Disclaimer: Este fic participa en el reto "Olores de Amortentia" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Género:Romance/Drama
Personaje principal en todas las viñetas: Rose Weasley
Pareja en esta viñeta: Rose Weasley y James Sirius Potter.
Advertencia: Incesto. Relación entre primos.
Rating: "K"
Palabras: 1000 (sin contar títulos y demás)
1
Sinceridad
Cuando eres pequeño, no te percatas de la cruda realidad. En verdad, lo mejor de la vida es ser pequeño. La facilidad de escapar de los sentimientos tan profundos que son capaces de esclavizar a la humanidad es un lujo grato.
Dicen muchas personas que, las chicas son adolescentes cuando les viene la primera regla. También, otros, consideran que es el paso de la madurez. Otros incluso hacen una mezcla, y comentan que la adolescencia comienza físicamente, pero prosigue psicológicamente.
Y lo último es cierto, la verdad sea dicha. Pero es que no es algo solamente de eso. Una persona de treinta años puede ser menos madura que una de quince, y sigue siendo el primero un adulto y el segundo un adolescente. ¿Qué es lo que marca la diferencia?
Rose se encuentra sentada en medio de la yerba, en el patio trasero de su casa. Su madre, Hermione, se encuentra leyendo sentada en una silla, y su hermano pequeño juega con su padre y las margaritas del jardín junto con Lily y Albus, sus primos. Sus tíos se marcharon a caminar de mientras.
Y ella, a la vez que todo esto ocurre, observa el cielo con curiosidad. ¿Qué es lo que hay más allá de esa claridad de tonalidad azulina? ¿Y cómo es que la luna no se cae, al igual que no lo hace el sol? ¿Y por qué brillan? Era algo que su mente no alcanzaba a comprender, pero sonreía. Mamá no sabía cómo explicárselo. Quizás ella tampoco lo sabía.
Se sobresaltó cuando su primo, James, se sentó a su lado. Era un año más mayor que ella, y si bien la niña tenía ocho años, su primo ya tenía nueve. Y es que, ya dejaba un poco entrever que era algo que destacaba. Quizás en ese porte erguido, aunque su sonrisa traviesa seguía presente en él. Rose se preguntaba si el ir cumpliendo años significaba un paso a la madurez. Y por una parte, quería dejar la niñez. Y por la otra, no.
¿Qué era mejor que ser niño? Nada, absolutamente nada. A ella le encantaba caer sobre la fresca yerba, y adorar ese olor a recién cortado, porque su padre siempre cortaba la yerba una vez al mes. Le parecía extraño que lo hiciese rápido, aunque a veces veía un palo de madera asomarse a escondidas. ¿Tendría algo que ver?
A Rose le encantaba la magia. Pero a su madre le gustaba que en el mundo muggle no la utilizasen, así que a James siempre le tenían bajo vigilancia, porque no se fiaban de él. El chico siempre acababa molesto, pero la mayor de los Weasley siempre reía por ello. Sus padres hacían bien, y sus tíos también.
Admiraba a su primo. Y le gustaba. Pero no era un amor profundo ni nada por el estilo. Era de esos amores platónicos hacia una persona a la que aprecias demasiado. Envidiaba como el chico se desenvolvía, y ella, siendo pequeña, se dejase llevar por la timidez. Siempre quería sonreír como él, hacer ese tipo de jugarretas y acabar saliéndose con la suya, como lo hacía su primo mayor.
Lo que más le gustaba es que este la trataba con buen humor. Era a la única a la que no gastaba broma alguna. Quizás porque sabía que ella no caería incluso siendo más infantil. Porque era demasiado tranquila y a él le gustaba asustar más a Albus, que era más sensible y asustadizo que su prima. Quizás es que ella era más Gryffindor que su hermano. Era una posibilidad muy alta. Pero también, una de las razones era que apreciaba mucho a su prima. Y a él le gustaba el olor de su cabello algo rojizo.
Esa tarde, los dos no podían evitar reír, encariñados. Rose se sentía distinta. Ya no tan pequeña, y mucho menos ingenua. Y James también parecía distinto. Siempre había visto de forma distinta al que era su primo predilecto. Esos ojos marrones que se clavaban en los suyos, más cristalinos y aguados. Sonrió con timidez ante esa mirada potente. ¿Qué era eso? Tenía ocho años, y parecía que se estaba sintiendo azorada por algo.
¿Dónde empieza la madurez? ¿Cuándo? Puede que cuando la persona empiece a sentir un amor no tan caprichoso. Cuando esa persona es menos egoísta. Cuando empieza a comprender que no todo es blanco y negro. Cuando se entiende que no todo es como debe ser.
-James, ¿qué crees que hay más allá del cielo?
-Ni idea. Quizás haya otro mundo.
-¿Otro mundo?
-¡Claro! Uno donde los niños son siempre niños. Donde hay un río de chocolate. Donde hay dulces para siempre.
-¿Existirá eso?-Quiso saber ella, entusiasmada.
-Ajá. Creo que sí.
-James…
-Dime.
-¿Me prometes que si eso existe, me llevarás contigo?-El chico sonrió.
-Por supuesto-Exclamó él con felicidad.
Olía a yerba recién cortada. Y también podía percibir una mezcla a menta. El aliento de James, que había masticado un poco de chicle. Y antes de que se diese cuenta, sus labios fueron aprisionados débilmente por los de un niño, de manera inocente.
¿Qué es la infancia? Que surjan momentos de esto y no conlleven un significado oculto ni lascivo. Que esto ocurra, y nada ni nadie puedan evitarlo. Que no se sienta nadie culpable por nada de esto. Que la niñez es un juego. Que el amor, en la niñez, es solamente un juego.
Ese día, Rose y James recibieron una bronca tremenda al ser descubiertos, y algo hubo para ellos entender que no había sido algo agradable, pero algo en su interior les hizo pensar que no era nada malo haber disfrutado del beso. Rose tenía ocho años, y no quiso buscar el porqué, más que nada porque ni ella sería capaz de responderse. Años después probablemente sí, pero ahora, solo era capaz de sonreír satisfecha. Había sido su primer beso. Le había resultado maravilloso, aunque no perfecto, y…
¿Qué hay mejor que la sinceridad? Porque en eso, señoras y señores, consiste el amor. En la sinceridad.
Nota de la autora: Buenas a todos. Llevo una temporada con Rose así, lo admito. Aquí la primera viñeta es como puede resultar la infancia en ese paso de la adolescencia y la sinceridad con la que ese amor se puede formar entre niños. El primer beso de Rose es su primo, James, cosa que me parece encantadora :3 El primer amor, aunque sea platónico, siempre es dulce. En fin, esta es la primera viñeta.
