Maledizione
No es justo. Si al menos Julieta fuera una de esas mujeres perdidas, una simple prostituta de grandes atributos físicos que se acercara a Romeo por interés y no fuera capaz de derramar una sola lágrima en su nombre, entonces Hermione no sentiría dolor alguno al llenar de puñaladas su cuerpo enfermo de pecados. Si su peor error no fuera haber nacido como Capuleto, pisotearla sería un placer de Dioses paganos. Si no se notara que llama a Romeo como si le conociera de siempre, que le tiene más confianza que a sus padres muertos por los excesos que le daban a la prole. Si no estuviera más aliviada que ella al saber que Romeo está vivo y a salvo, si no se quedara dormida en un mar de lágrimas sobre sus muslos. Si sus cabellos estuvieran tan bien cuidados como los suyos, dispuestos a atraer miradas y no fuera áspero como el de un hombre sin ascendencia noble, entendería por qué la prefiere sin reparar en su carácter, propio de una Reina benévola.
