer en el viejo sofá de cuero negro del pequeño salón cuando de pronto escuchó los golpes de una lechuza en su ventana.
Se levantó de mala gana y caminó hacia el maldito pájaro, lo reconoció de inmediato y aquello no le hizo ninguna gracia, los ojos anaranjados de la lechuza lo miraron con desconfianza y con razón pues prácticamente le arrancó la carta de la pata y la empujo fuera de su ventana cerrándola de un golpe y volviendo al sofá.
Qué demonios quería esa vieja manipuladora de él? Después de todo aquello Mcgonagall se dignaba a escribirle algo? Abrió el sobre con una mirada escéptica. La elegante y redonda letra le ponía nervioso.
No entraré en muchos detalles en esta carta, para cuando estés leyendo esto lo más posible es que todo haya terminado como temíamos, quizá no como temías tú, y lejos de elegantes rodeos si te quedara un poco de decencia ayudarías a proteger a los nacidos de Muggle que quedan en la orden como vamos a hacer el resto.
El único problema es que no estoy segura de que la decencia haya formado parte de ti alguna vez.
Piénsalo.
¿Cómo mierdas se atrevía a mandarle eso? Por supuesto que él no se iba a involucrar en eso! Lo más seguro es que con la marca en el estado en el que la tenía y la extrema vigilancia del Lord y el resto terminase muerto. ¿Que no tenía decencia? ¿Se atrevía a insultarle de una forma tan gratuita y mediante una maldita carta? Escribió una respuesta rápida completamente hecho una furia, sabía que quizá los jóvenes nacidos de Muggles de la orden no tenían culpa de su desgracia ¿pero qué más daba? ¿Que ganaría él? Exactamente tanto como le había servido todo eso. Nada.
Se quedaría en su ya usual oscuridad, disfrutando de hacer sufrir a unos cuantos igual que le hacían sufrir a él y esperando a que le llegase la hora de descansar, lo cual sabía que desgraciadamente estaba lejos.
Ató la carta en la pata de la muy enfadada lechuza y la envió, sus palabras mucho más cortantes que las de Mcgonagall seguramente lo dejarían todo más que claro.
Tras hacer aquello fue a sentarse de nuevo, hizo que un vaso de cristal y la botella de Whisky de fuego que ya había empezado flotaran hasta sus manos y se sirvió una cantidad bastante monstruosa, la miró con aprecio y subió el vaso hasta los finos labios, era un autentico desgraciado… sabía que lo era, pero no se metería en aquello por nada del mundo.
El placentero momento le duró poco, aun así, pues unos persistentes golpes en su puerta le hicieron dejar el vaso sobre la mesilla que tenía a su lado de mala gana. Se levantó con intención de mandar a tomar vientos a quien fuera que estuviese en su puerta, pero tras abrirla con ira su cara cambió por completo.
-Muy buenas Severus…- miró de uno a uno a Lucius, Nott y Dolohov, podría medio alegrarse de ver al primero, pero no era el momento más adecuado para aparecer en su puerta.
-qué demonios hacéis aquí.
-¿qué manera de tratarnos es esa Snape?- el fuerte acento y la estúpida voz de Dolohov le dieron ganas de vomitar.
-que… queréis…- respondió Severus intentando no alterarse y dirigiéndose directamente a Lucius.
-oh no te pongas así viejo amigo, ¿no sabes qué día es mañana?
-¿viernes?- dijo con sarcasmo. Lucius rodó los ojos.
-la primera subasta de sangre-sucias! Maldita sea no me digas que no lo sabías…- Snape intentó mantenerse lo más neutral que pudo, ¿así que esa idiotez iba en serio?
-no creo que…
-¿no querrás que el Lord sospeche aun más de ti verdad? además sabes tan bien como yo que será divertido, buen whisky de fuego, buena compañía- la ceja de Snape se levantó ante aquello- y al final alguna sangre sucia barata que llevarse a casa para limpiar el polvo y algo más con la lengua… música para mis oídos…- los tres comenzaron a reír ante el último comentario del aristócrata.
-yo…
-oh vamos…- el tono falso y deseoso de Lucius comenzó a darle asco también.
-oh maldita sea de acuerdo!- gruño al final ¿qué más podía hacer?
-estupendo. Vendremos mañana a las siete y media de la tarde, no te arrepentirás créeme…
Los tres se desaparecieron dejando a Snape pensativo en la puerta de su casa.
Entro cerrando con fuerza, se estaba metiendo en todo lo que se había jurado no meterse, al menos esperaba poder disfrutarlo de alguna manera. Se fijó en otro sobre idéntico al de antes en su venta y la abrió tomándolo con rabia. ¿Realmente iba a atreverse a insistir? Lo redujo a cenizas en sus manos con una fuerte llamarada de tonalidad azulada y tiró los restos a la chimenea apagada. Sus deudas con el lado muerto de la luz habían terminado.
Hola de nuevo! Ha pasado bastante tiempo desde la última vez pero como ya dije entonces tenía una idea en mente y ya no he podido más, así que aquí comienza un nuevo fic, muy probablemente más oscuro que el resto, un rated M+/ rated M posiblemente en el futuro (esa es la intención inicial al menos), aun así, siempre acostumbro a repetir estas cosas las veces que haga falta pues es importante. Espero como siempre tardar poco entres cada actualización y que os guste el comienzo.
Se arrepentirá Snape de acudir a la primera subasta en el Knockturn? Se encontrará quizá con lo último que quería ver en esos momentos?
Espero lo disfrutéis!
Sheysnape.
