Declaración: Los personajes y el mundo de Harry Potter pertenecen a J.K Rowling.
Este Fanfic participa en el Fictober 2018. Día 1: Flores.
N/A: Empecé un poco tarde, pero espero pronto ponerme al día. Tendremos Dramione, y otras parejas para que sea un poco más variado. Se aceptan pedidos, la idea es dejar a volar la imaginación y los dedos.
Espero les guste y me dejen algún saludito. ¡A leer!
*Esta historia es de mi autoría y sólo se encuentra en FanFiction y en Wattpad, con el usuario LidiaaIsabel, si lo ves en otro lugar por favor avísame* Di no al plagio.
Flores
.o.
Es un domingo soleado, el día perfecto para que la familia salga a pasear, no hace mucho calor, pero el sol calienta lo suficiente para no estar tan abrigado.
A paso tranquilo un hombre joven camina tras un coche con su pequeña balbuceando desde el interior, mientras a su lado, su hijo mayor le hace gracias para que ella se ría.
Los muggles alrededor no logran notar aquel coche que prácticamente no toca el suelo, como si flotara, ya que lo lleva con mucha facilidad. Por su puesto hay que ser sutil frente a quienes no conocen la existencia de la magia, y aunque no le agrada mucho venir a este lado de Londres, tiene motivos muy importantes para hacerlo.
Cuando están a punto de llegar a su destino, el pequeño Scorpius de cinco años se para a mirar con curiosidad.
—¿Scorpius, que sucede? —le pregunta deteniéndose a su lado.
—Me gustaría llevarle algo a mamá —responde para luego mirar a su hermana; —¿Quieres llevarle algo también Jane?
La pequeña da pequeños aplausos y risas de alegría, Scorpius lo interpreta como un "sí".
Draco Malfoy le sonríe a la joven que atiende y le entrega unos billetes. —Dele lo que quiera —le susurra a la joven, quien asiente y se acerca al chico para preguntarle que busca.
Mientras tanto Draco voltea a ver a su princesa Jane de apenas un año jugar con sus peluches, juguetes que según su esposa le entretendrían mucho, como cuando ella era niña.
—Bien Scorpius, ¿Qué le llevaras a mamá?
—Le llevaré estos peluches, y estas flores son oquídeas, sus favoritas.
—Orquídeas hijo, sin comerse las erres. Muchas gracias señorita, a mi esposa le encantarán —sonríe tomándolas para que Scorpius pueda llevar los peluches.
.o.
Retoman su camino entrando por un portal enorme y sobrio que da la bienvenida a los visitantes, llegan a una pequeña edificación y Draco mirando a ambos lados para asegurarse que nadie lo viera, saca su varita y apunta a la puerta para abrirla. Scorpius entra primero y espera que su padre levante a Jane para acompañarlo. Automáticamente se ilumina el lugar y se siente un pequeño calor que los rodea. Es un poco más espacioso por dentro, pero eso los muggles no deben saber.
—Hola mamá —habla Scorpius en tono bajo; —te traje tus flores favoritas y Jane te trajo unos peluches —se acerca a una gran caja en medio de la estancia y las coloca encima con mucho cuidado.
—Hola Hermione, la pequeña Jane te quiere saludar —dice Draco acercándose y mirando a su hija la anima a repetir. —Vamos princesa, dile mamá.
—Ma-ma-ma —responde ella dando saltitos en los brazos de su padre.
—Te extrañamos mucho mami —susurra Scorpius y acercándose a Draco le da la mano.
—Todos los días amor, nos haces mucha falta, pero como ves nuestros pequeños siguen creciendo hermosos e inteligentes como tú.
Scorpius se abraza un poco a él y comienza a sollozar en silencio, no quiere que Jane lo oiga y llore también, así que trata de disimular lo que más puede. Draco pasando la mano por su espalda lo consuela. —Tranquilo Scorp, está bien llorar, mamá también nos extraña mucho y nos cuida desde el cielo, lo sabes ¿verdad?
Scorpius asiente junto a él y secando su rostro mira a su padre. —Lo sé papá.
—Pa-pa-pa —repite Jane entre risas.
—Bueno cariño, ya tenemos que irnos, los abuelos nos esperan a comer. Scorp despídete de mamá —dicho esto lo deja un momento a solas mientras acomoda a la pequeña en su coche.
—Ma-ma-ma
—Si princesa, aquí está mamá, vendremos a verla la próxima semana, ¿te parece? —le sonríe y deja un beso en su castaña cabellera mientras unas lágrimas se escapan sin permiso.
Cuando Scorpius se les une, Draco entra para despedirse también; con un pequeño movimiento de varita puede ver a través de la hermosa caja en donde su amada parece dormida, en espera que su príncipe azul la despierte con un beso. Un cuento de hadas.
—Hermione, no sabes la falta que me haces, sobre todo a los niños. Este año ha sido una eternidad sin ti, y aunque Scorpius entiende un poco mejor el que ya no estés con nosotros, cuando ve a otras madres no puedo evitar que se ponga triste. No lo hace frente a Jane, no quiere que ella tenga la misma tristeza, así que junto a tu madre siempre le cuentan cosas sobre ti y le muestran fotografías, es un gran hermano mayor. Debes estar orgullosa de nosotros, hacemos un gran equipo.
—¡Papá Jane tiene hambre, está empezando a morder sus juguetes!, no Jane esto no se muerde.
—Bueno querida, el deber me llama. Nos vemos el próximo domingo, como siempre. Y no olvides que te amamos Hermione. De aquí a donde estás tú.
Da un último vistazo a las hermosas flores que cada domingo le trae su pequeño hijo y cerrando la puerta con su varita da un largo suspiro.
Queda mucho día aún, un día más sin su amada, sin su madre, uno más sin ella.
