DE CASTILLOS Y CUENTOS DE HADAS…

PROLOGO

La princesa Izzy…esa era yo, aquella niña que soñaba con casarse con un príncipe azul, bondadoso, guapo, inteligente y atento, toda mi vida me hicieron creer que así seria, tengo el cabello ondulado y castaño, ojos grandes y color chocolate, nada fuera de lo normal, nada tan especial como mis hermanas…

Rosalie Swan, mi hermana mayor, tenía el cabello rubio y los ojos azules, según mis padres era la viva imagen de la abuela Amelie, madre de mi padre, Rose era inteligente pero brusca, amaba los deportes, esgrima en especial, y era la clase de niña popular, con la que todas en el Royal Institute querían emparentar, los muchachos morían por su amor, o por lo menos por una mirada de ella, en fin, mi hermana era el ideal perfecto de cualquier hombre.

Alice Swan, mi hermana menor, era un tanto molesta, con ese cabello suyo tan negro y liso, el cual siempre llevaba corto para disgusto de papa, tenía los ojos de un gris hermoso y cautivador, y era capaz de hacerte aceptar cualquier cosa por difícil que fuera con uno solo de sus pucheros. Alice amaba comprar telas y confeccionar vestidos para Rose y para mi, siempre andaba al último grito de la moda parisina y era tan o más popular que Rose, pero mientras esta, altiva y presuntuosa, Alice era sencilla y amable, conocida por su bondad y su alegría.

Ellas, junto conmigo eran princesas del reino de Forks, mis padres Renee y Charlie Swan nos educaban en el mas prestigiado colegio para la realeza, siempre estaban ocupados en una u otra cosa así que a nosotras nos crio Madeleine, nuestra nana.

Madly, como le decíamos de cariño, solía contarnos historias de príncipes que rescataban a sus princesas, y que eran felices para siempre, y siempre que ella hacia eso, yo le preguntaba.

-¿Es verdad eso nana? ¿Algún día llegara mi príncipe? ¿Seré feliz por siempre?

-Claro que si pequeña, te aseguro que algún día llegara alguien especial, alguien que hará que sonrías sin motivo aparente, que haga que sientas mariposas en el estomago, esa persona se casara contigo y vivirán felices por siempre.

Y así crecí, soñando con príncipes y princesas, pero no podría saber que tan equivocada estaba mi nana hasta el día en que conocí a esa persona…mi "príncipe" o al menos creí que lo era…Edward Cullen, príncipe de Slorks, el reino vecino…el vendría a cambiar mis sueños...mi felicidad…mivida…

Soy Isabella Swan, princesa de Forks…y esta es mi historia…


CAPITULO 1

Me encontraba sentada en el jardín de la escuela Royal Institute, mientras comía una manzana, cuando llego mi hermana Alice corriendo a verme, al parecer agitada por la carrera y casi sin respiración.

-No es propio de una princesa andar corriendo por ahí Alice- dije sin despegar mi vista del libro.

-No es que me interese tampoco- dijo sacándome la lengua y en un tono que capto toda mi atención, era el tono que utilizaba cuando parecía querer decir "no estoy tramando nada bueno"

-¿Bueno y que te trae tan presurosa?- inquirí

-No es propio de una princesa ser tan curiosa- dijo en son de broma

Me encogí de hombros y la ignore, era mi modo de decirle que hablara o se retirara de mi vista.

-Bien, bien, el hecho es que acaban de llegar dos nuevos príncipes al instituto, el príncipe de Slorks y el de Olimpia, las ciudades vecinas de Forks.

-¿Y?- inquirí ahora ya sin prestarle tanta atención si era de hombres de lo que quería hablar.

-Son tremendamente guapos- dijo con un suspiro y dejándose caer a mi lado por lo que recibió una mirada mía, jamás se comportaba como era debido, como se esperaba de una princesa- Uno es rubio y alto, atlético de aspecto leonado y ojos color miel que brillan por si solos, sus sonrisa es hermosa y se llama Jasper.

-Respira Alice- dije riendo quedamente- asumo que el tal, príncipe Jasper que me acabas de describir es la persona que llamo tu atención.

-Y no solo la mía Izzy también la de todas las chicas del instituto, aunque es un tanto serio, y no llama tanto la atención como el otro…

-Así que supongo que Emmet tiene competencia- dije como quien no quiere la cosa, Emmet Mcarthy era el prometido de mi hermana Rosalie, del reino vecino de Porgels, Emmet era el más lindo, musculoso y simpático príncipe del Royal y era como un hermano mayor para mí.

-Si, y créeme que no ganara, Jasper es…perfecto- dijo Alice con un brillo en sus ojos que había visto miles de veces solo para que después de un día a otro llegara llorando y diciendo que no se volvería a enamorar nunca.

-Ten cuidado Alice- dije viéndola a los ojos- Eres una princesa y como tal debes comportarte.

-Lo sé, Izzy, siempre me lo dices, no es como si fuera a ir a lanzármele a los brazos- dijo y por su tono supe que era lo que ella quería hacer- es solo que…

-¿Es solo que… que?- dije, trataba de prestarle atención pero el libro me estaba volviendo a absorber, leer era adictivo.

-A veces, a veces quisiera no ser lo que soy Izzy, quisiera poder ser solo una persona normal, que nadie espere nada de mí, que no se espere la perfección que siempre se espera de nosotras, que podamos solo ser como las demás personas…no me gusta ser princesa, no es divertido- dijo presurosa

Deje caer el libro y la mire fijamente.

-No hablas en serio cierto – dije sin quitar mi vista de ella pero ella evito mirarme.- No puedes elegirlo Alice, es nuestro deber con el pueblo, con nuestros padres…

-¿Así que nuestros padres y todo el pueblo exigen eso de nosotras? ¿Que nos pasemos la vida intentando complacer a los demás y nos olvidemos de nuestra propia felicidad?- inquirió- Quizás esa es tu vida Izzy pero no la mía, quizás tu de la tres eres la más adecuada para estar frente al trono…

-No hables por Rosalie- dije ya un poco enfadada

-Hablo por Rose por que se que ella siente lo mismo, solo que a ella si la dejan ser, la dejan practicar deportes y actuar como chico porque a mi padre le hace falta un hijo, tu siempre eres la chica buena y dulce, la princesita ideal, yo no encajo en esto.- dijo agobiada

Me acerque y la envolví en un abrazo.

-Pero claro que lo haces duende- dije, a pesar de que a mis padres no les gustaba ese apodo, Alice lo adoraba y yo quería hacerla sonreír- eres la alegría de la casa, sin ti yo me vestiría con lo primero que encontrara en cualquier tienda del palacio, sin ti la vida seria aburrida…-

-¿Tan aburrida como tus libros?- dijo con un puchero interrumpiéndome pero con una sonrisa ya asomándose entre sus labios

-Mis libros no son…- me miro expectante y no tuve más que responder- Si, tan aburrida como mis libros Ali

Se rio fuertemente y me abrazo

-Gracias Izzy, te quiero mucho, a ti, a mis padres, a Rose y al pueblo es solo que a veces todas estas cosas son frustrantes, todas estas responsabilidades y normas…me abruman.

-Lo sé- dije sonriendo- al menos una de nosotras es feliz ¿No?

Mire significativamente hacia la derecha donde Rosalie se paseaba con Emmet por los jardines tomados de la mano y riéndose.

-Si, pero ella se lo merece, después de todo lo que le hicieron al obligarla a comprometerse con el idiota de Royce- dijo Alice con desprecio, Royce había sido el prometido de Rose, se comprometieron antes de que él fuera a la guerra pero nunca se casaron, el solo hizo sufrir a mi pobre hermana, porque antes de irse a la guerra abuso de ella de una manera vil y despiadada, a las dos semanas nos avisaron que había muerto en combate, pero mi hermana estaba tan en shock por lo que había pasado que no se entero si no hasta tres semanas después cuando por fin se decidió a salir de su encierro, continuo viniendo a la escuela y cuando se lo dijeron lloro, todo mundo pensó que era por que amaba a Royce, pero solo Alice y yo supimos la verdad, era de alivio, no tendría que casarse con ese idiota, Rosalie no volvió a ser la misma jamás hasta que conoció a Emmet Mcarthy, se enamoraron y el pidió su mano, mis padres lo aprobaban y él era el ser más feliz del mundo a lado de Rosalie, a pesar de su carácter tan diferente se complementaban de una manera sorprendente, y lo mejor de todo es que a Emmet no le importo, no le importo casarse con Rose aun después de conocer su pasado, pienso y me atrevo a asegurar que fue todo lo contrario, el hecho de saber esa parte tan delicada del pasado de Rose lo ato mas a ella, lo hizo comprenderla un poco mejor y decidirse a protegerla siempre.

-Es cierto, al final de todo ella si encontró su príncipe azul- dije con un suspiro.

-Si, y yo te aseguro que creo haber encontrado al mío- dijo soñadoramente.

-¿Jasper?- inquirí divertida, a veces mi hermana podía ser tan loca, cosa que también me preocupaba.

-Si- contesto dando saltitos- es perfecto míralo Izzy, míralo y dime si no es mi príncipe azul.

Señalo hacia donde caminaban cuatro personas, dos príncipes y dos princesas.

Las princesas eran las gemelas Tanya e Irina del pueblo vecino a Slorks, Denali, eran particularmente insoportables y tenían un comportamiento que dejaba mucho que desear, Irina tomaba la mano del chico de cabello rubio que por la descripción de Alice parecía ser Jasper, Tanya tomaba la mano del otro chico, pero eso no fue lo que llamo mi atención, ni que ellas tomaran la mano (comportamiento inadecuado en una princesa) de dos perfectos desconocidos, ni lo guapo que era Jasper, no, a mi me llamo la atención el otro chico, con su cabello cobrizo resplandeciendo a la luz del sol de una manera hermosa, caminando gallardo y airoso mientras hablaba y reía con Tanya, con una sonrisa perfecta y blanca, y unos ojos como dos pozos oscuros y verdes que sin embargo brillaban con luz propia y que…me estaban viendo.

Desvié la mirada ruborizada y Alice me observaba divertida.

-¿Y bien? ¿Es buena la vista?- dijo con picardía

-¡Alice!- regañe

-Está bien, está bien lo lamento, ¿Te parece apuesto?

-Si Alice creo que Jasper es extremadamente apuesto ¿Estas feliz?

-Si, y mucho pero no solo por eso- me miro fijamente a los ojos y luego volteo la mirada hacia el cuarteto que ahora se dirigía hacia Emmet y Rose- Su nombre es Edward Cullen es el príncipe de Slorks.

Alice insinuaba algo y yo la mire y levante una ceja.

-Digo por si te interesa saber…

-Pues no Alice, no me interesa gracias…-iba seguir hablando cuando vi que Kate Denali, la hermana mayor de las gemelas se acercaba a donde se hallaban platicando los nuevos, las gemelas y mi hermana con su prometido- Oh, oh, creo que esto no es nada bueno…

-¿Qué?- Ali miro en la dirección que yo lo hacía y sonrió- Problemas...

-No los habrá Rose sabrá controlarse- Kate era una princesa muy…poco decente, tanto o más que sus hermanas solo que lo mayores las consideraban casi santas, por lo que jamás le creyeron a Rose cuando les dijo que había golpeado a Kate (otro comportamiento indigno de una princesa) por que se le estaba insinuando a Emmet.

-Izzy…es Rose- contesto como si eso respondiera todas las preguntas…y si lo hacía.

Tome a Alice de la mano y me dirigí al pequeño grupo que conversaba a unos metros de nosotras, cuando llegamos me posicione a lado de Rose, que miraba con ojos encendidos a Irina, esta se hallaba a lado de Emmet diciéndole lo "bien" que había jugado softball.

-Sentimos interrumpir- dijo Alice con los ojos fijos como dagas en las manos unidas de Irina y Jasper- creo que no hemos tenido el placer de presentarnos soy Alice Swan princesa de Forks y ella es mi hermana la princesa Isabella.

-Izzy- corregí mientras miraba a Rose advirtiéndole que se calmara.

-¿Perdón?- dijo Alice.

-Soy la princesa Izzy Swan- dije mirando al príncipe Jasper

El se adelanto y tomo mi mano la cual beso luego se separo e hizo una pequeña reverencia la cual correspondí.

-Es un verdadero placer princesa Izzy-

-El placer es mío príncipe…

-Jasper, solo Jasper, nada de su alteza o príncipe es incomodo.- dijo sonriendo avergonzado

-El placer es mi Jasper e igualmente, solo Izzy por favor- sonreí al ver que se acercaba a saludar a mi hermana demorándose un largo rato en besar su mano, a lo que mi hermana se sonrojo…nunca había visto a Alice sonrojarse, es solo lo hacía yo, lo cual era un tanto vergonzoso.

-Ejem- dijo alguien a lado mío, voltee y mire al chico que antes había captado mi atención mirándome significativamente, me estaba hablando pero yo no le había prestado atención, me sonroje y lo mire avergonzada.

-Perdone príncipe, no estaba prestando atención

-Eso lo he notado princesa Izzy.

-Solo Izzy- musite, hipnotizada por su voz musical y atrayente.

-Bien Izzy, mi nombre es Edward Cullen, y soy príncipe de Slorks.

-Mucho gusto príncipe Edward- dije haciendo una pequeña reverencia

-Por favor dime Edward

-Edward- susurre y el sonrió

Tomo mi mano, y una corriente eléctrica me recorrió e incremento cuando poso sus labios sobre ella.

-También es un inmenso placer conocer a alguien tan hermosa como tu Izzy- sonrió de lado, y debo decir que se veía inmensamente guapo, luego miro mis manos y noto que llevaba un libro- ¿Puedo preguntar que lee?

-Oh- dije ruborizándome- es de una escritora nueva, no es demasiado conocida, su nombre es Jane Austen.

Me miro, aunque decir estudio seria más apropiado, de una manera significativa.

-Jane Austen es genial.-apunto

-¿La conoces?

-Leí una obra suya hace poco.

-No por favor- imploro Emmet haciendo un puchero tratando de imitar a Alice- no se pongan a hablar de libros es…aburrido, además tengo hambre, tantas que podría comerme a Rose.

Reí y lo mire.

-Tú siempre tienes hambre Em., y no toques a mi hermana, es la más centrada, comete a Alice.- dije en son de broma

-¿Tú estás haciendo una broma Isabella Swan?- dijo Emmet como si le hubiera dicho que podía volar.

Le di en un hombro con mi libro resistiendo el impulso de sacarle la lengua como una niña de dos años, era algo impropio.

-Es raro y lo sabes- dijo Rose riendo de la cara de dolor fingido que puso Emmet.

-Y quizás me comería a Alice si supiera a donde se ha ido.- apunto Emmet

Mire hacia todos lados y no se veía ni rastro de ella ni de Jasper.

Oh no. Pensé

-Bien, creo que debo ir a buscarla

-Déjala en paz- sugirió Rose pacito

La fulmine con la mirada y me dirigí a buscar a mi loca hermana, no sin antes echar una última mirada de lo que dejaba a mi paso y toparme con dos hermoso ojos verdes que me miraban fijamente, me sonroje y sentí cosquillas en el estomago, luego sonreí y me di la vuelta, pasaron unos metros y aun seguía sonriendo.

-Algún día llegara alguien especial, alguien que hará que sonrías sin motivo aparente, que haga que sientas mariposas en el estomago, esa persona se casara contigo y vivirán felices por siempre…-recordé que me decía Madly.

Sonreí aun más y suspire…

Parecía ser que esa persona había llegado y que mi cuento de hadas estaba por comenzar…


HOLA...! espero de verdad que pasen a leerme y me dejen un review para saber si les gusta la historia...besos