Capitulo 1.
El Hotel "El cóndor" se mantenía en pie, guardando fielmente a los turistas que se acercan hasta aquellos lares tan alejados de todo rastro típico de las ciudades para encontrar la paz que tantas veces no encuentran en sus hogares. Sus más de 200 habitaciones mostraban el lujo que acompaño al hotel en épocas antiguas, ahora algunas cubiertas de polvo parecían suspendidas en el tiempo.
El tiempo en el cóndor pasaba mas lento, rodeado por las altas montañas cubiertas de nieve y hielo la mayor parte del año. Con suerte en los meses cercanos al otoño lentos copos de nieve caen atrayendo a un par de turistas que aprovechan aquellos momentos para practicar deportes.
Ese año el Señor Barry Parker, único heredero del hotel tenia su hogar en una de las habitaciones de la planta baja destinadas a los empleados, junto a el, su esposa Sarah y un pequeño grupo de empleados mantenían en funcionamiento el hotel. Luego de haber intentado durante años concebir hijos, se habían dejado atrapar por el desgano y por un rencor por parte de Parker hacia su esposa.
Sarah había insistido que aceptara la propuesta de un grupo de jóvenes que deseaba alquilar un par de habitaciones por un tiempo aun no fijado. Así, pues, el hotel se preparaba para la llegado de un grupo de jóvenes actores que deseaban escapar del asedio de
Los periodistas.
-Sarah cual es el nombre del chico que te llamo?-
-Edward Cullen, te lo he dicho un millón de veces.-
-Bueno mujer, no te enfades! Cuantos son?-
Exasperada la buena mujer, le relato nuevamente como sucedió
-Hace 4 días, este chico me llamo por teléfono y me pregunto si el hotel estaba disponible, cuando le dije que si me ofreció una buena cantidad de dinero. Son 5 chicos, por lo que me contó son actores y esperan poder descansar de los periodistas que no los dejan en paz.-
-Periodistas que no los dejan en paz? Pero ni que fueran Gretha Garbo y amigos.-
-Ahh! Pero Barry! En que años te has quedado hombre!-
-Bueno, para mi no hay mejores actores que los de mi época, no es mi culpa tener tan buen gusto!-
Barry disfrutaba haciendo rabiar a su esposa, con el tiempo demostrarle cariño se le hacia raro y difícil. Sabía bien que, su silencio no hacia más que endurecer la relación.
-Cuando llegan?-
-Dentro de tres días, donde dejaste la carpeta con las reservaciones?-
-Donde la deje…donde la deje…ahh! Ya me acuerdo!, en la sala.-
Sarah camino hasta la sala, desde donde vino pasando las hojas con tono pensativo, algo en aquella carpeta no estaba bien y aunque no sabia si sentir lastima por su marido que con el paso de los años sufría los achaques de la edad o usar la carpeta como instrumento de castigo y golpearle con ella en medio de la cabeza para tratar de organizar sus ideas.
-Barry esto tiene que estar mal, aquí dice que 4 jóvenes vendrán esta semana también.-
-Eh? Como es eso?-
-Aquí dice que reservaron hace semanas, como es que no me dijiste nada de esto?-
-Debo de haberlo olvidado, ya pagaron su estadía?-
-Si, todo esta abonado. Los otros chicos piensan que tendrán el hotel para ellos solos, ahora que haremos?-
-Ya gastamos el dinero?-
-No aun no. Voy a llamar al joven que reservo segundo y si aun quiere venir bien, sino le devolveremos su dinero.-
-Por mi esta bien.-
Sarah busco el número que tenían de contacto y marco, a los tres timbres una bella voz del otro lado contesto
-Hola?-
-Hola con el Sr. Edward Cullen?-
-El habla, de parte de quien?-
-Le habla Sarah del hotel el cóndor, hace unos días conversamos por teléfono por una reservación.-
-Así es, algún problema?-
-si, antes de que usted reservara se nos paso por alto que teníamos una reservación de varias semanas atrás, como me explico expresamente que desea reservar el hotel en su totalidad para sus amigos y usted, debido a esta confusión quería saber si aun así desea mantener la reservación o puede cancelar y le retornamos todo su dinero-
El joven paso su mano por su castaño cabello, meditando ante este percance. Durante mucho tiempo venían planeando un escape del mundo en el lugar mas alejado posible, tras días y días de filmacion luego vino la presentación de la película en múltiples países, los periodistas no les daban descanso persiguiéndoles en todos lados donde se encontraban.
Por uno de los guardaespaldas que los acompañaban a cada presentación, conocieron un hotel llamado el cóndor, donde según ellos la más infinita paz podía hallarse. Una vez que le pasaron el teléfono, llamo ofreciendo una gran suma de dinero a cambio de toda la discreción posible y de la mayor parte del hotel. Fue una suerte que aquella amable mujer, le informara que nadie había reservado habitación para aquellas fechas. Además que les diría a sus amigos, que le agradecían a cada momento el haber hallado aquel lugar
-Son muchas personas?-
-Son cuatro jóvenes, reservaron varios meses atrás.-
La situación mejoraba con los segundos, si habian reservado varios meses atrás significa que no tenian idea de que ellos, el grupo de jóvenes mas perseguido en la tierra iria al mismo hotel que ellos.
-Bien, entonces aun deseo mantener la reservación. Solo le solicito que no comente nuestros nombres con ellos.-
-No se preocupe, usted esta a salvo conmigo.-
-Muchas gracias. Entonces lo veré en algunos días.-
-Hasta entonces, adiós.-
Al colgar, Sarah se sintió mas tranquila, solo le restaba preparar las habitaciones intentando ubicarlos lo mas separados posibles. Preparo la cena, se dio una ducha y se acostó al lado de su marido, al intentar ganar un cariño por parte de este, que con un gruñido la aparto con la excusa de querer dormir Sarah decidió no enojarse y procurar dormir de todos modos, no entendía como pudo esperar otra cosa de su parte de Berry.
En algún lugar de los Ángeles…
No entendía como había llegado a tal extremo de no poder ir a comprar una hamburguesa al burger king de la esquina. Adoraba esta fama a causa de su ultima película, pero nadie le había advertido de las consecuencias de la fama. Extrañaba aquellas tardes en donde solo era uno más del montón, ahora el actor mundialmente conocido solo podía quedarse en el hotel a la espera de otra presentación.
Lo mejor de esto había sigo que la película lo reunió con su hermana menor Alice Cullen, también conoció a actores como Emmet Mcarti y los gemelos Rosalie y Jasper Hale. Ahora por obra del destino, juntos enfrentamos la locura suscitadas por una película que relata las aventuras de un grupo de astronautas la lucha por sobrevivir y el encuentro del amor en tan singular situación.
Desde pequeños, los hermanos Cullen supieron mantenerse unidos luego de la muerte de sus padres, el conocido medico Carlislei Cullen y la diseñadora de modas Esme Cullen en un accidente tuvieron que estarlo mucho más. El juzgado dictamino que su tío Aro sea quien estuviera a su cargo, con el tiempo el supo explotar el talento de sus pequeños sobrinos obligándoles a trabajar extenuantes jornadas ya sea en novelas para niños o en alguna película. Con el paso del tiempo, al cumplir 18 años se independizo e intento alejar de aquella vida a su hermana de 16 años, pero el poder de su tío lo hizo imposible.
Alice dos años mas tarde, corría en el aeropuerto de Milán a los brazos de su hermano. Desde aquel momento no han pasado mucho tiempo separados, hasta que meses atrás tuvieron que filmar en lugares apartados, de nuevo con la filmacion de su ultima película estuvieron mas unidos que nunca.
Con 21 años cumplidos Edward Cullen tenia un prometedor futuro, a su alcance se encontraba todo aquello que deseaba, pero el vació presente en su vida luego de cada fiesta, alguna que otra noche una mujer despertaba a su lado y sin expresar ningún sentimiento se alejaba de su lado o lo miraba sin atisbo de amor en sus ojos buscando solo fama, usándolo como excusa para llegar a un objetivo muy alejado de el.
Mirando por la ventana de su balcón, gotas de lluvia caían golpeando el grueso vidrio. Aquel joven deseaba dormir, descansar de todo lo que lo rodeaba olvidar por un momento al ídolo, al sexy actor, al seductor bailarín y ser de nuevo Edward Cullen, el chico que deseaba ser doctor como su papa.
Quizás, tan solo quizás sea verdad aquello que tantos autores expresan, y sea el amor el tratamiento de mi dolor. Un día esperaba ser como los demás y encontrar a ese alguien especial, el amor de su vida. Imaginar encuentros, besos, caricias, amar sin limites le hacia sonreír, aun no tenia definido como deseaba que sea aquella mujer que haría sus sueños realidad, pero sabia que allá afuera estaba esperándolo, solo a el.
En algún lugar de Francia.
Cuantas veces Isabella Swan deseo desaparecer? Cuantas veces se prometió no temer mas? Miro la pantalla de su portátil por ultima vez, una mano se apoyo en su hombro intentando brindarle apoyo. Isabella, Bella para sus amigos presiono el botón enter de su teclado luego seco las lagrimas de su rostro y se hecho a correr mirando atrás, dejando de una vez por todas aquel laboratorio que fue su hogar durante 18 años.
Corrió y corrió, al llegar a un auto estacionado en la parte trasera del edificio subieron a un auto negro que arranco a toda velocidad. El momento esperado por tantos meses, al fin hoy llego.
