Disclaimer: los personajes son pertenecen a Stephanie Meyer, la historia es completamente de Tufano79 yo solo la traduzco obvio con su permiso.
Autora: Ahora, esta historia está basada en un hospital. Mi entrenamiento medico viene de ….WebMD. No soy doctora. Soy maestra de música que tiene una loca imaginación y una gran inclinación por las cosas sobre Twilight.
Capítulo I
BPOV
- Aquí está su almohada extra, Señor Tomilson – Le dije mientras la acomodaba detrás de su cabeza. – ¿Es cómoda?
- Eres un culo mantecoso – Espetó – Ponte a dieta.
- Tomaré eso en consideración, Sr. Tomilson – Dije ignorando el comentario mordaz del loco hombre. Fue encontrado en las calles, murmurando que las ratas se estaban comiendo sus ojos y que sus zapatos se le escaparon. Lo trajo la policía y se quedara en ER (emergencias) hasta que se encuentre una cama desocupada en el área de psiquiatría. Yo tengo el grandioso honor de tener al Sr. Tomilson como mi paciente. Eso significaba que tenía que lavar su crujiente y viejo cuerpo además de escuchar sus comentarios denigrantes acerca de todo mundo en la sala de emergencias. La principal persona que recibía sus dardos era yo. Si yo, era, umm, regordeta. Pero no es que yo no fuera saludable. Era solo grasa.
- ¿Quiere algo de comer?
- ¿Siempre pensando con el estómago, gorda?
- Sr. Tomilson, por favor sea respetuoso – Suspire – Yo no hablo acerca de sus hemorroides cuando estaba limpiando su trasero
- Perra – Ladró. Puse los ojos en blanco y cerré su cortina, y caminé hacia el escritorio circular.
- Tomilson está siendo extraordinariamente cascarrabias hoy – Señaló mi amiga Angela. – Es realmente grosero contigo.
- Es un viejo y solitario hombre con esquizofrenia, Trato de no tomar sus palabras en serio – Me encogí de hombros – Sin embargo voy a ser feliz cuando su roñoso trasero esté arriba en el área de psiquiatría.
- ¿Qué tan malo te fue con eso? – Angela preguntó arrugando la nariz
- Necesito una ducha. O tal vez doce – Me estremecí - Ésta no es la bata con la que llegue, Ang
- Si! No es tu bata usual con patitos felices – Bromeó Angela – Es la típica azul del hospital.
- Él se cagó en mí! – Gruñí – De todos modos, voy a terminar de tabular y luego me voy a casa.
- Bella, ¿porque no vienes conmigo y las chicas? – Me rogó Angela - Vamos a este nuevo bar. Será divertido!
- No gracias, tengo que llegar a casa con mi papá; El todavía está en reposo por su lesión – Suspiré, honestamente prefería salir con las chicas. Mi padre hace que el Sr. Tomilson parezca un lindo gatito, el odio que mi padre tiene hacia mí es impresionante; pero no puedo dejarlo, no ahora. El perdió su pierna después de que una herida de bala se le infectó, por eso no estaba patrullando. Y ahora se lo tomo en mi contra.
- Bien, pero la próxima no tomo un no como respuesta, me escuchaste? – Preguntó Angela enarcando una ceja.
- Si Ang, Nos vemos mañana - Sonreí , ella agito la mano y corrió a la sala al final del pasillo, terminé mis notas, hablé con la enfermera que se haría cargo de mis pacientes y me dirigí a mi casillero, al hacerlo me puse mi abrigo y revise mi teléfono.
Sin mensajes
Pero de nuevo, ¿Por qué los tendría?. Todos mis amigos están aquí en el trabajo, bueno, olvida eso Angela es mi amiga, el resto son conocidos; con un suspiro pesado me cubrí bien y me dirigí hacia el frío aire de Chicago. Trabajo en el hospital del condado de Cook como enfermera, obtuve mi título trabajando a tiempo completo desde que mi papá no quiso pagar por mi educación universitaria. He trabajado como auxiliar de enfermería en un asilo de ancianos, cuidando de los pacientes de edad avanzada en el ala de demencia, mientras que terminaba mi trabajo de curso. Odiaba trabajar allí, viendo a esa pobre gente que eran sólo cáscaras de que lo alguna vez fueron. Tomé la decisión de que no iba a trabajar en geriatría vez me graduara, encontré que el tiempo en la sala de emergencias es lo más emocionante y desafiante.
Nunca se sabe lo que va a venir después y, a veces, el rompecabezas de lo que estaba mal era la parte más interesante de trabajar allí. En su mayor parte, los médicos estaban bien. Había unos pocos que yo odiaba, Dr. Mike Newton y el Dr. Tyler Crowley, en particular. No importa que la enfermera era, si eran mujeres, hacían comentarios burdos y groseros. Les han hecho numerosas denuncias en recursos humanos, pero lo seguían haciendo desde que se convirtió en el club de "viejos buenos chicos" en el hospital.
Suspiré y recordé mi último encuentro con Newton, Dios! Es como una serpiente.
- Bella puedes ser tan amable y traer unas muestras de Cialis* para el Sr. Lautner? Quiere extender su rendimiento en la cama– Mike ronroneó - ¿cierto Sr. Lautner?
- Si Señor – Él sonrió.
– Apuesto a que ha pasado mucho tiempo desde que estuviste con un hombre, Bella. Quizás puedes ayudar al Sr. Lautner a probar su nueva medicación – Mike se rió – Bueno probablemente no, con su brazo roto no quiere hacer ningún levantamiento pesado y la enfermera Swan se clasificaría como eso.
-¿Algo más Dr. Newton? –Espeté entrecerrando los ojos.
-Nope. Sólo las muestras mejillas dulces – Bramó, resoplé y pisotee alejándome, hacia el armario de medicinas; tomé un puño de muestras Cialis, las metí en una bolsa y las arrojé en las manos de Sr. Lautner.
Cuando el Dr. Newton estuvo en el trabajo, yo me mantuve alejada de él después de ese incidente. Afortunadamente está en una conferencia médica por unos días y no tengo que ver su cara presumida mientras trabajo.
Con un suspiro resignado caminé hacia la plataforma y esperé el próximo tren para llegar casa, saque mi libro y me senté en la incómoda silla de plástico. El tren viajó hacia mi casa ubicada en vecindario Ravenswood. Nuestro pequeño departamento de dos recamaras que comparto con mi padre. Subí pisoteando las escaleras y al abrir la puerta fui atacada por los sonidos de Sports Center.
- ¿Dónde demonios has estado Isabella? – Demandó Charlie – He estado esperando aquí durante una ahora para comer.
- Lo siento Papá, tengo que trabajar, lo sabes – Suspiré – Dame media hora y tendré la cena lista para ti, okay?
- Isabella…..tengo hambre ahora - Gruñó
- Sabes que puedes cocinar tu propia comida papá – Le dije mientras me inclinaba hacia la pared, presionando mi rostro contra el yeso – Sólo porque estás en muletas no significa que eres completamente incapaz de cocinar.
- Cuidado con el tono señorita! – Charlie frunció el ceño – Mi pierna duele jodidamente, si no fuera por tu incompetencia yo todavía la tendría!
No se podía pelear con el cuándo estaba así, no entiende razones. Me quité el abrigo y lo colgué , caminé hacia la patética cocina y busque algo con que alimentar a Charlie en tres minutos o menos. Afortunadamente había una mini pizza congelada que podía poner en el microondas, tomé una cerveza para él y saqué del gabinete su medicina, como gritó en la sala de estar prepare su cena tomé una bandeja y ahí la llevé; me acerqué y la puse en la mesita de café que está a un lado del sofá reclinable de mi papa, empujándola hacia él , miré a mi padre y el seguía despotricando acerca de que yo era un culo perezoso.
Suficiente – Le espeté – Lo entiendo, soy gorda, floja e incapaz de cuidar de ti; si me odias tanto ¿por qué dejas que me vaya?
- Porque mocosa insolente, a pesar del mal trabajo que haces cuidando de mí, eres todo lo que tengo – Gruñó – Ve a hacer ejercicio o algo, pierde algunos de esos asquerosos rollos.
- Gracias Charlie – Espeté – Mira quién habla.
Se ha ganado una tonelada de peso debido a su lesión; antes de conseguir su tiro estaba en una forma decente para un policía de mediana edad; Ahora estaba más gordo que yo porque se ha rehusado en ir a terapia física, su no existente pierna le duele mucho.
Charlie tomó la pizza y me la aventó, salpicando mí uniforme, entrecerré los ojos y salí de la habitación ignorando los gritos de Charlie pidiendo comida fresca; Me despojé de mi uniforme y me duché en nuestro pequeño y sucio baño, conforme lavaba mi cuerpo, quedé asqueada por lo que vi; Mi piel pálida era grumosa y desigual, estaba gorda. No lo niego pero escuchar que proviene de la única persona que se supone me ama, duele más. Mi mamá no me puede decir que me quiere o que soy hermosa desde que está muerta, ella murió cuando yo estaba en la escuela secundaria; en un accidente de coche, golpeó un trozo de hielo negro y ella giró hacia el tráfico del lado contrario, fue decapitada y murió en el instante. Una vez que ella murió mi padre se convirtió en una basura y encontré consuelo en Twinkies y Ho-Hos.
Terminé mi ducha y seque mi cuerpo enredando la toalla en mí, me puse mi pijama favorita y caminé por mi recamara cerrando la puerta con seguro. No quería lidiar con Charlie esta noche, el actuó como niño y tiene que lidiar con sus acciones. Saqué mi diario y empecé a escribir.
Diciembre 15, 2012
¿Alguna vez te has despertado y al mirar alrededor te preguntas como demonios llegaste aquí? Hoy fue uno de esos días para min me desperté en mi recamara todavía decorada en tonos rosas desde que era niña, sacudí mi cabeza pensando en que tan patética es mi vida; Tengo treinta años (recién cumplidos en septiembre) y sigo viviendo con mi padre que es un pendejo, tengo treinta años y sigo estando soltera sin prospectos.
No es que alguien pudiera quererme de todas formas.
Soy un maldito culo gordo.
¿Quién querría ver este cuerpo sin ropa?
Quiero decir, paso una vez y ese chico NUNCA regresó.
Luego hoy en el trabajo me quede atascada con uno de nuestros viajeros frecuentes y se cagó en mí, una gran pila de mierda en mi muslo, era asqueroso y lo único que quería era ducharme por días. El continuó fastidiando todo el día, llamándome gorda y estúpida y lo único que podía hacer era sonreír, es mi paciente y se vería mal si le doy la mirada negra; digo es un hijo de puta cascarrabias pero está enfermo: esquizofrenia y demencia.
Finalmente llegué a casa después de un mierdástico* día en el trabajo y mi papá empezó a fastidiar, es un idiota y me hace sentir que soy menos que nada, lo odio; pero no lo puedo dejar, debería pero no puedo. Quiero salir con mis amigos, tomar unos tragos y pasar un buen rato, pero no; debo de venir a casa, lidiar con Charlie y sus rabietas infantiles cuando no le cocino lo que a él le gusta o tomo sus insultos sin defenderme.
Quiero desesperadamente cambiar. Quiero desesperadamente amor, pero ya me resigne a que eso nunca me pasará.
No en ese orden
xx APFL xx
- ¿Ya viste al nuevo residente? – Dijo Jessica Stanley – Santo sexo en la varita, él es caliente.
¿Quién es? – Le pregunté mientras miraba a mi compañera de trabajo. Jessica era una de las hermanas putas, su compañera de crimen era Lauren Mallory, no había hombre en el hospital que no se hayan cogido.
-Su nombre es Dr. Edward Cullen y por DIOS!" Jessica jadeó sacudiendo sus rizos rubios – Va a trabajar en Emergencias, es mío.
- ¿Qué lo hace tan caliente?- Pregunté enarcando una ceja.
- Mide 1.93, musculoso, con cabello café-bronce-cobrizo, ojos del color de las esmeraldas Y es soltero.
- ¿Quién es soltero? – Preguntó Lauren mientras dejaba caer su carpeta, recargándose del mostrador - ¿Swan? Por supuesto que está soltera, mírala.
- Estoy parada justo aquí Lauren – Siseé.
- Perdón – Dijo mientras rodaba los ojos – En serio, ¿quién está soltero?
- Dr. Cullen- Jessica se rió.
-¿Lo es?" Lauren ronroneó.
- Apártate perra, él es mío – Se burló Jessica – Una vez que haya terminado con el podrás saltar en la delicia que es el Dr. Cullen, Dr. Feelgood
- Saben que las relaciones entre enfermeras son muy mal vistas - Dije mientras las fulminaba con la mirada.
-¿Y? – Jessica resopló – Quiero atraparme a un médico rico y aquí es donde lo voy a encontrar.
- Disculpen – Dijo una voz suave y aterciopelada -¿Quién está asignada al paciente en la cortina tres, Cama número dos? "
- Esa soy yo - Le dije mientras me daba la vuelta y santo DIOS. Había un ángel en una bata de laboratorio blanca de pie frente a mí. Llevaba un par de gafas adorables pero sus ojos brillaban detrás de ellos en un color verde brillante. ¿Éste es el Dr. Cullen? No es un doctor! Es un maldito súper modelo.
- ¿Y usted es? - Preguntó, sonriendo suavemente.
- Isabella Swan, pero todo el mundo me llama Bella – Contesté tendiéndole la mano.
- Más bien como Balleni – Lauren se rió.
Me estremecí y sentí las lágrimas traidoras pinchar la parte de atrás de mis ojos. La mano de Dr. Cullen se envolvió alrededor de la mía y me sonrió cálidamente.
- Es un placer conocerte, Bella. Soy el Dr. Edward Cullen.
- Claro, claro – Le dije - ¿Qué pasa con la Sra. Dutch?
- ¿Podemos hablar mientras vamos con ella? – Dijo mientras tiraba de mi mano. Agarré su carpeta y lo seguí por el pasillo a la cortina de la zona tres.
- ¿Hice algo mal, Dr. Cullen? -Pregunté, frunciendo el ceño.
- No, Bella. Sólo quería alejarte de la enfermera Stanley y la enfermera Mallory, oí lo que decían y me horroriza – Dijo mientras me miraba con ojos amables .
- Estoy bien Dr. Cullen – Le dije mientras agitaba mi mano con desdén .
- Por favor, llámame Edward – Respondió con una sonrisa torcida .
- Edward – Dije en voz baja intentándolo – Okay entonces… ¿La Sra. Dutch?
- ¿Se puede añadir un poco de antibióticos para su goteo IV? Ella tiene fiebre y su recuento de glóbulos blancos es elevado; Oí silbidos cuando escuché sus pulmones y no quiero que la infección se convierta en neumonía – Dijo mientras tomaba la carpeta, garabateó sus órdenes y me regresó la carpeta – Ahora; ya que soy nuevo ¿me llevarías a una cafetería local dónde vendan café y no lodo y que quede cerca de aquí?
- Oh bueno, está Perkalator bajando la calle a cinco minutos caminando desde aquí, sólo tienes que ir a través de las puertas de entrada de ambulancias, girar a la derecha y la encuentras en la esquina - Le contesté – Es un buen café.
- Gracias, Bella – Dijo mientras sonreía ampliamente – El café en la cafetería es una basura tóxica, cuando me contrataron, me lo advirtieron, pero no hice caso de dichas advertencias; como muestra de mi agradecimiento ¿qué tipo de café prefieres?
- Eso no es necesario – Me sonrojé.
- Insisto, eres la primer cara amigable que he conocido y quiero mantenerte cerca – Guiñó - Si no me dices te compraré uno de cada sabor.
- Ok, ok – Reí – Un latte grande con leche sin nata.
- Hecho – Dijo – ¿Tengo que firmar mi salida?
- Solo dile a la recepcionista que vas a salir y tu hora estimada de regreso – Expliqué
- Gracias! – Dijo mientras giraba sobre sus talones – Realmente lo aprecio Bella – Corrió por el pasillo con la bata blanca ondeando detrás de él. Me permití sonreír suavemente mientras entraba en la cortina de la Sra. Dutch y anoté sus signos vitales, ella estaba durmiendo, un silbido silencioso llenaba la habitación; tendría que preguntar al Dr. Cullen, Edward si un tratamiento de nebulizador la beneficiaria. Dejé la habitación y tomé los antibióticos que Edward le prescribió, los agregué a su IV anoté la hora en que empezó su tratamiento.
Justo cuando estaba terminando con ella, la Sra. Dutch despertó – Oh! Enfermera Swan – Dijo en una voz un poco ronca – ¿Me podría dar un poco de agua?
- Claro Sra. Dutch – Dije mientras le servía agua y acercaba la pajilla en sus labios agrietados.
- Por favor llámame Heather, Sra. Dutch me recuerda a que nunca encontré a mi príncipe encantador.
- Oh Heather – Reí – Todavía puedes encontrarlo. Ella era una mujer mayor, probablemente a mediados de sus 70, vive en un centro de asistencia pero no pudo escapar de esta infección respiratoria, la enviaron aquí desde que su seguro cubriría todo.
- Enfermera Swan tengo 82, nunca encontré a mi príncipe encantador y estoy malditamente segura que no pasará ahora – Se rió – Ya he vivido mi vida y estoy lista para estar con mi familia.
- Heather tienes familia tu sobrina llega hoy desde Milwakee – Le dije, hablé con ella esta mañana cuando la ambulancia vino a dejarla.
- No mis padres, mi hermano menor que murió en Vietnam – Ella suspiró mirándome a los ojos – Mi familia me está esperando.
- Ok Heather – Dije mientras la acomodaba en la cama – ¿Quieres otra manta?
- Por favor querida – Sonrió.
Asentí y tomé una manta caliente de la calefacción que está afuera de su habitación, la acomodé a su alrededor y me sonrió antes de dejarla. Caminé de regreso al escritorio circular y agregue las notas a su expediente en el pizarrón, regresé a la computadora para revisar los análisis de laboratorio que se ordenaron ya estaban listos.
Edward regresó con las mejillas rosadas y dos humeantes tazas de café – Para mí enfermera favorita – Dijo mientras ponía una taza enfrente de mí.
- Gracias Dr. Cullen – Me sonrojé – ¿Dónde está tu abrigo?
- Ummm en el vestidor, no me di cuenta del frío épico que hacía hasta que estuve a la mitad de camino a Perkalator – Se rió entre dientes envolviendo sus manos alrededor de su taza de café, la olió y suspiró – Soy de Seattle y es más cálido que aquí.
- Bienvenido a la Ciudad de los Vientos – Dije mientras levantaba mi taza, Edward se rió y choco su taza con la mía – Umm estoy preocupada por la respiración de la Sra. Dutch.
- ¿El silbido? – Preguntó mientras se ponía detrás de mí viendo el cuadro que había hecho.
- Si, también estoy preocupada de que esté deprimida – Dije – Ella dijo que está lista y que su familia la está esperando.
- Bajaré a psiquiatría a consultar pero…..ya está grande, probablemente ya está lista para reunirse con su familia – Dijo Edward – ¿tiene hijos?
- No ella nunca umm se casó.- Murmuré, Demonios voy a terminar como ella, sola en un hospital de condado orando por que llegue la muerte.
Dios llévate a la Bella morbosa..
Sentí que Edward me miraba y me tape la cara con la mano izquierda desesperadamente esperando meterme en un agujero. No puedo dejar que esta hermosa criatura que está detrás de mí vea que soy una solterona, GORDA, perdedora que vive con su padre emocionalmente abusivo. – ¿Ummm crees que un nebulizador ayudaría con el silbido? – Le pregunté levantando apenas un poco la voz.
- Hay que tomar una rayos X de su pecho primero y partiremos desde ahí – Dijo Edward poniendo su mano en mi hombro, masajeando mi cuello suavemente, mordí mi labio y tratando de NO gemir, el apretó mi hombro una vez más y se fue. Me guiñó mientras caminaba hacia el lado contrario del pasillo, me sonrojé.
Ordené los rayos X del pecho para la Sra. Dutch y me fui a hacer mis rondas a checar a mis pacientes, casi terminaba cuando Lauren me acorraló en el armario de medicamentos. - ¿Crees que alguna vez DIOS se ha dado cuenta que existes? – Se burló – Eres una perezosa, gorda con el jodido cabello de color de mierda y piel pálida; cuando caminas tu trasero se mueve y tus tetas son desiguales, no trates de coquetear con el Swan; él nunca te va a querer. – Ella me empujó y salió del armario.
Lágrimas cayeron por mis mejillas mientras me daba cuenta que era cierto; Él nunca me querría a mí, ¿Por qué lo haría?
Mantenlo profesional Swan, se cortés y haz tu trabajo.
Tomé un respiro profundo y dejé el armario de medicinas, saliendo a revisar a la Sra. Dutch, cuando entré a la habitación Edward estaba en medio de un código, oprimiendo su pecho; me acerqué a la orilla de la cama y lo miré. Sus ojos lo decían todo, ella se había ido – Hora de la muerte 19:18 – Dijo mientras daba un paso fuera de la mesa, me mordí el labio y me acerqué a su lado; gentilmente cerré sus ojos cubriendo su rostro con una sábana.
Éste es tu futuro Bella, morir sola.
*Mierdastico / combinación de palabras…mierda y fantástico ya que en el texto original dice " from a crap-tastic" y es la mejor forma que encontré para traducir esa frase.
* Cialis / Medicamento parecido al viagra utilizado para la disfunción eréctil.
Hey! Bueno por favor sean buenas hahaha son nueva en esto y de verdad que esta historia me gustó mucho espero que a ustedes también! Las actualizaciones espero poder hacerlas lunes y viernes, todo depende de cómo me trate el trabajo pero mientras será así! Espero sus reviews! Nos vemos en el próximo cap!
Maff :)
